Partida Rol por web

Orbis 3: Uldatar [DM03/21]

01 Leabaidhisbiadh Anodiras

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28/02/2021, 20:01
Ûldatär

Almenara del Último Fuego

La audiencia con el Barón en la Almenara del Último Fuego es, como siempre, inquietante. Está algo enervado por no haber sido él quien encontrara el artefacto. Eso le habría ahorrado muchos menesteres para con esos dos desgraciados que compiten con él por el control y el poder. La Marquesa no hace más que cantar y vivir a base de lujos en su castillo blanco, enalteciéndose de ser ella la protectora del Akiteba cuando en realidad es Anodiräs la región que mantiene limpia la frontera. Por otro lado ese subterráneo lleva siglos sin ver la luz del sol ni interesarse siquiera por los problemas de la superficie. A saber para qué quieren este objeto tan poderoso. Nosotros podríamos arremeter contra las Hordas en el Yermo y erradicar este conflicto de raíz, mucho antes de que se produzca.

Te comunica que Militsa y Skadi, dos aventureras con las que se cruzó en el Akerüm, dieron con este objeto y tras esto acudieron a él para pedir consejo. Las leyes ancestrales del Akiteba son claras y los dioses predisponen. Él no puede disponer libremente del artefacto, sino que su uso tiene que ser consensuado por los tres reinos del Ûldatär, representados por estas tres regiones fronterizas. Así pues serán cuatro los votos que decidirán el destino del artefacto, uno por cada facción, y un cuarto para las Elegidas de Beory, que lo custodian. Zeläj enviará a su Portaestandarte y a la Capitana de Exploradores para protegerlo, pues no se fía de las dos aventureras.

a ti te envía para que obtengas el artefacto cueste lo que cueste. Primero debes intentar el consenso y la diplomacia, pero si no es posible, recurre a la violencia y a todo lo que haga falta para que ese objeto de poder termine en las manos del Barón y de Anodiräs. Si lo consigues podréis emprender por fin la campaña violenta de reconquista del reino de tus antepasados, Adarnaj.

Te acompañarán:

    

- Tu fiel y leal Heimdallr.

- La espía Samaj Sarevem.

- La asesina Gü Bàsadä.

- La ladrona Lämh.

- El alquimista Naesän Mhuiseän.

- Y dos mensajeros, dos aprendices de brujo, dos artesanos, cuatro bárbaros del Yermo y diez esclavos. Podrás disponer de ellos a tu voluntad.

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28/02/2021, 20:34
Director

Notas de juego

Esta escena representa el campamento de Anodiräs.

Aquí puedes encontrar a tu séquito, darles órdenes, pedirles consejo, y todo lo que se te ocurra. Puedes venir aquí para descansar, dormir, comer, curar tus heridas... Es una escena para la gestión. Puedes enviar a alguien de tu séquito al campamento de Anelûk o Anelûk con algún mensaje o misión particular, eso debes ordenarlo aquí.

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28/02/2021, 20:45
Ûldatär

Leabaïdhïsbiädh Anodiräs

El tortuoso viaje desde Anodiräs hasta aquí no os ha causado ningún problema. Nada más llegar ordenas a tus esclavos que alcen las tiendas y descarguen las provisiones. Establecerás el campamento hoy y mañana te acercarás al Túmulo para reunirte con los otros diplomáticos.

Notas de juego

Puedes dar las primeras órdenes a tu séquito.

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28/02/2021, 21:04
Anwië Diherôth

—¡Parad! —ordené, alzando la mano con el puño cerrado.

Lideraba la marcha, acompañada de Heimdallr. Tras nosotros, continuaban Gü, Lämh y Naesän... y tras ellos el resto del séquito. A Samaj le había dado la orden de otear el camino por el que nos dirigíamos en búsqueda de posibles... contratiempos... contratiempos que, a su regreso, quedaron descartados.

Fue en ese momento cuando bajé de la montura.

—Montaremos el campamento aquí —añadí, dándo la orden para que los capataces empezaran a azuzar a los esclavos con sus látigos—. Hemos llegado...

Había sido un viaje largo y tortuoso, pero tranquilo. Sin embargo, mis largos años de vida me habían enseñado que esa tranquilidad y esa calma estaban a punto de terminar; la tormenta estaba a punto de venir y sólo los más preparados podrían sobreponerse a ella...

La enervación de Zeläj era más que palpable en la audiencia que había tenido días atrás con él. No sabía mucho del artefacto, Zeläj había sido parco en detalles acerca de su utilidad... En cualquier caso no había que ser muy avispado para traducir su enervación como una muestra de su poder. Estaba segura de que era lo que Zeläj necesitaba para frenar a las tropas de Kaos y reconquistar las tierras perdidas...

