Allí estaba Banjac, regresando de alguna manera a los orígenes de su familia, unos que conocía, pero con los que nunca había estado en contacto.
El potente todoterreno que había alquilado, avanzó despacio por la virada carretera, había nevado desde que salió de Pristina hace ya más de tres horas, a las cuales había contribuido el control militar que había en el pie de la montaña sobre la que se encontraba ahora, pero el tiempo había empeorado de una manera alarmante. Ya le advierteron que iban a cerrar el tráfico, y si pasó, fue únicamente por las credenciales que mostró, y aún así hubo serias advertencias de que era bajo su propia responsabilidad.
Una vieja gasolinera fue lo primero que dejó atrás, la ventisca hacía díficil distinguir los contornos de las casas, y ningún otro vehículo se movía por la carretera principal del pueblo. Se había informado un poco sobre él, pero no era mucho lo que había sacado en claro. Salvado de la guerra de los balcanes, unos quinientos habitantes, su máximo esplendor lo alcanzaó durante el periodo bizantino como lugar importante de paso por las montañas, nada a tener en cuenta en los últimos novecientos años.
Pero lo habían destinado a aquella misión, la tercera que realizaba bajo las premisas del antiterrorismo, se había adaptado bien a aquel departamente, y su jefe directo, Cristhop Worns, confiaba en él, en buena parte influido por la apasionada recomendación que Gabriel Stoltenberg, su anterior jefe, le remitió.
En su mente aún tenía fresco el expediente que le habían entregado, y que tuvo tiempo de repasar minuciosamente en el viaje desde Munich.
EXPEDIENTE 2358-H/AU1
KOSOVO. EJERCITO DE LIBERACIÓN DE KOSOVO (ELK)
Esta organazición llamada ejército de liberación de Kosovo, ha sido calificada como terrorista debido a sus últimos ataques sobre objetivos serbios durante los últimos meses, tanto civiles como militares (consultar los expedientes 2245-J /AU1, 2278-L / AU1 y 2287-V /AU1), por lo tanto, ha sido ordenada su investigación y si llegara el caso, su disolución.
Nuestros agentes han investigado acerca de sus principales miembros durante los últimos meses, y aquí está la información de sus principales miembros.
Hashim Thaçi: Lider político del movimiento independestita kosovar, tiene la intención de fundar un partido político para intentar obtener la independencia por medios pacíficos. Prácticamente intocable.
Shaim Pellumbi: Lider militar, antiguo coronel de las tropas serbias durante la guerra de los balcanes, paradero desconocido.
Pero esos dos nombres no son los que nos ocupan ahora mismo, pues es otro el hombre que quiero que investigue.
Zvjezdan Misimovic: Reconocido tratante de arte y excéntrico millonario. Uno de los principales mecenas de la Universidad de Pristina, y sospecho de financiar también las actividades del ELK. Hemos recibido una información que nos preocupa, se trata de la contratación por parte de este sujeto de una prestigiosa tasadora de obras de arte, la doctora Ywen Roth de la Universidad de Cambridge, con lo que se han disparado los rumores acerca de una posible salida al mercado de una gran cantidad de objetos valiosos, con el consiguiente ingreso de dinero que eso puede suponer en las arcas del señor Misimovic, y, con total probabilidad, al ELK, y la posibilidad de una ofensiva a mayor escala.
Nuestro objetivo era esperar a que se resolviera la venta y seguir ese dinero, pero se ha producido un contratiempo de última hora, que nos ha hecho variar los planes. Anoche murió, por causas naturales, según el primer informe policial, Zvjezdan Misimovic, y es crucial saber que va a suceder con su fortuna, para evitar que caiga a toda costa en manos terroristas.
A continuación procedo a entregarle más detalles del sujeto.
-Nacido en Dacijaj, Kosovo, Serbia el 21-05-1932, fallecido en Dacijaj, Kosovo, Serbia el 24-04-1996.
