ellos para seguir aprendiendo tienen que ir al Templo de Luz en ¿Abantis? y hasta entonces... tú me puedes enseñar a convertirme en druida
- Koff, koff... va a ser difícil eseñate Tra... no ecuxas! ¡Ja! Koff! Es Berod ken tene ke ir a Abatis. Ruper debe ecotar su popi camino... koff... y no será fácil, koff, koff, koff, KOFF, KOFF!!! A ti te eseñaré todo lo ke sé, umm... o lo itetaré al menos... koff, poke... eres dura de moyera, Koff, koff!
- Bueno, Maestro, ahora he de llamarte ¿Maestro?.
- Pede ser un ben comezo... sí! Koff! Joven apediz. Yo... koff, koff... tú serás Semiya. ¡Ja, ja! Sí, eso eta ben... koff! Pekeña, dura, con feza... Koff! Cecerás, apederás y serás fete, Semiya. Koff, koff!
¿Dónde tienes para prepara café?
- Podis comer los tes. Pero... Koff, koff... ¡Semiya! Mira... Koff! Tu pimera lecón será peparar ago con ebas, ago de comer, koff, usado el recetari ke te acabo de dar... koff! Toma, az una ifusón de Ebabuna, Jejibe y Limón. Koff, si la peparas ben podés comer los tes, y te daré esa tetera, koff, koff! -el viejo entrega a Trea un manojo de hierbabuena y un poco de limón y jenjibre.
En tus manos el viejo druida, tu nuevo Maestro, pone tres cosas:
Hierbabuena, Jenjibre y Limón
Con estos tres ingredientes debes preparar una infusión que os de de comer a los tres, ayudándote del recetario que te acaba de entregar.
Pues si, que va a ser difícil aprender del viejo druida, sobretodo porque no pillo ni la mitad de lo que dice. Esto va a ser un largo, largo aprendizaje.
Me pongo manos a la obra con mi primera receta de alquimia, cojo mi nuevo cuaderno y sigo las instrucciones -"¡ay! con lo bien que le tenía pillado el truco a la cerveza y lo buena que ya me estaba quedando..."- me pongo nostálgica
Motivo: Preparar infusión
Tirada: 2d6
Dificultad: 16+
Resultado: 8(+4)=12 (Fracaso) [3, 5]
:( Vaya como me estreno!!...:( gasto 4 de cansancio pa que podamos desayunar algo y no quedar tan mal la primera vez
En cuanto Berod quiere disculparse, casi no le dejo. Le doy un buen abrazo, y dejó que las palabras de Opilaf lo expliquen todo. El pequeño gran Berod es un amigo único, y no lo perdería por nada del mundo, ni a Trea.
Al momento, el anciano empieza a hablarnos. De pronto, con lo que me ha dado el druida, la flauta de mi madre, me siento en paz. Creo que entiendo. Escucho a Opilaf, y todo lo que dice sobre nuestras posibilidades, y los tipos de magia. Cierro los ojos e intento entender las palabras que dice. En su mayor parte lo entiendo, y descifro lo que quiere decir sobre los tipos de magia, pero... No entiendo cuál es la mía. Lo que si me queda claro, es que tendré que aprender a tener paciencia, porque dice que no me puede más que enseñar el comienzo... Y para el resto, unas hojas. Las miró con cara de no entender, pero digo en voz alta: -
-Trabajare para entenderlas, oírlas, y aprender, sea como sea. Y me dejaré enseñar... -digo, aunque se que me cuesta... -Y, si, escucharé a mis amigos. Chicos, os lo prometo.- Digo, haciendo referencia a lo que ha dicho de que sobre mi hay una sombra, y que mis amigos pueden salvarme, o guiarme. No lo entiendo, pero creo que ahora tengo que aprender.
-Se, señor druida, que tengo que buscar mi camino, pero me ha dicho que algo puede enseñarme, estoy dispuesto a aprender. -Digo, mientras Trea prepara lo que le ha pedido. - ¿Intento escuchar a las hojas?
El viejo Opilaf nos habla largamente sobre el trágico episodio ocurrido en el Templo de la Luz, sobre los padres de Rupert y los míos, y nos ayuda a comprender nuestro pasado... Después, nos explica cosas increíbles sobre nuestros poderes... Lo escuchamos boquiabiertos... ¡quién iba a decirnos que nuestro destino era convertirnos en magos...!
Escucho con atención sus explicaciones, mientras nos ofrece a cada uno un objeto que nos permitirá progresar en nuestro camino... El mío, al parecer, debe llevarme a Abatis, o Abantis... Cuando recibo el pergamino de Koriel pienso con una punzada de inquietud en la arqueta que tiró el Tío Lanos en Adalas... demonios, ¡la estatuilla de Koriel que talló mi padre estaba dentro! Nuestra partida apresurada de Adalas no me permitió acercarme cuando no hubiera nadie... ¡ojalá siga allí...! Examino el pergamino para leer su contenido.
