Zacharias decía que para hablar con Padre debíais llegar hasta "El Hogar". Al parecer era la zona central, la más segura y la más cómoda de la zona. Según Zacharias era el único abastecimiento de energía azul, y por tanto, era de los pocos lugares en los que había luz y calor. No sabías lo importante que era eso hasta que estuvisteis cerca de 10 minutos en el exterior. La ciudad estaba completamente derruida, y el frío parecía calar más hondo que cualquier otro frío que hubieras pasado. El sol no parecía existir en esta Tierra. Se te dormían los pies y te dolía la cabeza por tratar de ver en toda esa oscuridad. A tu alrededor se movían formas y oías ruidos y gruñidos que no sabías de donde provenían pero que no te provocaban ninguna tranquilidad.
Pese a que no estabais conformes ninguno de los tres, aquella tal Ann decidió unirse al grupo. Parecía que no se fiaba de que verdaderamente hubierais cambiado de bando y pensaba que podríais facilmente con Zach (como ella le llamaba), así que se había unido a la escolta. Era incómodo y apenas os permitía hablar. De algún modo te pareció que ella y Zach tenían algo.
El camino, aunque largo pareció ir bien, aunque te sentías soberamente cansado y te dolía la cabeza tremendamente mucho. Lo malo de todo esto era que Zach os había comentado que debíais estar atentos. Si vomitábais o mostrábais algún signo de enfermedad podría estar relacionado con la radiación, y para bien o para mal pasaríais a ser portadores de una de las grandes enfermedades de ese siglo. Eso suponía que no podríais quedaros en la ciudad, o bien os matarían u os abandonarían. Zach no lo había dicho abiertamente, pero tu sabías que esas eran las opciones.
Finalmente. Llegasteis al núcleo. El único foco de iluminación entre toda aquella oscuridad. Los rayos de luz azul te tranquilizaron. Ann se adelantó para pedir audiencia, y mientras no estuvo Zach aprovechó para comentaros lo esencial sobre los comportamientos de respeto. También os indicó donde estaba la fuente de energía azul, y os avisó de que no os acercarais o los robots os buscarían.
Allí comprendiste el tipo de robots a los que se referían. Eran el doble de grandes que un humano, parecían de acero con un montón de mecanismos y tencología, y dos luces brillaban en sus ojos. Su rostro era agresvio y permanecían alerta ante cualquier instrucción. Portaban armas en los brazos y parecían disponer de cañones láser integrados. Al parecer eran capaces de detectar el más mínimo movimiento. Patrullaban la zona y las entradas, y al llegar se quedaron mirándote durante un segundo, su voz robótica sonó de inmediato:
- Atención. Riesgo de enfermedad. - Dijo uno de ellos, mirándote mientras levantaba la mano de modo amenazador.
¿Riesgo de enfermedad? ¿De qué cojones hablaba ese robot? Enarqué una ceja incrédulo. Sí, estaba cansado y me dolía la cabeza… pero nada que no se pasara con un analgésico. ¿Acaso no conocían las medicinas en el futuro? Vaya mierda de civilización.
En cualquier caso no pensaba dejarme matar por un cacharro de acero y cables. Me moví rápidamente y sujeté a Zacharías inmovilizándole por la espalda. Él era un crío y yo un soldado veterano, no debería tener problemas. La idea era interponer a Zacharías entre el robot y yo.
- Lo siento chico, - dije a modo de disculpa – pero no pienso dejar que ese bicho me dispare. Dime qué está pasando con ese cacharro. – dije a Zacharías mirando al robot. – Cómo puedo hacer para que me deje tranquilo. -
Zacharias se quedó completamente incrédulo. El robot se dirigía hacia vosotros. De repente Zacharias comprendió la situación, la sensación de que estabas dispuesto a "usarle de escudo" después de que él tratara de progerte le trajo un amargo sentimiento de traición, que dio lugar a la ira.
- ¡Serás idiota! ¡Vas a hacer que nos mate a los dos! ¡Suéltame para que pueda pararle! - Dijo tratando de defenderse.
- Está bien. – dije soltándole de inmediato. – Lo siento… estoy acostumbrado a ello… ha sido un acto reflejo, perdona. – Me aparté un par de pasos… la verdad es que no quería morir, pero tampoco podía arrastrar a Zacharías conmigo si yo caía. Hasta ahora no se había portado como un enemigo mío y así debía seguir siendo.
Alcé las manos en gesto de rendición y esperé apartado de Zacharías… si esa máquina iba a dispararme no quería que le alcanzara también a él o a Dallas.
Zacharias alzó las cejas y se quedó un segundo sin saber qué hacer o qué decir. El robot se dirigía a ti a grandes pasos.
- Protocolo 887321. Venimos a ver a Padre. Identificador 032. Padre está al corriente. Dejadnos pasar.
El robot tardó un segundo en procesar la información y mantuvo la mirada fija en ti, pero finalmente se marchó.