-Su familia poseía ya una notable fortuna familiar desde la Edad Media, y todo lo heredó Zvjezdan con la prematura muerte de sus padres en un accidente de tráfico.
-Estudio en Cambridge después de la Segunda Guerra Mundial, y se licenció con excelentes notas en Derecho.
-Allí mantuvo una relación con una mujer llamaba Marina Biancanelli, con la cual tuvo una hija, pero se separaron y la pista de madre e hija se perdió. Nunca llegó a reconocerla.
-Regresó a Yugoslavia y empezó a trabajar para la Universidad de Pristina, conociendo allí a su futura esposa, Sophie Tauladoc, prometedora escultora con la que tuvo un hijo, Mirsad Misimovic. La mujer falleció de cancer cuando el niño tenía cinco años.
-Desde aquel suceso, se recluyó en su mansión en Dacijaj, limitando su contacto con el mundo exterior, dejando a su hijo en caros y elegantes internados parisinos.
Mirsad Misimovic: Hijo y heredero Zvjezdan, artista de caracter bohemio, sin ninguna relación aparente con el ELK, pues tiene su risdencia fijada en París y apenas visitaba a su padre. Nacido en Pristina el 31-09-1964.
Dragic Hadzibegic: Catedrático en la universidad de Pristina, casado y sin hijos, es, posiblemente el contacto de Zvjezdan con el grupo político del ELK. No es prioritaria su investigación de momento.
Ivan Lazovic: Abogado de la víctima, amigo íntimo del fallecido, soltero y sin familia, siempre ha trabajado para la familia Misimovic, se sabe poco de él fuera de su trabajo, ya que prácticamente vivía para él.
Copia del informe sobre la muerte de Misimovic.
CASO J-456-96 Zvjezdan Misimovic. Comisaría de Pec
El día 23 de Abril de 1996 a las 19:37 horas, fue encontrado el cuerpo sin vida de Zvjezdan Misimovic a las afueras de su casa en Dacijaj por su jardinero Dejan Valok. La posible causa de su muerte fue un paro cardiaco.
El difunto contaba con sesenta y cuatro años y era poseedor de una notable fortuna, teniendo como heredero a su único hijo Mirsad Misimovic, el cual está intentando ser localizado en estos momentos pues no ha sido posible encontrarlo en su última dirección conocida, en París.
La investigación para confirmar los hechos narrados por los testigos acaba de comenzar, pero todo apunta en principio a una muerta natural.
De momento, el cuerpo del fallecido se encuentra en la casa policial de Dacijaj, a la espera de la autorización necesaria para realizarle la autopsia.
Firmado
Milo Jerbko
Dacijaj. Hotel Dacijaj. Jueves25 - Abril - 1996, 15:14. Exterior del Hotel
Había reservado habitación en el único hotel de la ciudad, y la mujer que lo atendió por teléfono, le indicó que era imposible perderse, que únicamente tenía que que seguir por la carretera, y se lo encontraría en mitad del pueblo.
No vio nadie por la calle, algo comprensible, y tras un par de minutos, su reducido campo de visión le ofreció la imagen de su más que posible destino. Un vetusto cartel tenía grabadas en él, las palabras Camas y Comidas. El hotel aparentaba más de lo que era, dos plantas, ladrillos oscurecidos se mezclaban con el cemento para darle solidez contra las inclemencias del tiempo, en todos sus sentidos. Tenía un pequeño porche de madera a la entrada, si hubiera estado acristalado sería acogedor, pero ahora mismo, arrasado por la tormenta, que había vuelto a recrudecerse debido a ese pequeño giro al norte que había dado con el coche, se encontraba lejos de aquel estado.
Había aparcados dos coches más justo delante, un volvo azul marino, y un volkswagen sirocco de color verde, este último con algo más de nieve que el primero, pero ninguno estaba totalmente cubierto.