- Señor... veo que este pergamino tiene escritas alabanzas a Koriel, el corcel del dios de la Luz, Pelor... pero... ¿qué debería hacer con él...? Sus palabras... hay algunas que no entiendo, ¿podríamos leerlo? - Me vuelvo para mirar al viejo Opilaf. - Y... mi padre me regaló una figura de Koriel que talló en madera cuando era pequeño... ¿puede ser que... que tuviera relación con este pergamino...? Le... ¿le dio alguna indicación para mí...? Quiero ir a Adalas a por él, ¡no quiero que se pierda, menos aún si tiene algo que ver con todo esto!
Me muerdo los labios con impaciencia... Siento que se abre delante de mí un nuevo horizonte que me abruma... ¿estaré a la altura?
¿El texto del pergamino es legible para mí? Como no estaba seguro, he dado por sentado que hay cosas escritas muy profundas para mis capacidades lectoras basiquillas de aldeano, jaja :)
Gracias por la indicación, Máster :) Como tenemos que devolverle la piedra de Rao a Drake buscaré allí la estatuilla de Koriel. Si no estuviera ya la arqueta, ¿aún podría invocarla usando la Corrupción?
Mientras "Semilla" prepara la infusión alquímica, el viejo druida os responde:
¿Intento escuchar a las hojas?
¿qué debería hacer con él...? Sus palabras... hay algunas que no entiendo, ¿podríamos leerlo?
- Yo... ja, ja, koff! No... no debo daros todas las repetas... koff, koff... así sin más, koff... agunas debis ecotalas vosotos mimos... debis bucar ben, analizar ben los ojetos ke os e dado... koff! Deto abegan magi, gadan un gan poder en su iteror... Pasad tepo con eyos, koff, analizalos... koff! ¡Setilos! Y ecotaris las repetas ke abos bucas...
¿puede ser que... que tuviera relación con este pergamino...? Le... ¿le dio alguna indicación para mí...?
- Koril, koff, es un exaca my venerado en las adas de bokes... koff... sobetodo cado se kere inicar a los ifates, koff, koff, en la seda de la Luz... ¿Relacón? ¡Ja, ja! Todo etá relacinado... Berod... koff, ja, ja, koff!
Uñasucias sigue riendo cuando Trea vuelve con la humeante tetera.
- Ummm... eso ule my rico, Semiya, koff, koff! Ve ke lo as cosegido... ja, ja, ja! As peto muxo epeño en eyo... y por eso eta tetera es tuya. Koff, koff. ¡A! Ja, ja, ja, koff, koff, koff!! Y eto tabén, toma, sin ebas no podás acer más ifusines, ja, ja, koff!
El druida sonriente da un trago a la sabrosa infusión de Hierbabuena, Limón y Jenjibre, tras entregarle a Trea la pequeña bolsa de tela donde antes guardaba las hierbas, y la tetera cuando se enfríe, claro. Cada uno podéis beber de la infusión (que es mucho más que una simple infusión), la primera poción que Trea elabora, ayudándose del cuadernito y las hierbas que Opilaf le ha entregado.
La infusión de Trea os deja a todos el Hambre a 0 :)
[el efecto de la poción es de -(2d2+2)Hambre, a repartir entre los que la beban]
¿El texto del pergamino es legible para mí?
Debería...
La Piedra de Rao que guardas en el bolsillo te acompaña en todo momento. Notas su presencia, su calor. Notas la seguridad que te ofrece, y el valor que infunde en ti. Es agradable tenerla cerca, y cuando sientes miedo, o inseguridad, o cuando alguna duda te asalta, simplemente con tocarla vuelves a sentirte bien y todas tus inquietudes y miedos desaparecen.
Me pongo muy contenta cuando les voy ofreciendo a cada uno la taza con la infusión que he preparado. - Gracias Maestro- le digo entusiasmada por regalarme su tetera y una bolsita de hierbas.
- Y ahora, ¿cuál es nuestro siguiente paso, Maestro? ¿vamos a por la estatuilla para Berod o nos enseñas a embrujar al sauce para que se convierta en un puente?- le pregunto recordando el primer hechizo que más me impactó.
La respuesta que nos da a Rupert y a mí el viejo Uñasucias es algo enigmática, pero tiene sentido... parte de nuestro aprendizaje estará en familiarizarnos y aprender a usar esos objetos. Exactamente del mismo modo en que Trea ha empezado a utilizar los suyos, elaborando una deliciosa infusión.
