Partida Rol por web

 ¡Chananaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan! ¡Chan!

El Jesucristo MuchasCosasJuntas es apalizado de forma brutal por nuestro querido Circo Ambulante. Y no sólo de forma física, a base de palos untados en mierda, puños americanos, nunchakus, musicales, cabezazos, perros y abrazos. Sino que estos hijos de la grandísima puta encima le joden la moral al pobre engendro remarcando que no puede ser Jesús, sino un fraude. Que si no tienes que tener parche, que si eres judío, que si debería ir detrás de Edwar cullen, que si le gustan las pollas...

Han hecho llorar al niño Jesús que lleva dentro el Jesús cibornosecuantos. Porque son unos putos desalmados. El creía ser ÉL y le han jodido a base de bien.

Pero ser un fraude tiene sus ventajas, no es necesario ceñirse al guión de resucitar a los 3 días. Así que, motivándose a si mismo, la cosa esta que suplanta al marquetero supremo resucita para enfrentarse al auténtico mal que puede acabar con la nueva sociedad zombi.

Si, así es como os ve, so mamelucos insensibles. Que no tenía ya bastante el pobre con que lo ahostien, como para encima quitarle la ilusión.

Y en eso que el engendro resucita, está Romeo apoyado en su estaca, sacándose un moco con el presumible objetivo de merendar, que ya es hora. Y conforme resucita el engendro, engancha el estaco, haciendo que el otro engendro se caiga de boca dejándose media dentadura en el proceso.

Y el velo del templo se rasg... digoooooo, el Chus Multiaction este pilla el estaco con ganas se lanza sobre Romeo "Mevanapetarelcacas" Montesco.

Hostia va, hostia viene, las lumbares de Romeo van quedando blanditas, como el resto del cuerpo del sujeto este. Que brío que tiene Chus, que arte, que desparpajo, que estilazo, que de hostias que le están cayendo a Romeo, si es que está purgando los pecados de todo el grupo con su espalda. Menos mal que es bueno sacar la rabia afuera, porque si Jesusito Multicomponente se llega a guardar tanta mala baba, revienta fijo. Jo, salen cachitos de canne como en la peli de Mel Gibson, sólo que más a menudo y más cachos que cachitos. 

¿Y que hace el resto de Fenómenos de Feria ante el castigo que injustamente recibe uno solo por los pecados de todo?

Pues pasan como de comer mierda del tema y se van para la puerta de la sala de control. Ten amigos para esto, Romeo. Cuanto hijoputa suelto.

Cuando abren la puerta, se encuentran con un espectáculo horripilante: tipos con batín como de playboy sacrificando un bebé rodeados de tías en pelotas, y dicho coro rodeado a su vez de un huevo de gente con pinta de sectario o algo así chungo.

Bueno, la verdad es que algunos se horrorizan por lo de sacrificar niños sin desinfectarse las manos, y otros por ver mamellas al descubierto. Y seguramente alguno se sienta horrorizado por la decoración, o por no haber sido avisado durante el casting de estos extras.

El horror es que es una cosa muy subjetiva. Sobretodo con desahuciados como los protagonistas.

Pero no todo es horror, sino que detrás de toda esa gente (que hay que ver la cantidad de gente que hay ahí adentro), hay un botoncito que parece estar diciendo "púlsame, que yo arreglo todo"

¿Quien será el que consiga llegar al botón? ¿Quien? ¿¿¿QUIEN???

-Este es el fin, bzzzzzzzzz, el finito, finale, fin, finicito- la voz de la loca vaquera se oye en el silencio que se arma tras el caos, destrucción y demás barrabasadas.

Se arregla su sombrero, y al no encontrar a su negrito, decide buscarlo más allá. Ni siquiera la paliza a ese semental salvaje de Romeo, parecía llamar su atención. "Pero tiene un noooombre tan provocativo" piensa relamiéndose los labios, y un conocedor (e incluso un inocente y desafortunado observador) podría entender que el hombre con algún nombre estaba teniendo sus propias fantasías de la potencia viril-sexual. Era una lástima que se desperdiciara semejante ejemplar... pero claro, nada supera a su negrito. A su afro-negrito. Pensar en esa polla le generaba escalofríos... pero de los buenos.

Y da el primer paso, por en frente del chico ese invisible, el que seguro le daría una excepción si juntos visitaran Sodoma, en el plomero con nulo sentido de la moda, el peluche gigante (que era más tierno que excitante) o el despeinado eso... había oído de buena fuente, que los empollones eran los que mejor lo hacían por atrás.

