Partida Rol por web

Despiertas mojado, envuelto en un sudario de pesadillas del que ningún recuerdo te queda, tan solo un espantoso dolor de barriga junto a unas náuseas que trepan desde tu estómago para favorecer la arcada que te haga vomitar sobre el suelo de la choza. Por un momento no ves nada, en la oscuridad de vuestra propia cabaña no ves absolutamente nada y arrugas los morros limpiandote el maloliente vómito que aún gotea de tus labios. Algo se agita bajo tus manos, montones de gusanos empiezan a aflorar en la superficie terrosa de la cabaña y lo que inicialmente parece algo melancólico para tí, se torna violento al descubrir que el suelo entero de la cabaña se revuelve.

Llamas a gritos a tus compañeros y puedes ver sus pútridos cuerpos agujereados, sus huecas y resecas cabezas devoradas por lo que parece un enjambre que inunda ya el piso de la cabaña, retrocedes asustado subiendote por las paredes como un bicho acorralado por el más inepto y torpe de los depredadores, el techo, cubierto de arañas, te proporciona una falsa tranquilidad, y entre todas te hacen caer mordiendo con dolorosa ferocidad la palma de tus manos, caes al suelo, y tu aterrizaje suena a gusanos machacados, intentas gritar pero tan solo escuchas el crugido de mil bichos que de tu boca tratan de encontrar una vía de entrada a tu cerebro y entre esta masa de invertebrados amorfos y horribles puedes ver un enorme gusano blanco, cuya cabeza se encuentra provista de un millar de afilados dientes que se contraen en un oscuro y babeante orificio hacia unas entrañas que por nada desearías conocer, es entonces cuando escuchas su voz

Soy Yutrus, Señor de las Alimañas, Devorador de putrefacción, Señor Durmiente de la Tierra.

Tú, quien con tus palabras eres capaz de reunir a mis hijos, tú vas a traerme de vuelta al mundo

De rodillas te levantas, los gusanos caen de tu boca como si de un saco se tratara, y las lágrimas y el miedo te hacen moquear y sollozar patéticamente ante la infernal aparición

Dejarás de vivir como orco, y comenzarás a vivir como un gusano

Dejarás atrás tus posesiones materiales y enterrarás a tus enemigos para satisfacer a mis hijos

Hazte fuerte, y me harás poderoso

Hónrame, llamame, proclama mi nombre, y yo podré volver a escucharte

Un millón de cadáveres gritarán, y tu junto a mi trono, estarás, poderoso y orgulloso tirano y gobernador de todo aquel que ponga su pie en la tierra

Todo se difumina desapareciendo, y los inagotables gusanos que continúan cayendo de tu boca se deshacen en una masa pulposa que de nuevo te hace vomitar, y limpiandote la boca puedes ver los rayos del sol colarse por debajo de la puerta, a tus compañeros durmientes, y el resto de la acogedora cabaña tal como la recordabas

El sol se alza rojo en la llanura de Bejayla, Baddum abre la puerta dejando que la cegadora luz ataque vuestros ojos y la experimentada Matriorca se apresura a desmontar la trampa de la puerta y otear el horizonte. Trash y Snikrot rezongan perezosos y Briskas en un rincón, entre lágrimas forzadas, despierta vomitando contra una de las paredes de la cabaña. Los cadáveres de gnoll eran demasiados para ser despiezados y metidos en la cabaña, por lo que la noche anterior hicisteis una pila de la que ahora Baddum procura espantar a los cuervos y buitres, que tras las hienas nocturnas aprovechan el buffet-desayuno que hay a escasos metros de vuestra cabaña.

