Partida Rol por web

Solo quedaba el ultimo combate de la primera ronda, los 2 combatienes tenian claro ya quienes serian sus oponentes y despues de verles luchar que podrian esperar de ellos, pero ahora tenian que ccentrarse en su propio combate, uno de ellos perderia y seguiria teniendo miedo de perder su Pokemon, el otro podria disfrutar de la tramquilidad de saber que ya solo le quedaba descanso y un posible nuevo compañero.

El estadio como en los casos anteriores se abria para dar paso a una nueva zona de combate, se trataba de un estadio de agua con plataformas de 1 metro de diametro dispuesta por todo el campo de combate, un total de 15 plataformas de tierra firme pegadas al fondo por columnas de piedra, el agua era clara y dejaba ver todo lo que habai en su interior, en el fondo una capada de barro lo cubria todo pero no molestaba en absoluto.

Los combatientes estaban igualados por el tipo de estadio, ninguno tendria una clara ventaja, el que saliera de su elemento abria perdido.

Bueno, por fin me tocaba, despues de ver dos combates anteriores creo que sabia que hacer.

Saque la pokeball de mi bolsillo y la enfoque hacia el agua. La active y Carvanha salió disparado hacia el agua.

Despues de que Carvanha estuviera preparado para atacar, mire de forma provocativa a Missy.

No pienso perder contra ella.

Missy se colocó en su posición a paso lento, sin prisa, arrastrando los pies. No pareció ver lo que Xavier hacía al otro lado del cuadrilátero. Había permanecido totalmente callada mientras los demás combates se sucedían, y había observado impasible todo lo que había pasado. Su hermano Chad estaba un paso más cerca de perder a su compañero, y con él, de perder su sueño y su esperanza. Y lo había hecho por caridad.

La adolescente se mordió el labio.

¿Debería hacer lo mismo?

- No quiero hacer esto- murmuró para sí en voz baja. Era más pensamiento que palabra y más susurro que voz.

En teoría aquel combate estaba igualado, pero Missy no pensaba igual. Se creía vulnerable. Había perdido toda su energía vital. Se la veía triste y mortecina, apagada como si ya no tuviese pilas. No parecía enfadada, ni confiada, ni vital. Parecía deprimida como si el fin de toda su felicidad estuviese peligrosamente cerca.

Perderé.

Sólo tenía que perder tres combates y todo habría acabado. Pero eso no era lo malo. Lo malo era que no podría combatir contra su hermano. Si lo hacía, tendría que rendirse y estar un paso más cerca de perder la única cosa que le había hecho ilusión desde que era pequeña. No dejaría que a su hermano le arrebatasen a su retoño. Jamás.

Y si pierdo, lo perderé todo.

Con la mano derecha sacó su esfera roja y blanca del cinturón. Dentro estaba su pequeño, su primer amigo. ¿Y podía perderlo? No estaba bien, no era justo. Apretó la bola con fuerza y clavó los ojos en Silver, el hombre que había dictaminado su sentencia de muerte. Ni siquiera lo susurró, pero en sus labios pudo leerse por un segundo la palabra cabrón.

Se suponía que lo hacía por ellos. Se suponía que debían estar orgullosos. Y mírate.

Con la mano libre, sacó su cartera y la abrió con el dedo pulgar. Ahí estaba la foto de su familia. Madre, padre,   Chad... y ella. Una lágrima cayó resbaló por su mejilla, pero cuando fue a caer sobre la foto apartó la mano. No   quería manchar la fotografía.

Siempre puedo volver bajo las faldas de madre. Ella me entenderá. Tiene que hacerlo.

Guardó la cartera y pulsó el botón que liberaba a su pequeño. Apareció sobre una de las superficies elevadas, envuelto en lo que parecía una especie de cinturón oscuro.

Missy buscó con los ojos la mirada de Xavier.

- No... no quiero hacer esto- dijo con voz quebradiza-. No... no quiero, Xav, de verdad- una segunda lágrima    resbaló por la mejilla hasta el labio, fundiéndose en el interior- Pero... pero debo hacerlo. En... entiéndeme. Por    Chad.

Adelante.

Una vez más, lo dijo sin hablar, como si no tuviese siquiera voz. Le daba la primera oportunidad a su rival. Iba a masacrarla, pero ya... ya faltaba poco para que hasta eso le diera igual.

Miró a su hermano, y luego a Samy. Les estaba fallando a ambos, y lo sabía. Rezaba para que la perdonasen. Una    tercera lágrima cayó contra el suelo, revelando que sus ojos parecían de cristal y apenas le permitían ver. Tenía las    mejillas levantadas de la tensión, reflejando dos hoyuelos infantiles.

Missy no era la misma. No era la guerrera de tantos años que se creía por encima del mundo. Era una niña frágil e indefensa que acaba de despertar de un sueño y se había estampado contra el asfalto de la realidad. Y la gravilla sabía realmente mal. Y las heridas dolían lo suficiente para tumbarla en el sitio.

No me esperaba una reacción tan dramatica de Missy. No sabia que le importara tanto... Pero esto no iba a ser una batalla mas floja por eso.

