Amekage: Shizuka
Teneis la villa de la lluvia para hacer lo que queráis, la guarida es la que queráis.
Amegakure para nosotros!! Weeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!
La guardia es como lo de haciendo el gamba por konoha?
Se despojó de la túnica nada más llegar a la guarida. Tras la batalla, había quedado sucia y con algún agujero debido a las quemaduras y los ataques. – Bienvenidas a mi humilde morada. – comentó a Natsuki y a Kaneko cuando éstas aparecieron en ella tras ejecutarse el Jutsu. – Espero que os lleguéis a sentir como en vuestra casa, ya que. – miró a Natsuki. – Vuestra estancia puede ser algo prolongada. – comentó con la mejor de sus sonrisas.
Depositó su libro y pincel en un viejo escritorio que había a un lado de la habitación. – Si me acompañan. – comentó gentilmente a sus dos nuevas acompañantes invitándolas a salir de su despacho y guiándolas a otra sala, esta mas grande y más acomodada para que todos pudieran tomar asiento.
En dicha sala había otras cuatro personas más. Una joven y muy atractiva chica de cabellos rubios. Otra mujer morena, algo mayor que la anterior. Un hombre alto y fornido que llevaba una gran espada a la espalda, y otro hombre ya entrado en años, con gafas y ataviado con una túnica marrón del mismo estilo del que llevaba Rida anteriormente. – Bueno, ellos son Hikari, Shiomi, Izume y Kensaku. – los presentó en el mismo orden que habían sido detallados. – Ellos conforman mi grupo, bueno, y falta Tenshou, el cual estará vigilando fuera. – Acto seguido, miró a sus compañeros. – Ella es Natsuki, aunque bueno, ya sabíais de ella, y ella es Kaneko… una nueva compañera y un gran descubrimiento, la verdad. –
- Pero bueno, basta de presentaciones, ya habrá tiempo de que os conozcáis más detenidamente. Shiomi, - comentó mirando a su ninja médico. - ya tenemos a Natsuki aquí, ahora tienes todo lo que necesitas para continuar con las investigaciones, pero que sea rápido, no se con cuanto tiempo contamos. Natsuki será una buena chica y cooperará con nosotros, ¿verdad?. – miró fijamente y con seriedad a la muchacha. – Es lo que pactamos. –
- Por otro lado, Kensaku, - miró a su maestro en Jutsus. – En primer lugar buen trabajo, como siempre, y en segundo… ¿habéis descubierto Tanshou o tú algo sobre las *Amenonuhoko?, esas lanzas son necesarias para nuestro propósito y sería interesante tenerlas en nuestro poder lo antes posible. –
- Y por último Hikari… ¿Ha vuelto a preguntar por mí la Amekage?, la última vez que hablé con ella estaba algo cabreada. – comentó con una media sonrisa.
* Las Amenonuhoko, llamadas lanzas de los cielos, son las lanzas que les fueron otorgadas a Izanagi e Izanami cuando se les encargó la creación de la primera tierra, según las leyendas japonesas. Me ha parecido bien adaptarlas en la partida como dos armas de gran poder y que Rida busca para sus propósitos.
-No hace falta que me trates como a una niña pequeña... tengo mucho más que demostrar que cualquiera de mi villa- Natsuki se puso de espaldas a Rida con los brazos en jarra y dirigiéndose al ninja médico se fueron por una de las puertas.
-Tenemos noticias de un labrador en el norte que dice haber visto un rollo que un viajero en una taberna llevaba consigo, al parecer ese viajero no tenía muy buena pinta cuando llego allí- Comentó Kensaku apoyándose sobre la pared de brazos cruzados. -Sería buena idea mandar a alguien para investigar, pero nuestros aliados en la villa ya están ocupados con esto de la época de cultivos en los otros paises.
Hikari permaneció sentada en un sillón leyendo hasta que terminó el párrafo y echandose el pelo a un lado se giró para analizar a las dos chicas nuevas antes de que Natsuki se fuera. -Veo que vienes acompañado... no, la Amekage no ha preguntado sobre ti, supongo que seguirá igual que siempre, a mi éste clima me pone la cabeza como a ella.
Al aparecer en aquel lugar Kaneko se quedó algo sorprendida. "Vaya eh...que bien se lo tiene montado..."
Entones, Rida le presentó al resto de personas que allí había.
-Encantada de conoceros,-hizo una pausa-o eso espero-Y termino con una bonita sonrisa.
Luego se quedó escuchando como Rida se ponía al día y finalmente, tras las palabras de aquel viejo se atrevió a decir.
-Bueno, si queréis puedo ir yo, así...puedo hacer algo por agradecer tu hospitalidad Rida.
Sonrió sarcásticamente ante el comentario de Natsuki sobre que no era una niña mientras los veía salir de la habitación. Luego, escuchó con detalles lo que le comentaban el resto de sus compañeros. - Vaya, así que tenemos una pista. – comentó tras escuchar el comentario de Kensaku. – bien, es un buen punto de partida, así que deberíamos ir. La Amekage ya tiene bastante con lo suyo, no quiero que también se involucre en todo esto, seremos nosotros quienes nos encarguemos, a fin de cuentas, el grupo ha aumentado. – comentó mientras se acercaba a Hikari.
