Comenzamos a bajar hacia el coche y lanzo mi último consejo hacia ellos.
- Echaos a un lado del camino por si viene un coche, pero que os podamos ver... No quiero mas sustos. Vamos, yo tampoco quiero pasar aquí un segundo mas.
Me vuelvo hacia Ray y le hago una señal para que darle a entender que estoy preparado y comienzo a dirigirme hacia el Hummer.
Eso es decisión suya master, aunque lo que nosotros le estamos diciendo es que se queden ahi... De todas formas, si ellos no postean, no se estan moviendo hacia la casa... así que en un principio da = ¿no? Mientras no te digan algo siguen ahí XD.
no sabía que había pasado exactamente, solo recordaba saltar hacia un lado. Cuando oí a mis compañeros de viaje y vi a Dave recordé lo que había pasado, así que corrí hasta donde esta este.
De acuerdo, ir a ver el hummer, yo intentaré ocuparme de él, les dije a mis compañeros mientras intentaba ayudar a Dave a andar para que saliera del camino y se apoyará en un árbol, ¿crees que puedes llegar hasta él?
-Sí, claro - respondo mientras me acerco, entre cojeando y a la pata coja, al árbol para que el Doctor eche un vistazo.
Entretanto, los otros dos se alejan de vuelta por el sendero hacia el hummer.
La ruta hacia el Hummer descontrolado es un tanto refrescante dado que es cuesta abajo. Tratáis de no pensar en que todo lo que andéis ahora habréis de desandarlo después...
Caminad hasta el Hummer Accidentado
Mr. Blisen y Mr. Jackson desandan la cuesta, perdiéndose de vista unos cinco minutos más tarde. Os quedáis solos, salvo por el histérico trino de un gorrión. El sol casi ha terminado de recoger sus bártulos para dejar a la luna abrir su acostumbrado tenderete nocturno.
La brisa se acentúa, removiendo las hojas de los árboles que os rodean.
Acordaos de desmarcar a Yenan y Ray de vuestros mensajes.
Echas un vistazo a la pierna del joven atleta. Por la forma en que contiene un grito cuando pruebas el juego del tobillo, subiendo y bajando suavemente el pie, no tienes la menor duda de que se ha hecho un esguince de tomo y lomo. Puede que sea algo más leve, pero la radiología no es tu campo y, aunque lo fuera, sin una radiografía no hay forma de determinarlo.
Tampoco es que tu estado de ánimo y nervios en este momento sea el idóneo para ponerte a dar diagnósticos.
El pie te duele horrores, y como atleta que eres, sabes que cuando se te enfríe será mucho peor. Es tan molesto que el golpe en las costillas se convierte en una mera anécdota, aunque no dudas que se convertirá en una dolorosa molestia a lo largo de la noche.
Necesitas ir a un hospital. Pero necesitas aún más echar el guante al responsable de este incidente que ha podido costar mucho más caro. Piensas denunciar a ese tarado de Mr. Mallowan y sacarle la minuta de una buena clínica privada más una tajada suculenta por daños y perjuicios.
Esto no me gusta nada, digo al examinar el tobillo. Por mucho que quieras no vas a poder andar, pero ese no parece nuestro único problema si descontamos el accidente. El sol parece que se esta poniendo, por lo que tendremos que buscar refugio o si no tocara dormir al aire libre, algo que no me apetece mucho. ¿como estas?
Tengo el tobillo torcido, y un buen vendaje y unos días de reposo serán necesarios. El golpe en el abdomen ahora mismo no me duele mucho, pero también ha sido fuerte,...en cuanto intento respirar profundamente me duele. Espero que solo sea una costilla o dos un poco hundidas y no me haya fisurado nada.
Aún así, lo de dormir al aire libre...mejor empezamos a subir hacia la casa, quiere tener unas palabras con el señor Mallowan y esa representante suya, a ver que narices ha pasado con el coche. De cualquier modo, si pasó delante nuestra sin conductor, lo normal es que no venga de muy lejos, si no se hubiera estrellado primero.
Con todo el cuidado del mundo, el solícito Dr. Bledsoe se ofrece de apoyo para ayudar al accidentado estudiante y ambos reemprenden el ascenso, que se torna ahora más lento, penoso y exasperante...
Esto no tiene ningún sentido, me gustaría saber que tal le va a estos dos con el coche. Tal vez puedan ponerlo en marcha y logremos algo porque a este ritmo no creo que lleguemos muy lejos, ademas de que cada vez estarás peor. No es bueno que te mueva tanto y estés forzando. Además no creo que haya cerca ningún centro donde podamos mirarte por dentro, no sabemos lo que puedes tener. En cualquier momento, si no puedes más, avisa.
Como respuesta divina a los temores del Dr. Bledsoe, una voz os llama a vuestras espaldas. Mr. Blisen y Mr. Jackson recortan la distancia a vigorosas zancadas y os informan, no sin amargura, que el Hummer se ha despeñado por un barranco, quedando inaccesible por el momento. Esto no sólo significa dejar, por el momento, un misterio irresoluto; también significa que si vuestro equipaje seguía en el maletero, ya os podéis despedir de él al menos por el momento.
Os organizáis de modo que podáis avanzar con mayor rapidez sin agravar la lesión del universitario y, tras lo que se os antoja una hora de marcha -vuestros relojes os sacan del error: transcurren veintiséis minutos- la pendiente se suaviza al fin y el sendero os conduce a un claro entre nogales y robles, a un caserón en el bosque.