- ¡Vamos Missy, no quiero verte flaquear! ¡Si lo haces abandonaré!

perdon se me olvido especificar como estaban situados los puntos de tierra para que ella especificara, las 15 plataformas estan distribuidas por el estadio, hay 8 divididas en grupos de 4 y pegadas a la zona cercana donde se situa cada entrenador 

3 mas situadas enfrente de cada una de estas y un justo en el centro del estadio, lña distancia entre ambas permite que se pueda saltar de una a otra sin un peligro real, aunque nada asegura que no se pueda caer al agua si uno se tropieza o se topa con un ostaculo.

Carvanha empezo a moverse rapidamente por el agua, pero esta no producia ningun ruido. Hubo un momento en que todos lo dejaron de ver...

Pero de repente salto fuera del agua haciendo una acrobacia espectacular, en dirección a Roggenrola.

- ¡Carvanha, dale un Mordisco e intenta tirarlo al agua!

Se lanzó contra Roggenrola, dandole un mordisco que lo hizo tambalearse a punto de carse al agua...

Vamos... cae al agua...

Los ojos de Missy, empañados de lágrimas y tristeza, centellearon por un instante.

Carvanha había salido del agua y había saltado dispuesto a destrozar el cuerpo del pequeño Roggenrola a base de modiscos.

- ¡ROCK!- bramó enjuagándose las lágrimas con una mano- ¡GOLPÉALO CONTRA EL SUELO! ¡PLACAJE!

Roggenrola debía placar a Carvanha contra el suelo de la superficie contra la que se encontraba. No podía dejar que cayese al agua. Confiaba en que su armadura amortiguase parte del impacto, o consiguiese el impacto, y de un golpe pudiera clavarlo en el sitio, sacándolo de su entorno y obligándole a zarandearse contra un Magikarp.

- Lo siento mucho, Xav- dijo con los humos más calmados y la adrenalina diluida-, pero debo intentarlo.

Tenía demasiado que perder, y se hundiría del todo si además lo hacía sin luchar. Aceptar su derrota desde el principio sería fatal para ella.

- Carvanha, ¡vuelve al agua!

Este empezo a dar saltos, chapoteando hasta caer en el agua donde empezo a cojer velocidad otra vez.

- ¡Salta y muerdelo, pero esta vez no lo sueltes!

Carvanha volvio a saltar, repitiendo la accion pero quedandose esta vez mordiendo a Roggenrola, sin soltarlo.

A Missy, en realidad, no le gustaba aquello. Debiera haber peleado con Laxus, o Pat, no con Xavier. Se suponía que eran amigos, y estaban combatiendo por salvar a su Pokemon, y sus sueños. Aquello era de las cosas más nauseabundas que la adolescente había hecho nunca, y de barbaridades sabía mucho. No se ganó el título de "Arpía del Instituto" por nada.

Tragando saliva y reprimiendo lágrimas hizo acopio de fuerzas como pudo y se preparó. En el futuro podría ayudar a Xav, pagar por su pecado, pero en aquel momento debía derrotarle. Si perdía corría el riesgo de competir con Chad, y aquello sí que sería incapaz de soportarlo. Abandonaría, claramente, estando un paso más cerca de perder a su pequeño... o perdiéndolo definitivamente.

Tenía muy claro cuál era su plan... confiaba en que Rock estuviese protegido por su armadura y su impresionante armazón natural, y que eso mermase la letalidad de los mordiscos de Carvanha. No sabía cuanto tiempo pasaría el pececillo fuera del agua, pero aquellas rocas no eran su elemento, y seguro que ahí fuera era considerablemente más débil que en el agua. Eso podía y debía aprovecharlo.

- ¡ROCK!- bramó alzando la voz por encima del cielo y el alma por encima de la pena- ¡Lo mismo, pero saltando a otra roca, hacia mí. PLACAJE!

Debían ser órdenes breves y concisas, aunque la realidad fuese más complicada. Roggenrola antes había placado directamente a Carvanha y lo había estampado contra la roca, potenciando la ya de por sí potencia destructiva del ataque al recibirlo por dos lados, el suelo y el cuerpo de Rock, pero esta vez sería diferente. Carvanha ya estaba agarrado al cinturón que envolvía a Rock, y eso podía ser una ventaja para Missy. Si Rock alcanzaba otra roca y la placaba, el impacto de su cuerpo golpearía a Carvanha al estar aferrado al cuerpo de Rock, el cual, por suerte, tenía forma de polígono esférico y podía permitirse recibir el mordisco de Carvanha sin perder movilidad.

Missy confiaba en que, al estar parcialmente dentro de su oponente, el golpe de Rock fuese más letal, lo cual, combinado con el golpe contra la roca y estar fuera del agua, debilitasen a Carvanha lo suficiente.

Podía haber lanzado fortaleza, pero no quería que Carvanha siguiese apresándolo mientras él sólo se defendía. Debía derrotarlo.

Ya que al parecer Carvanha puede tirarse al agua desde las plataformas cuando quiera y luego volver a atacarme, lo único que puedo intentar es tirarlo del escenario de combate.