Agarro el teléfono de las manos de Carl al ver su cara de horror, "Lo que haya pasado, no podemos hacer nada. No tenemos mapa ni medios para salir de aquí, lo lamento". Seguidamente pregunto, "Alguien tiene alguna sugerencia?"
Escudriño la habitación en busca de algún plano o mapa que me permita conocer mejor el lugar en el que estamos.
¿Alfonzo? ¡Alfonzo, contestame! Arrojo el teléfono al suelo, enfadado. ¡Mierda, joder! Trato de calmarme y pensar en frio, para buscar una posible solución. Estamos casi al otro lado de la ciudad, y con todas esas cosas afuera, no creo que podamos llegar allí rapidamente. Pero si no lo hacemos...Miro a Milo, y luego a Rosa. ¿Que debemos hacer? Segur...Al escuchar los ruidos de la puerta, me sobresalto. Sin pensar un segundo mas, reviso con prisa el escritorio en donde debería estar la pistola reglamentaria.
¡Joder, que esas cosas van a entrar! Tenemos que salir de aquí. Voy directo hacia la ventana, buscando alguna forma de salir.
Milo revisa la habitación. En la pared, un gastado y antiguo mapa de ciudad enmarcado descansa silencioso. Está lleno de alfileres de colores, representando distintas sucursales.
Carl, al abrir un cajón, encuentra una Colt Semiautomática con el cargador lleno (17 balas), y una caja de reserva con 20 balas mas.
Rosa se acerca a la ventana y descubre una pequeña y arruinada escalera de incendios que desciende justo a la puerta por donde entraron. Puede ver, desde allí arriba, como cinco personas se agolpan en la puerta del almacén intentando entrar a la fuerza.
[/URL]" alt="" />[/URL]" />
¡Miren, por aquí podemos bajar! Señalo a mis compañeros la salida de emergencia. Tendríamos que esperar a que entren, y luego correr, pero...¿hacia donde? Miro a Milo, que observa el mapa con cuidado. Espero que podamos confiar en él, parece saber mas de esto que cualquier otra persona.
Miro por la ventana, para ver que ocurre afuera. ¡Carajo, mas de esas cosas! Al escuchar la idea de Rosa, propongo intentar lo siguiente. Frente a nosotros hay unos edificios de apartamentos. Seguramente podremos refugiarnos allí. Pero para eso, tendremos que atraerlos hacia aquí arriba, o no nos darán tiempo a escapar.
Sólo porque son departamentos no estarán infestados de esas cosas?- pregunto a Carl con un tono de obviedad. "Claramente llegarán aquí tarde o temprano y la idea de Rosa no suena descabellada; tal vez deberíamos correr hacia el depósito de autos y, con suerte, algún automóvil podría funcionar. Así podríamos escapar, pero es arriesgado y no aseguro la supervivencia de todos. Vamos a arriesgarnos?"
Esto se está complicando. Tendré que pensar en otra posibilidad.
Alguno de ustedes tiene un auto o vehículo?- Eso podría ayudar...pero lo dudo...y mucho.
El mio está en mi casa, pero queda en la Zona Éste. Tardaremos bastante en llegar. Pienso lo que dijo Milo, y asiento con obviedad. Suena mejor tu idea, deberíamos probar allí primero. Salgo de la caseta y miro hacia abajo por la baranda. ¡Ustedes prepárense para salir por la ventan, cuando entren, yo les distraeré! Saco mi Colt y apunto con nervios hacia la puerta. Carajo, puedo llegar a morir aqui...
Me quito los zapatos y los arrojo hacia abajo. Estas cosas me molestarán para correr. Luego miro a Milo y le digo, con una sonrisa. Las damas primero. Y me preparo para salir en cuanto esas cosas entren.
Los golpes en la puerta se vuelven cada vez mas incesantes. Una de las cajas apiladas cae al suelo, liberando un espacio que deja pasar a tres brazos, todos putrefactos, con horribles heridas. Alguna mano sin un dedo trata de entrar desesperadamente. Los aullidos de aquellas cosas ahora suenan desesperados, hambrientos. La puerta va cediendo poco a poco.
Sostengo mi sombrero con una mano, mientras con la otra llevo mi cuchillo de combate. Esta porquería va a ayudarme un trecho, luego....quién sabe... Espero en cuclillas en el borde de la ventana; giro y le digo a Carl "Te vemos abajo, suerte", pero un sentimiento de pérdida azota mi pecho y pienso que tal vez no vuelva a verlo.
Mientras tanto, digo a Rosa "No te despegues de mí si quieres llegar en una pieza"
¡Eh! ¿Quien te has creido? Que yo puedo cuidarme sola. Le hecho una mirada de desprecio a Milo, y me preparo para bajar las escaleras. No me agrada mucho este sujeto...pero al menos intenta cuidarme. Tendré que tratarlo un poco mejor...
Al final, la puerta cede, cayéndose todo lo que la bloqueaba, y produciendo un estrépito. De afuera entran 5 siluetas tambaleantes. Una de ellas no tiene un brazo, y a otra le falta un ojo y una oreja. Todos están igual de deshechos. Se toman un segundo, y luego avanzan hacia la escalera, lentos, arrastrando los pies.
Al ver entrar esas cosas, siento como la adrenalina corre por mi cuerpo. Lanzo un grito al aire, indicándole a mis compañeros que se preparen para salir. ¡Esperen a que estén en las escaleras! Luego salgan lo mas rápido que puedan.
Apunto mi Colt, y lanzo 6 disparos.¡Mueran, joder!¡Mueran!
Novatos...siempre ansiosos...Estoy preparado para saltar hacia las escaleras y correr hacia el depósito. Lo veo en la distancia y el camino ya me parece eterno.
Cuando Carl dé la señal, vamos- digo a Rosa. Un sentimiento de cotidianeidad me aborda. Aquí vamos...gajes del oficio. Suspiro profundamente.
Carl dispara y atraviesa el pecho y brazos de aquellas criaturas. Una de ellas cae al suelo al impactar una bala en el craneo, y entre espasmos horrorizantes se detiene, quedando inherte en aquel lugar. Los otros cuatro llegan a la escalera, y, arrastrándose, comienzan a subir.
Esa es la señal! Salto hacia las escaleras y corro hacia abajo mientras guardo mi cuchillo de combate. Me quedo de pie en la puerta y espero a Rosa y a Carl. Apuren! No hay tiempo que perder...