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Proyecto Halcón Etéreo

Capítulo 2: Desde Prusia con amor

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30/12/2010, 19:06
Director

En el que los valientes caballeros protagonistas de esta historia viajan a otro país a ayudar a una damisela en apuros. La Anfitriona aprovecha la ocasión para hacer un chiste sin gracia y nada original en el título.

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30/12/2010, 22:36
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d4
Motivo: Registro
Resultado: 4

Notas de juego

1 duLapin

2 Moreau

3 Jalabar

4 Atreides

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02/01/2011, 13:44
Director

Unos tres días después del anuncio de la partida de Miranda, Dunoyer y Wenning se despidieron del grupo en la estación de Le Havre. A pesar de los mejores esfuerzos de las personas que estaban dentro del secreto, los rumores se extendieron, y cuando llegó el momento de comenzar el viaje, todo el mundo dentro del proyecto sabia ya que Miranda había decidido trabajar para el Carro de Selene. Nadie sabía el motivo, aunque se especulaba sobre él, pero todos los detalles respecto a la presencia de un agente de los prusianos en la zona y sobre la desaparición de los documentos habían sido ocultados y nada había llegado a conocimiento de la gente.

Durante el viaje por territorio francés y bávaro, aunque fue un trayecto largo y aburrido, al menos pudieron agradecer que no hubiese incidentes de importancia. Se pasaban el día en el tren, excepto las pausas para estirar las piernas y comprar algo para comer. Por la noche dormían unas horas en el hotel que Wenning había reservado para ellos a lo largo de su ruta, y temprano por la mañana volvían a la estación para hacer el siguiente tramo de su viaje. Llegaron a Frankfurt el tercer día de viaje desde su salida de Le Havre. Esa noche se fueron a dormir sabiendo que al día siguiente entrarían en territorio prusiano. A partir de ahí, tendrían que estar preparados y alerta, porque Bismarck y los suyos no dejarían que sus planes fueran frustrados tan fácilmente.

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02/01/2011, 15:55
Director

En la estación, los viajeros luchaban con sus equipajes o se despedían de sus amigos y seres queridos antes del viaje. El tren salía bastante temprano, y apesar de que ya había bastantes viajeros en la estación, ya que en una ciudad tan grande, la actividad nunca cesaba, pudieron evitarse las aglomeraciones que encontrarían en el andén si el día estuviera más avanzado. No tardaron en encontrar su vagón, uno de los últimos, y en efecto, casi no había nadie allí, excepto una muchacha pellirroja que leía el periódico en uno de los bancos del andén, y una fornida mujer, de aspecto mayor, que discutía con el revisor del traen sobre lo importante que era que tratase bien su equipaje y cómo esperaba que se le deparase la consideración adecuada a su posición.

Chica Steampunk leyendo el periódico en la estación de tren

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02/01/2011, 16:08
Director

Rene tenía experiencia en disfrazarse, en el uso del maquillaje para alterar sus facciones y en general, todas esas pequeñas artes que sirven para ocultarse a sí mismo. Y al observar con detenimiento a aquella mujer que discutía con el revisor, se dio cuenta de que también ella tenía esos conocimientos. Quizás podría pasar desapercibido para otros menos observadores, pero René se dió cuenta del maquillaje, de los pequeños trucos para alterar las facciones, la ropa holgada que permitía aparentar un cuerpo más voluminoso de lo que en realidad se poseía. Las alteraciones habían sido hechas con maestría y experiencia, pero no habían conseguido pasar el escrutinio de Rene.

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02/01/2011, 16:16
Director

La mujer que discutía con el revisor llamó la atención de Jacob. Al principio no sabia por qué, aunque sus rasgos le resultaban familiares no lograba recordar dónde la había visto antes. Al cabo, logró darse cuenta. No la había visto. No, al menos, tal y como estaba ahora, ya que fijándose con atención logró darse cuenta de que había modificado su aspecto gracias a la aplicación de maquillaje y el uso de unos cuantos trucos ingeniosos. Pero sus ojos y algunas otras señales más difíciles de disimular, le permitieron identificar a una artista a la que en una ocasión había tenido la portunidad de ver actuar en la ópera: Melissa Baldwin.

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02/01/2011, 17:02
Director

A Jalabar, la fornida mujer, de alguna manera, le resultaba familiar, pero por más que la veía, no lograba recordar dónde la había visto antes.

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02/01/2011, 17:04
Director

Dos cosas llamaron la atención de Otto en las personas que esperaban en el anden. La primera, fue una fina cinta de seda roja que adornaba el sombrero de la muchacha pelirroja que leía el periódico en el andén. La segunda, que la mujer que discutía con el revisor, aunque dificil de percibir por ojos menos expertos que los suyos, se había caracterizado para disimular su verdadero aspecto.

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02/01/2011, 17:08
Director

El vagón en el que tenían que viajar estaba separado en tres compartimentos, cada uno con cuatro plazas. En cada compartimento había dos bancos, uno frente al otro, cómodos y acolchados, cada uno con espacio para acomodar a dos personas. Aunque en realidad el hecho de que los tres compartimentos fuesen iguales era una suposición. La entrada de cada compartimento tenía una cortina para salvaguardar la intimidad de los pasajeros, y en el compartimento más alejado de la éntrada del vagón, parecía que los pasajeros habían decidido que no deseaban establecer relaciones con el resto de pasajeros, ya que la cortina estaba corrida para ocultar la vista del interior.

 

Notas de juego

Compartimento 1 (el más lejano a la entrada): ¿ocupado?

compartimento 2 (central): 4 plazas libres

compartimento 3 (el más cercano a la entrada): 4 plazas libres

¿Cómo os distribuís?