Pero debía centrarse. En su negrito.

(Si, si, eso, reproduzca la música y deléitese, querido espectador)

Primer plano a los ojos con brillantina y pestañina y demás porquerías escarchadas que usara como maquillaje éste temporalmente hombruno macho. Un paso tras otro, como si le doliera el culo (y que más quisiera él), las espuelas hacen ruido, mientras se acerca victorioso y todos se callan, los sectarios, las buenonas, el bebé, sus compañeros. Todos se callan, él entra en la escena triunfal, como el héroe. 

Y es aquí cuando pega un grito monstruoso... el grito más femenino jamás salido de garganta masculino, helar a cualquier orgulloso representante de su género ambigüo.

Nadie sonríe, y él, él se escandaliza.

-Amoresss... como, como se ponen eso!!! por Dios!! ha pasado de moda, un poco más y se pondrán petosss de acero, ay no, que horror, no, no, bzzz, fiu, fiu, volaron, volaron, no las quiero aquí, a veeeer, niñas, cúbranse, cúbranse...- una nalgada resuena y una voz coqueta... y ante el desconcierto y la protesta general, él alza las manos y el silencio cae.

Luces fuera, una luz sobre él.

La mayor y más horrible de las revelaciones...

Si... ahora la verdadera intención del Hombre con Algún nombre.

No, no era salvar al mundo...

Era convertir esto... esto... esta parodia, esta película en... en... en.. UN MUSICAL! no jugar a avergonzar a sus enemigos, sino hacer Motel Gore 4: A Gay Musical... o algo peor...

Esto era el colmo de los colmos, pero sin que nadie, virgen santísima, lo detuviese, toma un micrófono y empieza un solo, un solo que quiere dedicarle a los sectarios...

(Reproduzca este video también, por favor)

Se mueve de forma sensual por entre los petrificados y perturbados, la voz parece gruesa, pero señala uno a uno...

'You wanna suck cock, You say that you're straight, but we know that you're not"

Y su dedo acusador iba de lado a lado, por el más gay de los sectarios, el hombresote con cara de verdugo, el hombre invisible, alguno que otro crítico del lado de las butacas...

-Vamos, todos conmigo!!-

Y esto es lo impresionante, porque de repente... TODOS SE UNEN A CANTAR CON ÉL, Jack Diamond, Mario, El Erizo gay, Caractus, Beakman, los sectarios, todos a un solo coro

"You know that you're gay... You want your butt fucked... You say that you're Straight, but you want cock to suck"

Todos, tomados de las manos, empiezan a cantar, en un hecho sin precedentes en Motel Gore, todos los actores y los Pnjs, cantando en una especie de festival homosexual, alabando lo gay del vaquero.

Por supuesto, esto pasa cuenta de cobro, y ofendidas, las muchachas en escasa ropas se van de la escena, a unirse al tipo ese que desde la primera escena se da de ostias solo, todas en una coreografía, en algún lugar del desierto...

...mientras que los maricones de los actores siguen cantando!!

"Yeah you're really gay"

- ¡Vete a tomar por culo, puto sarasa!

Le increpa Mario a la locaza vaquera. Mario era un italiano, heterosexual reprimido, y como tal, lo que son las canciones y demás demostraciones de ritmo musical, como el baile, estaban fuera de sus capacidades, cualidades y/o habilidades.

Pero lo que si que entra en sus capacidades es liarse a ostias y la ofensa del vaquero homosexual le convierte en su objetivo principal...Por lo que Mario se encara y se dirige arremangádose para liarse a collejas con la locaza, cuando ve entre las tias buenorras en bolas a una que le es familiar...Lo que le hace fijarse dos veces en ella...¡Es Peach! Y ese que está cubierto con la capucha y la capa que está detrás de Blair...¡Es Bowser!

-¡Serás ramera! ¡Todas esas putas veces que eras secuestrada en verdad te ibas para follar con él¿verdad?

Y con una furia primigenia se lanza a por el cuchillo del maestro de ceremonias que iba a sacrificar al bebé se lo agarra, arrancándole el brazo en el proceso.

-¡Os voy a joder vivos, putos cabrones! 

Mario se lanza a por Bowser, el malvado personaje que siempre crea problemas en su mundo virtual y que se le escapa a Mario cada vez que se enfrentan. Esta vez  no le va a dejar escapar. Con el cuchillo ceremonial le arranca los ojos y las orejas.