De un día para otro la carne está podrida, cubierta de moscas y gusanos de un color y consistencia repugnante, solo las habilidosas y mágicas manos de Baddum podrán mantener la comida en su mejor estado en caso de querer comerla, y así es como, uno a uno, poco a poco, los cinco orcos de la choza salen al exterior, sin ninguna gana de ver el lucero elevandose contra el horizonte, y sin ningunas ganas de ver como pasa otro día. Un día seguramente como la semana anterior, pues no hay ningún objetivo, no hay indicios de destino, no hay camino que andar, ni pretensiones que buscar, simplemente quedaros aquí, tal vez, a la espera de que Greejal os encuentre, tal vez, con la esperanza, más bien la soberbia, al pensar, que podreis detenerle aquí. Ya han sido bastantes los gnolls de su tribu abatidos, ¿cuantos más tendreis que matar para hacer que él en persona se manifieste?

Matriorca se sentó fuera y apoyó su espalda contra la pared. Los pájaros todavía se turnaban para ir comiendo de la carne de los muertos.

No es bueno. Debimos enterrarlos para que no vinieran depredadores. ¡Pero había tantos cadáveres que enterrar! Seguro que los hombres de Greejal han visto el círculo de buitres revolotear en esta posición.

Suspiró. Uno de los buitres dejó el festín y dió unos saltitos para acercarse a la vieja.

¡Fuera buitre!

Pero el buitre no se asustó. Y los compañeros de la vieja parecían no poder ver a aquel pajarraco.

Graaaaack...

Tu carne no vale nada. Estás seca y flaca... No sirves ni para comer.

Matriorca se asustó al ver un buitre hablar, y se pegó a la pared de la casa sobresaltada.

La orca señaló al suelo a sus compañeros. Ellos no veían allí a buitre alguno.

Sólo tú puedes verme y oirme. Te he dicho que no sirves para comer, ¿de qué tienes miedo?

Tú no deberías hablar. De eso tengo miedo.

Y tú no deberías estar viva, pero no por eso me ves asustado, ¿no?

Matriorca miró a sus compañeros. Calló para que no la tomaran por loca. ¿Pero no era acaso loca cómo estaba?

Has incumplido la sagrada tradición del sereno... El tiempo que has tomado prestado no te corresponde. No deberías seguir con vida.

Matriorca se encogió de hombros. Tenía ganas de preguntarle qué quería que hiciese. Ella no tenía la culpa de seguir viviendo. Pero no podía preguntar con sus compañeros delante. O la tomarían por loca.

¿Guardas silencio? ¿Acaso no quieres defenderte? Sólo los culpables no tienen argumentos para defenderse. Escúchame bien, vieja yerma: ¡NO DEBERÍAS ESTAR VIVA! Tus antepasados están muy enfadados contigo porque no has ido a reunirte con ellos. Y por culpa tuya, ahora tengo que venir a buscarte. Y no me iré hasta que te pueda llevar conmigo. Así que tendré que aguantarte durante mucho tiempo, momia arrugada. Pero ya que tengo que aturarte, tú tendrás que aturarme a mí. Presta atención a las perlas de sabiduría que hoy quiero compartir contigo... ¡Y no me interrumpas! ¡No me gusta volver a contar una historia que no he terminado de narrar!

Matriorca prestó atención. No podía interrumpir aunque quisiera, si hablaba al buitre todos pensarían que se había vuelto loca. Todos lo pensarían, y no sólo ella.

 Trash salió desperezándose, haciendo crugir las articulaciones. Colgando de él tenía un carcaj con tres clavas y un par de lanzas, a un lado el escudo de madera que tan bien le ha ido des de que lo tiene, pues una vez arrebatado de las frías garras del primer gnoll que abatió no ha vuelto a ser herido. Apresado en su cintuón permanece la hacha de batalla que usó ayer para sesgar las vidas de los inconscientes chuchos que pretendieron asaltarlos.

 Al ver el macabro escenario, de los cadáveres en descomposición avanzada así de como los carroñeros daban cuenta de ellos, arrugó la nariz, empezaban a oler mal. Por suerte tenían comida para varias semanas, la tierna carne de la media docen de hombres y la del facoquero.

