Partida Rol por web

¿Un terremoto? No era una estampida porque el olor no era animal y aquella vibración no era comprensible para ella, se puso tensa y que la muchacha no reconociera el camino, no le reconfortaba. No iba a decir nada al respecto pero claramente no le gustaba no tener control alguno de lonas ocurría a su alrededor.

Sus ojos paseaban el lugar desconfiando de aquel chico tatuado,... Tantos tatuajes nunca eran buenos ya se lo había dicho antes a si misma, no iba a perder de vista a ese muchacho, no podía de hecho. Desconocía demasiado como para relajarse.

Metro mencionó Gaia... ¿Sería el nombre de algún tipo de catacumba destinada a la tortura? No podía ser muy sano que alguien fuera al lado de ¿Un volcán? Que amenaza con estallar. Pero le extrañaba que tampoco notaba el olor o calor característico. Solo podía pensar ¿Que le había pasado al mundo en su ausencia?

Khafra siguió andando sin hacer caso a los comentarios de Gaia cuando, de pronto, se detiene poniéndose rígido. Su mirada está fija en el fondo del corredor. Al mirar en esa dirección sentís que algo o alguien os sostiene la mirada pero no lográis ver detalles en la oscuridad impenetrable. Ésta comienza a avanzar engullendo la poca luz artificial del corredor. El Seguidor de Set retrocede mientras su mirada cambia de un lugar a otro intentando, sin éxito, encontrar una vía opcional.

Al mismo tiempo, escucháis pasos apresurados que vienen desde atrás.

Las no respuestas de Khafra estaban sacando de quicio a la hembra. Gaia iba a decirle un par de cosas cuando el seguidor de set queda rígido y quieto, sin duda algo sucedía, mira la mujer al fondo del corredor y sabe que alguien está allí, vigilándoles, avanzando inexorablemente hacia su posición.

- ¿Nos has tendido una tramp, Khafra? ¿O es visita inesperada?.... - Gaia hace asomar sus colmillos y prepara las garras, el setita tenía miedo y más pasos venían de sus espaldas, en ese instante solo una persona le importaba y solo a una le ofrecería su seguridad -...Loba... junta tu espalda con la mía, confía en mi, yo lo hago contigo... puede que tengamos que pelear.... - le comenta mirando Gaia a la figura del fondo del corredor que avanzaba.

- ¡¡¡¿Quién eres?!!!.... - rugió la hembra con un tono de voz serio, que llevaba implícita agresividad, estaba claro que no se consideraba ya entre amigos. Olió el ambiente buscando pistas que le dieran más información al respecto. ¿Habría alguien conocido? ¿O sería alguno de los del Sabbat?... Si era así estaba muy jodida.

Seguimos los pasos del setita hasta que la chica se percató de que ese no era el camino de vuelta, sus réplicas fueron en vano pues éste continuó la guía sin detenerse hasta que en cierto callejón nos detuvimos.

Alarmado retrocedió unos pasos al tiempo que una oscuridad sobrenatural se tragaba el corredor lentamente hacia nuestra dirección.

Agudicé mis sentidos, permitiéndome éstos ver más allá de la espesa oscuridad. Al fondo se  encontraban dos sombras con forma humanoide, sus contornos eran suaves, sin rasgos definidos, y parecen agarrarse de la mano pero, más que agarrarse, se funden. Nos observan. Se me eriza el bello de la nuca y percibo un sentimiento de conciencias en las sombras que distan mucho de ser sólo un Lasombra controlando la oscuridad.