Desde pequeño había escuchado historias sobre la antigua Yugoslavia, aunque en época de mi abuelo, no se trataba de un país único. De hecho, cuando tras la II Guerra Mundial algunos sabios decidieron meter en el mismo saco las distintas identidades culturales y religiosas y llamarlas Yugoslavia, tampoco era un país único. La cohesión jamás existió. Ni siquiera buenas relaciones vecinales. Mi abuelo podía pasar horas contando sus historias, hablando de tiempos olvidados y de cosas que yo jamás llegué a vivir.
Mi padre no era distinto, aunque ya pertenceía a una generación que creció lejos de su hogar natural. También contaba historias, recuerdos de una niñez truncada por un pueblo que había perdido su identidad. Pero ahora, observando el paisaje nevado y el tiempo infame a través del parabrisas del todoterreno, recordé la insistencia con la que mi padre y mi abuelo mencionaban la dureza del clima de su país. Y aunque estamos en primavera, la ventisca y la nieve helada mantienen su inclemente presencia.
Tal como dijo la mujer, encontrar el hotel en el que pretendía hospedarme en Dacijaj no resultó difícil. En el centro de la pequeña población pude distinguir el edificio y el cartel que indicaba donde podría refugiarme de este clima gris y frío. No era extraño que las calles estuviesen desérticas. Ni un alma. Solamente nieve y ventisca. Cualquiera en su sano juicio estaría encerrado en casa, a la vera de una buena estufa o un buen fuego.
Tras detener el vehículo, obervé los alrededores. Recogí el dossier con la información del caso que tenía que investigar y lo guardé en un maletín. Saqué mi equipaje del maletero y cerré el coche. Quizá en unas horas también quedaría cubierto por la nieve, como el Volvo y el Volkswagen de las cercanías.
A buen paso y cargando con mis cosas, llegué al porche del hotel y abrí la puerta.
"-Buenas tardes... - dije sin demasiado convencimiento, esperando que alguien en recepción me escuchara..."
Dacijaj. Hotel Dacijaj. Jueves25 - Abril - 1996, 15:15. Recepción.
Un suave tintineo acompañó su entrada en el interior del efidició, el cual, presentaba un mejor aspecto que el exterior, un olor a madera antigua inundó las fosas nasales del agente, rancio y agradable. Rápidamente analizó la estancia, amplia, sin ninguna separación en forma de pared o puerta. La mitad de las luces se encontraban apagadas.
A su derecha, unas escaleras que perfectamente podían pasar desapercibas, subían seis o siete escalones y giraban, perdiéndose tras un giro. Al otro lado, un perchero semioculto tras la puerta, sostenía un sombrero negro. Un fuego crepitaba al fondo de la amplia estancia, varios sillones, de vetusto aspecto se encontraban en el centro, y al fondo, también el lado derecho, una puerta cerrada impedía el acceso al comedor. Un pequeño mostrador en la parte delantera, hacia las veces de recepción, pero en estos momentos, no había nadie detrás de él. Un libro, grande, parecido a los que habitualmente se usaban para registrar a los clientes, se encontraba descansando sobre la parte superior del mismo, cerrado. A los pies del mueble, había una bolsa de plástico, una mochila, y sobre ella, una carpeta grande, un formato A3 más o menos, de color azul.
Dos personas conversaban en los sofás mencionados anteriormente, un hombre mayor, pelo corto y cano, discreto bigote del mismo color, ataviado con una largo abrigo negro, abrochado casi en su totalidad, y un ligero rastro de humedad en sus zapatos, delatado por un cambio de tonalidad en su color marrón. Su espalda descansaba en actitud relajada. Presentaba un claro contraste con la mujer que tenía enfrente.
Joven, unos veinticinco, pelo largo y negro, ojos grandes, belleza serena y discreta. Llevaba puesto un anorak, verde oscuro, unos vaqueros negros, y unas botas de piel negras. Estaba ligeramente inclinada hacia delante, con los brazos apoyados en sus muslos y sus manos jugueteaban con un gorro de lana, de color parecido al del abrigo.
Se giraron hacía él cuando habló.
Sale de escena hacia --------------> Jueves 25 Abril 1996