 Oteó en silencio los alrededores, tenían que moverse, ahora que ya tenían las necesidades básicas cubiertas tenían empezar con la venganza.

 - Hoy emprenderemos la marcha de reconocimiento, tenemos que ubicar los pueblos humanos y los caminos que los unen. Así como dar localizar las granjas aisladas.

Ya llevaba rato dando vueltas en el fresco lecho, pero que me den con la luz en la cara, eso no tiene nombre. Asi que me levante y empece a equiparme, ahi fuera siempre es mejor estar preparado, no tengo necesidad de nada, y la llanura es mi casa, con esta idea, terminaba de ponerme el equipo, cuando Trash hablo.

Sus palabras me llenaron de jubilo, ademas de dar un pequeño paseo en derredor, apenas habiamos reconocido toda la zona con eficiencia, las palabras de Matriorca siempre ayudan, pero hacia falta una movilización de verdad.

-Me alegra oir esas palabras, cuenta con mis ojos y mi brazo, te acompañare en el camino que quieras tomar.- mientras asiento con la cabeza, salgo de la casa para otear el orizonte, el sol se pone rojizo, mas de lo habitual y eso no me gusta nada.

Con el arco en la mano, hago movimientos de izquiera a deracha, para mover un poco los musculos, mientras espero "al jefe".

Sacándose los restos de vómito de la boca, Briskas miró a sus compañeros mientras comentaba - Si, deberíamos haberlos enterrado y que se los coman los gusanos. No quisiera que estos tuvieran competencia con los buitres -

Las palabras parecían totalmente fuera de lugar, pero el tono del brujo no dejaba lugar a dudas, estaba hablando en serio - Y si no lo hacen Uds, lo haré yo - agregó - Pueden ir a investigar o lo que quieran hacer, pero yo seguiré las indicaciones de Yutrus. Y seguramente el me dará fuerzas para conseguirlo -

Moviendo sus manos en forma levemente distinta a la que usaba para convocar a su arañas, el brujo finalizó sus movimientos tocándose uno de sus hombros, donde aún se observaba un corte, a todas luces molesto. Para sorpresa de todos los presentes, incluido el mismo una leve luz azulado se dibujó en el sitio donde había posado su mano y la herida disminuyó a ojos vista

- Como dije... Uds. pueden salir de reconocimiento, yo me ocuparé de darle al señor de los gusanos su alimento Aunque no me guste incumplir vuestras órdenes... - se dirigió a Trash - Está claro que alguien debe cuidar el lugar... yo me ofrezco para hacerlo -

 Trash mira lo que sucede con Briskas, esa luz azulado resteñando la herida del hombro, luego le mira a los ojos, como esperando una explicación.

 - No, no nos separaremos. No de momento. Si viene alguien y estás solo, es como si no estuviera nadie.- Mira la montaña de carroña.- No tenemos medios para cavar una fosa para tantos cuerpos. Tal vez sería mejor quemarlos esta noche. De día el humo se vería a muchas leguas. De noche se verá el resplandor pero no a tanta distancia... aunque tal vez los podamos tirar al río corriente abajo. Será lo más sensato.- Dice con autoridad.

 Luego mira a la colección de cabezas, colocadas en la parte superior de la choza, mirando los alrededores, más de dos docenas ya eran los centinelas allí apostados... El estandarte se había agrandado demasiado en muy poco tiempo, así que decidió dejarlo y separó las cabezas y las colocó encima de la choza, junto a las de los nuevos gnolls.