Me concentro unos instantes, para evaluar la situación, asegurarme de que no he pasado nada por alto, escucho a mi instinto, para así obtener una conjetura más acertada. Pongo al corriente a mis acompañantes de aquello que he visto. -En cuanto, a los pasos que se escuchan por detrás, imagino que serán la cotiere de la chica, que al ver que no llegábamos habrán venido a buscarnos y estén siguiendo nuestros pasos hasta aquí-

Observo al setita, puedo oler su miedo al fracaso, y no hay nada más peligroso que un hombre que cree que su destino se ha sentenciado y no tiene nada que perder. -Chico, ¿tu nombre era Khafra cierto?, comprendo tu situación, has perdido algo importante. Desesperado, has accedido a ayudar a esta chica a despertar a un antiguo de su clan con el propósito de obtener información relacionada con aquello que has perdido, y temes por tu no vida si regresas con las manos vacías. Dejo unos instantes para que comprenda la situación en la que se encuentra. Aún no es tarde, y siempre podemos llegar a un acuerdo.-

Acababa de despertar y preferiría destensar sus músculos con calma, pero no tendríamos que suerte, sombras delante, pasos detrás,... Si lo que Renier decía era cierto, solo debían preocuparse de la sombra, pero no sabía cómo estaba de preparada. Por si acaso acercó su espalda a la de Gaia. Aunque más preparada para enfrentar a la sombra que acechaba que a la posible progenie de su nieta.

- no me culpes si mis músculos andan entumecidos...

Hacia el gesto de tomar aire pese a no necesitarlo, no sabía si aquella sombra era un enemigo, ¿pero quizás era quien había provocado aquel terremoto? De ser así dudaba que pudieran vencerle, pero aún podía haber sido algún fenómeno natural diferente.

- ¡Quien se acerque sin mala voluntad que lo diga ahora! - prefería avisar... No estaba para sorpresas, aunque no esperaba respuesta, no le podrían acusar de no haber avisado...

- ¿Quien crees que debe caer primero? - decía en voz baja para su "hermana", esperando que en ese lugar si hubieran animales de conciencia desquiciada como ratas que tienden a atacar en masa...

Las palabras del recién levantado hacen que Gaia gire su rostro hacia él, lo justo como para no perder contacto visual con el extraño que se acercaba, respondiendo a sus palabras pues no eran del todo exactas.

- Ha sido al revés, Montfort... Yo venía a por otra cosa, no sabía que había alguien de mi clan aquí... Khafra deseaba despertarla... Aunque no me cabe la menor duda de que es por algo de sumo valor que aún no ha sido capaz de decir.... - y aquello cada vez le gustaba menos, una vez Raider dijo que las cosas de brujos no le gustaban, pues la hembra podía afirmar completamente que ni a ella el levantamiento de antiguos, aunque para qué negarlo, hubiese levantado a Loba una y mil veces, la lealtad a la manada era su fuerte.

- Oh vamos... ¿desde cuándo se le entumecen los músculos a un gangrel?....- le pregunta divertida Gaia -...¿ves que bien se está en familia?... Te despiertan y te llevan a pelear...¿a que no esperabas menos de mi?.... - comenta con sentido del humor.

- Debe caer primero el que primero venga a atacar... - dijo como sencilla respuesta la bonita gangrel, la cual era sumamente práctica en sus pensamientos -...y sin piedad.... - ciudad desconocida, territorio nuevo y rodeada de extraños, como alguien tuviera el mínimo de agresividad hacia el grupo, no pararía hasta reventarle, a pesar de sus heridas y las consecuencias que pudieran tener finalmente para ella. Gaia solo quería vivir en su eterna mortandad.

Llegué hasta ellos a paso firme, decidido. Sonreí al ver que el Seguidor de Set temblaba. Percibí un ambiente tenso, sonreí invitando a la calma. A medida que me acercaba iba suavizando el paso. Llevaba el pelo engominado, una camisa dorada a juego con los pantalones y mis movimientos eran propios de la primera actriz de un antiguo teatro, con el glamour propio de hace una (o dos) décadas.

-Bien hallados- hago una leve reverencia -Soy Tatiana, del clan Toreador, directora del movimiento anarquista y la manda más en Berlín, la ciudad en la que os encontráis- dije aquello en un inglés lento, pausado por si no hablaban nuestro idioma y esperé paciente a que se presentaran los antiguos.

