- Eres demasiado bueno esa es sin duda tu gran virtud y sera por desgracia tu gran perdición -
- Si ha de ser mi perdición, lo será, pero no por ello voy a ser como ellos.
- Esa es una decisión muy importante y que la verdad espero que sea buena para ti, cambiemos el entrenamiento entonces ¿tienes alguna idea de como hacer que tus pokemon se coordinen en batallas para cubrirte y atacar al mismo tiempo? -
Niego con la cabeza algo avergonzado.
— No, hasta ahora nunca había tenido un pokémon, y lo cierto es que no sé si lo hago demasiado bien...
Bajo una mano dejándola sobra la calavera de Cubone y miro al resto de mis pokémon ir regresando.
- Bueno es normal cuando uno empieza a entrenar jamas imagina que otro entrenador pueda atacarle y solo nos centramos en que combatan los Pokemon - por desgracia el mundo ya no permite esas cosas - veras lo primero que tienes que hacer es fijarte bien en tus Pokemon y en sus capacidades, tu Cubone por ejemplo es un Pokemon muy fuerte y resistente ideal para cubrirte, pero dispone ademas de algunas ventajas puede utilizar ese hueso suyo como un ar,a temible que ataca tanto a distancia como cuerpo a cuerpo, si logras cordinar a tu Cubone para que pueda golpear lanzando su hueso mientras se mantiene frente a ti tendras un guardian excelente -
— Interesante —Digo asintiendo con la cabeza mientras acaricio la calavera que usa Cubone como máscara — ¿Te ves capaz de algo así? — Le pregunto a mi pokémon.
- Cubone, cubone - dice asintiendo con la cabeza, parece mas que dispuesto a intentar algo como eso.
Asiento contento por lanrespuesta de cubone.
— Bien, ¿y cuál es el siguiente paso?
- Entrenar y mucho, necesitas tener Pokemon rapidos cuanto mas mejor pero tambien necesitas algunos con fuerza prodigiosa y con defensas impresionantes y para eso hay que entrenar y mucho, ademas de capturar algun que otro Pokemon extra para conseguir nuevos aliados que complementen tu equipo -
Me quedo pensativo durante un par de segundos aún con la mano sobre la cabeza de Cubone.
— No sé como empezar con todo esto, yo... Pretendía vivir tranquilo un tiempo hasta aprender cómo manejarme con los pokémon, pero ahora... Tengo que aprender a la carrera.
- Este no es un mundo facil chico, por que no empezamos por lo sencillo di un Pokemon que siempre soñaras con tener y trataremos de capturarlo -
Miro durante unos segundos a Cubone y luego a Separow.
— ¿Un pokémon con que haya soñado... pues no sé, supongo que algún pokémon dragón y eso... pero siendo más realistas, algo más sencillo, un Grwolithe, un Rhodorn... los Pancham, Spheal... Siempre me gustaron también los pokémon que se estudian en historia, los fósiles como Kabutops, Aerodactyl o Tyrunt — empiezo a enumerar, la verdad es que no sé muy bien a que atenerme.
- Muchos de esos Pokemon serian faciles de capturar, pero lo facil es algo que no nos sirve, necesitamos poder y rareza algo que te haga unico y te distingia de los demas entrenadores y el pokemon de los que has dicho que ara todo eso es Tyrunt y se exactamente donde se puede conseguir uno, pero tendras que prometer una cosa jamas contaras a nadie a donde te voy a llevar ni revelaras la existencia de ese lugar -
Mis ojos se iluminan en un gesto ilusionado cuando dice eso, ¿ze verdad vamos a conseguir ese pokémon?
Niego con la cabeza.
— No, claro que no se lo diré a nadie... ¿De verdad sabes dónde hay?
- Por supuesto que si, es una isla pequeña oculta a la gente gracias a uno de los Pokemon legendarios, esa isla es muy peligrosa hay un sinfin de Pokemon que se creen extintos y algunos que han llegado hasta nuestros dias de tamaños descomunales, hay que andarse con ojo en ese lugar, pero creo que alli podremos encontrar lo que necesitas -
Por un momento olvido todo lo malo, olvido la evidente muerte de mis padres, la destrucción del pueblo y el secuestro de mi hermana, por un momento solo existe esa extraña isla protegida por un pokémon legendario y llena de maravillosos pokémon. ¿De verdad voy a ir allí? Después recuerdo el resto de cosas y la sonrisa esperanzada que tengo se va difuminando en un gesto más amargo. — Gracias por lo que está haciendo por mi, de verdad. Necesito hacerme más fuerte para poder hacer algo por mi hermana, y si no fuera por su ayuda...