Partida Rol por web

Cómo muchas otras tardes, te encuentras en la biblioteca del Instituto junto con Amy, preparando la candidatura para el consejo estudiantil. Debatiendo los pros y los contras, lo que deberías ofrecer y cómo exponerlo. Lo cierto es que de momento tenéis un buen discurso preparado y la gente parece dispuesta a votarte así que hay bastantes posibilidades lo cuál os anima aún más para seguir adelante.

Estáis apartadas en una de las largas mesas intentando no alzar demasiado la voz, aunque en realidad hay poca gente allí.

-Creo que por hoy ya hemos hecho suficiente... deberíamos tomarnos una pausa. ¿Qué tal si vamos a dar un paseo o a tomar algo?- pregunta animadamente mientras empieza a cerrar un par de libros sobre el propio instituto que estabais consultando.
Para un buen discurso lo primero es informarse bien.
Amy se dispone a levantarse pero se queda tan aturdida al observar cómo Zack se sienta frente a vosotras que no alcanza a levantar el trasero de la silla.

-¡Hola Master!- Zack ríe despreocupadamente mientras toma asiento. Pertenece a tu Club de Rol aunque en realidad no es de los más asiduos ya que pertenece a un grupo de rock alternativo y suele andar más liado con eso.
No llegáis a ser amigos pero le conoces lo suficiente para saber que está peleado con su hermano gemelo desde antes que tú llegaras al instituto y de que al parecer no es mal tipo. Al menos no del todo.

-Os habéis enterado de la fiesta de esta noche, ¿no?- se inclina sobre la mesa, bajando la voz cómo si esta vez no quisiera que lo oyeran oídos ajenos, abriendo más los ojos según te mira.
Es imposible no haberse enterado, todo el Club de Deportes va comentándolo, dándose aires por ello e invitando sólo a los que ellos creen convenientes. Desde luego vosotras no pertenecéis a ese reducido grupo.

-Bueno no creo que os interese realmente ese tipo de fiestas pero estamos planeando colarnos en ella para joderles... Sólo de imaginarme las caras...- suspira cómo si estuviera embelesado y vuelve a reír:- ¿Os apuntáis? Nos vendría bien la colaboración de alguien con coco- Amy le mira entre sorprendida y dubitativa, desde luego muy escéptica al respecto.

¡Magnifique!, exclamo cuando Amy acaba su último alegato, con este discurso seguro que nos llevamos la presidencia. Escucho de fondo el ofrecimiento de mi amiga, mientras mi mente se centra en los futuros proyectos de ayuda social que llevaré a cabo cuando sea presidenta. Eh... sí... claro, ¿a tomar algo?...mmm... bien, bueno, me gustaría llevar los libros a la habitación y de paso cambiarme de ropa. Qué te parece si... De repente aparece Zack sentándose frente a nosotras, mierda... ¿qué querrá este ahora? Arggg... me duele la cabeza. Oigo las palabras de Zack mientras asiento con la cabeza, Sí, algo había oído sobre la fiesta, pero ya me había hecho a la idea a no ir. Pienso unos segundos, y tras un sorbo de agua, mira, dame tu móvil y si cambio de opinión te doy un toque, aunque no creo que vaya, ¿Tú que dices, Amy?

-Bueno, a mí me apasiona menos la idea que a ti, pero la intención es fastidiarles...- ríe ligeramente y se levanta de la silla -Está bien, no importa, si no queréis apuntaros... Pero la vida no es sólo estudiar, ¿sabéis?- deja la pregunta en el aire y se aleja entre las mesas con paso decidido, deteniéndose en otra para hablar con un par de chicos.

Amy contempla a Zack bastante aturdida hasta que éste se ha alejado.

-Es un poco raro, ¿no? Bueno forma parte de tu Club de Rol, no sé de qué me sorprendo- comenta en tono de broma mientras ella misma también se levanta -¿Nos vemos dentro de una hora en la puerta de las residencias?

Yo también observo como se va, y de nuevo, con una sonrisa en los labios, entablo conversación con Amy. Claro que es rarito, y porque no has visto a su hermano, pero bueno, en el fondo son buena gente. Acabo de guardarlo todo en la mochila y me pongo en pie, claro, en una hora nos vemos, pero en vez de delante de la resi, ¿porque no te pasas por mi habitación? Tengo el último de MOBY y te lo puedo copiar. Aguardo a su respuesta y me encamino hacia la habitación. Como siempre, llevo puesto el iPod y la mochila al hombro.