-Es todo un placer teneros de vuelta aunque no esperaba que fuera tan pronto- lancé una mirada despectiva hacia Kahfra quien sólo debía mostrarle a Gaia lo que nos traíamos entre manos, no adelantarse sin protocolo ni orden -Disculpad el abrupto despertar que habréis tenido. Mi aliado aquí presente se ha extralimitado en sus funciones. Tenemos preparados refugios, ropa limpia y todo lo que podáis necesitar. Considerad Berlín vuestra casa durante el tiempo que decidáis permanecer aquí.- Vuelvo a hacer una leve reverencia -Ahora, si me acompañáis. Gaia, querida, tus compañeros están sentados a mi mesa y esperan arriba. Krampus es un verdadero caballero, muy cortés, educado y consecuente con el lugar que le ocupa.- Elogio a su hermano de coterie.

-Tatiana, debes entender...- me giré y sostuve su mirada. A medida que me alejaba de las sombras éstas desaparecían. -Te entiendo- me cortó ella -Eres un corrupto y dos antiguos son un premio demasiado grande. Tu avaricia- niego con la cabeza -Desde que llegasteis a mis dominios Vanessa y tú erais juzgados y ella ha demostrado ser mucho más eficiente y leal, querido. Pero tranquilo, no te lo tendré en cuenta si regresas y vuelves a unirte a nosotros.- Tatiana me sonríe de forma que me hace dudar, pero no tengo alternativa. Prefería enfrentarme a la toreador que a las sombras de gente muerta.

Una mujer se acerca a nosotros. Procesa un aire refinado y elegante, aunque su atuendo y estilo me resulta extravagante, sin embargo, las modas cambian, al igual que los principados. 

Si mal no recuerdo, las primogenituras pertenecían a Gustaf " Puño de Hierro". Berlín ha caído, y ahora pertenece a los anarquistas.

Pese a todo, la mujer que se halla ante nosotros ostenta ahora la regencia de la ciudad, su lenguaje, expresión y gestos, me dicen que respeta las tradiciones y la jerarquía.

Tras su saludo y presentación le devuelvo el gesto, -Es un placer y un honor conocerla. Renier de Montfort, del clan Tremere, a vuestro servicio.-  Contesto en el mismo idioma a un ritmo normal, y presento una reverencia formal y pronunciada, digna para quien ostenta la primogenitura.-Ruego disculpe la falta de etiqueta que requiere la ocasión.-

Tenemos preparados refugios, ropa limpia y todo lo que podáis necesitar.Considerad Berlín vuestra casa durante el tiempo que decidáis permanecer aquí.- Vuelvo a hacer una leve reverencia -Ahora, si me acompañáis.

-Gratitud, devuelvo la reverencia, Acepto vuestra generosa oferta. - Hago un gesto con la mano -Después de vos-

La actitud alerta de Gaia se relaja cuando se percata que quien se acercaba a ellos era Tatiana, mientras Kahfra muestra su lado más cobarde, estaba claro que esperaba problemas mayores, algo esperable pues por lo visto, había actuado con precipitación, algo que en el fondo, la hembra valoraba.

- Krampus siempre suele tener razón... - dijo la gangrel con evidente orgullo, desde que sus destinos se habían enlazado solo tenía palabras de halago hacia "su" nosferatu, a pesar de la absurda manía que tenía con la higiene y con el tema de vestir bien, actitudes que no estaban inculcadas en Gaia por aprendizaje y que comenzó a adquirir recientemente.

Hubo palabras de Tatiana sobre el setita que marcaron la desconfianza de la hembra, que aquella diva comentase que su compañero no era tan leal a Gaia no le gustaba, pues una de las cualidades principales de ella era precisamente eso, actuar siempre de frente con los suyos, a la par con su coterie y manada.