Briskas menea la cabeza - No, lo siento, las instrucciones de Yutrus han sido precisas. Los cuerpos deben ser para los gusanos. Y esa es mi tarea -

Sin inmutarse ante la negativa de Trash, descubriendo que seguir los designios de los dioses puede ser una ardua tarea, el brujo busca entre las armas de los gnolls algo que le pueda servir de pala y sale de la cabaña, buscando un sitio donde la tierra parezca más blanda

Una vez elegido el lugar, acomete la tarea de cavar un pozo, sino con entusiasmo, por lo menos con voluntad - Los dones de los dioses pueden ser muy útiles, pero hay que ganárselos - se explica - Y entregar a los gusanos a los cadáveres no es un precio demasiado alto por sentirse elegido -

 El disgusto se refleja en el rostro del orco pero tras unos instantes las facciones se suavizan.

 - Esperemos que ese diós te escuche, elegido.- Dice con cierto menosprecio al pronunciar 'diós'.- Aunque creo que estos nos dejaron, pregúntaselo al antiguo chamán... o al propio Ruzgal.

- Quizás otros dioses nos hayan abandonado, pero Yutrus siempre estuvo... o acaso no has visto una muestra de su poder - Mientras habla Briskas continúa, lentamente, con su tarea de hacer un pozo. - Si tu no quieres creer es tu problema... pero piensa que quizás en alúun momento necesites de los dones que el señor de los gusanos canalaliza a través mio... Espero que no se ofenda por tus palabras -

Es tanto el tiempo que pasó, que en memoria de los más ancianos incluso se olvidó. Y las promesas de futuro para aquellos orcos se tornaron en historia, y esta a dia de hoy, es un mito vago apenas pronunciable. Es sabido que, al sur de las montañas hay una tierra muerta, donde el cuerpo pesa diez veces más y el alma se resiste siquiera a dar un paso.

Internandote en aquél páramo, siguiendo al oeste la cadena montañosa, se encuentra la mazmorra de vuestras leyendas, en las que un mal impronunciable habita solo para devorar a aquellos que se atreven a entrar en él.

Esto es lo que vosotros recordais, lo que durante más de 1000 años se ha transmitido, pero hoy estoy aquí para hablarte de las palabras ya olvidadas, de los secretos que esa mazmorra esconde. La raza del orco cae, apenas quedan orcos en Bejayla, y hace falta algo más que un brazo fuerte para poder restablecer siquiera la vitalidad de la especie. Estoy aquí, para asegurarme que eliges bien, si tú, eliges bien a quien debe hacer prosperar la especie. Y asegurarme de que llevas a aquel que elijas hasta el fondo de la mazmorra.

Allí encontrareis lo que un líder necesita, para ser el Señor de los Orcos

Pero asegurate de ser fuerte vieja arrugada, asegurate de contar con todo lo que necesitais para enfrentaros a la muerte, y que no se te ocurra morir antes, pues esta tarea puede ser la única que te salve a ojos de los Señores del más allá, te estamos esperando, hambrientos, deseosos de darte tu merecido

Matriorca se quedó pensativa un rato...

Suspiró...

Se levantó y tomó su lanza, y con ella se acercó a Trash.

Recordad que ya habíamos cavado un foso en la parte trasera de la choza. Ya que no ha sido necesaria como trampa, puede servir como fosa común.

En cuanto a la exploración...

Usó el extremo sin punta de su lanza para trazar lineas en el suelo.

Como sabéis, al norte está la zona inundada de los lagos estacionales.

Por el oeste recibimos el ataque de los gnolls de Greejal ayer mismo. Eso significa que Greejal está hacia el oeste, y que seguramente sus perros ya hayan saqueado las granjas de esa zona.

Por el sur, las montañas. Nuestro hogar. La última vez que estuvimos allí, había un ejército matándonos como ratas. Ya ha pasado una semana de aquello. Los ejércitos necesitan mucha comida: mantener a los soldados es caro. No se puede tener a un ejército parado durante mucho tiempo. Yo digo que el ejército del sur se ha movido. Ha seguido avanzando hacia el norte y ha entrado en Bejayla. Sus víveres se agotan y necesitan pronto encontrar un poblado humano que saquear. Por eso se han movido. Si hubieran venido rectos por el norte, ya nos habrían encontrado. Eso significa que si avanzamos hacia el sur no encontraremos enemigo ninguno, porque se han desviado.