-Moby... interesante. Hacemos una cosa, cómo hoy van a estar casi todos en la fiesta o liados intentando entrar en ella, después del paseo quedamos en tu cuarto con Sam y nos ponemos a parlotear y escuchar música- sonríe radiantemente ante una idea que le parece de lo más divertida y finalmente os separáis, aunque tan solo será momentáneamente.

En tu cuarto organizas los libros y demás, buscando otra ropa y extrañándote de que tu compañera no esté ya allí, pues suele estudiar casi cada tarde, pero al fin y al cabo es viernes y quizá ha quedado con alguna amiga suya...

Al cabo de otro rato te reunes con Amy, ella es sencilla y no se ha molestado en cambiar su ropa. Unos simples tejanos y una camiseta granate de manga larga.
Os pasáis la tarde paseando por los alrededores del campus, dado que se encuentra algo alejado de la ciudad, hablando de cosas triviales y seguro que volviendo al tema del discurso, pues se avecina muy próximo ya (el siguiente lunes).

Finalmente vuelves a tu cuarto, Amy volverá a reunirse contigo de nuevo por la noche (sobre las 22), pero ahora aún son las 20 y Sam todavía no ha vuelto. Ahora empieza a ser raro de verdad.

Después de un buen rato leyendo y escuchando música en mi cama, decido llamar a Sam. Deberia estar aquí... ¿dónde coño se habrá metido?, me pregunto mientras mi teléfono móvil da los tonos oportunos. A su vez, me acerco a su escritorio y trasteo a ver si encuentro una nota para mí o al menos su agenda con los teléfonos de sus amigas, si no me lo coge, tendré que recurrir a ellas, pienso con un escalofrío recorriendome la columna.

Llamas a Sam, incluso más de una vez, pero el móvil suena hasta que salta el contestador en todos los intentos así que decides buscar alguna nota.
De todos modos es extraño ya que si la hubiera dejado, estaría en un sitio bien visible. Parece evidente que no ha dejado ningún aviso tampoco.

Buscas entre las cosas de su armario y acabas encontrando una agenda perfectamente ordenada y limpia aunque con pocos números. Bueno eso te facilitará la búsqueda.

Decides que primero cenarás algo ya que es más probable que la encuentres después de eso. La cafetería está más vacía que nunca, con la tontería de la fiesta parece que mucha gente se ha saltado la comida pero cuando regresas a tu habitación compruebas que tu compañera sigue sin aparecer y empiezan las llamadas.

Al parecer nadie sabe dónde está, los que la vieron más recientemente fue por la tarde antes de que se fuera a su cuarto, parece evidente que al final no consiguió llegar hasta él por algún motivo.

De repente llaman a la puerta, lo cuál te hace albergar algo de esperanzas... Pero es Amy. Ya casi habías olvidado que habíais quedado.

Hola Amy, pasa, pasa, siéntate, le digo a mi amiga sin intentar esconder el tono de decepción en mi voz. La conduzco hacia el pequeño escritorio de mi lado de la habitación, y hago que tome asiento. Hace horas que no sé de Sam, aguardo a ver su reacción y continuo, en teoría debería haber pasado toda la tarde avec moi, enseñándome anglais. Miro de nuevo a Amy, mira, no sé como haréis las cosas aquí en los EEUU, pero en Francia si se queda con alguien, se queda; y si no se puede se llama al móvil o se deja una nota. Ella nunca ha faltado a nuestras citas, y si le sumas el hecho de que no responde al teléfono y que no ha dejado ninguna nota.... pues tengo motivos para preocuparme. Me siento en la cama con la cabeza sumergida entre las manos, imagínate que le ha pasado algo, ¡tenemos que hacer algo!. De repente, recuerdo que estaba a punto de llamar a los contactos que Sam tenía escritos en su agenda, mira, lo mejor será que entre las dos llamemos a todos sus contactos a ver, si, con un poco de suerte, alguien nos dice que está con ella, o, al menos, nos dice dónde podemos encontrarla. Acto seguido, cojo la agenda, y por la letra A, uno a uno, voy llamando a todos los contactos de Sam.

-Es raro...- comenta Amy mientras te observa algo preocupada -Siendo Sam de quién hablamos y si se había comprometido a ello, es realmente raro... Si no ha venido tiene que ser por un buen motivo.

