Partida Rol por web

Corriendo de vuelta por el pasillo, Thorlief Gelmon trata de localizar a la mujer de la limpieza con la que se acaban de cruzar hace tan sólo unos minutos.
Por suerte, ve el carrito tras girar una esquina, en el extremo del pasillo del segundo piso de la residencia de estudiantes.
Gelmon llega hasta el carrito con sigilo y echa un vistazo a la puerta abierta de una habitación. Por el resquicio de la puerta puede observar a la mujer de la limpieza haciendo la cama. Bien. Eso les dará el tiempo que necesitan.

El agente de Acción Global se concentra en el carrito, donde hay gran cantidad de productos de limpieza, un hueco para las sábanas que han sido usadas y otro para la basura. Thorlief se fija en este último mientras tras él, el Dr. Bennet acaba de llegar.
Sólo hay dos bolsas de basura. Por fuerza, alguna de ellas debe pertenecer a la habitación de Laura Rodriguez, asi que las coge, le entrega una al doctor y le hace señas para que retrocedan sin hacer ruido por el pasillo.

De nuevo en la habitación de Laura, abren las bolsas de basura y las desparraman sobre la cama, intentando encontrar algo útil entre los desperdicios.
Y Bennet lo encuentra.

Una hoja arrugada de papel. Pero es más que eso. Se trata de una hoja impresa de una agencia de viajes por internet utilizada para emitir una tarjeta de embarque a nombre de Laura Rodriguez, rumbo a París, para esta misma tarde, a las 16:30 PM, desde el aeropuerto de Bolonia.

Gelmon consulta su reloj de pulsera.
Son las 16:37 PM.

Ahora que la mujer de la casa va a la cocina a preparar algo de cafe, el giro en la conversación que Roger Stevenson hace al mencionar al profesor Giarelli hace que Basaglia le mire con incredulidad.

¿Se refiere al profesor Giarelli? Sí, me llamaron para avisarme que murió en un accidente de coche, pero... pero no se qué tiene que ver esto con lo que ha dicho antes...

Stevenson observa con cuidado la expresión confundida del hombre. Parece real. No se imagina a este conserje formando parte de ninguna conspiración...
En ese momento, a su lado, a Clinton le suena su móvil, por lo que responde inmediatamente, dándose la vuelta y hablando en voz baja.

Mientras, Roger duda entre si seguir dando rodeos con el conserje o preguntarle directamente. Por suerte, Clinton cuelga y le explica que deben irse ya. Tienen que tomar un vuelo para París en menos de una hora.

Stevenson no le pregunta a Clinton el porqué de tener que irse con tanta prisa. Ya habrá tiempo para las explicaciones. Lo que debe hacer ahora es conseguir la información de Basaglia...

17:01 PM. El monovolumen conducido por Roger se detiene en mitad de la calle, frente al café Montecarlo, haciendo que los automóviles tras él comiencen a protestar, tocando sus claxons ruidosamente.
Pero eso a Roger no le importa. Bart abre la puerta corredera y deja paso a Thorlief y al Dr. Bennet, que les estaban esperando. En cuanto entran, cierra de un portazo y Stevenson acelera, poniendo rumbo fuera de la ciudad, por la autopista hasta el aeropuerto que se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad de Bolonia.

En el trayecto llega la hora de las explicaciones:
Por parte de Bennet y Gelmon, han conseguido una pista fiable sobre el paradero de Laura Rodriguez. En estos mismos momentos se encuentra en un vuelo de camino a París. Delphi os ha proporcionado reservas para el próximo vuelo que sale del aeropuerto de Bolonia hacia el mismo destino, que despega en media hora, por lo que hay que darse prisa.
En cuanto a Clinton y Stevenson, consiguieron que el conserje del turno de noche de la Facultad les explicase lo que había ocurrido. Simplemente, la muchacha le explicó al conserje que era una de las becarias del laboratorio y que se había dejado unos equipos conectados que tenía que apagar, por lo que le pidió el favor de abrirles la puerta del laboratorio. El conserje la creyó y les dio paso. Eso fue todo.

Y ahora el próximo paso es Paris. Os encontráis un paso más cerca de recuperar la muestra de la letal solución Giarelli, que a estas horas va camino de una de las capitales más importantes de Europa...

Cada vez mi mente da mas y mas vueltas mientras intento analizar toda la informacion obtenida y poder tomar las medidas necesarias

Maldicion...

No teniamos tiempo para nada... la situacion era critica. El enemigo ya tenia lo que necesitaba y ahora se dirigia a Paris, posiblemente para probar su nueva adquisicion, para venderla al mejor postor, o para ponerla al servicio de sus empleadores... cualquiera sea la opcion correcta debiamos impedir que pasase.

Nos falta una conexion... entre la chica y los dos matones. Dudaba que fuera una mujerzuela que ellos hayan contratado, sino la hubiesen dejado tirada en algun lugar probablemente con una bala en la cabeza.

En el camino al aeropuerto cojo el telefono y me comunico con Delphi.

-Delphi, puedes comprobar si hay alguna conexion entre la chica y los matones? digo algun expediente o base de datos que los relacione de alguna manera.

Ojala encontremos alguna pista con eso...

Algo no estaba bien. Paris? Habia matones y una adolescente que posiblemente transportaba un arma letal. Algo no le cuadraba.

Mierda, aunque vayamos a Paris no sabemos a donde demonios ira esa chiquilla. Espero que al menos no page en efectivo asi quizas podamos saber por donde se mueve.

Cita:

La voz de Delphi resuena a través del manos libres mientras Roger adelanta coche tras coche por la autopista.

Haré lo que pueda Bart, pero podría ser que "Laura Rodriguez" sea un alias en lugar del nombre real de esa chica. Entonces será dificil encontrar algo.

Entonces interviene Thorlief:

Cita:

Me pides un milagro Thorlief, lo de hacer un registro de los gastos hechos con tajeta de crédito en todo París para comprobar si alguno de ellos coincide con el nombre de Laura Rodriguez está fuera de mi alcance... Pero puedo intentar localizarla en cuanto salga desembarque.
Volveré a ponerme en contacto con vosotros en cuanto lleguéis a Paris. Espero tener algo útil para entonces...

Veinte minutos más tarde, dejáis el monovolumen en una de las entradas del aeropuerto, sin preocuparos siquiera de aparcarlo correctamente. No hay tiempo. A la carrera, os dirigís a la taquilla de la compañía en la que Delphi os ha reservado los billetes para el vuelo y, tras recogerlos, enfiláis para la puerta de embarque, donde llegáis justo cuando por los altavoces se está anunciado la salida del vuelo en dirección París.

Cuando por fin os sentáis en vuestras plazas en el avión, el corazón todavía os palpita con fuerza. Pero ya estáis en camino. En un par de horas os encontraréis en la capital de Francia.

Entonces continuará la caza...