Mientras el Anciano nos hablaba, Trea se acerca llevando consigo el olor de la mezcla de hierbabuena, jengibre y limón. El primer sorbo ya me hace sentir a tono y saciado, ¡está increíble!
- Mmm... ¡qué rica está la infusión, Trea! - Le digo sonriendo, desde luego, se merece la recompensa del viejo Opilaf... no tengo ni idea de cómo la habrá elaborado, pero me deja en el cuerpo la misma sensación que tendría de haberme zampado un cuenco de estofado.
Mientras pregunta al Anciano sobre nuestros siguientes pasos, me fijo en él. Este misterioso hombre del bosque nos ha observado desde que nacimos... nos ha... guiado hacia el camino que tenemos por delante. Ha conocido a nuestras familias, y... en lugar de recurrir a los soldados o al gobernador de la Aldea, confía en nosotros para protegerla. ¿Estamos... estamos destinados a ser los... los protectores de Adalas...? ¿Tendría él, hace muchos años, otros compañeros que le ayudaban en esta tarea...?
Mi cabeza bulle con mil preguntas, pero tengo la sensación de que quizá debo buscar las respuestas más allá de su isla, desde donde nos ha abierto los ojos al mundo exterior...
- Y ahora, ¿cuál es nuestro siguiente paso, Maestro? ¿vamos a por la estatuilla para Berod o nos enseñas a embrujar al sauce para que se convierta en un puente?
- Ja, ja, JA, ja, jA, koff, koff, KOFF! ¡Semiya! Vo ke la pacica no es tu puto fete... ja, ja, koff. Paso a paso, joven apediz... una semiya no bota de repete para covetise en un enome y fete sace... koff, koff. Cro ke veto pimer paso es más ir a bucar a Mulateta, para devovele su Peda de Ro y pedile ke os de la aketa de Berod, koff, koff, sí, él la tene ara... sí, koff, koff!
En tu mente: - Antes de pronunciar la Palabra, debes aprender a escucharla, luego a leerla.
Mientras escucho la voz del anciano, me empiezo a dar cuenta de lo bien que huele lo que prepara Trea "Semilla", y ante los nervios de no saber qué hacer, me meto la mano en el bolsillo, donde está el pequeño ídolo de Drake, y se nota en mi cara lo que me tranquilizó. Asiento a lo que dice el druida, y tomó la infusion-pocion de Trea.
¡Qué pasada!- Exclamo, sin poder contenerme. Me puede lo sabroso y especial de aquella poción que envolvía de sabor mi boca y me encontré saciado. Me senté un momento en el suelo y suspiré, satisfecho.
Luego, escucho y asiento. -Bien, estoy de acuerdo. En aquel momento me pareció buena idea ver qué tenía Muelatuerta en los bolsillos, y aunque me parece que es algo poderoso y tranquilizador, siento que ahora debería devolverlo, y además, nos puede servir para entablar conversación con el. Y además, debo encontrar la solución de estas hojas. Propongo que vayamos a Adalas, como visitantes, y que busquemos a Drake para darle esto. -dije sacando la figurilla- y coger lo que necesita Berod. Y de ahí, acompañar a Berod, y yo ir... ¿localizando mi camino? ¿No? Bueno... Si me dais un momento... empiezo ya.
Mientras decía eso último, tomaba las hojas y la miraba, con cuidado. Las miré atentamente. Luego recordé que debía escucharlas, y cerré los ojos, tocando tan solo una de ellas. La palpé del derecho y del envés, la pasé por la Palma de mi mano, mi cara, la acerqué a mis orejas .. me sentía un poco tonto, pero...quien sabía dónde estaba el secreto...
Motivo: Sabiduría con las hojas
Tirada: 2d6
Resultado: 10 [6, 4]
Edito para añadir tirada y algo sobre las hojas
Al oír en mi cabeza la voz del viejo Opilaf, me concentro para responderle.
- Gracias... gracias por ayudarnos a comprender... por permitirnos saber todo lo que pasó en la aldea. Y por enseñarnos el camino que deberemos tomar... Haré... haré todo lo que pueda para aprender a escuchar, a leer y a pronunciar la Palabra.
En silencio, sonrío al viejo Uñasucias mientras habla con Trea... no sé ni cuándo ni cómo iré a Abatis, pero... si estoy seguro de algo, es de que echaré de menos al viejo y a su isla.
Mientras decía eso último, tomaba las hojas y la miraba, con cuidado. Las miré atentamente. Luego recordé que debía escucharlas, y cerré los ojos, tocando tan solo una de ellas. La palpé del derecho y del envés, la pasé por la Palma de mi mano, mi cara, la acerqué a mis orejas .. me sentía un poco tonto, pero...quien sabía dónde estaba el secreto...
