Partida Rol por web

Sandra. Iglesia de San Jose. Inicio del verano.

Habian pasado algunos meses desde su llegada a la isla. Ahora ya la conocia bien. Sabia de sus rarezas, de sus costumbres, por donde escapar, donde hacer una emboscada, guaridas de vampiros, lugares de profanacion...

Su maestre y ella, ya habian hecho algunas incursiones y habian presenciado e incluso participado en otras junto a los templarios - eficaces, pero extremistas - habia opinado en alguna ocasion su maestre.

Durante ese tiempo habian logrado capturar y purificar decenas de vampiros inferiores y a dos miembros del sequito de Alan a Roger y a Cris. Desde la segunda captura Alan y sus chicos se habian vuelto extremadamente cuidadosos con sus apariciones. De hecho algunos pensaban que se habian acobardado y huido de la isla. Pero no habia prueba para ello y eso para Dumas era suficiente para seguir rastreando.

El dia terminaba y Dumas se reunio con Sandra -Dime ¿esta noche que te aguarda? - los capa rojas eran solitarios, cazadores individuales, purificadores invisibles, cuanto menos fueran, mas sencillo era ocultarse.

James. Almacenes del puerto. Inicio del verano.

La noche se acercaba y los ya veteranos soldados de James se preparaban para una nueva partida de caza. En los ultimos dias la caza escaseaba y eso se debia casi todo a gracias a ellos.

Noche tras noche desde su llegada a la isla, salian para dar caza a toda criatura sobrenatural y cargaban contra ellos con todo el poder del antiguo testamento. Claro que los capa rojas habian añadido su granito de arena. Pero su practica del sigilo servia para cazar uno por cada diez que ellos llevaban. Eran purificadores le recordaba siempre su segundo al mando.

El sol se escondia, la noche despertaba y con ellas las bestias del infierno. Sus hombres estaban listos. Les habia llegado el rumor de que algo vagabundeaba por las afueras de la ciudad y que en algunas ocasiones visitaba la iglesia de San Jose. Claro que eso ultimo sonaba ridiculo, en ella residiean los capa rojas. De ser algo sobrenatural ellos se habrian dado cuenta ¿no?

- Señor - era un oficial de menor graduacion - estamos listos para cuando usted quiera, señor - y espero el permiso para marcharse junto al resto de sus compañeros y salir a combatir en nombre del señor una vez mas.

Sin nombre. En algun lugar apartado. Inicio del verano.

Meses despuesde que aquella voz le despertara para no volver a aparecer. El ser olvidado habia recorrido las calles, habia recobrado la memoria, habia aprendido aquello que no sabia y ya era capaz de moverse con mayor facilidad por el mundo que le rodeaba. Aunque seguia sin ser su mundo.

La noche en que lo despertaron visito la iglesia de San Jose. Aguardo todo lo que pudo, hasta que llego el momento donde entro un viejo vestido con una capa oscura y una joven. El anciano se puso a hablar con el sacerdote y la mujer casi paso por su lado, aunque no se dio cuenta de su presencia. Pero el si de la suya. Un escalofrio le recorrio el cuerpo. No sabia por que, pero algo lo estremecio y sintio que aquel lugar se volvia peligroso. Asi pues se marcho.

Durante el siguiente mes se acercaba a la iglesia y aguardaba que aquella voz le hablara, pero no habia suerte. Aunque si que vio como la joven salia cada noche y como un grupo de radicales en nombre de Dios se reunian alli y llevaban a vampiros, magos y hombres lobo para "purificarlos" antes de enviarlos de vuelta al señor. Si supieran que esos seres no van con el creador, si no que se les ha dado un infierno distinto, quizas entonces dejarian de matarlos sin contemplacion alguna.

Seguia vagando por el campo. Lejos de la ciudad. Donde nadie le molestara, cuando escucho.

- ¿Me he hecho esperar demasiado? te pido perdon por ello. Quise darte tiempo para que conocieras el mundo, pues vas a tener que elegir. Se va a desatar una guerra y quiero tenerte de mi lado.

- Adelante. La noche es nuestra caballeros - dice James, espectante, sientiendo cómo la cruz que se balancea en su pecho, bajo la ropa, sintiendo su peso, y recordando en todo momento el sentido de sus actos.