Cuando Trea le da la poción a Drake, los tres respiramos más tranquilos... parece que la parte más difícil de la misión que nos había encomendado Opilaf está hecha, pero... aún estamos en peligro, y si algún adalasino nos ve, tendremos serios problemas...
Además, al ver a Rupert y Trea golpear de esa manera al leñador, por la espalda... no sé, es... es como si algo en mi cabeza se hubiera partido en dos... ¿quizá no esperaba que pudieran actuar así...? Drake parecía muy amenazante, pero... ¿qué habría hecho en su lugar...? Tengo una sensación de desasosiego que no sé explicar, el esfuerzo y los nervios de estos momentos atrás, quizá... me siento sofocado, y el sol, tibio y apacible normalmente, me provoca como una quemazón que me incomoda...
Tengo que volver a las ruinas, pero ahora empiezo a sentir que quizá deba ir yo sólo... Sin que la presencia de mis amigos pueda desordenar mis sentimientos...
Me noto tembloroso y fatigado por lo ocurrido desde que hemos llegado a la aldea, pero cuando la poción empieza a actuar en Drake, pese a los extraños colores que produce en él, me siento un poco más tranquilo...
- Uf... m-me alegro de ver que estáis bien, chicos... me he asustado al ver a Drake con el hacha preparada y... dioses, menos mal que no os ha hecho daño... - me acerco a él, probablemente se despierte con un buen dolor de cabeza... ojalá la poción del viejo Opilaf le dé algo de alivio... Miro a nuestro alrededor, aún estamos muy expuestos y no sé si algún adalasino puede haber visto lo ocurrido, tenemos que ocultarnos cuanto antes...
- Creo... creo que deberíamos ocultarnos con Drake en el bosque, aquí podría vernos alguien... Quizá... quizá entre Rupert y yo podemos cargar con Drake mientras Trea nos indica un camino despejado hasta la linde más cercana al bosque... - De repente, recuerdo lo que he visto en la herrería.
- En la herrería... Beleg y Tome están preparando armas para los soldados, pa... parece que quieren organizar una batida para acabar con el monstruo... Supongo que el hechizo de Opilaf les hará cambiar de planes...
Me siento agotado... una vez ocultos, intentaré descansar un rato y buscar algo que podamos comer... Además, tengo algo pendiente por hacer...
- Y... creo... creo que debo ir a ver cómo están mis tíos... Esperaré a que anochezca, y... sólo echaré un vistazo... Vosotros... ¿habéis visto algo raro...?
Hasta que anochezca, creo que deberíamos escondernos en el bosque, descansar por turnos y buscar algo de comer. Yo en algún momento antes de anochecer, intentaría recuperar mi cuerda rodeando el pueblo oculto por el bosque. Y cuando anochezca, quisiera acercarme a ver con mucho cuidado cómo están mis tíos. ¿Qué tal lo veis? ¿Cabría todo eso, máster? :D
Tras hablar, me muerdo los labios con un sentimiento punzante de culpa... No he mentido a mis amigos, quiero ver a mis tíos, pero... tampoco les he contado toda la verdad... Después de verlos, en cuanto anochezca y vea que es seguro atravesar la plaza, quiero... necesito entrar en las ruinas e intentar descubrir a qué se debe la sensación que me produjeron hace un rato... Y creo que debo hacerlo sólo...
¿Pueden haber sentido algo raro Rupert y Trea en este rato? ¿Habrán... habrán percibido algo diferente en mí...? Y lo que han hecho... no sé, ¿puede haberles cambiado en algo la misión del viejo Opilaf...?
Motivo: Estudiar a Rupert y Trea (Agudeza)
Tirada: 1d6
Resultado: 1 [1]
Hago una tirada de agudeza para ver si percibo algo diferente en Rupert y Trea. Su actitud con Drake me ha dejado un poco tocado, y las sensaciones tan raras que he tenido me tienen un poco "trastocado".
Y... pifia gorda para mí :'(
- Verás Berod, yo cambiaría un poco tu plan. Podemos dejar a Drake por el camino, llevarlo con nosotros es una carga innecesaria, lo alejaremos de la taberna y lo podemos cubrir con bastantes hierbajos, así cuando despierte y vuelva con el cuento a los demás no lo creerán, pensará que se cayó y durmió la mona sobre el campo de maíz. Cuando estemos a salvo los tres, os daré unos regalitos que tengo para vosotros, he cogido un montón de comida de la casa de Anja, estaban preparándose, como bien dices Berod, para hacer una expedición. Nos podemos llenar bien la panza, dormir una larga siesta y tomar la pócima. Y entonces por hoy, ya habremos hecho todo que debíamos- dije aliviada y con la ilusión de la comilona que nos esperaba.
Cuando Trea comentó lo de la comida y la panza llena, asentí con alegría. Vamos si me apuntaba. Pero antes, tenía que comentarles lo que me había pasado en ese rato por Adalas. Y las dos o tres cosas raras.