Poco a poco las hojas van mostrando su verdadera naturaleza, te dejan oírlas, te dejan sentirlas... al cerrar tus ojos te llevan a lo más profundo del Bosque, a los lugares ocultos entre las sombras, a los nidos de las Lechuzas, a las guaridas de los Lobos, al pico quemado del Monte Ocha, que pudiste ver cuando estabas bajo el efecto de la poción del druida... el pulso se te acelera, y comprendes sus sonidos, los sonidos de todos estos lugares y alguna de estas criaturas... una idea se forma en tu mente, inducida por algún tipo de frío silbido o viento lejano "pasa la mano sobre las hojas".
Lo que nos cuenta el viejo Opilaf me alegra... podremos cerrar lo que sentía como un asunto pendiente al devolverle cierta paz al leñador. Además, ¡resulta que tiene mi arqueta! Confío en poder llegar a un acuerdo con él para recuperar la figura de Koriel, y... bueno... me gustaría poder conservar algo más...
- ¡Genial! Muchas gracias por ayudarme a buscar la arqueta, chicos - Les sonrío agradecido. - Quizá podamos averiguar algo sobre dónde debe empezar tu camino, Rupert... Ahora... ahora hay cosas sobre Adalas que antes ni imaginábamos... ¡quizá volver allí con nuevos ojos nos da alguna pista más!
A continuación, Rupert empieza a examinar sus hijas, y guardamos silencio mientras las observa, las acaricia... Consciente de que apenas he dedicado un momento a mirar mi pergamino, vuelvo los ojos sobr él.
Tiene una textura rígida y suave... Pocas veces había tenido entre mis manos algo tan valioso, los chicos de Adalas aprendíamos rudimentos de escritura en tablillas de barro, mucho más baratas y comunes para anotar cosas del día a día... En el pergamino no hay sólo palabras, eso puedo sentirlo a poco que me concentro y mis ojos recorren la fina caligrafía... No sé si es cosa de mi imaginación, pero empiezo a sentir leves susurros... son rítmicos y algunas partes parece repetitivas, pero no distingo nada claro... ni siquiera podría afirmar que son palabras, y no el arrullo de la brisa en las hojas de los árboles. Aún así, me concentro cuanto puedo en ir más allá de las palabras...
Motivo: Escuchar y leer las palabras (Agudeza + Saber de la Religión)
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+2)=11 [6, 3]
Hago tirada para intentar percibir algo oculto en mi pergamino... y he vuelto a tirar mal (quería sumar +2 Agudeza y +2 Saber de la Religión)
Consciente de que apenas he dedicado un momento a mirar mi pergamino, vuelvo los ojos sobr él.
Tiene una textura rígida y suave... Pocas veces había tenido entre mis manos algo tan valioso, los chicos de Adalas aprendíamos rudimentos de escritura en tablillas de barro, mucho más baratas y comunes para anotar cosas del día a día... En el pergamino no hay sólo palabras, eso puedo sentirlo a poco que me concentro y mis ojos recorren la fina caligrafía... No sé si es cosa de mi imaginación, pero empiezo a sentir leves susurros... son rítmicos y algunas partes parece repetitivas, pero no distingo nada claro... ni siquiera podría afirmar que son palabras, y no el arrullo de la brisa en las hojas de los árboles. Aún así, me concentro cuanto puedo en ir más allá de las palabras...
El Pergamino contiene un gran Poder, eso puedes sentirlo. No es un papel cualquiera, no está escrito, como has comprobado, con simples palabras. De hecho no son palabras, son Palabras. PALABRAS. Las Palabras Divinas y Sagradas de Pelor, escritas en un Devocionario a Koriel. Este Pergamino guarda los secretos para orarle al Corcel Divino y rogarle por su Favor. Estos Ruegos se realizan en forma de Canto, y estos Cantos, estas Oraciones, deben contener la Palabra Divina. Pero ¿cuál es esa Palabra? ¿Cómo deben entonarse esos Cantos, esas Oraciones cantadas, esas Plegarias? Está claro que la Palabra es la Clave, y la Bondad, el Valor, la Verdad... y la Luz que prevalece sobre todas las cosas. ¿Cómo hacer entonces? ¿Cómo? ¿Acaso "pasando la mano sobre el pergamino" podrás aprender sus secretos?
Cualquier objeto con palabras de colores es mágico. Cada color significa algo distinto.
Dejáis atrás el mágico islote del druida, con intención de devolver la Piedra de Rao a Muelatuerta, recuperar las cosas de Berod, y de paso experimentar Adalas de un modo algo distinto: sin ser recordados, y siendo tratados como forasteros...
Seguimos en 05 Más allá del Bosque. La última escena, que será el cierre de esta partida.