Por el este, según el testimonio de Baddum no hay ningún asentamiento humano. ¿Eso incluye las granjas, Baddum? Según el mapa de nuestro chamán, los dos pueblos más cercanos son aproximadamente igual de septentrionales. La ruta que seguía la caravana que transportaba armas iba por el sur de los lagos, bordeándolos, para más tarde coger hacia el norte. Si el ejército del sur se ha movido, y si Greejal se ha alejado de ellos hacia el oeste... Puede que los humanos blancos estén luchando con el poblado del este en estos momentos.

Además tenemos dos problemas. Los gnolls que han muerto bajo el hacha de Trash ayer, han dejado un rastro. Greejal sabe qué camino siguieron esos gnolls. Se encuentra con que no regresan y que le basta seguir su rastro para encontrarlos. Y su rastro lleva a esta casucha. Ese es un problema: estamos localizables para nuestros enemigos.

El segundo problema es que toda esta carroña acumulada puede atraer al gran T-Rex. Aunque nos deshagamos ahora de ella, el tiranosaurio puede haberla olido y estar sólo a un par de días de aquí, o simplemente pudo ver la gran cantidad de... buitres... que revoloteaban sobre esta zona.

Hay algo más... Una antigua leyenda... Una mazmorra encierra el mal impronunciable, pero también aquello que todo orco soberano debería tener si quiere convertirse en el Señor de los Orcos.

Tras decir esto, lanza una mirada a Trash buscando su reacción. ¿Codiciaba él ese título?

Explorar esa peligrosa mazmorra significaría alejarnos temporalmente de todos nuestros enemigos en Bejayla hasta que las cosas se calmaran, dejándolos que se maten entre ellos. También significaría regresar al sur, cruzar las montañas que fueron nuestro hogar... y entrar en el páramo de muerte que espera más allá. Después, caminar hacia el oeste...

Tras decir esto, lanza una mirada cómplice a Baddum. Después de todo, el orco del desierto ansía viajar al oeste para encontrarse con su destino.

...caminar hacia el oeste siguiendo la linea montañosa hasta encontrar ese lugar maldito. Una cosa os voy a decir: si nuestra tribu prefería bajar por el lado norte de la montaña para cazar, significa que el inexplorado lado sur no tiene nada de comida... o tiene demasiados peligros...

Las palabras de la anciana son complejas y extrañas y consiguen que Briskas terminé más confundido que antes de que esta empezara a hablar.

Sin embargo hay algo que si ha escuchado. La leyenda sobre el mal que hay que vencer para ser el señor de los orcos. Hay algo que el brujo tine claro A el no le interesa serlo. Pero quizás Yutrus vea con buenos ojos que los orcos dominen, como siempre debió haber sido, el lugar

- Que nuestros enemigos se maten entre ellos parece algo bueno, seguramente Yutrus lo aprobaría - comenta mientras continúa con su autoimpuesta tarea de cavar un pozo para los gnolls - Y lo sierto es que necsitamos armas de calidad... esas viejas tumbas suelen tenerlas - intenta tentar a Trash - Además evitaremos el sol - completa sus pensamientos

 Trash se sume en un profundo silencio mientras escucha las palabras de la anciana y luego las de Briskas. No parece tenerlo muy claro.

 - De momento no tendríamos que preocuparnos por la comida, pues tenemos grandes reservas de carne ahumada. En cuanto a los pueblos humanos, y el ejercito que os arrasó estaría bien saber como interactúan entre ellos, pero para eso hace falta tiempo. Y como bien apuntas, anciana, Greejal tarde o temprano metera sus narices por aquí. Cierto que seguimos vivos tras matar a una docena y media de esos chuchos, pero si ese es el tamaño de la patrullas la tribu debe ser considerable y conta tantos perros aún tenemos poco que hacer.

