Partida Rol por web

 El sonido de alguna clase de pokémon insecto vibraba en el aire caluroso, era una tórrida tarde donde la gente evitaba las calles. Estaba solo, después de abandonar aquel edificio cuyas puertas se abrieron ante su presencia automáticamente para permitirle la salida, contempló el asfalto caliente y el calor del día le golpeó el cuerpo con cansancio en músculos y huesos. Su estómago gimió exigiendo algo de comida.

 Aquella ciudad parecía una ciudad fantasma. No debía de faltar mucho para que tuviesen que ir a su tarea del día, pero Hitomi no le había ido a buscar. Seguramente estaría esperando en el centro pokémon, a menos que Jin se estuviese retrasando demasiado.

 Sara no estaba cerca. No había rastro de ella, como si Sabrina la hubiese envuelto en otra realidad y la hubiese condenado a vivir en otra dimensión. Aunque ante la falta de gente, parecía que el que había sido transportado había sido él.

 Se llevaba un buen recuerdo.

 Aquello si que era autentico. Un autógrafo. ¿Qué valor podía tener aquello? El valor del recuerdo. Nada más.

Un pidgey sobrevoló rápido los edificios. No muy lejos de allí había un parquecito. De nuevo, vacio. Se posó en el suelo y se adentró en él. Los árboles eran espesos, daban sombra, una sombra que debía ser muy agradable en aquellos momentos de calor.