Partida Rol por web

Kaito e Hitomi no pudieron continuar su conversación, o al menos no tranquilamente. Pues luego de que ambos entrarán, la navegante que antes dormía, Denna, se despertó repentinamente, observando la habitación y obviamente notando a ambos.

Al parecer la Hitomi borracha se ponía bastante más cursi y cariñosa que la sobria, aquello sin duda era un descubrimiento un tanto peculiar, aun así mantuvo la actitud calmada mientras caminaba hacia el camarote con Hitomi en sus brazos, le había tapado con la chaqueta por lo cual solo quedaba con una camiseta ceñida al cuerpo que marcaba su cuerpo en totalidad y dejaba los brazos al descubierto, se notaba que había trabajado años como carpintero. -Dices esas cosas como si hubieras vivido conmigo toda tu vida. El alcohol te baja las defensas. -Aunque se mantuvo callado intentando olvidar lo último que había dicho, aquello de que se quedara con ella parecía más una declaración de amor que unas palabras que le dirías a un cualquiera como él, simplemente ingreso al camarote notando como la otra chica de la banda también estaba despierta.

Kaito mantuvo la calma aunque no sabía muy bien que decir. -Hey ¿Aún despierta? Solo te vengo a traer a tu compañera de habitación borracha. -Pronuncio con cierta broma en la voz mientras caminaba hacia donde estaba Denna aun con Hitomi en brazos buscando la cama que estaba libre. -Deberías cerrar la ventana, el frío hará que enfermes. -De paso cerró la ventana mientras aún tenía a la chica en un brazo y luego volvió en camino hasta la cama para depositar a la chica allí. -No las molestare más, ire a algún lugar donde dormir.

Resoplé ante la insinuación de Kaito de que parecía que le conocía de toda la vida - Eres un soso. - dije un poco encogiendome - No se necesita conocer a alguien de hace mucho para saber como es. Si tienes un buen proposito eres una buena persona. Si proteges lo que quieres aunque sean barcos después de ser destruidos por un pirata, eres una buena persona. La chica que se enamore de ti debe sentirse muy afortunada - dije como si nada aquella frase. Realmente no me suponía ningún tipo de problema decirla, a fin de cuentas era la verdad de lo que pensaba sobre el, o por lo menos... lo que había demostrado después de la primera impresión que me causó.

Al fin entramos en el camarote y yo ya estaba medio dormida en sus brazos, quizás una mezcla explosiva, borracha y casi dormida, los sueños se vuelven medio reales. Noté como me llevo hasta la cama mientras hablaba con alguien, obviamente Denna, pero en ese momento no sabía casi ni donde estaba. Fue entonces después de dejar de notar el frio del camarote, cuando sentí que me dejaba en la mullida cama, y con una sonrisa entre mis ensoñaciones, no quité las manos de el, sino que lo acerqué a mi dandole un beso suave en los labios. - Gracias Masaru, te quiero... - Y fue cuando caí definitivamente en los brazos de morfeo con una leve profunda respiración.

Me desperté al notar como mi cuerpo caía, otra vez, otra maldita vez igual, iba a empezar a odiar aquel sueño, aunque más que sueño era una maldita pesadilla.

Me di cuenta entonces de que no estaba sola, alguien entraba y menuda sorpresa ¿Hitomi en brazos de Kaito? ¿Qué estaba sucediendo? Kaito intentó excusarse diciendo que la joven estaba borracha, que no pensase nada extraño ¿pero cómo no iba a pensarlo? Ella parecía bastante afectosa con él, lo que fue confirmado con el beso en los labios que le dio al chico, sonreí para mis adentros, aunque me resultó extraño el nombre que dijo, no era el de él.

Salté de la cama, estaba completamente desvelada, asi que me puse una capa por encima y decidí salir de la habitación en la cual no iba a hacer otra cosa sino agobiarme. Necesitaba olvidarme de todos estos sueños, y como Kaito estaba despierto y yo curiosa por saber como había sucedido aquello, tiré un poco de su manga según salía para retenerlo, y una vez fuera de la habitación cerré la puerta y me dirigí a él.

