Partida Rol por web

Isla Ishmagata - Noche

La noche ya había cubierto el cielo, ha pesar de eso, muchas personas de la isla seguían afuera. Ishmagata no era un lugar donde se descansaba mucho.

No era diferente para Kaito, quien se encontraba en un callejón de la zona norte del pueblo "cobrando" a un mal cliente. Al parecer, había liderado un pequeño ataque a la venta del Carpintero, destruyendo varios de sus artículos, cosa que no le hizo nada de gracia a Kaito.

El sujeto cayo al suelo de espaldas, luego se intento levantar mientras retrocedía, sin quitar la vista de quien seria su ejecutor. Se encontraban en un callejon, por lo cual nadie lo ayudaria.

-¡P-Por favor! ¡T-Ten piedad! ¡Me pagaron por hacerlo!- Explicaba tembloroso aquel hombre, intentando que la verdad salvara su vida.

Habían cosas que le hacían enfadar, otras que le molestaban y algunas que simplemente no le iban ni le venían. El que no le pagaran causaba una gran molestía en él debido a que cada creación que realizaba estaba bien fundada dentro de sí y trataba cada una de las creaciones como un alma nueva que salía a la vida con nuevos padres, al momento de ser indemnizado con dinero aquella alma pasaba a ser una propiedad de quien tuviera el dinero para costearlo y todo dejaba de interesarle, sin embargo el que hubieran causado tales estragos con sus creaciones y sin tener un pago previo causaba un enfado tremendo que incluso le cegaba. -¿Sabes lo que sucede con la gente que causa ilegalidades? Recibe una sentencia. -Sus ojos mostraban una carencia total de sentimientos y emociones mientras tomaba del cuello de la camiseta al sujeto y su mano derecha se elevababa para golpear una vez más su puño contra el rostro ajeno. -¿Te pagaron? ¿Cuanto? ¿Muestrame el dinero que te han entregado? -Pronuncio completamente neutro dando otro golpe por simple inercia mientras esperaba la respuesta. Tenía pensado quitarle el dinero en remuneración a lo que había realizado y con ello perdonarle la vida. -¿Quien fue? Me encargare de él luego de terminar contigo, aunque claro, si pagas el precio que crees que vale tu maldita cabeza podrida. Mataste a mis creaciones antes de si quiera pudieran encontrar un padre. -Su mirada era la de una serpiente contra una rata, simplemente era su presa y no sentía lastima por él. -Dilo...Antes de que te rompa los dientes. -Se murmuraba muchas veces por la isla que el carpintero era un trabajador devoto pero que su pasión le llevaba muchas veces a cometer ciertas locuras.

El aparente inocente hombre se quejaba con cada golpe. Claramente no era un criminal o bandido experto.

-¡T-Toma! ¡T-Toma todo lo que me dio, todo lo que tengo!- Asustado, logra sacar de su bolsillo varios billetes "de los grandes"(cada uno vale 10.000 Berries), dando un total de 500.000 Berries.-¡P-Por favor! P-Perdoname la vida! ¡N-Necesitaba el dinero para poder comer!- Rogaba apunto de llorar.

-N-No me se su nombre, e-estaba oscuro, n-no pude ver su cara, p-pero estoy seguro d-de que usaba u-una capa r-roja. S-Se fue caminó al c-centro del pueblo. ¡N-No se mas! ¡L-Lo juro!- Destribio al sujeto que le pagó como pudo. Si de por si no sabia mucho de aquella persona, los golpes de Kaito lo habían dejado perdido. 

El miedo inundaba a aquel hombre, lo suficiente como parecer decir todo lo que sabía, por lo cual era claro que no sabía nada mas.

Varias preguntas llegaron a la mente de Kaito. "¿Quien pagó por destruir sus creaciones?" "¿Porque lo hizo?" "¿Que intenciones tenia para ser capaz de pagar tanto?" "¿Si pagó tanto, porque no lo hizo a alguien que siquiera si supiera defenderse?" Muchas preguntas que no tenían respuesta... Aun...

Aquello no le importaba en lo más mínimo, todos tenían que tener una forma de llevar su vida y la suya eran sus creaciones, sus ojos mantenían tal frialdad que ni siquiera el ruego le hacía sentir algo de lastima por el sujeto, aunque al sentir los billetes en sus manos estos mismos orbes cambiaron radicalmente, pasando de carentes de toda emoción a una pupila mucho más dilatada y tranquila. Le miro desde arriba mientras contaba el dinero necesario para volver a entablar su negocio y lo que costaban en total todo el trabajo destruido. -¿Eh? Bueno, ahí tienes 10 billetes. Es por la información que me diste de ese sujeto, compra algo que comer y ponte a trabajar como mano de obra, al menos así no recibiras palizas como hoy. -Pronuncio mientras caminaba hacia la calle principal sin siquiera mirar hacia atrás, aunque no lo pareciera el muchacho mostraba cierta amabilidad al dejarle dinero. Tsk...con esto quedo casi al limite. Quizás sea hora de cambiar de aires. Aunque primero buscare a ese tipo de capa roja. -Su mente estaba demasiado volatil y las preguntas necesitaban ser respondidas, su caminata era la de alguien lleno de seguridad y poderío. -Éste sujeto quería que supiera quien es, aunque eso no quiere decir que deba tratarle con amabilidad. -Se hizo sonar los huesos de las manos mientras esbozaba una sonrisa enfadada. -Tipo de capa roja, tan solo espera.

El hombre acepto sin ninguna queja los billetes que le entrego el carpintero, esperando un buen rato antes de irse. No queria dar la impresión de que seguiría a aquel sujeto, pues no lo haría.

Al llegar al centro del pueblo, te encontraste con una buena cantidad de gente reunida. El bar estaba cerrado por alguna razón. Habian algunas personas afuera conversando sobre lo que acababa de suceder. Sin necesidad de acercarte mucho, podias escuchar bien la conversacion.

-Perdonen. - Dije en voz tranquila una chica que acababa de llegar.- ¿Pueden decirme que ha pasado aquí por favor?-

-Un sujeto de capa roja se ha pasado con la bebida.- Respondió un hombre amablemente.- No estoy muy seguro, pero parecía tener una espada, ¡Estaba armado!. No pude verlo escapar, pero e escuchado que fue por ese callejón.- Explica el hombre para luego señalar un callejón oscuro cercano.

No necesitabas mas información. El sujeto te había dado la información que necesitabas sin necesidad de siquiera preguntar.

El camino al bar fue bastante tranquilo, las noches en la isla no solían ser demasiado agitadas a su parecer aunque al notar que éste se encontraba cerrada bajo levemente la cabeza algo resignado confirmando que quizás debería irse a su hogar, aunque la situación cambio cuando escucho la información, no le hubiera gustado saber aquellas cosas de esa manera pero tampoco tenía la intención de involucrar a mas gente en sus propios problemas. Creo que ahora se llega al desenlace. 

Camino con lentitud y una tranquilidad poetica hacia el callejón, ya venía saliendo de uno asi que el entrar a otro tampoco es que le preocupara demasiado, no tanto al menos como el arma que poseía el sujeto debido a que él se encontraba con las manos desnudas. Esperaba encontrarse con el sujeto de capa roja al ingresar a tal lugar.

[Continua en la escena "El Sujeto de la Capa Roja"]