- ¡Si! Comamos y bebamos por nuestra misión exitosa, chicos. Yo incluso dejaría a Drake aquí, o un poco más adelante, por no hacer casi ni el esfuerzo. Estaba ya bastante borracho, tal como yo lo vi. Nadie se extrañará demasiado... Diría yo. - Luego miré a Berod, con algo de preocupación. - Yo también vi lo de las armas, desde lejos, claro. Y al herrero trabajando. Y eso se suma a que los Hébez han estado trabajando en la panadería hasta tarde, había olor a pan recién hecho. - Encogí los hombros extrañado. Algo era un poco raro en todo eso. - ¿No es raro? Además, aunque quizás no tenga nada que ver, la señora Hébez dijo que tuvo un sueño sobre nosotros... Y que terminabamos... ¿cómo dijo?... Si, asesinados en medio de la plaza. No le hubiera dado importancia... si no fuera por las cosas raras que hemos visto en estos días, y ahora en el pueblo. Por cierto - concluí, - ¿miramos si Drake lleva algo raro encima?
Luego miré al bueno de Berod, y le dije que podríamos, de pasada, pasar por dónde su familia, buscando dónde escondernos hasta la luna llena. A mi no me importaba, yo había visto a los míos, así que lo entendía, y Trea habia pasado por la posada y hecho un buen lío, aunque conseguimos con ello a Drake.
Yo díría que si, que movamos a Drake, miremos si lleva algo encima demasiado extraño, y vayamos a la comilona, pasando por donde Berod
Rupert saquea los bolsillos de Muelatuerta sin encontrar nada de valor. Tras cubrirle Berod con algunas hojas grandes para que al menos quede a la sombra, tenéis tiempo más que suficiente para hacer lo que queréis. Primero coméis; Trea está impaciente por mostraros lo que ha encontrado; os da a cada uno una ración de viaje, robada de la casa de Anja, envuelta en un paño. ¡Aún tiene tres más!
Tras la deliciosa comida, rodeáis Adalas por el bosque, para evitar ser vistos, llegáis a donde dejasteis la cuerda, y Berod la recoge. Os sorprende la facilidad con la que os movéis por un paisaje que hace unos días os aterraba. Luego os acercáis a casa de los tíos de Berod, la tenéis delante. Tía Molga parece preparar algo y los primos Roder y Farlia no juegan, están sentados tras la casa, a la sombra, tristes.
Esperáis a la noche ocultos en la linde del bosque, durmiendo y descansando por turnos. Nada ocurre durante toda la tarde fuera de lo normal y fuera de lo que ya habéis descubierto. Algunos adalasinos se preparan para salir en vuestra búsqueda al día siguiente. El sol se oculta sobre las copas de los árboles ,al oeste, y un claro cielo plagado de estrellas, iluminado por la luna, lo inunda todo.
Raciones de Viaje que os da Trea. Con esto evitáis que hoy vuestro hambre aumente.
El Cansancio os baja en 1 a todos.
Tras descansar, vuelves a estar equilibrada en la columna Mental. Tu estado de ánimo vuelve a ser el normal, e incluso puedes pedir disculpas a Rupert por lo de antes.
En los bolsillos de Drake encuentras algo menudo y duro, y lo metes en tu saco para estudiarlo más tarde. Además su hacha cayó más allá. Si quieres recogerla es tuya, pero sabes que es la posesión más preciada de Muelatuerta, va fardando de ellas siempre por ahí, y todos la conocen. Si te ven con ella podrían reconocerla con facilidad.
Ves a Rupert coger algo de los bolsillos de Muelatuerta y guardárselo él en su saco. Ha intentado disimular, pero le has visto. Así que primero le golpea, luego quiere dejarle ahí, toda la tarde a su suerte, borracho y al sol, y al final le roba... Sientes la necesidad, al menos, de cubrirle con hojas para que tenga algo de sombra.
Algo en tu compañero no termina de gustarte. No tiene nada que ver con esa otra energía que sientes cuando Trea vuelve a estar cerca, es diferente. No puedes describirlo pero... no te sientes cómodo a su lado.
Pifia: La próxima vez que Rupert te toque te girarás y le empujarás con violencia para apartarlo de ti. Para evitarlo deberás superar una tirada de Carisma (autocontrol) a dif. 10.
Me sentía tan a gusto, tan relajada que parecía mentira que hace tan sólo un rato tuviera tantas cosas encima y por hacer. Saqué de uno de mis bolsillos el frasco, le di un pequeño sorbo y se los pasé a Rupert y a Berod - Tomad amigos, bebamos ya la poción antes de que se nos haga demasiado tarde-
Ahora que me encontraba de mejor humor, sentía que tenía que disculparme - Rupert, perdóname por hablarte antes tan mal, no sé, estaba muy incómoda con el peso físico y mental. Por un momento sentí como si estuviese fuera de mí, como si no fuese yo misma. Lo siento mucho- y me fui a abrazarlo, todas las disculpas acaban mejor con un abrazo.
