Ok, te esperaremos entonces.
En un inicio no tomo el agua, tampoco le respondió debido a que prefería guardar silencio absoluto en tal situación. Al parecer las dos chicas estaban decididas totalmente a irse con el sujeto, quizás sus intenciones de salir de la isla iban mucho más allá de su comprensión incluso como para soportar a una persona como él. Se levantó a duras penas sintiendo como los músculos de las piernas se tensaban debido a la fatiga que le había producido la descarga electrica que había sentido con anterioridad, aun sentía el brazo izquierdo entumecido pero la sonrisa volvía a brotar desde sus labios, dejando en claro que nada podía afectarle demasiado como para evitar que pudiera sonreir. -No hace falta que te diga mi nombre, no ire contigo a ningún lugar. -Pronuncio erguido, intentando disimular todo el dolor aunque su brazo izquierdo estaba estirado sin poder moverlo de buena manera. -Existen tres razones por la cual alguien se uniría a algún capitán. Respeto, Miedo o Necesidad. No siento ninguna de las tres por ti y creo que esas chicas van más por la tercera opción.
Tenía mucho más para decir pero quizás sintió que ya no había necesidad de hacerlo, no tenía negocio, ni articulos que vender, tampoco tenía dinero para pagar algún doctor pero tampoco podía rendirse así como así, podía mantenerse un par de días sobreviviendo con algo de agua y cuando pudiera recuperar un poco de movimiento del brazo izquierdo crear algo lo cual vender, quizás si conseguía el dinero suficiente podría tener para un barco o algo por el estilo con lo cual salir de la isla, aunque le faltaba poco para poder lograrlo ahora debía empezar desde cero. Les dio la espalda sin mirar hacia atrás.
Al escuchar la presentación de Hitomi, el sujeto sonríe.
-Pues ya tenemos navegante.-
Fue entonces cuando escucho a la historiadora presentarse que giro levemente la cabeza para verla.
-Denna Kal... Mucho gusto entonces.-
Fue lo que dijo el carpintero lo que causó que el sujeto dejara de sonreír.
-¿Qué?-
Analizó cada una de las palabras de Kaito, quedandose un poco pensativo. Tenia sus razones, y tenias mas para seguir luchando. Algo en él tenia convencido al capitan de intentar meterlo en su tripulación.
-¿Sabes? Veo algo en ti...-Antes de proseguir, se acerca al carpintero y lo sujeta suavemente del hombro.-Eres terco, testarudo, e intentas demostrar lo fuerte que eres... Tuviste una experiencia que no quieres repetir... Un acto de debilidad que te dejo marcado... Pero puedes remendarlo, ahora.- Explicaba seriamente el sujeto, pero se tomo una pausa y sonreía levemente mientras comenzaba a hablar mas amablemente.-Tengo que admitirlo, eres buen carpintero, uno de los mejores que he visto. Esta isla no se merece tus creaciones. Tu deberías estar en el mar, con una tripulación, creando el mayor barco pirata de la historia, uno que sea reconocido por los siglos como uno incluso mejor que el barco del Gold D. Roger, y cuando la gente pregunté, "¿quien fue el carpintero de ese barco?" todos recordaran la respuesta...- Tras intentar convencerlo, le suelta el hombro.- Pero, si no quieres venir, es tu problema. Pero recuerda, puede que esta sea tu única oportunidad para conseguir lo que buscas...-
-Tsk... -Masculló al notar como el sujeto se acercaba, escucho sus palabras sin decir mucho, aquellas oraciones no cambiaban las acciones que había realizado previamente, su conducta le parecía erratica y no tenía la cualidad para cuidar sus palabras, ese era el nivel que les diferenciaba, su propia debilidad causaba que no pudiera devolverle el golpe y defender sus propios ideales, se había quedado estancado en una isla de la cual estaba a punto de salir pero un sujeto más fuerte termino por destruir sus metas en tan solo un acto de vandalismo. Le volvió a mirar con un brillo en los ojos de determinación, las que tiene una presa que es acorralada y esta dispuesta a defenderse con su vida. -Viajare con ustedes, solo con la condición de que me digas el como.. -Mantuvo un poco el silencio. -Necesito hacerme más fuerte. -Las palabras sobre sus creaciones las dejo en el aire, no podía aceptar aquello de él. Desvió la mirada para ver a las chicas, no tenía nada contra ellas y podía notar como sus necesidades también iban con el salir de la isla. -Esa sera la condición, no te juraré lealta, simplemente necesito salir de esta isla y hacerme mucho más fuerte.
Tras aquellas presentaciones, las palabras bonitas del capitan y la condición del carpintero, solo pude suspirar - Para empezar ¿Por qué no aprendes a pelear? No seré la mejor en combate cuerpo a cuerpo, pero o peleas con un arma o aprende a dar puñetazos, ese sería el primer paso... por otro lado un buen paso cero sería presentaros... Me parece increible que solo las chicas sepamos lo que es un poquito de educación. Además tendremos que saber como llamarte capitán - Esto solo le engordará el ego... deberé cuidar que no beba demasiado y mantenerlo lejos de Denna y yo. Por otro lado... es bueno tener al carpintero cerca... será dificil - Pensando eso me mantuve esperando que ambos machitos se presentaran al fin para poder salir del lugar en el que estabamos.
