Definitivamente, aquella era nuestra oportunidad. Por nuestro lado empezaban a flaquear, y de hecho ya estábamos contra sus líderes. Thömtûin Aurjammer está peleando contra el jefe de los bárbaros, concentrado, sereno, con ardiente rabia, y yo por otro lado me coloco en disposición de atacar a la bruja.
- Börn Dûnin! Lyftû hamrûnûm aftur og haltû áfram, eins og í blóðsmiðûnûm! - Dije, animando a los enanos del otro lado, mientras encaraba a la bruja, mirando que había llegado tarde, que ella ya estaba intentando hechizarme. Cerré los ojos, contuve el cómo la cabeza se me intentaba ir, el cómo intentaba maldecirme, controlarme...
Tuve que sacar fuerzas de flaqueza. Me di cuenta de que debía resistirme, de que no podía caer en ese momento, y de que debería usar toda mi voluntad en seguir intentando atacarla. Cuando llegó el momento, intenté realizar movimientos tan complejos y hábiles, pero el cansancio de ese enfrentamiento mental quizás no me hizo ser tan efectivo .
Motivo: Voluntad
Tirada: 2d6
Dificultad: 14+
Resultado: 7(+2)=9 (Fracaso) [6, 1]
Motivo: Ataque CCA
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+5)=12 [3, 4]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 6 [4, 2]
Motivo: Daño explotado
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Ponle 5 de cansancio. Pienso destrozar a esa bruja.
Dejo daño por si hiciera falta.
¡Hijos de Dûnin! Levantad nuevamente los martillos y mantened el ritmo, como en las forjas de sangre!
Si añado 5 de Cansancio tendrás 18, superarás 15, y te volverás loco.
Siento haber tardado tanto en responderte esto.
En dirección al Túmulo ves cómo se forma una espiral de nubes en el cielo, sólo allí. Algo más relacionado con la magia que con la naturaleza. Las nubes se iluminan de verde desde abajo, también de rojo, amarillo y violeta. Esas nubes dan una lluvia fina, formando arcoiris. A los pocos segundos todos los presentes quedáis absortos por el espectáculo, excepto el konstrûkto, ajeno a todo, que sigue golpeando a los bandidos. Amina pierde la concentración, pero tu mente ha sido asaltada y dañada.
Sobre el bosque ves cómo asoman árboles luminosos, mágicos, de los colores que hace unos segundos iluminaban las extrañas nubes. Unos árboles cargados de poder, que mucho tienen que ver con el artefacto de Beory. Ante esta visión, la bruja parece contrariada, y aprovechas para propinarle un golpe final, cortando su cuello con tu espada. Erik reacciona rápidamente, y ordena a sus hombres batirse en retirada. Ninguno lo consigue, pues los enanos les persiguen hasta acabar con todos.
Erik van Hunden es el único en conseguir escapar, invocando un hechizo y transformándose en una nube de cuervos que se dispersan en el cielo y se pierden entre los árboles.
+1Corrupción.
Seguimos en El Bosque de Beory.