- Espera... Me he desvelado, acabo de tener una pesadilla y no puedo quitármela de la cabeza. Ya que vamos a viajar en el mismo barco... ¿te apetece charlar un rato? Además, ¿cómo has acabado en esta situación? Siendo besado por nuestra joven compañera cuando parecía odiarte, y ella borracha, ¿qué hacéis mientras duermo? -le sonrío guiñándole un ojo- vamos Kaito, sentémonos y charlemos un rato.

Espero que no huya de mi, es un chico extraño, pero no parecía molestarle demasiado el comportamiento de la chica, asi que quizás me haga compañía.

Cada vez que decía ese tipo de cosas el muchacho cerraba los ojos como si intentara evitar escucharlas, realmente no había escuchado muchas veces halagos o cosas por el estilo por lo cual no tenía la menor idea de como lidiar con ellas, simplemente dio un leve suspiro mientras intentaba desviar el rojo del rostro. Cuando le dejo en la cama sintió como era empujado hacia ella siendo besado de sorpresa causando que sus ojos se abrieran de par en par y alejarse posteriormente tomando su chaqueta mientras mantuvo el silencio con el rostro rojo como un tomate. Parecía un tanto aturdido, molesto y confuso aunque se retiro del lugar con lentitud algo nervioso mientras en su mente solo podía pensar que aquello definitivamente no había sido correcto. Ni para él ni para la chica que al parecer estaba alucinando con un chico que no era él. 

Apenas se había puesto la chaqueta y antes de salir de la habitación sintió como si alguien se la tirara, al girarse era la chica de rostro enojado a la hora del almuerzo ¿Como se llamaba? Bueno, quizás le volviera a decir su nombre si se mantenia callado durante un tiempo, como para asegurar que le conocería un poco, quizás ella tampoco supiera su nombre. Al escuchar aquello sobre la pesadilla el muchacho no pudo evitar llevarse la mano derecha hasta la nuca mientras desviaba la mirada y murmuraba unas palabras. -Si, a mi también me sucede a menudo. -Permitió que la chica continuara hablando. Viajar en el mismo barco. Nuevamente esas palabras salían de un tripulante del barco, no se hacía a la idea de que eso sucediera aunque ahora que tenía un poco de alcohol en el cuerpo sentía que no debía porque castigarle por ello o simplemente negarle esa conversación. 

-No me hace mal conversar un poco más antes de que el alcohol me golpee de lleno. -Desvió la mirada al ver el rostro sugerente de la chica sintiendo un poco de nerviosismo por aquello, aunque no pareciera el muchacho nunca había sido muy compatible con las mujeres. -Estabamos en cubierta con Hitomi, me encontro mientras entrenaba a escondidas, luego se unío el idiota (Dante) y me paso una botella de sake que llevaba. -Pronuncio con tranquilidad mientras omitía ciertos detalles de las cosas que habían sucedido. -Esa chica tiene agallas pero con una capacidad comprensiva de la realidad bastante menor, defiende el orgullo femenino hasta con las cosas que sabe que va a perder. -Claramente se estaba refiriendo a la razón del porque estaba borracha. Dio un leve suspiro como si la situación hubiera sido más de lo que podía superar. -Aunque sea una niña esa niña parece tener más experiencia que yo en el ambito amoroso. -Dijo en tono de broma mientras miraba de reojo la habitación como si estuviera un tanto molesto. -¿Y que sucede contigo? -Pregunto hacia la chica.

Me siento cerca de él, parece que esta noche está más hablador de lo normal.

- No te cae bien el capitán ¿eh? Es un sujeto peculiar, de eso no me cabe duda, pero tampoco parece mala persona, nose, quizás contigo si que empezó con mal pie. Y Hitomi, parece una chica lista pero el alcohol nos hace un poco tontos a todos. ¿a mi? -recuerdo los sueños- he tenido varios sueños acerca de la isla a la que nos dirigimos, pero no he podido sacar mucho en claro, la noche pasada fue porque me despertó el cocinero y hoy, hoy nose porqué, pero empiezo a estar harta de soñar con ello y no descubrir nada.

Recuerdo entonces lo que dijo la joven antes de caer profundamente dormida.