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02/01/2011, 17:22
Charles du Lapin

-Compartimentos de cuatro plazas y nosotros somos justo cinco, que molesto- comente sin que esto alterase mi humor, era un inconveniente poco importante en realidad

-yo personalmente me sentare en el compartimento 2, prefiero una posición "central"-

Como no me parecía un asunto que requiriese discusión fui a sentarme a ese compartimento, en un asiento junto al pasillo, de espaldas al compartimento 3

Notas de juego

las dos mujeres que hemos visto, ¿están en el compartimento 3 o aun no han subido al tren?

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02/01/2011, 17:54
Director

Notas de juego

Las dos mujeres que habeis visto aún no habían subido al tren cuando vosotros habíais entrado.

El hecho de que los compartimentos sean de cuatro no lo he hecho por fastidiar, al principio pensé hacerlos de 6, y luego miré algunos ejemplos de trenes que había en Comme il Faut. Aunque reconozco que ahora casi lo prefiero así. Por supuesto, cuando pongais destinatarios, poned sólo a los que estén en el mismo compartimento que vosotros (a no ser que levanteis la voz o algo así)

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02/01/2011, 19:22
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

 Entro con mis compañeros al ande, para esta misión, me he preparado lo mas adecuadamente posible.

Du Lapin hablaba sobre el numero de plazas. Pensaba decir algo, algo sabio y prudente, pero...

-Ya vengo, encárguense ustedes de las plazas...

Camino hacia la joven en el banco con caminar suave, elegante...

-Señorita, si no se apura puede perder el tren... -sonrío lo mas encantadoramente que puedo.-

 

 

Notas de juego

Empezamos con la banda sonora del Vizconde. 

Aunque lo único que falta es que esa Dama se a una espía, nos relacionemos sentimentalmente, nos enfrentemos en duelos casi a muerte, traicione a su jefe y escapemos juntos xD

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02/01/2011, 19:42
Amara Schulze

La joven miró con sorpresa al Vizconde cuando se dirigió a ella, pero en seguida le devolvió la sonrisa que éste le dedicaba.

-Gracias. Supongo que me había distraído. -Miró al vagón en el que el Vizconde y sus compañeros estaban a punto de entrar y volvió a sonreirle a Atreides, mientras doblaba y guardaba el periódico-Es una suerte poder contar con compañeros de viaje tan amables, ya que por lo que parece, compartimos el mismo destino.

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02/01/2011, 20:13
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

 -Es un placer ayudar a quien lo necesita señorita...señorita...
¿Puedo saber su nombre?

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02/01/2011, 20:15
Charles du Lapin

Ya en el tren dedico una breve sonrisa a la señorita que recibe las atenciones del Vizconde, un hombre verdaderamente fiable para ciertas cosas, sin duda no necesitara de mi ayuda para este asunto así que me dirijo al asiento que he decidido ocupar

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02/01/2011, 21:06
Jalabar

Observé la situación con cautela. La compañía de mis amigos me era grata, pero puestos a distribuirnos yo era el más excéntrico y seguramente el Vizconde (que ya había comenzado a hacer de las suyas), Charles, Sven y Jacob tendrían más que hablar entre ellos que yo con alguno. Ciertamente prefería pensar en algún diseño que me ayudara a pasar el tiempo sin preocuparme por la señorita ni por mi padre. Además, y por encima de todo, no quería entrar en otra charla sobre lo que podía y no podía hacer, los peligros que conllevaban la misión, y demás asuntillos sin importancia.

- Si me permiten, señores, yo preferiría ir solo en el compartimento 3. Ustedes pueden quedarse en el 2. Aunque por supuesto, no voy a obligarles a nada; simplemente voy a posicionarme en el tercer compartimento y les hago saber que no tengo ningún reparo ni me sabe mal ir solo, aunque tampoco echaré a ninguno de ustedes a patadas si deciden viajar en él. ¡Buen viaje!

Y comencé a subir mi equipaje a los altos escalones del tren. ¿Por qué la medida estándar era humana? Cuando acabe con el Halcón diseñaré un tren uniracial, ya lo creo que lo haría. Mientras intentaba subir (esperé no oír risillas de fondo) reparé en los demás viajeros: ¡oh, no! Si no voy con mis compañeros, tal vez me toque algún plozimo... Alguien como la señora Kamo... Era demasiado tarde para echarse atrás. Cuando llegué al tercer compartimento, esperé que la señorita a la que el Vizconde había ayudado no estuviera sentada allí, y que la puerta no se volviera a abrir hasta el final del viaje.

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02/01/2011, 21:11
Amara Schulze

-Mi nombre es Amara Schulze-dijo levantándose y ofreciéndo su mano al Vizconde-Por mi parte, ¿puedo saber con quién tengo el placer de hablar?

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02/01/2011, 21:35
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Tomo su mano y la beso ligera y suavemente

Jean, llame solo  Jean por favor. El resto de  mi nombre es innecesario... y me causa algo de dolor.

¿Me permite ayudarla y acompañarla?

 

 

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02/01/2011, 22:02
Amara Schulze

-¿Cómo rechazar un ofrecimiento semejante? Mi baúl ya está en el vagón de equipajes, pero puesto que viajo sóla, me alegra saber que habrá caballeros a los que acudir si algo pasase en el camino. A veces viajar es tan poco seguro hoy en día...

Recogió una bolsa de mano, y se dispuso a subir al tren. Ya dentro, dudó un momento a qué compartimento ir, pero tras ver que en dos de ellos no parecían dispuestos a recibir más viajeros, se dirigió al segundo.

-Buenos Días. Con su permiso.-saludó a DuLapin, antes de alisarse la falda y sentarse en frente de él.

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02/01/2011, 22:24
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

 Ayudo a subir a la dama al tren, y al ver que se encamina justo a mi compartimento sonrío.

-Afortunada coincidencia...