Debo hacerme con él...

Si quería recuperar el reino que antaño pertenecía a mi familia, debía traer de vuelta aquel preciado objeto costase lo que costase. No pensaba fallar en mi intento...

—Capataces, cuando esté montado el campamento, construid una cerca de pinchos alrededor —ordené, luego miré a mi séquito más cercano—. Samaj y Lähm, quiero un reporte del campamento de los representantes de ambos reinos: número de personas, defensas que estén montando, puntos débiles, armas que puedan portar, etc. Cualquier detalle relevante. No hagáis nada más, sólo eso. Cuando tengáis el reporte, venid. Si os descubren, haceros pasar por mis mensajeros. Mostrad mis respetos y mi predisposición a... colaborar.

Finalmente miré a Gü y a Naesän.

—Gü, quiero que supervises el campamento. Estoy segura de que no seremos los únicos que queramos conocer a nuestros vecinos. Si encuentras un espía, atrápalo vivo y tráelo a mí. Naesän, en cuanto ti, quiero que prepares venenos... estoy segura de que nos serán de utilidad en el campamento.

Heimdallr, como no podía ser de otra forma, seguiría a mi lado. Finalmente hice un gesto con la mano para que cada uno partiera a realizar las tareas asignadas... Por último, busqué a los bárbaros.

—¡Huested del Yermo, haced guardías! ¡No quiero que nada entre en el campamento sin mi permiso...!

Nada se me escaparía. Nada fallaría en mi plan... el artefacto sería mío.

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01/03/2021, 17:37
Ûldatär

Los capataces (¿los artesanos?) obedecen sin pestañear y de inmediato se ponen a trabajar. Lo primero que hacen tras montar las tiendas es comenzar a talar unos árboles cercanos para construir la cerca de pinchos. De igual modo los bárbaros se organizan para hacer guardias tras montar sus rudimentarios refugios.

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01/03/2021, 17:43
Samaj Sarevem

  

- Yo me dirigiré al campamento de Abatis, mi Tenebrïs. Lämh, tú ve al de Anelûk, ten cuidado con sus cacharros.

Lämh obedece sin decir nada.

Notas de juego

Ambas abandonan el campamento.

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01/03/2021, 17:51
Gü Bàsadä

- Ojalá alguno sea tan necio como para atreverse a entrar aquí. Os lo traeré... vivo, mi Tenebrïs.

Notas de juego

Gü se escabulle y desaparece de tu vista.

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01/03/2021, 17:53
Naesän Mhuiseän

- Me pondré a ello de inmediato, mi señora. ¿Qué tipo de veneno quiere que prepare?

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01/03/2021, 17:57
Ûldatär

Almenara del Último Fuego

Tras lo ocurrido en el Akerüm y lo que allí encontrasteis, buscasteis refugio y consejo en la única persona que podría entender vuestra experiencia: el Barón Archibrujo Zeläj Deserïk. Os dirigisteis hacia el este tomando la vieja Ruta Imperial, hacia Anodriäs, a cuyas puertas llegasteis en pocos días de viaje. Una vez allí, y tras varios intentos, conseguisteis solicitar audiencia ante él en su castillo, la Almenara del Último Fuego. Una negra y esbelta fortaleza con un gran fuego eterno en su cúspide, destinado a orientar a todas las almas perdidas y descarriadas en el Yermo del Kaos.

La estancia en Anodiräs ha durado lo mismo que los preparativos del Cónclave de Ûldatär. Nada más oír vuestra historia, el Barón se mostró contrariado. Pasó días enteros estudiando el objeto extraído del Árbol Sagrado, siempre en vuestra presencia. Hizo llamar a sus más sabios hechiceros y brujos, y también a los más ancianos de entre sus historiadores. No os reveló nada, pero parecía furioso por tener que obedecer la tradición de Ûldatär y no poder quedarse, en ese mismo instante, tan poderoso artefacto para sí.

Una vez convocado el Cónclave, os explicó que vosotras seríais la discordia entre las facciones, pues nunca antes hubo una cuarta voz en el Túmulo. Según la tradición son tres los reinos, tres los embajadores, y tres las voces. Sin embargo esta ocasión es extraordinariamente excepcional, y lo que tenéis entre manos es demasiado importante. Además la Diosa Beory se ha pronunciado y así lo ha dispuesto.

Antes de partir, el Barón ordena que os entreguen ropas de Anodiräs. Y os hace escoltar por su Portaestandarte, Sarïf Aekenür y su Capitana de Exploradores Siliäz Raelük, quien jamás se separa de su leal tigre blanco. Los cinco iréis hacia Ûldatär independientemente de su enviada, la Tenebrïs Anwië Diherôth, que viaja acompañada de su séquito.