- Una cosa. ¿por qué Hitomi te llamó Masaru? ¿A caso tienes dos nombres? -observo su reacción- tranquilo de ser así, tu secreto está conmigo, no es como si fuese a ir contándoles a todos los miembros de la tripulación lo que he visto hoy o eso, puedes confiar en mí, si quieres. Después de todo... ¿vas a quedarte con nosotros no?

Le sonrío amablemente, se que no empezó muy bien, pero el chico me intriga y me gustaría que estuviese agusto y decidese que no somos tan mala compañía...

No movió el cuerpo cuando la chica decidió sentarse junto a él, quizás por el hecho de tener el cuerpo algo más desinhibido no sentía una lejanía hacia otras personas, al menos por el momento. Tal como al mismo tiempo parecía estar mucho más amable que lo habitual. 

-¿Mal pie? ¿Conmigo? Corrigeme si me equivoco pero lo único que hizo con ustedes fue ofrecer un barco, simplemente siguieron sus necesidades para estar en éste barco, no me vengas a decir que es un buen sujeto porque lo conoces tan poco como yo y hasta ahora sus actuaciones no han sido las mejores. -Pronuncio con algo de molestía aunque no lo suficiente para generar un mal momento. -¿Eres una clase de medium o algo así? Quizás estas viendo visiones del futuro en esa isla, si observar mi muerte no me la digas prefiero que sea una sorpresa y así irme con algo más de calma, sería aburrido saber lo que me matara. -Pronuncio entre broma y seriedad. -¿Masaru? La verdad es que no lo se, aunque si debo inferir algo lo más seguro es que sea alguien a quien quería demasiado, quizás me parezco a él y con el alcohol me ha confundido. Y mi nombre es Kaito Freecs, me lo pusieron en el orfanato así que nunca supe mi verdadero nombre, supongo que nunca lo sabre. -En cuanto a la pregunta de si se quedaría con ellos se mantuvo callado un momento. -No lo tengo contemplado, no tengo nada que me vincule a este barco, aunque tampoco tengo un objetivo ni una meta que cumplir. Esa chica (Hitomi) parece empeñada en que me mantenga en el barco, lo que hace que más quiera abandonar este lugar. -Pronuncio casi sentenciante recordando viejas imagenes con un rostro más serio, miro hacia la chica de reojo y volvio a mencionar. -Tu no pareces mala chica...Aunque uses ropajes muy reveladores. -Dijo en tono de broma, el alcohol aun hacia efecto.

Definitivamente Kaito me caía mejor cuando había bebido algo de alcohol, tendríamos que mejorar eso, no podíamos emborrachar al carpintero siempre que quisiésemos mantenter una charla agradable con él.

- No digo, que sea un hombre amable el capitán, digo que de momento ha sido útil, al menos para mí, deseaba salir de allí y el nos consiguió un barco, tampoco me ha parecido un mal tipo, y yo he decidio unirme por voluntad propia a su tripulación, y al igual que opina Hitomi, me gustaría tenerte con nosotros, un carpintero nos vendrá bien. En cuanto a lo de mis sueños, no soy medium, o eso creo -me rasco la cabeza distraídamente- tan solo soy historiadora, y creo que esos extraños sueños son fruto del saber que guardo en mi mente, al no recordar mi subsconsciente me los muestra - me río - o quizás esté diciendo tonterías. Asi que no te llamas Masaru... Está bien, te confundiría con alguien tal vez. Y claro que tienes algo que te vincula a este barco - le doy unas palmaditas afectivas en la espalda - al menos a Hitomi y a mí, como ya te he dicho empezamos a cogerte algo parecido a lo que podría ser cariño, sobre todo después de esta charla. ¿Ropas atrevidas dices? Bueno hace calor, y no veo porque no podría enseñar un poco mi cuerpo - le guiño un ojo - me alegro de haberme desvelado después de todo. Si puedo preguntarte ¿por qué querías salir del pueblo? En mi caso, quiero conocer todo el mundo...
 

