La salida de la enorme mujer, un poco mas baja que Bohatíti, pilla al druida a cuatro patas en medio de la calle gruñendo como un animal a su chacal, que responde al gruñido con ladridos y mordiscos al aire. Al aparecer Abyl vestida como una lugareña de Freeport, Bohatíti interrumpe su juego y se queda mirandola.
El negro druida se levanta, algo ruborizado, la verdad es que la enorme bárbara despierta en el alto personaje nuevos sentimientos, algo que nunca habia sentido a su tierna edad: sentimientos de apareamiento. ¡Menudos varones debía engendrar esa mujer! Con esos músculos y esa extraña melena roja...
¿Cambiar mi ropa? A mi me gusta... Dice extrañado.
Si bien la clériga del dios bueno, Lona, era una chica guapa; era la impresionante Abyl, con su salvajismo, propio de la tierra de Bohatíti, y su extraño exotismo, propio de las tierras del norte, la que despertaba esos nuevos sentimientos en el druida. Pero ahora él estaba en comunión con la naturaleza y en una búsqueda espiritual, así que todo aquello tendría que esperar.
Así que agita su cabeza como un animal y vuelve a ponerse a jugar con su amigo Qüet.
- Siento no tener lo que me pide, que pasa un buen día - le dijo Jack a Moses. Despues miró al enano - La cota de malla cuesta 150 mo -
- Vaya, ahí esta Moses - dijo mirando a este cuando salía de la tienda - Has encontrado algo de interes amigo mio? - le pregunto Egil.
¡¡ Chaoo Jack !! ¡Nos vemos!
Salgo de la tienda tras Moses, orgullosa de mi compra y de mi nuevo look, comprobando los bolsillos de la casaca, al andar se aflojan algunos cinturones que ahora en movimiento procuro ajustar bien a mi andar
Solo a Moses y a Jack les pareció genial, me basta
Bueno creo que ya terminamos las compras - Me giro hacia la tienda - ¿Jenkiiins te queda muuchoo?
Venga Egil, vamos haciendo camino a casa de tu amigo, te sigo y por el hacha de mi madre Moses alegra esa cara, tu amiga Abyl te conseguirá una carretilla antes de que termine el día vámonos - termino con una fuerte palmada a Moses ElPoderoso, quien ha sabido ganarse la simpatía de la giganta
- ¿Una carretilla?
Pregunto aún con lágrimas en los ojos por la carcajada que me provocó Abyl con su cambio de aspecto, el cual en verdad no le queda tan mal como puedo comprobar ahora, lo que evita que vuelvo a reirme sin fremo a su costa.
- ¿Para que quiéres una carretilla?
Añado al tiempo que una pequeña sensación de arrepentimiento empieza a llenarme, provocada principalmente porque seguro que Moses la considera algo primordial, grandioso e insustituible.
Está bien, pero mi bolsa no está tan llena de oro... en fin, tenga un buen día!
Dijo Mazogordo al dependiente.
Pero al salir de la tienda empezó a murmurar:
Mrrrrmmmmrrrrmmmr.... 150 c&j%es le voy yo a dar a ese imberbe!!! Ni que fuera una cota de mithirl!!!
- Tenga usted un buen dia señor enano - dijo Jack despidiendose del ultimo cliente
Mazogordo fue el ultimo en salir por la puerta de la tienda - Bien ya estamos todos dice Egil, que tal si vamos a la casa de Lucius ya, os parece? - pregunto Egil al grupo.
Moses sale catapultado (literalmente) ante el palmoteo en la espalda de Abyl.
Mecagüendioooooooh fué lo unico que se oye antes de estamparse contra una pared.
Dignamente, Moses se recupera, se reajusta la ropa, y mira con expresión de cachorrito abandonado a Abyl, y aún más a Lorna cuando le dice lo de la carretilla.
Un pequeño suspirito se escapa del poderoso Moses y le dice a la clérigo
Mirame, soy pequeñito, todos me desprecian porque no soy grande y fuerte como Abyl, mis considerables están demasiado cerca del suelo, un charco en el que tu te mojas las rodillas, para mi es casi una piscina. Y no soy tan fuerte como vosotros y no soy capaz de llevar todo lo que tengo encima. Coño, si ni siquiera soy capaz de llevar mi propia comida.
Pequeñas lagrimas (falsas) circundaban los ojos del mediano.
No puedo evitar sentir pena por el pícaro aún consciente de que intenta hacerse la víctima, pero aún así me siento culpable por haberle echo llorar, lo que provoca que mi rostro también se entristezca.
- Lo siento - musito - Pero sigo sin comprender para que necesitas una carretilla... ¿no te haría ser demasiado lento y armarías mucho ruido con ella?
Le pregunto un tanto tímida por su reacción anterior.
- Y si Egil, creo que ya podemos ir.
Egil miró a su amigo Moses, aunque ya lo conocía y conocía sus estratagemas para salirse con la suya no podía evitar, sentir lástima - Venga, mi querido amigo ya veras que podemos buscar una solución, - dijo este, - Ahora debemos partir hacia la casa de Lucius, ya hemos perdido bastante tiempo. - después miró a Lona, - De acuerdo vamonos pues - Terminó diciendo esto.
Terminad de postear los que querias en esta escena para cerrala cuando termineis de postear , me gustaria que mo lo indicarais cada uno ;D
Moses miró a Lorna, no solo como si le hubiera clavado un puñal en el pecho, sino como ademas, se lo hubiera retorcido y ahora estuviera lamiendo la sangre de la punta.
No lo entiendes... ¡NO SOY CAPAZ DE CARGAR CON LO QUE LLEVO, PESA DEMASIADO PARA MI! Y hablo solamente de lo imprescindible, la comida, el agua, una cuerda, no llevo mucho mas... La voz del mediano se iba apagando según hablaba.
Por mi siguiente escena
- Disculpad compañeros, pero parece que no me encuentro muy bien si os parece voy a descansar a la posada - dijo el mago cubriendose bien con su capa. - Os veo despues - terminó diciendo antes de partir a la posada.
He posteado yo (Master) para dar un motivo por el cual Mineas no se encuentra en la casa de Lucius.