Las aprtes que había diseminadas aquñi y allá no podían tratarse de otra cosa que de partes de una nave. Quizás de un diseño extraño, y mucho más avanzado que lo que en la Tierra poseían, pero una nave tal como lo que planeaban construir en el Halcón Etéreo. Y entre todas aquellas piezas, una destacaba entre las demás. Nunca había visto uno, pero había oido rumores, escuchado descripciones del motor mágico cuya construcción el rey Ludwig de Bavaria había prohibido con duros castigos. Un motor dimensional, del que se decía que Leonardo sólo había usado una vez, y había abierto un portal a otra dimensión por el que un ser demoniaco había intentado entrar.
Jalabar examino atentamente todos los artefactos presentes en la habitación sin decir nada en ningún momento. Dedico la mayor parte del tiempo a examinar lo que parecían ser los restos de un motor.
Tras quedarse un rato pensativo se dirigió a los demás.
- Los artefactos que nos rodean son los restos de los sistemas de una nave generacional lo que encaja con la historia que nos han contado. Tenemos un diario de a bordo, lamentablemente incomprensible para nosotros, un mapa estelar y diversos subsistemas. Lo que más me ha llamado la atención es algo de lo que solo había oído hablar, un motor mágico que parece capaz de abrir una puerta a otros mundos. Es posible que los prusianos hayan instalado un motor como este en la nave que nos trajo aquí lo cual explicaría como una nave que no debería haber llegado ni siquiera a Marte este en otro sistema solar.
Les dio la espalda centrando de nuevo su atención en el resto del motor mientras examinaba sus piezas.
- Debo mencionar que la creación e incluso el estudio de un motor como este esta terminantemente prohibida por los que son supuestamente los únicos que pueden crear motores mágicos. Claro que también debo mencionar que los edictos de un rey bávaro tienen un escaso valor para mi. Lo cierto es que es un artefacto lo bastante peligroso como para que crea que es una decisión que debemos tomar entre todos el reconstruirlo o no.
Se giro e hizo una leve inclinación a la dama Zora.
- Todo ello, claro, si contamos con el permiso de sus propietarios.
Tras un examen de los restos en la sala escucho con atención con Jalabar, asintiendo en algunas partes
-sin entrar en tanto detalle concuerda con mis observaciones de estos restos-
A lo que no había llegado era a la posibilidad de reconstruir esta chatarra y por un momento miro con duda al enano, pero dado su caracter no creo que bromee
-¿entonces si existe una posibilidad de volver a Europa con esto?- doy una patada a un trozo de metal cercano a mi pie -parece una idea desesperada-