- Vamos Loba... debes estar deseando ver la luz de la luna.... - entendiendo que la opresión de las catacumbas para alguien amante de la libertad era demasiada incomodidad -... Agradezco tu ayuda Tatiana, sobre todo el reencuentro con mi familia.... - le dijo la gangrel con total sinceridad y casi de corazón, había sido un acierto entrar en sus dominios.

Movimiento anarquista,... Eso no sonaba a camarilla, y con ello aparecía el lado más hipócrita de Renier, quien hacía justo lo que había recriminado momentos antes a la joven Gaia; presentarse y dar nombre de clan sin comprobar antes quién era quien tenía delante.

No era un detalle que a Ania le importase en exceso, las reglas existían para romperse, pero era una falta que hizo que mirara soberbia a Montfort.

- Encantada - decía sin demasiada confianza hacia quien no conocía - me sorprende que Renier no te pida que te cortes el gaznate y luego se lo corte él, por hacer lo que tan fervientemente a criricado a mi joven familiar, debe querer aprovecharse de usted, vaya con cuidado con él.

¿Iba a desperdiciar una ocasión de poder meterse tan justificadamente con él? No, él se lo había buscado, amenazando a su hermosa sobrina por lo que hacía él mismo a penas minutos después.

La vestimenta era extraña, mucho. Pero no iba a opinar al respecto, no entendía de modas, pese a procurar lucir siempre elegante, aquella ropa excedía lo que ella podía considerar como buena vestimenta, cuando se lucia tan llamativamente, se perdía la gracia. Aún así no quiso faltar al respeto a quien se "suponía" que mandaba en aquel lugar.

- puedes llamarme Ania, encantada... En cuanto a esa palabra, anarquía... Desconozco su significado, aunque suena bien. Algo me dice que me gustará su definición.

No iba a reverenciarla, solo se inclinaba ante su sire.

- me sorprende que Renier no te pida que te cortes el gaznate y luego se lo corte él, por hacer lo que tan fervientemente a criricado a mi joven familiar, debe querer aprovecharse de usted, vaya con cuidado con él.

Ningún vástago que se precie divulgaría ostentar la primogenitura de una ciudad abiertamente ante otros de su estirpe si realmente no fuese así, a menos claro, que estuviera loco y quisiera ver el amanecer por última vez. Por tanto, no hay motivo alguno para sospechar que no diga la verdad. Solo basta con observar la reacción del setita para confirmarlo.

Dicho esto, si quién ostenta el principado de Berlín, se presenta cortésmente ante nosotros y revela la identidad de su clan, sería MUY DESCORTÉS no hacer lo propio, para muchos príncipes incluso un agravio. 

Nada tiene que ver un protocolo de cortesía, con la difamación de tu linaje frente a otros vástagos. Sin duda alguna, me guarda rencor por lo sucedido, pero montar una rabieta así, frente a la realeza...-Que decepción-

Pese a su rango, no respeta las tradiciones ni la jerarquía, no disciplina a los neonatos, y peor aún se comporta como uno de ellos, no sabe nada del mundo de los vástagos, y ahora no recuerda a los anárquicos. ¿Se habrá olvidado también del Sabbat?

La observo, no la miro con desprecio, sino con decepción. La amnesia le ha afectado en demasía, su falta de respeto es algo que no puedo tolerar, desde ahora no la trataré como a un antiguo, pues no se comporta ni actúa como tal. Tendré que degradarla al rango de su familiar. No siento lastima por ella, ni menciono palabra alguna, no es el momento ni el lugar, y mi rostro refleja lo que siento.

Tatiana encabeza la marcha, seguida de cerca por Renier. Tras él, las dos gangrel y, rezagado al fondo, avanza un silenciosos Khafra que en más de una ocasión intentó cambiar de dirección, regresando pocos segundos después. Pasáis cerca del lugar en el que los antiguos despertaron y el olor a sangre se hace evidente.

Un par de minutos después, ascendéis por una escalera estrecha...