Zacharias te mostró una mirada fulminante y notaste que buena parte de su amabilidad había desaparecido. Dallas no dijo una palabra y finalmente todos os dirigisteis al interior de una gran cúpula, la que conocían como el hogar. Dos robots se encontraban en la puerta, pero os cedieron el paso.
El interior del hogar estaba cubierto de aquella extraña luz azul, que parecía cubrir cada pequeña parte del lugar. Había muchas personas que se movían de un lado para otro. La iluminación era tenue y nadie parecía prestaros atención. Este era el primer lugar en el que estabas que parecía verdaderamente del futuro, bien conservado, con un diseño cuidado, y elementos tecnológicos verdaderamente avanzados.
Zacharias se movió a gran velocidad sin perderos de vista un segundo. Caminasteis hacia el centro de la cúpula, ascendisteis por una especie extraña de ascensor, y tras una puerta metálica llegasteis a una sala muy bien iluminada. En el centro de la sala una plataforma con forma de hexágono flotaba en el aire. En ella, se encontraba un hombre con una túnica sentado en algo que bien podría ser un trono. Ann se encontraba en el suelo, junto a la plataforma, con el gesto recto, propio de un soldado. Os miró, e hizo un gesto, pero no dijo una palabra.
- Padre. - Dijo Zacharias a modo de presentación. Entonces cruzó una mano sobre su pecho y se inclinó. Os miró de reojo esperando que hicierais lo mismo. Dallas no parecía reaccionar, se había quedado ensimismado mirando al hombre de la plataforma. Ann le miraba inquisitivamente, como si fuera una grave falta de respeto.
Crucé una mano sobre mi pecho y me incliné tal y como había hecho Zacharías. Era parecido a una especie de saludo marcial así que tampoco tenía problemas en mecanizarlo por si debía usarlo en el futuro. Carraspeé un poco por lo bajo intentando avisar a Dallas. Me parecía poco apropiado tironear de la manga de su ropa para que prestara atención así que confié en que hiciera caso al carraspeo.
Mis ojos se movieron revisando los alrededores y busqué si Ann o el propio Padre estaban armados. Era la paranoia del soldado y más teniendo en cuenta todo lo que me había pasado… no iba a quedarme tranquilo estuviera donde estuviera.
Mantuve el saludo y esperé a que el tal Padre o Zacharías tomaran la palabra.
Dallas no se movió. Permaneció inmóvil mirando al frente, aún ensimismado.
La plataforma bajó lentamente y Padre miró a los presentes con ojos curiosos. Hizo un gesto y Zacharias se puso en pie.
- Habla. - Fue lo único que dijo.
La voz de Zacharias tembló un poco, pero consiguió hablar de tirón.
- He encontrado estos rebeldes en nuestras fronteras. Se han unido a nuestra causa.
Se lamió los labios y mantuvo la mirada en Padre esperando que dijera algo.
Padre mantuvo sus ojos fijos en Dallas durante largo rato. Hizo un gesto a Zacharias para que mantuviera silencio.
- No eres hijo mío. Pero aún así... te reconozco.
Zacharias pensó en seguir con la idea de que eráis sus hermanos... pero se hizo el silencio un segundo. Dallas sacó un papel de su bolsillo y se acercó a la plataforma para dejarlo. Era el mismo papel que os había enseñado a vosotros... donde se le identificaba como el ingeniero que ayudó en la Torre.
Padre miró el papel. En ese rostro que había permanecido sin muestra de emoción alguna durante tantos años... Hubo por primera vez un gesto claro: Sorpresa. Frunció el ceño. Alzó los ojos y miró a Dallas unos segundos. Reconociéndole.
Durante un segundo mantuvo silencio pensando.
Dallas comenzó a hablar, con un atisbo de esperanza.
- General... ¿Me reconoce? - Se quitó el gorro, para mostrarse bien. - Nos conocimos en La Torre... ¿Lo recuerda?
Ann abrió los ojos de par en par.
Padre mantuvo la mirada un segundo. Luego se dio la vuelta, y comenzó a hablar a su muñeca.
- Protocolo de seguridad 1-4-7. Ann, enciérralos. Los quiero en celdas de aislamiento YA.
Ann dudó... Pero en menos de un segundo eso se había plagado de aquellos infernales robots que comenzaron a rodearos. Entonces ella supo que no había alternativa y se dirigió hacia Dallas para apresarle.
Zach la miró de manera inquisitiva, sorprendido. Ann pareció lanzarle una mirada de complicidad, pero si realmente lo fue... Zacharias no la comprendió. Puso las manos en alto y se dispuso a marcharse con los robots.
La mirada de complicidad de Ann me dio ciertas esperanzas pero no entendía muy bien lo ocurrido, aunque sospechaba que el general Thoom querría hablar con Dallas a solas y luego deshacerse de él. A mí ni me había preguntado así que seguramente daría por sentado que yo estaba con Dallas y mi destino estaría ligado al suyo. Una putada.
No opondría resistencia física y me planteé decir algo para que no me relacionaran con Dallas, pero supuse que tendría más oportunidades si callaba y les dejaba hacer, así que alcé las manos y me rendí en silencio.