Partida Rol por web

-Si, por la custodia del artefacto no debe preocuparse-

-Agradezco todo cuanto me ha contado, tendré en cuenta sus avisos. Si no requiere de mí otra cosa, no le robaré más de su valioso tiempo. Me ha complacido poder tener esta reunión privada. Le deseo que descanse y gracias de nuevo-agradecí al Vitûr

Voz de Militsa: -* * * custodia * artefacto * debe preocuparse. Agradezco todo cuanto * * contado, tendré * cuenta * avisos * * requiere * * otra cosa * * robaré * * * valioso tiempo * * complacido poder tener esta reunión privada * deseo * descanse * gracias * nuevo.

 Pero supongo que la razón principal por la que ha venido a mi campamento es para solicitar mi voto mañana, ¿no es cierto?

- Podría decirse así, por supuesto. De un modo más diplomático iba a decir "¿qué posibilidades hay de que considere realizar una votación a nuestro favor en el cónclave?", pero me parece ahora muy pomposo - Solté una pequeña carcajada, quitándome un poco de mi propio papel estirado y políticamente correcto. - Así debo decirle que, a nivel práctico, estoy pensando en su propuesta como única opción, por realista, y porque en el fondo, ha hablado claro. La de los druidas no me parece desarrollada, la de Abatis no me parece definida y me parece hasta peligrosa. - Expliqué como cierre de la conversación.  - Claro está, que sabiendo que los votos podrían ser mutuos, la decisión está clara - Dije con una sonrisa 

- No sabe cuanto me alegra escucharla decir eso, sacerdotisa- digo con una amplia sonrisa- Temía que mi falta de un plan específico no fuese bien vista... pero no podía dar una respuesta que no tengo. 

Me alegra tener a la sacerdotisa unos momentos para mí, para poder exponerle mis argumentos sin cuestiones ni interrupciones de los otros candidatos:

Sacerdotisa- continúo iluminado- Pelor, El Brillante, es considerado el creador de todo el bien que puebla el mundo. Nuestros Paladines Pelorian persiguen el mal y la oscuridad y dan fuerza y consuelo a los inocentes. Nuestros Clérigos sanan a los enfermos, bendicen los cultivos, ayudan a los necesitados... No conozco el poder del artefacto, pero dudo que no pueda servir a alguno de estos propósitos. 

Miro unos momentos a Militsa a los ojos intentando adivinar el efecto de mis palabras en ella.

- Si me permite, Sacerdotisa, y dado que fue su propia propuesta, me gustaría saber como podría ser usado el objeto por los druidas. Ya que mañana tendremos que votar alguna propuesta, me gustaría saber todo lo posible de todas ellas.

Siento la sinceridad en sus palabras, me complace su discurso y más aún en privado, sin interrupciones ni juego de intereses.

-Al escucharlo, entiendo que su Dios Pelor es totalmente bondadoso, puesto que en ningún momento ha mencionado otro tipo de interés que no sea el bien del prójimo- le contesto con una sonrisa amable.

-En cuanto a mi propuesta, se trata ante todo de que sean los propios “hijos” de Beory los que gestionen su poder. Como sabrá es su Diosa y por tanto, no le darán un mal uso a su poder, ya que de los atributos más destacables que poseen son su rigor y su ecuanimidad- explico con cierto detenimiento en las palabras que utilizo para hacerme comprender mejor.

- Igualmente, elegida. Espero que descanse, y que nada turbe su descanso. Llévele mi saludo a la elegida Skaði, pero sobre todo un abrazo al druida Opilaf. - Me despedí, amablemente, con cariño y con atención. 

Voz de Rupert: - Igualmente, elegida. Espero * descanse * * nada turbe * descanso. Llévele * saludo * * elegida Skaði, pero sobre todo * abrazo * druida Opilaf.

- Entiendo. Estoy convencido de que en sus manos, el poder de Beory sería usado de forma objetiva y eso es algo que me tranquiliza. Meditaré la posibilidad de que mi voto vaya para los druidas. De todos modos, creo que mañana aún nos quedan algunas conversaciones pendientes. Me gustaría escuchar a Opilaf defender su candidatura.