Nuevamente volvía aquello a la palestra, al fin y al cabo era eso un carpintero. Si bien aquello era algo que le gustaba no necesariamente lo haría para una banda pirata y menos esa banda pirata a la cual se había unido. -Cierto, les seria beneficioso. -Pronuncio de manera retorica mientras desviaba la mirada hacia la oscuridad. 

Vuelven a decirle aquello de sentir algo como el cariño, eso no era posible o al menos eso pensaba Kaito quien pocas veces sentía que algo como ello pudiera serle cercano a él hace mucho tiempo que había perdido esas sensaciones, quizás las chicas estaban siendo condescendientes, tal como todos los que buscaban algo a cambio. -Eh..Cariño ¿Eh? Ya veo. -Mantuvo el silencio unos instantes para luego mirarle de reojo con una actitud mas neutra. -No tenía intenciones de salir de la isla, tenía mi negocio de carpinteria, no me iba ni mal ni bien pero tenía un objetivo. -Se levanto mostrando su altura a la chica mientras sacaba las manos de los bolsillos de su pantalón. -Tu capitán envio a un sujeto para destruir mi negocio, la única razón que me dio fue porque quizo hacerlo, no estoy aquí por dinero, no tengo un sueño al que aspirar ni tampoco a un lugar a donde ir. Estoy aquí porque algún día matare a tu capitán. -Sus palabras eran frías al igual que sus ojos. Acerco lentamente su rostro hasta el de la chica generando un aura fría a su alrededor quedando su nariz tocando el de la chica y sus ojos mirando a los de ella mientras llevaba su mano izquierda hasta la nuca de la muchacha para evitar que se alejara. El muchacho tenía un rastro de alcohol en su aliento entremezclado con el aroma de su cuerpo, masculino pero agradable. -¿Aún piensas que soy una buena persona? ¿Que porque haya tomado un poco de alcohol y sea más comunicativo puedas generar lazos conmigo? Hitomi se equivoca, no soy un buen tipo, cada quien que ha estado cerca de mi muere, nunca he estado con una mujer ni tampoco tengo amistades. Por lo que a ti concierne puede que todo lo que diga sea una mentira, puede que sea un violador carismatico, ahora eres una pirata chica...Deberías cuidar tu espalda y tu frente. -Sonrió levemente, incluso con esa actitud sonaba a alguien que daba consejos mientras se alejaba lentamente para quedar de pie ante ella, esperando una reacción.

Parece que el chico vuelve a ponerse a la defensiva, no debía haber sacado el tema de que era carpintero, no recordaba que el maldito Dante había destruído su negocio, aún no entendía porque demonios había hecho eso, tendría que preguntárselo quizás me contase algo. Entonces parece que cambia totalmente su personalidad cogiendo mi cara frente a la suya con una mirada que es de todo menos amable, parece que quiere hacerse el duro, pero sigue sin poder caerme mal. Cuando acaba su numerito decido que es a mi entonces a quien le toca actuar.

Me levanto y le imito, cojo su cara con mi mano, espero que en realidad no pretenda hacerme daño.

- No me asustas ¿ves? Yo también puedo ponerte cara de mala y decirte que soy una asesina y blablabla, pero ¿sabes? No te creo - pongo enfásis en las tres palabras al pronunciarlas- Sigo pensando que no eres mala persona, de hecho mucho mejor que Dante, yo solo he dicho que me vino bien para llevar a cabo mis planes, no es como que le deba la vida o algo así, seguiré aquí mientras me sea beneficioso pero lo que sí me gustaría es que nos llevásemos todos bien, después de todo tener compañeros siendo piratas, creo que es importante, y aquí, en este barco, creo que hay personas muy interesantes, por ejemplo tú, Kaito.

Antes de soltarle acaricio levemente su barbilla, no quiero provocarle, pero si quiero que sepa que no soy una niña pequeña que se deja amedrentar. Me quedo de pie frente a él, dando un paso atrás.

- Solo intentaba tener una charla agradable contigo, eres libre de irte si no quieres, no voy a retenerte, pero te diré, que me alegro de haberme desvelado, después de todo.

Le guiño un ojo esperando su reacción, no tengo ni idea de lo que pasa por su cabeza, eso es lo que más me gusta de este chico.