 Se gira para otear el horizonte, hacia la negrura de poniente y hacia las cadenas montañosas del sur.

 - Podríamos ir a sacar las narices por allá al suroete, a ver si damos con ese lugar maldito para los humanos. Posiblemente haya armas y equipo de antiguos guardias, o no... pero en cualquier caso si ese mal existe y le liberamos daremos por el culo a esos mamones sonrosados!- Dice con ímpetu. Se gira mirando a su pequeña tribu, mostrando una colmilluda sonrisa.- En cuanto a ser el señor de los orcos del valle, no significa gran cosa ya que nos contamos con los dedos de una zarpa hahaha.- Ríe con sorna.- Vayamos a por esas ruinas!

Briskas cava en el duro suelo con un escudo de madera y usando una de las hachas como pico, realmente parece imposible que vaya a ser capaz de cavar en menos de dos días él solo la fosa para los 4 gnolls y las 2 hienas, aunque el foso que se dedicó a cavar Matriorca podría ocultar la mitad de estos cadáveres. Baddum recoge su escaso equipaje, con una daga en su cinto y el arco en sus manos. Ante las palabras de Trash todos mirais al sur, y unas siluetas vuelven a dibujarse en el horizonte

¿Es que aquí nadie descansa?

Son gnolls, pronto sujetais con firmeza las armas y os preparais de nuevo para atrincheraros en la cabaña, podeis ver como tres de ellos toman la avanzadilla de un grupo de media docena, enarbolando un sucio trapo blanco sobre una media lanza, avanzando despacio y con cautela, dos de los gnolls de la comitiva, detrás del que parece haber sido nombrado portavoz, quien con menos cobardía parece mantener un semblante más orgulloso.

- Mas hienas - comenta Briskas, menenado la cabeza, al darse cuenta de la presencia de los nuevos visitantes

Sin embargo, más allá de sus palabras, no parece preocupado, empuñando el hacha para "romper" la tierra y el escudo para moverla continúa con su tarea... sin perderlos de vista

Ya ha conseguido marcar, con el hacha, un recuadro en el piso y procede, lenta y metódicamente, a profundizar el sitio marcado en unos pocos pies. Lo suficiente como paar arrujar los cadáveres y cubrirlos con la misma tierra queestá moviendo

 Trash frunce el ceño ante la visión de esos recienllegados, desconfiando de la bandera.

 - No me gusta como pinta eso. Entremos dentro de la choza. Prepararos para lo que pueda ser. Snikrot súbete encima de la choza y controla los alrededores, que no intente aproximarse nadie mientras parlamentamos.

Pese a las palabras del lider, Briskas continúa con su tarea, aunque es posible observar que ha disminuido el ritmo y mueve los dedos lentamente, como preparándolos para ser el vehículo de su rayo de oscuridad.

Mientras continúa con su excavación, sus ojos se mueven entre Trashy los recién llegados, listo para aportar, si resulta necesario, el poder que surge de sus manos a la discusión que pronto tendrá lugar.

-Como ordenes, Trash. Si vienen del sur, seguramente se trate del último gnoll que hemos visto en el territorio meridional: Prerr-Zarf.

Matriorca entró en la cabaña y aguardó de pie con la lanza apoyada en la tierra, posando como uno de esos soldados guardianes de los regimientos regulares humanos. Siempre le había hecho gracia aquel detalle, cosas de humanos, ya se sabe. Pero también le gustaba la solemnidad que aportaba a alguien que sólo estaba haciendo típicas labores de vigilancia.

Prerr-Zarf se ha tomado más precauciones para venir a vernos. ¿Estará haciendo toda esta parafernalia como tapadera de cara a sus súbditos? Me pregunto qué pensarían los de su tribu si supieran que en esta reunión se va a tratar el tema del asesinato de Greejal.