Dahlig guardó silencio por un momento, y asintió.
- Procedamos, pues. Dejo en sus manos negociar con Kolya, creo que tienen cuentas pendientes -una sonrisa pareció asomarse en la cara de la dama.
Moreau sintió con decisión. Tenía curiosidad por el mencionado mineral que también recogeríamos, pero no era momento para esa ni para ninguna de las otras preguntas que rondaban mi cabeza.
- Vayamos a la armería, pues.
--- Dado que se supone que son ustedes mis prisioneros y que, en ánimo de colaborar en esta investigación, voy a dejar en garras de los madisim, viajarán en el transbordados ustedes, mi lugarteniente el teniente Nowak, y una escolta armada que se supone debe ocuparse de que no huyan.
Perdone que le pregunte General. Hay algo que me inquieta en su plan ¿Que es eso de planeadores individuales? preguntó Munchausen con la preocupación en el rostro de no saber muy bien si iba a saber manejar aquel instrumento del que hablaba.
--- Se trata de naves voladoras para 1-2 personas, ligeras, ágiles y veloces, pero de escaso radio de acción. En cuanto a su manejo, les instruiremos brevemente en el mismo, pero serán mis hombres, su "escolta", quienes las pilotarán, ustedes serán su... carga.
Sría conveniente ir cortando las comunicaciones entre naves.
-Escuche, Jalabar, yo mismo no se mucho de los artefactos que custodian los de mi especie. Según Sverri existe una colonia de los nuestros, escondida y apartada del alcance de los gobiernos humanos, y en ella protegen los restos de mecanismos que tienen miles de años, desde el origen de los nuestros. Mi pueblo siempre ha estado fascinado por la tecnología, siempre ha tenido un conocimiento casi instintivo sobre ella, aunque en cualquier lugar que no sea el Dominio Vytautas, se nos considera poco más que animales, o aberraciones. Pero Sverri describe que algunos artefactos van más alla de todo lo que yo conozco. Yo...me cuesta creer algo así. Nunca he sido un hombre de fe, y siempre he pensado que las viejas leyendas no eran más que delirios religiosos. Pero tampoco puedo explicar cómo han llegado ustedes aquí y ya ve. Se lo suplico, Jalabar. Necesito conocer la verdad.
Jalabar no logro ocultar su decepción por completo ya que esperaba oír la descripción de un lego de las partes de un motor o los sistemas de control de una nave que viajara a través del éter. No tenía suficiente información para confiar en nadie pero si Jarle era sincero no podía ignorar su petición. Hacerlo seria ignorar su honor. Además no podía dejar de sentirse atraído por la oportunidad de examinar la tecnología de este mundo.
-No es lo que pensaba que iba a decirme pero ha logrado convencerme. Espero que mis habilidades como ingeniero nos sean útiles para resolver este misterio.
Abrió la puerta.
-Salgamos de aquí cuanto antes.