Os repartís los teléfonos y entre las dos en menos de una hora ya habéis finalizado las llamadas. Nadie la ha visto desde las 18 de la tarde, cuando dijo que se iba a su cuarto precisamente para tus clases de inglés.

-Vale, ahora yo también empiezo a estar preocupada. ¿Por qué no intentamos buscarla? Quizá está en la cafetería o alguien la invitó a esa absurda fiesta y por algún motivo aceptó... -se queda pensativa un momentoo antes de continuar.

-Hum...Quizá ese chico, Zack, le propuso lo mismo que a nosotras y Sam decidió aceptar. Lo dudo un poco pero nunca se sabe. ¿Alguna idea mejor? -pregunta mientras ya se levanta de la silla dispuesta "entrar en acción".

Sinceramente, dudo mucho que esté en Zack, digo con tono agotado tras dos horas de hablar y hablar por teléfono, lo más sensato es que nos acerquemos a la fiesta. No olvides que Samy es una chica popular, así que no me extrañaría que los musculitos se la llevaranan consigo. Aguarda un segundo. Me pongo en pie en un momento, y, con la cabeza un poco ida pensando en qué hacer, me dirijo hacia el armario. ¿Qué clase de ropa se lleva en estas fiestas?, pienso mientras le doy un repaso rápido a mi vestuario, deberias ponerte algo tú también. Si queremos ir a la fiesta y pasar un poco desapercividas más vale que nos arreglemos, le digo con una sonrisa a mi amiga. Escojo un bonito pero ligero vestido negro y unas sandalias a juego, mientras que a mi amiga le presto una camisa de seda negra y unos pantalones de vestir, le queda genial, pienso mientras la miro. Me maquillo un poco y salgo por la puerta, en dirección a la fiesta.

-Está bien, pero démonos prisa...- se frota los ojos algo cansada y empieza a vestirse con la ropa que le tiendes, sin perder demasiado tiempo en "arreglos" ya que tenéis prioridades más importantes de las que preocuparos ahora.

Salís afuera, los pasillos de la residencia están desiertos pero bien iluminados. La mayoría de estudiantes están en la fiesta, han salido o ya están encerrados en sus cuartos así que la sensación de que estáis vosotras dos inevitablemente aumenta.

-Me están entrando escalofríos, qué solitario está todo...- se frota los brazos mientras no deja de mirar alrededor y bajáis las escaleras para salir afuera. La fiesta se celebra en el edificio contiguo dedicado a los deportes.

Una vez fuera el ambiente es peor que en el interior. Una brisa fría os azota el rostro produciéndoos un escalofrío de verdad. Las escasas farolas exteriores no parecen iluminar lo suficiente ahora mismo y tan sólo veis a un estudiante fuera.
Sentado en uno de los bancos y dándoos la espalda, aún y así podéis distinguir su tremenda palidez cenicienta y el escaso cabello de su cabeza mientras tiembla sin parar.

Amy se queda dubitativa pero finalmente compone una expresión de lástima.
-No parece que se encuentre muy bien... deberíamos acompañarle hasta la enfermería... ¿Quieres encargarte tú de Sam?

Por supuesto, le digo sorprendida de la tremenda bondad de mi amiga, llévale a la enfermería que yo iré a la fiesta a por Sam. Ten el móvil encendido y cuando sepa algo te doy un toque. Le ayudo a levantar al chaval, y, cuando por fín ella ya le tiene bien cogido, le suelto para dirigirme hacia la fiesta, ¡SI NECESITAS ALGO, DAME UN TOQUE!, le grito unos segundos después.

Segundos más tarde, y con Amy ya a unos metros de distancia, me armo de valor y con la mirada bien alta me dirijo al edificio, allá vamos, me repito mentalmente a cada paso que doy.

-Ahá... no te preocupes lo llevo en el bolsillo- te asiente y levantáis al chaval sin demasiado problema, pues está realmente delgado y da lástima de ver, con la mirada perdida sin alcanzar a reaccionar... Parece que realmente haya olvidado tomar alguna importante medicina.

Te alejas del instituto, dirigiéndote hacia la fiesta, y aún así no ves a nadie por las cercanías, es de lo más extraño... Cuando ya estás relativamente cerca del edificio, distingues a varios metros a una de las animadoras, enfundada en un vestido negro pero con los zapatos en la mano, parece algo ocupada llamando por su móvil.