El despertar bajo una de las sedes de los Anarquistas y la sesión de espiritismo con una Giovanni dejó claro que, en la época contemporánea, más de un vampiro, más de un clan, más de una secta, buscan al Viejo.
Su rumor (o su influencia) trajo vampiros de los rincones más antiguos de Europa interfiriendo en el panorama político de las ciudades, un esquema que siempre está ahí pero que desconoces.
En la noche de ayer despertaste en un mundo completamente diferente pero que, en esencia, no había cambiado tanto. En este caso, los Anarquistas están controlados por el Clan Giovanni.
Sin embargo, Berlín era antes dominio Camarilla y aquí hay una poderosa capilla que, sin duda, te están buscando.
Antes de que acabara la noche de ayer viste a Ania (la Gangrel con la que despertaste) irse con un grupo que luego supiste que eran Sabbats. Tzimisces. Información regalada por Vanessa.
Gangrels con Tzimisces / Giovannis controlando Anarquistas / Camarilla, herida, más peligrosa que antes. Esta ciudad es un hervidero, sientes el conflicto a punto de estallar.
Y tu mente sin recuerdos. Al menos las sustancias de la noche anterior han desaparecido y poco a poco comienzas a controlar el poder de la sangre. Sientes la comprensión de los materiales que te permite doblegarlos a tu voluntad, invitándolos (conjuración) o desafiando las fuerzas naturales (rego motus).
Sabes que en la capilla Tremere hay dos brujos. También que en la ciudad hay otro Tremere poderoso que, por ahora, no ha mostrado interés en encontrarte y también está el chiquillo de tu chiquillo, en la capilla.
Motivo: 1-5 Contesta. 6-10 NO
Tirada: 1d10
Resultado: 5 [5]
Ha salido 5 XD
El despertar en este nuevo mundo, ya viejo conocido y sin embargo, tan difuso e incierto, no fue más que la calma que precede a la tempestad que estaba por aventurarse.
Las noches eran ahora más oscuras, pese a contar con artefactos modernos que iluminaban las frías calles de Berlín. Hastiados enemigos confabulando entre sí, traiciones y nuevos acuerdos, rumores e influencias. El juego no había cambiado, y mi deseo y razón de ser, tampoco.
Tras los recientes acontecimientos, me dirigí hacia mis aposentos por cortesía de mi anfitriona, no era de mi agrado, pero por ahora era el lugar más seguro, y me aseguré de que así fuera, evocando las protecciones pertinentes. Por último intenté contactar con mi Sire, pero no hubo respuesta alguna, por unos instantes sentí la misma sensación de vacío, que sentí con la Capilla de Viena, y me temí lo peor.
Un nuevo despertar anunciaba que las protecciones habían surtido efecto, mis sentidos agudizados y mi sangre limpia de impurezas marcaba el comienzo de mi viaje. Con el pesar de la noche anterior por no haber podido contactar a mi Sire, decidí probar a contactar a mi chiquillo.
Pude notar su presencia y el la mía, pese a ello, al principio se mostró reacio, desconcertado y escéptico. No pregunté el motivo, sabía que me revelaría los detalles más adelante, por ahora me conformé con saber que seguía no-vivo. Y le demostré que era yo mismo y no una artimaña, le hablé de la noche de su conversión, algo que sólo conocíamos el y yo, y le mostré el anillo, que uso como catalizador para hacer el ritual de llamada, cuyo interior muestra la inscripción en francés " le Sang appelle le Sang " (La Sangre llama a la Sangre), después le hablé de mi situación y de mi sospecha de que Berlín pronto sería un hervidero.
Necesitaba salir de allí, y necesitaba su ayuda. El conocía esta época, como moverse para pasar inadvertido de los humanos y de los nuestros, y tendría las respuestas que me faltan de este rompecabezas, así pues, quedamos en un punto seguro para vernos esa misma noche.
Por mi parte, antes de marcharme del lugar, volví a realizar el ritual del espejo, con el que volverme etéreo. Me reuní con Tatiana, le di las gracias por su hospitalidad, y le anuncié que debía marcharme del Elíseo para reunirme con los míos ( No era una mentira, al fin y al cabo mi chiquillo es Tremer, pero di a entender que me reuniría con la capilla de Berlín tal y como le había anunciado a Vanessa la noche anterior). Podría haberme marchado sin despedirme, pero sería una falta de respeto, algo que la chusma no comprende y los aísla de los de mi clase. Sin embargo, dicha cortesía no impedía que enviaran gente o seres sobrenaturales para seguirme allá donde fuera, de ahí lo de volverme etéreo, atravesando paredes sería más rápido y dificultaría el que me sigan.
Me marché en buenos términos, no fue un Adiós, quizás un hasta pronto.
No fui directo al punto de reunión, di varias vueltas, dejé varios rastros, me aseguré de que nadie me siguiera, ya fuera vivo o muerto en vida. Y por fin, llegué al encuentro.
Observaba Venecia desde la tranquilidad de mi refugio. La brisa salada traía olores penetrantes y el vaivén de las olas me condujo a una especie de sopor en el que captar un aroma familiar, una esencia conocida. -¿Sire?-
La conexión era brumosa. Solté la barandilla y, con toda mi fuerza de voluntad, me agarré a esa esencia, a esa conexión.
-No me puedo creer que... ¿Eres real?¿Es acaso esto un truco?- paralelamente, una vez que la sintonía entre ambos caminó en una misma corriente de conciencia y voluntad, dividí mi mente en dos y calculé las probabilidades e que fuera una trampa, un intento de localizarme o, algo peor, un ataque. Hice un gesto a mis ghouls y, con ligereza pero sin prisas, pusieron en marcha el velero para alejarnos de la costa.
-Ha pasado mucho tiempo.- Había una pizca de resentimiento en mi voz,algo de alegría y mucho de análisis. ¿Por qué precisamente ahora?
Pero mi sire dió datos que sólo él conocía. El momento del abrazo era algo que no conté... Pero él...
-¿Sigues teniendo al Viejo en tu cabeza?- Pregunté con interés -¿Me estás pidiendo ayuda después de tanto tiempo? Que descaro. No sé de qué lado estás pero sé que tú verdadero ser luchará contra el dominador que doblegó tu voluntad.- A una parte de mí le dolió hablar con tanto veneno pero buscaba su enfado. La alteración de las emociones por la humillación podrá revelar muchas cosas. Un verdadero Tremere mantendrá la mente fría y expondrá los hechos tal y como son al tratar con un aliado. Si está controlado por el viejo habrá un punto de diversión inmerso en su conciencia, un punto de observación desde la superioridad.
-No podré ir al punto de reunión que propones. Hace ya varias noches que me fui de allí- no daba nombres. Ni Venecia, ni Berlín. Nada de ubicaciones.