Finalmente parecía que los tres saldríamos de la isla junto al sujeto al que ahora deberíamos llamar Capitán, a falta de otro nombre además. No parecía que fuese a ser todo felicidad y alegría, para nada éramos el tipo de compañeros que siempre había soñado, no parecíamos tener nada más en común que la imperiosa necesidad de salir de la isla, pero quizás eso fuese suficiente.
Sonreí, al fin saldría de allí, al fin comenzaría mi sueño asi que ¿no debería estar feliz?
Me sitúo al lado de la joven, parece simpática.
- Pues si, como ha dicho ella, nos gustaría saber el nombre del que va ser nuestro Capitán. En cuanto a ti -señalo al carpintero- Si quieres ser más fuerte, empieza por entrenar varias horas todo los días y no te preocupes te dejaré a los más fuertes a ti.
- Por otro lado... ¿Cuándo nos vamos?
La determinación del carpintero por hacerse mas fuerte fue lo que ayudo al capitán de convencerlo para que se les unire, al menos, por un tiempo.
-Entonces... Te diré mi secreto para que seas mas fuerte...- Se toma una pausa de unos segundos para luego continuar.-Pero eso sera cuando ya estemos en el mar, mientras, quedate con el consejo que te estan dando las chicas.-
Tras escuchar lo que dicen Hitomi y Denna, el capitán sonríe levemente y luego mueve su capa hacia atras con sus manos.
-Pues disculpen, es que acostumbro a decir mi nombre en la 2° cita, pero si quieren adelantarse, no veo el problema.- Tras decir eso, da un paso hacia las chicas y toma la mano de Hitomi "caballerosamente".- Pueden llamarme por mi nombre, Dante, un gusto.- Luego de eso, le besa la mano para después soltarla y mirar a Denna.- Haría lo mismo contigo, pero no quiero poner celosa a nuestra navegante. Espero lo entiendas.-
Luego de presentarse, da varios pasos hacia atras y toma la botella de sake que había dejado en el suelo hace rato. Se toma y un trago y mira a Denna.
-Pues, podríamos intentar irnos ya, pero sería buena idea buscar también un medico o un cocinero, digo, al menos que las chicas se la quieran pasar en la cocina.-
Antes de que alguien pudiera responderle a su comentario(el cual de cierta forma es machista), se escucha en el centro del pueblo algo de alboroto y varios golpes fuertes. Parecía ser que dos personas estaban peleando por alguna razón.
Denna se acercaba mucho a mi mientras ocurría todo... no me sentía incomoda, pero tampoco sabía por que lo hacía, así que la dejé sin más. Al parecer ya habiamos llegado a un acuerdo... pero Dante, o así se hacia llamar el estupido e inutil intento de don juan que nos había tocado como capitan y que, como hasta ahora, no ha parado de cabrearme con sus intentos de ligar, decía que necesitabamos un medico y un cocinero
Giré la cabeza aún cabreada - Si yo soy la que hace navegar el barco obviamente no podré cocinar, así que a mi no me mireis. Igualmente como un cocinero y un medico fueran a salir así de la nada para unirse a nosotros - Y entonces sonó aquella trifulca que venía del... ¿Centro? - ¿Otra pelea? ¿Otro accidente? - Entonces miré a Dante con cara de "que has hecho ahora" - Pero el está aquí... ¿Entonces? ¿Los marines? ¿Por qué diantres me preocupo de esta isla, si voy a abandonarla? - Y esperé a ver que hacía el resto.
- Ummm lo mío tampoco es cocinar.
Mientras digo eso mirando a Dante, no puedo evitar oir los ruidos de algo que parece un tumulto no muy lejos de allí. ¿Qué diantres estará pasando ahora? Menudo día llevaban, al final no saldrían nunca de allí a este paso. Solo faltaba que fuese la marina, justo antes de enrolarse en una tripulación pirata. Sí, eso era justo lo que les hacía falta.
- ¿Oís eso? - digo mirándo a todos - ¿Vamos a ver que sucede? Con cuidado, eso sí, no vaya a ser que haya algún marine por allí...
Quizás si la marina no estaba allí, podrían encontrar más gente que quisiese salir de allí, con suerte algún cocinero o médico... El pueblo era bastante grande y seguro que había más gente que quería irse de la isla.
¿Pero que clase de consejos mezquinos son esos? Simplemente me han dicho lo que he estado haciendo desde pequeño, esperaba alguna forma de conseguir una Akuma no Mi o algo por el estilo. Definitivamente debo irme apenas encuentre otro barco. Ni siquiera se dio el tiempo de aprenderse los nombres de los demás, dio un leve suspiro algo decepcionado mientras elevaba los hombros ante los comentarios ajenos y la situación que estaba sucediendo.
Realmente no tenía mucho más que decir ante aquellas acciones, tampoco estaba interesado en las demás personas ya que no se iba a dar el tiempo de conocerlas, dudaba el poder soportar demasiado tiempo estando con personas que no le agradacen y si necesariamente se iba a embarcan como un pirata entonces debía de llevarse bien con la banda a la cual perteneciera, al menos con el capitán cosa que no era su situación.
Tras concordar en que estaba sucediendo algo en el centro del pueblo, los tres siguieron al capitán(aunque Kaito lo hizo con mala gana.) hasta el lugar donde inicio la búsqueda.
[Continuamos en "La Reunión"]