- Ni la zorra de tu madre te va a reconocer cuando acabe contigo, hijo de mil padres.

Dicho eso le corta la cabeza y la otra cabeza, la cual coge como si esta fuera un chorizo de cantimpalo de 20 centimetros. Y se dirige con ella en la mano hacia Peach, que le observa aterrorizada.

-¿Quieres polla,zorra? ¿QUIERES POLLA?

Mario le golpea repetidamente en la cara a Peach con el miembro viril de Bowser.

-¡Toma! ¡Zas!¡En toda la boca!-Escupe entre dientes mientras la golpea saltándole los dientes, rompiéndola la mandíbula y dejando su cara echa un guiñapo sanguinolento.

La golpea una y otra vez hasta que el pene de Bowser se desintegra. La desfigurada princesa se suplica entre sollozos, pero la furia del italiano es demasiado grande como para quedársela él mismo y la reparte democráticamente, es decir con todo el mundo. Finalmente la corta la cabeza y la sujeta por los pelos como si fuera un mangual.

- Y vosotros, cabronazos ¡No os creais que os vais a escapar!

Y dicho esto se dedicó a golpear a diestro y siniestro con la cabeza de Peach.

- ¡¡¡¡Moriiiiiiiiiiid!!!!

Caractacus que llevaba desde el principio de la película cantando se une al coro gayer alegremente...hasta que se da cuenta del mensaje que su canción transmite.

-Un momento...¡Esto no está bien!

La naturaleza de Caractacus se impone...él es un personaje Disney, ejemplo de lo bueno y lo puro de este mundo, de la supremacía blanca, del lugar que realmente debieran de ocupar las mujeres, adalid de la familia tradicional con uno o varios de los progenitores muertos.

Por lo que decididamente coge una vara de bambú y decide hacerle la competencia al vaquero gay con su propia canción. Por supuesto con sus propios extras que varonilmente empiezan a cantar con Caractacus en el medio.

Caractacus aprobecha la vara de bambú que cogió y a medida que avanza la canción va acabando con todos eso invertidos y desgraciados progres que quieren pervertir a la juventud de hoy en día transmitiendo esos mensajes, de libertinaje, asesinato de bebés y demás mierdas.

La primera vez que me miré a un espejo pensé que era un vampiro. Me estaba cepillando los dientes y lo único que veía era la puerta del baño, reflejada completamente en el cristal pulido.

Por desgracia, no era un vampiro.

Sólo un hombre invisible. Lo siento, nena. No tengo tanto glamour, no soy una maricona francesa, no soy un adolescente con las pestañas perfiladas. Soy directo, honesto y nada espectacular. Se me huele antes de verme, no porque huela mucho sino porque no se me puede ver.

Sé que hay quien entiende que en el negocio del zombicidio cuanto más extravagante seas más posibilidades tienes de triunfar.

Eso, concluí, mientras me liaba mi último cigarrillo y le pegaba una patada al palo untado en mierda del semiorco aquel, es simple y llanamente una mentira.

A mi alrededor, Eurovisión 2050 desplegaba su circo de monstruitos. Los paladines de la humanidad eran seres extravagantes, que merecían tanto o más la muerte como los pedófilos, putas y zombis que estaban masacrando. Si lo que queda del mundo es un italiano, un maricón, dos cerebritos y un alfiletero rosa, quizás sea el momento de apretar un botón y mandarlo todo al carajo. Sin rencores.

No. No matas más por ser raro. No matas mejor por ser diferente. No matas con más ganas por ser gilipollas. Probablemente es que la gente quiere ser gilipollas; la razón la desconocía, pero no había otra conclusión posible. Y entonces las piezas encajaron en mi cabeza como la polla de un cyborg en su correspondiente vagina robotizada.

Algo estamos representando; algo, para alguien, que observa en las sombras y -muy probablemente- se rie de nuestras extravagancias. O vaya usted a saber. Quizá seamos el porno de unos alienígenas pervertidos.

Mientras cogía una lata de gasolina que estaban usando los zombimecánicos, me formé una imagen mental de las últimas semanas. Sin duda lo del flashback había sido extraño: no hay flashbacks en el mundo real. Y esa selección musical espantosa. Una puta puso cara de asombro al ver una gabardina flotando hacia ella. Supongo que tragó algo de gasolina cuando la rocié con la lata.

