Partida Rol por web

sin pensarlo mucho...
vamos que esperas?
y empiezo a diriguirme de la manera mas rapida y segura hacia el hospital.
mantente atento y quedate serca mio, hare lo posible por mantenernos con vida
dogo mientras hago una mueca casi macabra, exitado por la emocion, emocionado por la situacion.
se que todo es pocible aunque todo diga lo contrario.

¡Gente en el hospital! ¡Estamos salvados! Aunque no por mucho tiempo si nos quedamos varados en este sitio. No me lo pienso dos veces: echo a correr y trato de tomar carrerilla para saltar al otro lado. Con suerte, llegaré sano y salvo y no me daré un resbalón. Con suerte...

 Corren desesperados como si de eso dependiese su vida (aunque, realmente, es así). Detrás suyo, la monstruosa araña avanza a tropezones por el techo. Pueden sentir aquel fétido hedor que emana de sus mandíbulas manchadas de sangre y veneno. Otro disparo entra en su cuerpo. El chillido que suelta ese monstruo les golpea la cabeza. sus tímpanos podrían estallar con solo un segundo de escucharle.

 Otro llamado desde el hospital les apura, y por fin llegan al último techo de la cuadra, enfrente está el hospital. Para su desgracia, desubren que la escalera de incendios está atestada de zombies. Dos segundos mas tarde, algo cae del cielo: una pegajosa bola verde se estrella en el soporte de hierro de la escalera y esta comienza a derretirse y a ceder. A los pocos segundos se estrella contra el suelo aplastando a todos aquellos desgraciados. Detrás de ustedes pueden ver dos tragaluces cubiertos de vidrio como los del museo y una puerta que los llevará dentro del hospital. En el techo del museo pueden ver como la araña trata de acercarse hacia ustedes. En sus mandíbulas está armando otra de esas asquerosas y mortales bolas verdes.

agrraro el rovolver que tengo guardado y lo apunto hacia el tragaluces para poder romperlo y ais no perder un segundo mas afuera... sienpre teniendo en cuenta a quellas cosa que nos esta a punto de disparar esa bola...

La situación parece cada vez más caótica... Me limito a tragar saliva y a aguardar a que Arnold abra un camino de fuga a través de uno de los tragaluces. Me resisto a la idea de mirar hacia abajo, sólo por macabra curiosidad de percibir el estado en que deben encontrarse los desgraciados de abajo. Si no conservamos la cabeza fría en su sitio, acabaremos todos igual. Y ahora, ese monstruo está preparando otra salva de... lo que sea que pueda ser esa sustancia.

-¡Arnold, cuidado! ¡Se está preparando!

Será por el nerviosismo, será por lo que sea, el caso es que corro hacia otro de los tragaluces y lo rompo con la culata de mi arma, para poder bajar a la par que él. No me gustaría quedarme atrás, no con esa cosa ahí fuera.

 Un tercer balazo del rifle falla, dándole tiempo a aquella cosa de disparar su mortal veneno. El proyectil impacta cerca del ventanal de Arnold salpicándole unas cuantas gotas al brazo izquierdo y destrozando el ventanal.

 Sin perder un segundo mas, los dos se lanzan al interior del edificio, encontrándose en algún tipo de biblioteca prolijamente ordenada. Miles de libros cupan las estanterías de gran altura. Al final, a su izquierda, una puerta de madera cierra el camino hacia el resto del edificio. Desde arriba escuchan el rugido de aquella feroz criatura, que vuelve a disparar su veneno. esta vez, el proyectil impacta en una estantería lejana a ustedes, derritiendo los libros que allí se encuentran en pocos segundos, reduciéndolos a una uniforme masa ponzoñosa.

entumecido por la adrenalina que recorre todo mi cuerpo no le presto inportancia al dolor que el acido produci al corroer mi carne,
vamos! nos perdamos mas el tiempo hay que salir de aca!
gruto mientras intento abrir aquella puerta para poder salir de ese lugar.

 A pesar de intentar abrir la puerta con todas tus fuerzas, la puerta no cede. Parece que ago la bloquea desde el otro lado.

Creo que nos hemos conseguido escapar de milagro. Veo el interior del recinto, bastante laberíntico, y cómo Arnold intenta abrir la puerta sin éxito. También me fijo en cómo esa bestia intenta devolvernos el mismo ataque. Madre mía, esa saliva es realmente ácida. ¿Qué no sería capaz de derretir?

Un momento... ¡Eso es! ¡Creo que lo tengo! No tardo en dirigirme a Arnold y en señalar al monstruo que tenemos encima.

-¡Arnold, espera! ¡Esa cosa podría abrir la puerta por nosotros! ¡Sólo tenemos que llamar su atención y saltar en el último momento!

Al menos, espero tener reflejos suficientes para poder esquivar el salivazo antes de que me convierta en puré de carne.

en situaciones desesperada necesita situaciones desesparadas.
sonnrio levemente por aquel arranque de genialidad
hey! grito mientras gorpeo con la escopera la puerta para poder llamar al atencion de aquella criatura.
me mantengo atento el momento en el que "escupira" si bola cida para poder esquivarla

 Escuchan el rugir de aquella bestia, y segundos después ven venir el proyectil de veneno hacia donde están. Con una suerte de agilidad se lanzan hacia un lado en el momento justo en el que la bola impacta contra la puerta.

 Ámbos se miran aliviados, pero esto todavía no termina. El proyectil comienza a desgastar la puerta, pero a los pocos segundos explota, lanzando cientos de esporas al aire que se impregnan en libros y estantes, quemándoles aún mas rápido que los disparos anteriores. Unas cuantas de esas esporas se impregnan en sus ropas, quemándoles superficialmente (-3 Vida a ambos).

 Unos segundos después, la puerta ya no está. Un oscuro pasillo de 10 metros se cierne hacia ustedes. Arriba, la monstruosa araña ruge furiosa. Otro disparo parece impactar, llevándole hacia el hospital.