Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Los motores de los jets zumbaban suavemente. El hielo repiqueteaba en la copa y la azafate era realmente una belleza de ebano. Con un poco de suerte tendría alguien que le calentara la cama del hotel se dijo David. Desde luego la vida desde el golpe de suerte había ido cada vez mejor, el dienero llamaba al dinero. Y allí estaba él volando hacia Estados Unidos para comprar una pequeña discografica para ampliar el negocio. Todas las costas de España empezaban a estar salpicada de sus locales y ahora era el momento de saltar el charco, el dinero de verdad y las grandes movidas estaban allí. Mientras Davis apuraba su cuarta copa y daba gracias al señor por los billetes en primera y las azafatas macizas se iluminó la señal de "ABROCHENSE LOS CINTURONES" mientras el capitán avisaba al pasaje de que iban a entrar en una zona de turbulencias.
David, costándole un poco ponerse el cinturón pues el alcohol empezaba a hacerle efecto, se lo puso sin darle más impotancia.
Pff, dios como se mueve esto... click. Por fin
Segundos después de que David se abrochara el cinturón el avión dió un golpetazo, una bolsa de aire pensó tratando de animarse, cerca de él un tipo de mediana edad con traje y corbata se agarraba al respaldo del asiento mientras que a su espalda escuchaba la voz de una mujer rezar un rosario.
Las sacudidas se repitieron un par de veces más mientras que ñas luces de abordo solicitando que nadie se quitara los cinturones continuaban parpadeando. No había ni rastro de las azafatas probablemente estaban en sus propios asientos esperando que todo aquello pasase de largo. David se fijó de repente en que a pesar de las sacudidas que daba el avión había alguien tan loco como para andar tranquilamente por el pasillo.
El tipo era cuanto al menos pintoresco, iba vestido de luto riguroso, completamente de negro, el traje a pesar de que se veía de una calidad impresionante y nuevo estaba cortado con un estilo más que pasado de moda arcaico, quizá de mediados del pasado siglo.
Su estrafalaria apariencia venía rematada por el hecho de que llevaba un bombín negro dentro del avión y un paraguas largo y rematada con empuñadura de plata, una especie de perro o algo así. El desconocido se acercó hasta David en medio de las turbulencias sin perder el equilibrio o tener que agarrarse una sola vez. Andando tranquilamente se situó al lado de David. Lo que más impresionó al joven fue el rostro de aquel tipo, tenia el pelo completamente blanco al igual que el fino bigote que aparecía encima de su labio inferior, a pesar de ello, aquel rostro podría tener entre los cuarenta y los cien años de edad. A Davis le fue imposible decir que edad debía tener aquel tipo que se le quedó mirando unos segundos.
Joder, este tío quien és?
Pensaba David mientras miraba a aquel tipo con extrañeza y miedo.
Que-que quiere?
Decía al desconocido.
Cuatro
Dijo más para él que para David, tras aquello empezó a andar de nuevo hasta atravesar las cotinas que separaban la primera clase de la clase turista entre los traqueteos del avión.
Cuatro? Cuatro que?
Una vez ve como empieza a andar de nuevo lo sigue, aun sabiendo los problemas de equilibrio que le supondrán.
Agarrándose a los asientos y con cuidado intenta averiguar quien es la persona que parecía sacada de principios del siglo pasado.
Pressing catch? xddd
Vemoh a Batista contra rey eh, mysterio, cuatro, cuatro, cuatro.
David con los dedos un poco entumecidos por el licor tardó unos segundos en desacerse del cinturón de seguridad, tropezó un par de veces contra los demaás asientos ganandose una serie de miradas de odio de los demás pasajeros que le observaban con los ojos desmesuradamente abiertos. Alcanzó la cortina que lo separaba del pasaje corriente y para su sorpresa no había nadie recorriendo el pasillo.
Que raro, donde se ha metido ese tío tan raro?
Extrañado por lo que le acababa de pasar, David intenta pensar si la razón de tan raros sucesos se deba a las bebidas alcohólicas.
De nuevo se dirige hacia su asiento, procurando intentar no molestar a ningún pasajero.
Mientras David se preguntaba que le debería estar pasando en la cabeza y trataba de no molestar demasiado a los afinados pasajeros de clase turista más de lo que ya estaban encerrados en aquel espacio tan angosto. Un chillido de una de las mujeres del avión le hizo detenerse en seco agarrandose a uno de los asientos para no salir despedido por la cabina del avión. Aquella pasajera gritaba algo hacerca de la luna señalando a una de las ventanillas freneticamente con el dedo.
De repente las luces del avión parpadearon hasta apagarse mientras una luz amarillenta se colaba a través de todas las ventanas del avión.
Joder, pero que coño es eso?
Dice David mientras anonadado se queda observando la luz amarillenta que tan extraña se había sobrepuesto ante la luna.
Estan pasando unas cosas muy raras
El avión dió una nueva sacudida y David incapaz de agarrarse salió disparado contra el fuselaje del avión, el golpe lo dejó cantuso y dolorido. Apenas podía respirar, casi con toda seguridad se había roto un par de costillas...
El avión entró en barrena, girando sin sentido en una aspiral desdente a medida que se acercaba al suelo. Las mascaras saltaron delante de las caras de los aterrados viajeros y algunos de los cinturones cedieron lanzando a sus ocupantes contra el suelo. Davi, medio aturdido por el impacto vió por una de las ventanillas como casi a camara lenta se acercaban las luces de una gran ciudad.
Rico, joven y voy a morir, ojalá estuviera ahora en mi casa en mi cama recubierta por mis sábanas de seda.
Además, no me he podido despedir de mi familia ni de mis amigos. Porque me pasa a mí esto?
Decía David, mientras tirado en el suelo cual gusano miraba por la ventana como poco a poco su destino iba a concluir dentro de un avión, sin su familia, sin sus seres queridos,...solo.
Las imágenes de su casa, un lugar confortable, su familia, la idea de estar en su cama plácidamente se sucedían una y otra vez.