No haber tenido la boca abierta, nena.

Las ratas no hablan. Los zombis no conducen. Los vaqueros no petan culos. Otra rociada, y el antiguo senador de Arizona me miró como si hubiera eyaculado sobre él un kraken.

-Senador. -Dije, mientras me levantaba el ala del sombrero con el índice en señal de respeto. Habría saludado también al bebé que estaba destripando, pero mucho me temo que ya estaba en el jodido limbo.

Bautizados con gasolina.

Todos, todos ellos. La presentadora de la CNN que se follaba caballos por diversión. El ejecutivo de videojuegos que había lanzado al mercado un Sim City ambientado en Etiopía. Hijos de puta todos ellos, y la gasolina corría por sus rostros como la orina por las piernas de una menopáusica con incontinencia.

¿Había entonces una fuerza externa, una especie de comunidad demiúrgica que nos observaba y nos juzgaba? Y lo más importante, ¿qué coño importaba eso? Nada en absoluto. Tuve que apartar de una patada a la mujer de Ronald Reagan cuando se abalanzó sobre la boquilla de mi lata e intentó chuparla frenéticamente.

-Son todos ustedes unos putos degenerados, si me permiten que se lo diga.

Pero sólo me respondió el caos. Los maricones mariconeaban, las putas follaban con zombis que follaban con viejos. Los bebés morían. De asco, de aburrimiento, de hambre. La gasolina goteaba de la lata, ya vacía, señalando el reguero que había ido dejando en mi itinerario por aquella sala de los horrores. Me encogí de hombros, derrotado ante esa decadencia de los valores occidentales.

Luego encendí el cigarro con mi última cerilla. Di una calada y aspiré lo poco de América que quedaba ya en este mundo.

Sólo entonces lo lancé contra la multitud empapada en gasolina.

Por fin lo habían logrado, después de un montón de estupideces sin sentido perpetradas por ese amago de director y este intento de actores habían llegado al centro de la base secreta, la última esperanza no solo de la humanidad, sino también de nuestro querido científico de bata verde. ¿Qué por que era su última esperanza? Muy sencillo: porque por muy sabiondo que se haga, había una pregunta para la que no tenía respuesta, una pregunta que llevaba años atormentándolo y que no había conseguido responder.  Respuesta que esperaba encontrar con la ayuda de los científicos que trabajaban en la base, ya que como cualquier persona con una cuarta de cerebro sabe, en toda cutre película en la que la salvación de la humanidad se encuentra en el centro de una base militar súper-secreta y súper-protegida hay un grupo de científicos súper-inteligentes trabajando.

Pero mira tu por donde, llega el súper-listillo del director y se saca de la manga una orgia de sexo y sangre con la clara intención de subir la taquilla, porque sin sangre y tetas esta película haría que hasta Ed Wood vomitara de lo mala que es. Y por culpa de esta gracieta del director, el pobre Beakman se ha quedado con las ganas. ¿¡Pero esto que es, pero esto que es!? grita completamente desesperado, cogiendo de la pechera a la pobre rata Lester y agitándola como si fuera una maraca ¿y los científicos? ¿Dónde están? Los necesito, los necesito ya. Son la última esperanza que me queda para encontrar la manera de bajarme estos putos pelos de erizo que tengo, ¡que estoy hasta los cojones de agachar la cabeza cada vez que paso por debajo de una puerta para no joder el marco! ¿Qué voy a hacer, eh?

La rata Lester intenta responder algo, pero le resulta imposible debido a la fuerza con la que le esta zarandeando el desesperado científico. La última vez que el chalado de la bata verde entro en un frenesí semejante, tuvieron que contratar una nueva chiquilla para el programa. ¿Qué por que? Pues porque el tipo cogió a la chiquilla de la misma manera, y la estuvo agitando hasta que se le licuaron todos los huesos y acabo convertida en una especie de flubber rosáceo. Y la pobre rata sabia que ese sería su destino si no hacia algo. Desesperada, la rata señalo en una dirección aleatoria, en la cual se encontraba un tipo regordete de barba, sentado tranquilamente en una silla mientras daba indicaciones a unos cámaras para que cogieran los mejores planos.