De todos modos, creo que sea quien sea el custodio de la joya...no me gusta llamar "poseedor" a aquel que obtenga su derecho, -digo haciendo una pequeña referencia a la forma de la Tenebris de referirse al objeto- imagino que el deseo de Beory es que sea usado en beneficio de todos los pueblos, especialmente en la lucha contra el Kaos.

Una última cosa por mi parte, a no ser que usted necesite algo más de mí, sacerdotisa-me acerco a ella para hablarle al oído, no quiero que oídos indiscretos escuchen lo siguiente-  Vimos en el descanso del Cónclave que usted portaba el objeto. No sé si lo lleva encima ahora, no es necesario que me lo diga, no es lo que pretendo, pero ha llegado hasta mí información de vital importancia que necesitan saber usted y la Guardiana. Alguien muy peligroso va detrás de él desde hace años, y no debe andar lejos. Sirve al Príncipe del Kaos y quiere el objeto para entregárselo. Hoy nuestro campamento fue atacado por unos hombres que había infiltrado entre mis mercenarios, y haciendo averiguaciones para esclarecer el asunto he conseguido esta información. Tenga mucho cuidado.

—A los druidas, la proposición de ser los portadores del Artefacto les ha resultado tan improvisada como a nosotros. No dudo del juicio de las Enviadas, y estoy segura de que podrían hacer buen uso de él. Pero considero que tanto el Reino de Anelûk como el Reino de Anodiräs son dignos merecedores, y justos candidatos.

Devolví su sonrisa con otra amistosa, al tiempo que asentía con la cabeza.

—Por lo tanto... tiene razón: la decisión está tomada.

Incliné la cabeza, asintiendo ante las palabras de la elfa. Era un pacto honorable, justo, que aseguraba que, al menos, el honor de las mejores propuestas quedaba ajustado. Iba a hacer un gesto de despedida, pero antes de ello, pregunté: 

- Permítame la indiscrección, pero, ¿han tenido algún tipo de incidente o problema en el campamento provocada por agentes externos? Nosotros si, pero hemos localizado la causa, y eliminado las consecuencias. Hemos localizado un campamento de ladrones en las cercanías, que no debería estar ahí. 

—No es indiscreción alguna —le contesté—. Y no sois los únicos en... tener que lidiar con problemas externos. Por casualidad, ¿esos ladrones de los que habla... portaban un estandarte cuyo emblema era una cabeza de león blanco sobre un escudo negro? Si es así, nos hemos enfrentado a los mismos enemigos.

Agradecía que el Vitûr hubiera sacado el tema. De hecho, mi rostro se puso serio en ese momento.

—No debe preocuparse, también nosotros les hemos exterminado. Sin embargo, no hemos podido averiguar qué planeaban... ¿habéis tenido más suerte al respecto, Vitûr?

- Creo que es algo que hay que comentar pues en el Cónclave. Que haya enemigos de los que no sabemos el origen no es algo que a mi me guste. De hecho, lo poco que he podido averiguar es que había un "Él" detrás, y eso me hace sospechar, sospechar de nuestro común enemigo. ¿No le parece? Eso cambia las perspectivas. Está más activo de lo que parecía. - Concluí, con cierta mirada preocupada. 

—¿Él? ¿Se refiere al... Príncipe?

Me tomé un segundo para digerir aquella noticia.

—El Príncipe del Kaos nunca ha dejado de estar activo —comenté—. Pero el hecho de que haya podido enviar grupos armados hasta aquí ciertamente es preocupante y demuestra que... está preparado para avanzar. Debemos colaborar para evitar la catastrofe, Vitûr.

Fruncí el ceño, y miré fijamente al hombre que tenía delante.

—Las Enviadas deben saberlo...

- Sólo me dieron referencias a que quien nos generó el conflicto, estaba al servicio de "Él", quién le proporcionaba poder y gentes. Tanto le temían que no dijeron nada más. Temo que sea el "Príncipe", si, de quien me hablaban. No puedo asegurarlo, pero lo temo. - Dije, con una nube de preocupación cruzándome la cara. El temor era grande. - Les pedí a las Elegidas qeu tuvieran cuidado, y me dijeron que lo tendrían. Quizás mañana en el Cónclave tengamos que hablar esto abiertamente.