Vigilo con mi blaster en la mano por si al cazarrecompensas que a sobrevivido se le ecurre volver con algún amigo más, mientras, Kotar interroga al borracho. Al final el personaje puede que nos sea de gran ayuda y accede a concertarnos una cita con una mafiosa local. Kotar nos propone acceder lo que a mi me parece bien, así como su estrategia de mantener a alguién fuera que garantice se sepa donde se encuentran en caso de que pase algo.
Esta bien Kotar, me perece un buen plan, os esperaré por los alrededores a la espera de lo que pueda ocurrir, otra posibilidad es que yo contacte ya con el otro grupo, a la vez que sigo en contacto con vosotros, así voy adelantando terreno e informandoles de como está la situación. No iré a ningún sitio hasta que no esteís a salvo, así tendré ayuda si teneís complicaciones.
No me gusta intervenir en las acciones de los personajes. Pero dado que tengo a muchos jugadores aburridos, sugiero que si alguno de vosotros se va a encargar de seguir a Labria, el resto se reuna con el grupo al que se iban a unir, para seguir actuando todos juntos. Así entran en juego. Además no supone mucho retraso, ya que casualmente la casa donde se reunen está muy cerca del café donde se ha metido Labria.
Es solo una sugerencia.
La comunicación entre el vosotros es viable, gracias a los comunicadores por frecuencia segura.
Y si me matas? No hago más que retrasar el juego, y no quiero que termines odiandome...
Ahá, releyendo el poste de Kotar, a instancas de Laven, creo que el plan es otro.
Si no me equivoco Kotar sugiere que él y Ora vayan dentro de dos horas con Labria, y que Amiya se quede en segundo plano vigilando la situación.
Mi sugerencia entonces es que en estas dos horas os reunáis con el otro grupo, que está al lado, a unos cinco minutos andando, y charléis un plan de acción.
Sigo hablando despues de hacer una pequeña pausa
De todas maneras tenemos las coordenadas del refugio de esa gente, no queda lejos y según Labria hasta dentro de dos horas no podremos ver a esa mujer. Podemos ir allí y organizar el asunto. Tú decides Kotar...
La mujer los mira impasible, a la espera de que decidan. Tuerce el gesto durante un instante, aunque está claro que no tiene nada que ver con la conversación. Ladea la cabeza y mira al hombre directamente, esperando su decisión.
- Entonces todo claro. Pongámonos en contacto con el otro grupo. Deben saber nuestros pasos.
Ok, aceptamos lo que digas, jefe.
Con las ideas algo más claras, y un plan formandose en las cabezas de los rebeldes, estos se ponen en camino a conocer a sus nuevos compañeros, con los que tendrán que decidir los próximos pasos de acción.
La tarde comienza a caer y quedan casi dos horas hasta la puesta del Tatoo II, por lo que hay tiempo, algo, al menos.
Cerramos la escena y os meto en otra con el resto.
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