Partida Rol por web

Llevas dos días caminando hacia el Norte desde que escuchaste a los saqueadores. A tu alrededor el panorama sigue siendo poco atractivo. No hay muchos árboles y el suelo está salpicado con algunos arbustos dispersos.
El único sonido que oyes es el de tus pisadas y alguna racha leve de viento que zumba en tus oídos. Ni rastro de fauna por el momento.
Diferencias el día de la noche por la claridad ya que sigues sin poder ver el Sol.
Las noches son frías pero al menos no llueve como hace dos semanas.

Según avanzas ves como la extinta carretera desaparece. En el horizonte asoma un sistema montañoso, escarpado como pocos pero seco como todos.
Parece que se expande hacia el Oeste y apuestas a que detrás de esa montaña hay unas cuantas más.
Por experiencia sabes que sobrevivieron más animales, y personas, en las montañas que en campo abierto. Ya que esta en tu camino puede que merezca mas la pena atravesarlas que bordearlas.

Es mediodía cuando llegas a la falda de la montaña, no era tan elevada como parecía en un momento y parece mucho más fácil de atravesar de lo que habías pensado.
Tras una pequeña loma empiezas a ver asomar algo sobre el terreno. Se trata de una antena de comunicaciones con sus respectivos edificios a sus pies.
Justo debajo de la antena, en su base, hay un pequeño edificio de una planta. A unos 15 metros, un poco más abajo, hay un par de casetas prefabricadas.
Las puertas deben estar encaradas hacia la torre, desde tu posición solo ves un par de pequeñas ventanas opacas debido a la suciedad.
Todo el conjunto parece haber sobrevivido hasta ahora.

Te separan unos 50 metros de la antena, 25 de bajada y otros 25 de subida. No es una pendiente muy pronunciada.

Camino con rapidez y decisión , cómo si realmente supiera la ruta que debía tomar. Llevaba horas caminando desde el último descanso pero mis pies ya no eran los del niño que huía del refugio, ni los del muchacho criado entre patrulleros y tenía muchas largas distancias a mis espaldas. A pesar de todo ello, seguía siempre pensando en lo mismo, en encontrar a algún pobre bastardo que supiera algo del asesino de mi madre. Quizá estaba haciendo todo esto de ayudar al pueblo por egoísmo, por encontrar alguna pista.. Bah, que más da.

Me paro en seco al ver la antena y el edificio e instintivamente me agacho tras uno de los arbustos para esconderme. No parecía muy deteriorado, quizás sirviera de refugio de alguien, o tuviera interesante tecnologia intacta en su interior. De cualquier modo lo primero era lo primero y eso era seguir las reglas que los patrulleros y yo mismo había fijado.

Regla número 1: Encontrar una buena posición y esconderse..
Regla número 2: Observar antes de acercarse..

hmm...

Dejo la mochila a un lado y me tumbo apartando un poco las ramas del arbusto para observar mejor desde mi escondite. También descuelgo el arco del hombro , aunque de momento poco me va a servir tumbado.

Tras observar el lugar durante unos minutos descubres que lo unico que se mueve es un trozo de tela enganchado en la alambrada. No parece existir actividad en el lugar o, al menos, no que desde tu posicion.

Decides acercarte y escalar la escasa pendiente que llega hasta el recinto.
Te ocultas junto a un arbusto seco para examinar el lugar.

Una explanada de grava de unos 20x20 metros separa los dos edificios. El que queda frente a ti, a poco mas de 10 metros de la alambrada, es el mas proximo.
El otro, que sostiene la antena, esta mas allá del patio, calculas que a unos 30 metros.
Solo ves la puerta metalica del edificio de la antena, esta cerrada.

Sigues sin ver actividad alguna en la zona.

Observo todo el complejo más de cerca y agudizo el oido, no parecía oir ni ver nada raro. Un hombre cualquiera se relajaría pero yo no, muchas veces el silencio era mucho más espeluznante que el oir claramente a un par de saqueadores ruidosos. Estaba decidido a ir a echar un vistazo asi que dejo mi mochila escondida en el matorral y busco una zona de la alambrada por la que poder colarme. Tan solo llevo conmigo mis armas para ir lo más sigiloso y cómodo posible, si veo que no hay peligro ya volveré a por el petate.

Una vez dentro me encamino al edificio más cercano, observando primero por las ventanas y sacando mi pequeña navaja multiusos que tanto juego me había dado por si acaso estuviera cerrada la puerta de acceso.

No puedes ver a traves de las ventanas, estan cubiertas de mugre y ni si quiera dejan pasar la luz.
Miras hacia el patio para cercionarte de que no hay nadie y continuas tu camino hacia la puerta.
Unos pocos metros despues estas frente a ella.

Se trata de una puerta metalica, no muy robusta pero lo suficiente para no caer de una patada.
La cerradura es sencilla (7+), no deberia ser un problema.