Os acompañan:

  

- La Portaestandarte de Anodiräs, Sarïf Aekenür, a quien ya conocéis.

- La Capitana de Exploradores de Anodiräs, Siliäz Raelük.

- Y su fiel y leal tigre, Sireän.

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01/03/2021, 17:58
Director

Notas de juego

Esta escena representa el campamento de Anodiräs.

Aquí es donde dormiréis, y donde podéis hablar con Sarïf y Siliäz, que están bajo vuestras órdenes y tratarán de protegeros en todo momento. Podéis venir al campamento para descansar, dormir, comer, curar vuestras heridas...

Aquí también podéis encontraros con Anwië (quien dirige el lugar) y su séquito, y también pedirles consejo y favores.

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01/03/2021, 18:00
Ûldatär

Leabaïdhïsbiädh Anodiräs

El tortuoso viaje desde Anodiräs hasta aquí no os ha causado ningún problema. Nada más llegar podéis ver que el campamento ya está casi levantado. Anwië da órdenes a algunos elfos oscuros mientras mira a su alrededor, acompañada por su inseparable Heimdallr.

Una decena de harapientos obreros obedece a los gritos de dos capataces para que talen unos árboles cercanos. Se afanan en construir defensas alrededor de las tiendas.

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01/03/2021, 19:36
Ûldatär

Estás hablando con Naesän cuando ves acercarse al campamento a Militsa y a Skadi, las portadoras del artefacto, escoltadas por dos siervas del Barón, la Portaestandarte Sarïf y la Capitana de Exploradores Siliäz, con su tigre. Vienen de Anodiräs, pero no han viajado contigo por el temor del Barón a que tu séquito fuese asaltado.

Vivirán en este campamento mientras dure la negociación.

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01/03/2021, 19:40
Sarïf Aekenür

- Thämadaïnnmhäth, Tenebrïs. No hemos encontrado problemas por el camino. El artefacto, la Guardiana y la Sacerdotisa están a salvo.

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01/03/2021, 20:07
Anwië Diherôth

—Venenos capaces de paralizar el cuerpo en pocos segundos estarán bien... por ahora.

Notas de juego

Me había imaginado que entre los esclavos habría alguno de más rango que azotara al resto para trabajen duro, xD. Podemos dejarlo en que son los artesanos, jaja.

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01/03/2021, 20:12
Anwië Diherôth

Acababa de dar la orden a Naesän cuando vi aparecer a las portadoras del artefacto, siendo escoltadas por Sarïf y la Capitana de Exploradores Siliäz. En ese momento suspiré aliviada y sonreí amablemente.

—Buen trabajo —agradecí, en cuanto fui informada por Sarïf; luego miré a las invitadas—. Imagino que ha sido un largo viaje hasta llegar aquí. Estáis ya en un lugar seguro. Por favor, sentíos cómodas.

En ese momento, alcé un brazo y llamé a uno de los hombres que bajaban los materiales, herramientas y víveres del carromato que habíamos traído.

—Preparad una bandeja con vino, agua y comida. Nuestras invitadas estarán hambrientas.

Tras la orden, volví a mirar a ambas aventureras: primero a la guardiana, de aspecto aguerrido y capaz; luego a la sacerdotisa, de pelo ardiente y mirada sabia. Sin duda, formaban un dúo especialmente interesante. No pude sino volver a sonreír y asentir con la cabeza conforme.

—Yo, Anwië Diherôth, como representante del reino Anodiräs, os doy las gracias —añadí finalmente con voz suave, mientras llevaba mi puño cerrado al pecho e inclinaba mi torso en una reverencia—. Habéis sido capaces de rescatar un artefacto que puede frenar las hordas del Kaos y declinar la balanza de la guerra. Tal hazaña sólo está al alcance de héroes, y es en eso en los que os habéis convertido con vuestro acto —hice una pequeña pausa, en la que busqué con mi mirada el lugar en el que podría estar guardado el artefacto—. ¿Puedo... verlo? Pero no aquí. Por favor, seguidme a mi tienda. Tendremos algo más de privacidad y podremos conversar cómodamente...

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01/03/2021, 22:24
Militsa

Me encontraba temerosa de no saber corresponder la gran responsabilidad que la diosa Beory me había encomendado. Trataba de estar ocupada los días anteriores a los preparativos, la biblioteca del barón Zeläj me sirvió de refugio en esos días. Entre sus libros pude adquirir conocimientos acerca de su reino, sus costumbres y su visión del ciclo de la vida, algo en lo que hice especial hincapié. Necesitaba conocer esos datos de la manera más neutral posible, para hacer una mejor valoración, de lo que en los días venideros ocurriese, cuando alguno de ellos tratara de convencerme.

