Harlan se encargaba de un trabajo más general de investigación, en lugar de centrarse en los sirvientes y guardias personales de la familia real. A veces los soldados que patrullaban los pasillos veían más de lo que comprendían. Quizás pudiera sacarles algo de información que a simple vista parecía algo trivial, pero que junto con las pistas recabadas por sus compañeros pudieran desenmascarar al culpable y sus motivaciones.
El cazador del rey se dirigió a las puertas de palacio para hablar con los guardias. No tenia demasiado claro por donde empezar, pero ese punto parecia bueno. Eran quienes cotrolaban las idas i venidas del palacio.
- Salve! - Saludó Harlan a los guardias. - Estoy investigando algo en nombre del rey. - Prefirió guardarse el que, ya que era demasiado surrealista ponerse a hablar de ello. - Teneis algun registro escrito donde anoteis las idas y venidas de todo el que pase por las puertas?
De verdad esperaba que fuera asi, porque de lo contrario tendria que interrogar a estos guardias y a todos los que hayan hecho turno... seria demasiado tedioso, y probablemente no se acordasen de todo lo que necesitabamos.
El soldado detuvo su marcha y miró de arriba a bajo al hombre que lo abordaba, analizando e intentando recordar si lo conocía con anterioridad.
-Me suena de haberos visto antes en la perreras ¿Sois Harlan? ¿El cazador? -Su actitud se relajó un poco, aunque le era conocido no pensaba revelar información delicada.
-No anotamos nada porque no hay nada que anotar. En caso contrario simplemente actuamos e informamos al capitán Rolan. Es él quien coordina la seguridad en palacio.
Harlan pensó, por unos instantes, antes de que le respondieran, que seria facil su parte. Se equivocaba.
- Si, soy Harlan el cazador. - Confirmó. - Entiendo... Y donde puedo encontrar al capitan Rolan? - Preguntó, esperando que no tuviera que dar muchas vueltas por el palacio.
Esperaba que el capitán tuviera una memoria prodigiosa... En caso contrario habria perdido el tiempo. De todas maneras, le propondría llevar un registro escrito, mucho mas fiable que la memoria.
Los guardias le indicaron como llegar a los barracones pues el capitán tenia su despacho privado y dormitorio al lado del dormitorio de sus tropas, solo una puerta los separaba del resto. Mantenía la disciplina en todo momento y una eficiente y rápida coordinación de las tropas en caso de ataque. Por lo demás vivía de forma austera como el resto de sus soldados y compartía el rancho en el mismo comedor reservado para ellos. Gestos como estos eran lo que forjaban día a día la lealtad de sus hombres y ojalá nunca tuvieran que elegir entre su capitán o la Corona.
Cuando Harlan llegó a los dormitorios solo encontró cuatro soldados en su descanso, compartiendo una mesa redonda y jugando a las cartas. La puerta al despacho del capitán Rolan estaba abierta, dispuesto para recibir noticias y actuar rápido en caso de necesidad.
Harlan saludó a los soldados que jugaban a las cartas y se dirigió directo al despacho del capitán. Llamó a la puerta, aunque esta estaba abierta, por educación y entró.
- Salve, capitán. - Le dijo el cazador, saludandolo. - Soy Harlan, el cazador del Rey. Vengo en su nombre, a preguntarle algunas cosas. - Bajé la voz un poco, para evitar que los soldados de afuera me escucharan... Sospechaba que no seria bueno que se esparcieran rumores, y los guardias, cuchicheaban como lavanderas. - Le importaria que cerrara la puerta unos momentos? Por el momento es algo confidencial...
Esperé a que me diera permiso, ya que estabamos en su despacho.
El capitán dio su consentimiento en silencio, mientras seguí leyendo con su único ojo bueno y firmando documentos. El capitán se encargaba de revisar el correo que entraba y salía de palacio para asegurar que no se filtraba información delicada, una tarea que llevaba haciendo desde antes del incidente del bosque y que ahora resultaba necesario más que nunca.
Era él mismo quién se encargaba de acuñar el correo de la familia real con el blasón de la corte. Tenía una buena cantidad de cartas, invitaciones a la fiesta conmemorativa del aniversario de los reyes, una demostración de poder y la farsa de matrimonio feliz.
-¿Qué es aquello tan importante que no puede esperar?
Harlan cerró la puerta y se acercó al capitán. Al menos parecia dispuesto a colaborar. Al menos mientras todo fuese en nombre del Rey.
- El Rey necesita saber si ha habido entradas y salidas inusuales del personal del palacio. - Le pidió. - Gente que saliera por la noche, que se mostrara nerviosa. Movimientos extraños... Esperaba que hubiera un registro escrito, pero los guardias de la entrada me dijeron que no anotaban nada, y que todo se lo reportaban a vos. Esperaba que recordase algo que le hubiera llamado la atención en los últimos días.
El cazador sospechaba que tirar de un hilo tan fino como la memoria de alguien era apuntar muy alto, pero tal vez tenian suerte.
-Que preguntéis eso es cuestionar como dirijo la seguridad de palacio y dudo que Sigurður pregunte tal cosa con esas palabras ¿Sabéis como perdí este ojo? -Indicó con el dedo al parche. -Protegiendo al rey en batalla, y eso fue antes de aprendierais a andar. Él mismo me confió la protección de su familia. El único libre para deambular a altas horas de la noche es nuestro monarca hiendo a orinar... ¿Queréis saber con cuanta frecuencia va un hombre de su edad? Muchas, por eso no lo anotamos.
Harlan no esperaba encontrarse con tan poca disposición a cooperar. El tipo era extremadamente leal por el celo con el que hablaba de su trabajo. El cazador decidió darle un poco mas de información a ver si se relajaba y veia que era una cuestion mucho mas seria.
- No pretendia cuestionar vuestro trabajo, ni mucho menos pero... - Harlan bajó un poco la voz. - Ha habido un atentado contra la familia real durante la caceria de esta mañana. El rey y los principes están bien. - Se apresuró a decir el cazador, para que no se alterara demasiado el capitán. - Aunque falleció el mozo. - Dijo con la voz apesadumbrada. - El Rey sospecha que alguien ha debido de filtrar la fecha de la caceria, pues nos estaban esperando. De ahi viene mi pregunta. Cualquier detalle, por insignificante que parezca, nos seria de ayuda. Que alguna doncella haya estado fuera mucho mas tiempo de lo que se esperaba. La visita de algún noble sin anunciar. Cualquier detalle.
Harlan esperaba que con la información que le habia dado estuviera mas dispuesto a colaborar y menos a sentirse insultado. Habia mucho en juego.
El capitán se frotó el puente de la nariz con el índice y el pulgar. No podía creer que le estuvieran preguntando ese tipo de cosas.
- El Rey sospecha que alguien ha debido de filtrar la fecha de la caceria, pues nos estaban esperando.
-¿Queréis decir a parte de la familia real, el consejero y yo mismo? No caigo en quién más pudo saberlo, solo que no le trasmití la información a nadie más. No respondo por ellos, quizás se les escapara sin darse cuenta... Mi consejo es que no sigáis persiguiendo el origen del rumor y os limitéis a las pruebas que encontréis. Seréis más eficiente en vuestro tiempo y no le se lo haréis perder a otros.
Harlan estaba bastante seguro de que ya no iba a obtener nada mas del capitán.
- Gracias por la ayuda. - Le dijo el cazador, volviéndose a la puerta. Si el capitan no tenia nada mas que añadir, se iria de allí dejando la puerta abierta como estaba antes de conocerlo.