Chasqueo la lengua cuando no logro conseguir abrirla a la primera, parecía que iba a llevarme un par de minutos más pero finalmente parece que oigo un "Click". Es entonces cuando desenfundo mi vieja pistola y tomo la linterna, empujando la puerta muy suavemente y observando el interior por la raja que deja la puerta entreabierta. Si no hay peligro una vez dentro vuelvo a cerrar la puerta, aunque no del todo por si tuviera que forzar la huida.

Con la presion de estar en una situacion con escasa cobertura, de espaldas al patio, yerras el primer intento. Tu navaja se atrasca durante un par de segundos, pero logras sacarla intacta. A la segunda consigues abrir la puerta, cuando sacas tu arma y te dispones a encender la linterna oyes un lejano ruido detras tuyo. Cuando te giras ves moverse la alambrada al otro lado del patio, junto a la puerta principal del recinto.

Aunque no ves a nadie, puede que debido a la curvatura del terreno ya que no ves el suelo junto a la valla. No ha sido un ruido muy fuerte, como si algo pequeño golpease el alambre. Si hiciese viento lo podrias achacar a una rafaga.

Ante ti tienes la puerta recien abierto, el interior a oscuras y a 40 metros aproximadamente y en direccion totalmente opuesta el origen del ruido.

Frunzo el ceño y chasqueo la lengua con fastidio y tensión. Decido ir a echar un vistazo pistola en mano antes de inspeccionar el lugar. No me gustaria hacerlo y al salir tener a todo un comité de bienvenida esperándome, aunque en verdad dudo que me hayan oido, estoy siendo muy cuidadoso.

Quizás solo sea una piedra o algun roedor atascado..Aún así..

Con la seguridad de que nadie te ha oido, y seguramente tampoco visto, cruzas el patio para investigador el repentido ruido.

Ves la puerta de la antena cerrada y las dos ventanas que tiene llenas de polvo tampoco dejan observar el interior.

Poco antes de llegar a la esquina del edificio, una vez dejada atras la entrada de la antena y frente a la puerta principal del recinto, aparece un hombre con un arma.
Esta tumbado en el suelo, pegado a la esquina, y te apunta con su pistola a la cabeza.

- Un ruido y eres hombre muerto.

Por su repentina y preparada aparicion sabia que te aproximabas a él.

Cuando iba de puntillas y ya casi alcanzaba mi objetivo me llevo una nueva "sorpresa". Mi vista está clavada en el horizonte y lentamente la voy desviando hasta mirar al tipo. Increíble. Un hombre igual o más sigiloso que yo. Alguien que era más que un estúpido agitando una maza con puas. No puedo hacer más que levantar lentamente las manos mostrándole que no soy un peligro para él y sonreir con frustración.

Tranquilo, colega - susurro muy tenue , ya que me ha pedido discrección - no soy tu enemigo.

Le observo analizándole mientras sonrio intentando mantener la calma. Ahora la diplomacia es mi único recurso para caerle en gracia al hombre.

Ante ti tienes a un hombre de unos treinta y pico años. No lo puedes calcular con exactitud, todo el mundo parece viejo en estas condiciones.
No dirias que se trata de un frio asesino, te parece mas bien un errante casi tan asustado como tu. Hay algo en él que te dice que no estas frente a una mala persona.

- ¿Cuantos sois? ¿Cuanto llevais aqui? ¿Teneis comida? ¿Vais armados?

Su nerviosismo se hace patente:

- ¡Responde y no mientas si en algo valoras tu vida!

Sea quien sea su arma apunta a tu cara y la tuya cuelga de tu pulgar.

Ey, ey amigo , calma.. -cojo aire y respiro con algo más de tranquilidad, algo me dice que no es un mal tipo, claro que con lo nervioso que esta quizás me vuela los sesos y todo sin querer- que tal si nos relajamos los dos y no me apuntas a la cabeza? Sabes, son armas viejas.. podria dispararse y que tengamos una desgracia..

Me llamo Allan y viajo yo sólo. Sólo soy un nómada que pasaba por aquí. Imagino que buscaba lo mismo que tu, comida o algo que intercambiar..aunque también busco información. Creo que mis armas ya estan a la vista..

Las señalo con la mirada , aún con las manos en alto.

Yo ya me he presentado ¿y tú, quién eres?

Viendo que no pareces enemigo el hombre baja el arma. No obstante la mantiene bien sujeta por si la situacion le hace cambiar de parecer.

- Me llamo Thomas, perdona, pero sabes los tiempos que corren, no es fácil confiar en nadie. ¿Has registrado ya este sitio?

Sonrio con más calma cuando el tal Thomas parece relajarse y darme un voto de confianza. Yo por mi parte voy bajando mis manos lentamente hasta dejarlas en pose relajada, colgando. Niego en silencio ante su nueva pregunta.

No, aún no. Me disponía a ello justo cuando oí tu ruido.. Creo que estan abandonadas. Ese edificio de alli estaba cerrado con llave..

Le miro y le invito a que me siga aunque mientras camino sigiloso le vigilo de reojo. Que sea un nómada no quiere decir que no vaya a traicionarme en algún momento, así que mejor ir con precaución.

Echemos un vistazo..