La situación le causo bastante gracia, sin duda la chica parecía no estar aceptando que sus palabras eran reales, si bien aquello de ser una persona completamente contraria a como de verdad le veían era un acierto, si que sentía la necesidad de matar a Dante y también lo iba a hacer, tarde o temprano. -Yare Yare, calma. -Pronuncio con una sonrisa engreída mientras acercaba su rostro aún más al de ella sin intimidarse mientras levantaba el dedo indice y le apuntaba. -Tú no puedes actuar de esa manera. Si entonces no tienen ningún tipo de deuda con Dante no debería molestarte que tenga intención de matarlo. -Su cuerpo se pego al de ella sintiendo los pechos de la chica en su pecho y sin poder evitar que su rostro lentamente se pusiera cada vez más rojo mientras intentaba mantener su actitud desafiante, no había sentido algo como eso en su vida y se sorprendía con facilidad. 

Cuando da el paso a atrás el muchacho al fin puede volver a respirar mientras intenta recuperar el color en su rostro, volvió a mirar a la chica mientras le encaraba. -¿Por-porque me guiñas el ojo? -Nuevamente volvía a sentirse cohibido. -¿Acaso intentas burlarte de mi? -Pronuncio aún con el nerviosismio, ahora ya no parecía enojado pero si parecía estar algo alterado. -No he hablado mucho con mujeres y ahora una chica me confunde con su novio perdido y tú actuas de esa manera...-Le mira de pies a cabeza. -Insinuante, no se como responder a eso. -La última vez que había estado tan cerca de una chica había sido hace 14 años atrás cuando tenía diez y quizás el hecho de que Hitomi no tuviera los atributos que Denna causaba que con ésta última si se sintiera algo más cohibido a pesar de estar con algo de alcohol en la sangre.

Sonreí, el chico jugaba bien sus cartas, aunque seguía pensando por mucho que dijese que no parecía un mal tipo, y por supuesto no me iba a dar miedo.

- No me asustas - puedo notar su aliento - no me gusta que se asesinen personas, la verdad, si se puede prefiero evitar la violencia, y Kaito, no me das miedo, si es lo que pretendes, cosa que no entiendo porqué haces -se aprieta más a mí, le miro a los ojos sin pestañear- ¿quieres apartar a todo aquel que quiere acercarse a ti? ¿es eso? ¿de qué tienes tú miedo? 

Cuando da un paso atrás me quedo mirándole, no sé muy bien como actuar, ¿vuelvo a acercarme o lo dejo estar? Aunque era divertido alterarle.

- ¿Burlarme de ti? ¿Por qué habría de hacer yo eso? Te lo repito, otra vez, a ver si así te enteras de una vez, estoy intentando hacer justo lo contrario -me acerco a él, pero esta vez sin mirarle desafiante-, estoy intentando acercarme a ti, quiero saber -le revuelvo el pelo de la cabeza- que hay dentro de tu cabeza.

Camino hacia atrás y vuelvo a sentarme donde estábamos antes.

- Si sigues actuando así, acabarás solo, y en este mundo, créeme, es mejor no estarlo.

-Hace mucho que deje de intentar darte miedo, ahora te estoy hablando en serio. -Pronuncio entre un rostro sonrojado y una mirada seria. -¿Eres una pirata ahora no? Deberías acostumbrarte a toparte con personas peores que yo. ¿No te gusta que maten a la gente? Entonces debiste quedarte en tu hogar, los piratas hacen eso, matan, saquean y violan a mujeres guapas como tú. -Aquello de querer alejar a todos de él era precisamente lo que el muchacho había estado buscando hace 14 años. -La gente que ha estado a mi alrededor muere, desde pequeño e incluso ahora no he podido proteger sus vidas, ni tampoco sus recuerdos. -Se puso mucho más serio e incluso el rubor levemente fue cediendo ante su color natural. -Si no pude cuidarlas entonces al menos podría vengarlas, no lo digo para que te de miedo. Lo digo porque en realidad lo haré te guste o no.