Beakman soltó a la rata (la cual suspiro de alivio al ver que seguía con los huesos en su sitio) y se dirigió hacia el susodicho barbudo, con los ojos inyectados en sangre, señalándolo con el índice derecho, mientras no paraba de repetir culpa tuya, todo esto es culpa tuya como si fuera un mantra. ¿Qué sucederá al final? ¿Conseguirá nuestro simpático sabelotodo bajar su pelo? ¿Le ostiará el director? ¿Llegara alguien a pulsar finalmente el botón o seguirán haciendo el gamba por la habitación? La respuesta a esta y a otras preguntas, cuando a Korsakoff se le pase la resaca y le de por postear.

Al fondo, en la pared, detrás de un montón de gente, había un enoooorme boton.

Un botón que ponía: PANIC, lo cual, en idioma niño significa:NO TOCAR, ¿Y qué es lo que pasa cuando a un niño le dices "Esto no se toca"?

Exacto.

El pequeño Jonsey se había separado del grupo, él era el más valiente y por supuesto no le daban miedo esos señores con máscaras y con sangre en la ropa y esas cosas...el otro día viendo la tele con su tia Peggy Sue vio que a un tipo le cortaban la cabeza y salía mucha sangre, pero su tia le tranquilizó diciéndole que era de mentira, que era zumo de tomate, por lo que el inocente niño se pensaba que toda esa sangre y visceras derramadas por los suelos por nuestros valientes protagonistas y sectarios era mucho zumo y plastilina, pero ese graaaan botón rojo...Caray, eso no lo veía todos los días...¿Que pasaría si lo tocaba?

Afortunadamente, Espinete tenía conocimientos de la psicología infantil(hay que conocer al enemigo) y se adelantó al niño, interponiéndose entre el camino de la mano infantil y del enorme botón.

-No, Jonsey, -Le reprende golpeandole en la mano, quizá un poco con demasiada fuerza, pues el brazo del niño es desgarrado al recibir el golpe, pero ya se sabe, "La letra con sangre entra"-Antes de tocar nada, ¿Qué hay que decir?¿Cuáles son las palabras mágicas?

El resto de los niños que estaban mejor educados que Jonsey respondieron en un coro de caras felices y sonrientes cual muestrario de dientes y caries.

-¡¡YA!!

El entrañable erizo les mira sonriente y se lleva la mano a la cara. Niega, meneando la cabeza a un lado y a otro enfáticamente, lo que hace dudar a los niños de la corrección de su respuesta y se replantean la pregunta.

-¿Ahora?- Dice Kitty, que aún no lo ha pillado del todo pero pronto es silenciada por el resto de los niños que de repente rememoran el capítulo de la semana pasada.

-¡¡POR FAVOR!!- Gritan entusiasmados al saber que esta vez su respuesta es correcta.

-¡Si, amiguitos! ¡Por favor son las palabras mágicas! Vamos a ver lo bien que funciona pedir las cosas como es debido.

Espinete se acerca al que parece el lider del grupo sectario superviviente y le mira con su entrañable carita

-Hola amiguito, ¿Nos dejais tocar el botón rojo, POR FAVOR?

Hace énfasis cuando dice "por favor" para que los niños le oigan bien.

Los supervivientes de los sectarios no saben como reaccionar, hasta ahora sólo habían vivido en un mundo de violencia,  odio, sexo y perversiones. Querían acabar con la humanidad porque habían perdido la fe en ella y no creían que pudiera dar algo bueno jamás.

Pero ahora, les llegaba ese entrañable erizo rosa, con un grupito de niños sonrientes, que estaban aprendiendo y eran felices por hacerlo y en vez de entregarles el odio y la violencia que ellos habían repartido, lo que les daba a cambio era amistad y buena educación.

Se pararon a pensar. Formaron un corrillo.¿Y si el camino que habían elegido era el incorrecto? ¿Y si la violencia no se combatía con zombies?¿Y si las perversiones no se tenían que castigar con la muerte?¿Y si la corrupta civilización no tenía que acabar en destrucción?

Entonces ellos habrían cometido los mismos pecados que debían erradicar.

Y ese erizo rosa era la única esperanza de la humanidad.

Al ser conscientes de su tremendísima equivocación decidieron que lo único que podían hacer en este mundo para redimirse era acabar con sus vidas.

Y así, los 58 sectarios supervivientes, se autoinmolaron, arrojándose despreocupadamente, en la pira conformada por el resto de sus amigos conspiradores, que había prendido con la gasolina de el detective privado,vendedor de seguros, hombre invisible.

Dejando el camino libre para que el enorme botón rojo sea pulsado.