Al llegar al campamento, la representante de Anodiräs ya estaba casi instalada y fue ella quién nos recibió – Agradecemos tu hospitalidad Anwië Diherôt y gracias al barón Zeläj, tenemos la dicha de contar con tan excepcional escolta- vuelvo la vista a Sarïf y a Siliäz, con una pequeña sonrisa de agradecimiento.

- Discúlpenos si declinamos su invitación de acompañarla a su tienda, no lo tome como una grosería, pero el viaje ha sido largo y estamos cansadas. Necesitamos reponer fuerzas- mirando fijamente a Skadi esperaba una sutil señal de que ya nos podíamos retirar a descansar, a menos que ella quisiera añadir algo más.

Notas de juego

Máster quiero hacer tirada para saber más de los habitantes del reino de Anodiras

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01/03/2021, 23:12
Skaði

Todavía se mantenía aquel zumbido en mi cabeza, aquella idea que daba vueltas dentro de mí. Mi aventura había comenzado tan solo por dinero y en cambio ahora caminaba, junto con la mujer que casi me arrebata la vida, por una razón que en parte me era desconocida. Pero entonces miro a Militsa y sin darme cuenta le sonrío. ¿Ahora servíamos a la diosa Beory? Parece que ese era nuestro destino, más allá de la coincidencia o la suerte que habíamos sufrido. También recuerdo a Fardhinn y entonce mi sonrisa se borra de mi rostro.

Al llegar al campamento me coloco al lado de Militsa, ahora también era su guardiana. Todo parecía estar en orden y abandonar los caminos era un alivio después de todos los peligros que habíamos visto.

Inclino la cabeza simplemente como saludo, las palabras nunca han sido mi fuerte. Aunque cuando escucho a nuestra anfitriona terminar frunzo el ceño con molestia ante su petición, dando además por hecho que fuéramos a hacerlo. El artefacto no era un objeto que pudiéramos enseñar a la ligera, no les conocíamos ni sabíamos si podríamos confiar en ellos.

—El artefacto permanecerá oculto hasta el día del Cónclave. Es lo más seguro para todos —respondo con sequedad antes de dedicarle una mirada a Sarïf. 

Quizá estaba siendo demasiado desconfiada por la vida que había llevado. Seguramente la elfa tenía buenas intenciones pero allí había demasiada gente como para arriesgarse.

—Ahora, si nos disculpáis —termino diciendo tratando de parecer un poco más cordial.

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01/03/2021, 23:47
Anwië Diherôth

La negativa rotunda me tomo por sorpresa, e incluso hizo que mi sonrisa dejara paso a una mueca de sorpresa. No esperaba que actuaran con tanta desconfianza con aquellos que le ofrecían seguridad y un campamento en el que descansar. Sin embargo, entendía el motivo de tanto recelo...

—Comprendo: veo que el artefacto está en buenas manos —contesté, volviendo a sonreír cordialmente—. Sarïf, Siliäz, acompañad a nuestras invitadas a su tienda. Procurad que nada ni nadie les moleste.

Sentía mucha curiosidad por conocer más detalles de aquellas dos aventureras... Estaba segura que sus aventuras se convertirían en epopeya recitadas por bardos en todo el continente con el paso del tiempo. Quería conocer más de sus vidas, de cómo habían encontrado el artefacto y las dificultades a las que se habían tenido que enfrentar hasta llegar a él... Sin embargo, era primordial que ambas descansarán bien...

...tendrían una enorme carga a la que deberían enfrentarse en los próximos días. 

—Por favor, comed y descansad —les dije—. Mañana al alba, cuando hayáis recuperado energías, pasad por mi tienda. Sería un placer para mí poder conoceros mejor... 

Finalmente, hice una pequeña señal denontando que podían marchar a su tienda.

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02/03/2021, 00:09
Anwië Diherôth

Sería tan fácil envenenarlas y robarles el artefacto... Sin embargo, pese a la insolencia de aquellas dos mocosa, rechacé mi impulso.

Hacer algo así solo conllevaría la guerra entre los reinos, algo que provocaría que el avance del príncipe de Kaos fuera aún más rápido. Debía ganarme la confianza de las dos aventureras, mostrarles que la única opción que tenían era cederme el artefacto a mí. ¿A quién si no? ¿A esos sucios enanos ocultos en la falsa seguridad de sus montañas? ¿A la Marquesa y su inutilidad salvo para el libertinaje y la negligencia de sus deberes?

No había otra opción, o el futuro del continente estaría perdido... 

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02/03/2021, 00:24
Anwië Diherôth

Notas de juego

Por cierto, ¿qué hora es? He dado por hecho (por alguna razón) que es por la tarde/noche, pero igual aún queda un montón para "mañana al alba", xD. Si eso lo modifico por "cuando hayáis recuperado energías..."