La chica volvía a acercarse a él causando que éste dudara si debía retroceder o no como si fuera un felino contra algo a lo que desconocía, se dejo acariciar como si la diferencia de altura no importara entre ambos, nuevamente aquello causo que se sintiera algo más relajado, sintió un leve cosquilleo en la espalda como si la tensión se hubiera ido por un momento, en cuanto la chica se alejo levemente éste le tomo de la mano evitando que se alejara. Le acerco de un impulso a la par que llevaba sus labios hasta los de la chica de manera sorpresiva bensadole un par de segundos para luego alejarse y liberarle. -Mi nombre es Kaito Freecs, soy huerfano y asesinaron a todos los que conocía hace 14 años. No tengo sentimientos de esperanza ni tampoco amor. -Pronuncio como si aquella acción que había realizado lo dejara en claro. -No tengo sueños ni metas que cumplir. -Abrió los brazos hacia los costados demostrando más aún que no ocultaba nada. -No le tengo miedo a la muerte ni tampoco a la soledad...Y voy a matar a Dante tarde o temprano.

Cuando me coge de la mano y me atrae hacia él y más aún cuando me da un beso en los labios, definitivamente esta reacción no me la esperaba. Me ruborizo levemente, ¿qué debería hacer ahora? ¿Demostrarle que yo también soy capaz de hacerlo o dejarlo pasar? Entonces sus últimas palabras me hacen decidirme. Veamos si no tiene sentimientos, porque juraría que él tambien se ha ruborizado.

- ¿Has acabado?

Entonces soy yo la que me acerco a él rápidamente y le beso, un beso más largo que el suyo. Pero después no me alejo, le sujeto mientras le miro a los ojos.

- Me vas a decir, ¿qué no has sentido nada? Absolutamente ¿nada? Porque no te creo. ¿No tienes sueños, ni esperanzas? Mentira, el simple hecho de querer matar a Dante es un sentimiento, de venganza, pero lo es. ¿Y qué es una persona sin sueños? Nada. Asi que no seas idiota y reacciona. Todos lo hemos pasado mal alguna vez, admito que lo tuyo es muy fuerte, pero creo que tú también eres muy fuerte y sino lo has superado lo harás, te aseguro que lo harás.

Entonces le abrazo, cuando quiera ya me apartará. Espero que no note mi nerviosismo, pero no se como va a reaccionar, quizás se enfade y no vuelva a hablarme, pero había que intentarlo. Odio a la gente que se da por vencida.

Era la primera vez que besaba a alguien por decisión propia, no había estado ni siquiera con las chicas faciles que ofrecían sus servicios ni tampoco las trabajadoras que eran moneda de cambio por trabajos de algunos tipos que iban a su taller, tampoco es que ahora sintiera un interés distinto por la chica, simplemente le entraron ganas de realizar tal acción e incluso cuando la chica se separo y luego insistió con un nuevo beso el muchacho simplemente respondió con una leve resistencia aunque dejandose llevar con dificultad, había sentido la necesidad de alejarse debido a que se sentía algo intimidado estando en tal situación, era malo para las situaciones desconocidas.

-No.. -Dijo casi en bajo cuando sintió el abrazo, no pudo devolverle aquello ya que no sabía como reaccionar aunque sus musculos se tensaron y le sostuvieron en una especie de amague de aquello, un abrazo. -No seguiré discutiendo esto. Todos cargamos con ciertas cosas, estoy seguro que tu también. -Se separo levemente y le observo a los ojos decidido. -Algún día lo sabré, ahora lo mejor es ir a dormir. -Finalizó mucho más serio, enfocado y sin tantos nervios, como si la madurez en el joven hubiera aparecido de un momento a otro.

Había reaccionado mejor de lo que esperaba, ya no tenía mucho más que decirle asi que tenía razón, quizás lo mejor fuese volver a la cama y mañana sería otro día.

- Está bien, intentaré volver a coger el sueño, me alegro mucho de haber podido charlar contigo y conocerte un poco más. Aunque sigo pensando que eres un buen chico.

Le sonrío y me doy la vuelta para entrar a la habitación donde supongo seguirá Hitomi durmiendo la borrachera.

[Continúa en Saga de East Blue - Arco 1: Dragon Town]