- Gracias, Trea... - Alargo la mano para tomar la poción de Opilaf, y le doy un largo trago... la sensación es agradable. Hay algo que recuerda a la placidez de la isla del viejo Opilaf en los sabores cambiantes del brebaje... Mientras escucho hablar a Trea, extiendo mi brazo para ofrecer a Rupert la poción y le miro... ¿Qué habrá pasado para que Trea le hablara mal...? Somos amigos desde siempre y les siento como hermanos, y aún con todo... Yo mismo... no sé, siento un torbellino de emociones extrañas...
El rato de descanso y la deliciosa comida que nos había conseguido Trea me hacen recuperar un poco de vigor, pero sigo sintiéndome agotado mentalmente, y la sensación de angustia persiste... No sé si es por merodear por Adalas como un forajido... por la culpa de dejar a Drake a su suerte después de haberle golpeado... por ver la tristeza de mis primos, o... por el terrible sueño de la señora Hébez que nos había contado Rupert. O quizá por todo ello junto...
Noto como si algo en mi cabeza se desdoblara... y al cerrar los ojos veo una mancha amarilla sobre fondo rojo, como cuando miras al sol directamente... Dioses, ¿qué me pasa...?
Cuando veo a Rupert registrar los bolsillos de Drake, se me cae el alma a los pies... Nosotros... ¡nosotros no somos bandidos! Hemos tenido que huir de nuestros vecinos, robarles algo de comida y espiarles... pero porque teníamos que cumplir la misión del viejo Opilaf. ¡Era por el bien de los adalasinos! Pero... ¿lo era...?
Siento compasión por el leñador, en los últimos días ha perdido su casa, creyó ser atacado por un monstruo terrible, y ahora... ¡le noqueamos y le robamos! Esto no me gusta... ¿por qué no he impedido que Rupert hurgara en sus bolsillos? Y... ¿qué se ha guardado...? ¿Por qué le ha hablado mal Trea...?
Dioses, son mis mejores amigos, pero... sigo sintiendo esa fuerte quemazón, y ahora se extiende a mis ojos... La mano que sujeta la poción me tiembla, y empiezo a notar un extraño hormigueo por todo el cuerpo...
Cuando Trea se disculpa, y le pasa el bebedizo de Opilaf a Berod, sonrío de oreja a oreja. La verdad, tiene que haberle presionado mucho la tensión del momento, de esta misión, y de nuestra responsabilidad. No pensaría jamás que fuese alago malo, y de hecho, sencillamente, en su momento, no me enfadé con ella, pero tengo que reconocer que no me gustó verla así. Así que le devolví el abrazo, y le dije:
- No seas tonta, Trea, no pienso enfadarme yo por eso... Pero que sepas que puedes decirnos cualquier cosa, y que nosotros te ayudaremos. Vamos, sin dudarlo.
Tomo la poción, junto con la comida, por supuesto, y está muy muy interesante poder hacerlo. La verdad, pienso en la cena de hace días que llevo conmigo, y la verdad, no se si me apetece tomarla. Así que creo que la tiraré en cualquier momento que pueda. Vamos. Ahora mismo no pienso que nos vaya a faltar comida...
Me tumbo un rato, diciendo: - Que magnífica comida, ,y que magnífico plan. Todo nos ha salido a pedir de boca. Oh, cielos, magnífico. Pienso dormir un rato, no mucho, sólo para disfrutar esta sensación de estómago lleno...
Cuando me tumbo para descansar, hago unos cuantos movimientos para acomodarme, de modo que no me vean la cara, y saco el objeto que le he cogido a Drake del bolsillo, para examinarlo a la luz del atardecer. Me intriga, pero por ahora, preferiría saber lo que es antes de decirles nada a los chicos.
No, no pensaba tomar el hacha de Drake, me parecía demasiado notorio.
...para examinarlo a la luz del atardecer.
Examinas el objeto detenidamente. Tocándolo, pasando tus dedos por su suave superficie. Es una piedra blanca lisa, de río, muy pulida. Aunque notas que esconde algo más. Por una de sus caras tiene un rostro tallado, que parece muy sereno, con los ojos cerrados, como si durmiese. La otra cara es lisa, sin nada que destacar. El rostro sereno te transmite tranquilidad, te relaja, y te ayuda a descansar. Sujetarla en tu mano te transmite una energía serena, te hace ser consciente de todo lo que te rodea, y te ayuda a confiar y a estar tranquilo. Esa piedra no es sólo una piedra, pues notas la energía que brota de ella.
Tirada oculta
Motivo: Examinar objeto
Tirada: 2d6
Resultado: 12(+1)=13 [6, 6]