En el exterior Molli y sus perros se han asegurado de ahuyentar cualquier amenaza cercana. La noche está sumida en el silencio. La Gangrel sigue por allí, al igual que Krampus, Gaia y Nicholas que están en la casa.

Entrecerré los ojos al mirar a Ania. -¿Me leíste el aura quizá?- enarqué una ceja y negué con la cabeza -Subestimas el poder del Viejo. Él mete recuerdos en tu cabeza y tu cerebro, para dar coherencia, crea las conexiones que necesita. Yo no te ataqué, me defendí.-

Tras las palabras de Ania sobre su hermana asentí -Es posible- dije afirmando sin que aquella afirmación me sorprendiera. -He oído rumores sobre cómo puede hacerse pero ninguno de ellos es bueno.- Niego con la cabeza esperando que mis sospechas no fueran ciertas sobre el nuevo estado de Roja.

-Bueno, hay mucho por hacer. ¿Nos vamos?- Comento un poco ya harta de estar sucia y desaliñada en aquel garaje. -Ania, ahora que estás libre del influjo de Aloisius mi oferta de alianza sigue en pie-

Ania asintió ante lo que decía del aura, sabía que era manipulación del viejo.

- tenemos una alianza ¿Creo? Acabemos con ese ancianito con sangre de niños. Va siendo hora de que Caín le reclame.

Caminó hacia la puerta oliendo el exterior, seguía sin gustarle el camino que había tomado el futuro y pensó que quizás, tras poner a descansar al viejo le tocaría pensar en que hacer con su propia existencia, no encajaba en ese tiempo, al parecer las letras eran demasiado comunes y ella no siquiera sabía leer...

Escuchaba a sus compañeras con calma, estaba convencido de las capacidades de "El Viejo" para trastocar las mentes de los seres pensantes, lo cual hacía que aparecieran muchas dudas sobre cada recuerdo...

- Estaría bien irse... aunque... ¿Adonde? - No había pensado en eso todavía, Él acababa de despertar, esperaba que Lissandra tuviera algo que pudieran usar como refugio. 

Miró a Ania aliviado por su actitud más dispuesta a retomar la unión - La tenemos, si. Y acabaremos con él - Acto seguido, siguió a Ania al exterior dejando que sus sentidos se extendieran por la zona para percibir cualquier posible amenaza en la zona. 

Miré a Chike, luego a Ania y por último a Raider en su forma de gato -Necesitamos hacernos fuertes y no lo haremos con La Camarilla. Ellos no liquidarían a mí por Tzimisce a vosotros por independientes o por representar una amenaza. Además, es la secta de nuestro enemigo. Vamos a mi refugio en los Balcanes. Tenemos mucho trabajo. Primero quiero intentar recuperar los recuerdos de Ania y, ya sea de paso, los tuyos, Chike. Luego me pondré con Raider lo que significa que vosotros tendréis que valeros para conseguir aliados, contactos, recursos...- aquello era algo difícil ya que eran antiguos (en mayor o menor medida) recién despertados en un mundo que había cambiado mucho.

Llegué hasta ellos que parecían irse sin mí -Para eso que propones, Lissandra, me tenéis a mí.- Miré a Ania -Prometí protegerte y eso incluye ayudarte a entender esta época. Voy con vosotros.- Sentencié con convicción.

Asentí. Cualquier ayuda era bien recibida. Además había sentido en mis carnes la eficiencia de aquella Gangrel y cómo se hubo beneficiado del factor sorpresa. Tenerla de nuestro lado era mucho mejor que no tenerla.

En la oscuridad os alejáis de aquel lugar siguiendo las indicaciones de Lissandra. Ni los recién despertados, ni ella tenían que recoger nada. Tampoco Molli. Así pues, el primer paso fue salir de Berlín por carretera secundaria. Lissandra los guiaba durante la noche y ella se dejaba guiar por los Gangrels cuando buscaban refugio al amanecer.

Cuatro vampiros desaparecieron en la oscuridad de la noche dispuesto a comenzar la estrategia con la que esperaban enfrentarse al Viejo.

Fin