– Si, la verdad es que esta última salida estuvo bien, me llevé un 2x1. – sonrió. Le había dado la sensación de que mostraba cierto recelo por la llegada de las dos chicas… Acaso eso son celos Hikari??… Pensó para sí. – Pero no te preocupes, para mí la primera siempre serás tú, Hikari. – comentó en un tono algo jocoso.
Luego habló Kaneko. La chica había demostrado tener buenas aptitudes en el combate y le había brindado su ayuda, pero aun había cosas de ella que Rida debía saber. – Me parece bien Kaneko, irás, pero Hikari y yo iremos contigo. Hay muchas cosas que aun debes contarnos sobre Konoha, ya que has estado dentro durante un tiempo, seguro que de camino podemos ponernos al día. – Miró a Hikari, era en quien más confiaba y sabía que a ella no se le escapaba ni una. Tenía un sexto sentido con los espías y era el momento de usarlo. Kaneko había logrado engañar a los de Konoha y al Escritor no le gustaba demasiado la gente que llevaba ese doble juego, nunca se sabe cuándo están siendo sinceros y cuando no.
-Me parece bien, pero,¿De que va todo esto?-Kaneko estaba un poco cofundida con todo aquello, pero externamente aparentaba tranquilidad.-Me gustaría saber un poco más sobre vosotros a mi también antes de arrepentirme de esto.
- Entiendo que tengas muchas preguntas por responder, pero, y no quiero sonar descortés, antes deberás responder las mías. – clavó su mirada en Kaneko. – Espero que entiendas que muestre cierta desconfianza hacia tu persona. Bien es cierto que me ayudaste contra los genin de la hoja, pero cierto es también que los traicionaste, así que, me creo con todo el derecho del mundo a ser el primero en hacer las preguntas, y una vez reciba la respuesta por tu parte, ver si debo confiar en ti o no. – sus palabras sonaban sinceras y muy directas, como solía hablar normalmente el escritor.
- Bien, ¿Quién es Kaneko y que hacia infiltrada entre los de Konoha?, esa sería un buen comienzo para que comencemos a entendernos. Y después, ¿Qué es lo que buscas o que motivaciones tienes en tu vida?, ¿poder, riqueza, venganza?. – sonrió.
Comienza el interrogatorio.
Kaneko se quedó atenta, escuchando y se rió suavemente debido a las preguntas de Rida.
-¿Kaneko? Kaneko no es nadie en este mundo. Solo una preciosa chica que se encontraba junto a Rida enfrentando a unos ninjas de Konoha y la cual tenía secuestrado a un ANBU, puede que eso impactase un poco...
Tras una pausa, pensando, continuó.
-Y es Kuroji quien estaba infiltrado en Konoha es un simple huérfano que perdió a sus padres de bien pequeño.
-¿Que busco? Aun no lo se, pero para saberlo necesito conocimientos...-Se acercó lentamente a Rida mirándolo a los ojos para una vez tener sus labios a escasos centímetros de su oreja susurrarle-...y experiencias.
Luego se apartó guiñándole un ojo.
-¿Y bien? ¿Es suficiente?
Las respuestas de la muchacha no convencían demasiado. Hablaba mucho sin decir nada en particular. – No, no es suficiente porque realmente no me has dicho nada. – respondió clavando la mirada en la chica. – ¿Tú has entendido algo? Lo mismo soy yo que estoy muy espeso. – preguntó a Hikari.
- En serio, no me queda claro ni quien es Kaneko ni quien es Kuroji, es más, no me queda claro si tú eres alguna de esas personas que has comentado. ¿Podrías ser un poco más explícita?. – sonrió.
-Dejala Rida, sólo hay que ver su comportamiento para saber que sólo se trata de alguna niña mimada de Konoha con ambiciones imposibles para ella- Dijo mirando a Kaneko directamente a los ojos- ¿O me equivoco?.
Iba a contestar a Rida cuando la rubia se adelantó. "Tss..."
-Piensa como quieras,-La miró con una mirada de superioridad y tranquilidad-no me interesa tu opinión.-Volvió su mirada a Rida-La cuestión es que necesito un sitio donde permanecer hasta que encuentre algo mejor-Volvió a mirar a la rubia sonriendo con un poco de maldad en su mirada-O tal vez me quede aquí si me gusta.
- Increíble, la segunda vez que responde sin decir realmente nada, entiendo cómo ha llegado a camelarse a los de la hoja. – comentó sonriente. – Pero bueno, no perdamos más el tiempo que me da a mí que de aquí no saldrá nada, pero te advierto Kaneko que así es muy difícil poder escribir sobre ti en mis novelas… Lo dejaré en la enigmática muchacha… - comentó con aire pensativo.
- De nosotros, lo que debes saber es que por ahora no te mataremos, no es nuestro estilo. Eso en primer lugar, y en segundo que, debido a cosas del pasado, tengo cierta animadversión con algunos miembros de Konoha y lo mismo busco alguna forma de que sufran lo que pude sufrir yo… llámalo venganza si quieres. – sonrió.
- Si con lo que te he dicho no te basta para seguir aquí y quieres salir fuera a descubrir esas… experiencias, nada te retiene aquí. Si por el contrario pretendes continuar con nosotros, coge todo lo necesario para la misión y salgamos cuanto antes, no hay tiempo que perder. -
Hikati se levantó y se dirigió a la salida para quedarse en la puerta esperando.-Os espero fuera, coged lo que tengais que coger- Abrió la puerta y tras coger su chaqueta para protegerse de la lluvia cerró de un portazo.