Partida Rol por web

Primero me sorprendí. Luego me enfadé. Todo apuntaba a que Naga me había robado. Pero este mundo, por grande que fuera, daría lugar para reencontrarnos, más tarde o más temprano. 

Visto lo visto, no tenía muchas más opciones que ir por ahí a buscarme la vida. Aunque con un ojo avizor, por si viera a Naga por algún rincón. En tal caso, pretendía acecharla y acercarme a ella por la espalda, sin ser visto. Quizá, sólo quizá... pudiera probar la nueva técnica de Degollar.

Continuó tu experiencia dentro de Crown con la tranquilidad de que poco a poco te ibas haciendo con el mundo.

Mientras hacías tus tareas diarias te llegó una nueva notificación, parecía que era por parte de los desarrolladores del juego.

"¡Estimado jugador de Battle for the Crown!

Dedícanos tan solo unos minutos para responder a nuestra encuesta de calidad y así poder participar de manera activa en el desarrollo y mejora de nuestro entorno de Realidad Virtual"

la notificación venía con un botón para aceptar la encuesta y otro para rechazarla ¿qué harías?

Primero me molestó la interrupción, luego lo pensé mejor, así que acepté participar en la encuesta.

Gracias por participar en la encuesta de calidad. Le avisamos por adelantado que al finalizarla recibirá una recompensa por el tiempo invertido de manera desinteresada.

1) ¿Qué tal es su experiencia con Battle for the Crown?¿Se lo recomendaría a sus amistades?

2) Usted lleva a un ladrón, ¿le gusta su clase?¿hubiera preferido elegir otra?

3) ¿Cree que el número actual de clases es suficiente?¿y de naciones?¿Tiene alguna sugerencia al respecto?

4) ¿Conoce el resto de juegos que ofrece nuestra empresa?¿le gustaría que existiese alguna ambientación no disponible hasta el momento?

5) ¿Hay alguna sugerencia que le gustaría compartir con algo no relacionado con lo anteriormente citado?

Me lancé a responder las preguntas, pensando en qué sería la recompensa. Quizá fuese una baratija, pero a caballo regalado...

1) ¿Qué tal es su experiencia con Battle for the Crown?¿Se lo recomendaría a sus amistades?

Estoy encantado. La inmersión en realidad virtual excede cualquier expectativa. Es emocionante y adictivo.

Por supuesto. De hecho, lo recomiendo a todo el que hablo del juego.

2) Usted lleva a un ladrón, ¿le gusta su clase?¿hubiera preferido elegir otra?

No. Estoy contento con lo escogido.

3) ¿Cree que el número actual de clases es suficiente?¿y de naciones?¿Tiene alguna sugerencia al respecto?

Cuanta más clases y opciones mejor. Personalmente, me está bien como está, pues aun tengo mucho por recorrer.

4) ¿Conoce el resto de juegos que ofrece nuestra empresa?¿le gustaría que existiese alguna ambientación no disponible hasta el momento?

Sí. Encuentro a faltar algunas ambientaciones, era actual, o de mafia en años veinte. Pero con el abanico de juegos parece suficiente, por ahora.

5) ¿Hay alguna sugerencia que le gustaría compartir con algo no relacionado con lo anteriormente citado?

Quizá más variedad de equipo y más disponibilidad de éste en tiendas del juego.

Cuando finalizaste la encuesta una grata sorpresa llegó a tu inventario. Junto con un mensaje de agradecimiento se te ingresó un total de 29.000 monedas como compensación por el tiempo dedicado, bastante más de lo que hubieras imaginado.

Abrí unos ojos como platos. Yo, que estaba dispuesto a degollar por 500 monedas, me encuentro de repente con 29.500 en mi haber. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en mi cara y me entraron unas ganas locas de gastarlo en objetos interesantes. ¿Qué habría para mí en la tienda, ahora que tenía más dinero y más nivel?

Fuiste inmediatamente a la tienda como alma que lleva el Diablo.

En su interior, como siempre, estaba el tendero que con tanta pasividad te había atendido en las últimas semanas.

- Bienvenido de nuevo a mi tienda, ¿qué desea? -

- ¡Hola! - Miré al impávido tendero pensando: - Un Malibú con Piña, no te jode!

- En seguida, respondí - Enséñame qué tienes de armas y armaduras, que pueda usar un Ladrón nivel 29.

El vendedor, como siempre, comenzó a rebuscar en sus cosas para mostrarte rápidamente un curioso objeto.

Se trataba de una varita ¿o era un minibastón?

- Aquí tienes un Cetro del Dragón, es un objeto mágico para ladrones como tú - te lo acercó.

Al ser un objeto mágico tenía descripción propia

"Una feroz cabeza de dragón remata a este cetro escamoso"

Permite realizar ataques con bolas de fuego (ocasiona 3 puntos de daño). Si se obtiene un 1 en la tirada, el cetro se gastará y requerirá recarga mágica.

- Su precio es de 30.000 monedas - dicho aquello buscó otro item.

- Esto me lo trajeron hace pocas horas - eso te recordó que los objetos que estaban a la venta cambiaban periódicamente. Unos iban y otros entraban.

- Se trata de un frasco con líquido potabilizador - te lo acercó. Era un frasco con un líquido que parecía agua.

- Permite eliminar cualquier toxina o veneno de otro líquido, ideal si crees que van a tenderte una trampa o si deseas hacer un engaño - hizo una leve pausa.

- Son 2000 monedas -

De repente te llegó un aviso por parte de la administración. Parecía que el problema de los Hackers se había solucionado ¡menos mal!

- El cetro es muy tentador, pero el precio es excesivo. - Respondí al tendero. La verdad es que se trataba de un objeto que casi aseguraba la muerte de un oponente. Muy interesante, pero, a parte de faltarme 500 monedas, tampoco querría quedarme sin blanca así de repente. - El frasco es más asequible. Me quedo con el frasco.

Dicho esto y, tras completar la transacción, le pregunto - Por cierto, ¿has visto por aquí a la chica que vino el otro día conmigo? Naga, una hechicera. - Quizá este NPC no contestaría a ese tipo de preguntas, pero no perdía nada con probar.

El vendedor negó

- No - dijo tajante. Desde luego esperabas una respuesta negativa, pero su capacidad de no mostrar ningún tipo de emoción al hablar ya sacaba de quicio.

Fruncí el ceño y me largué de allí sin despedirme. - Si no muestra cortesía, no se la merece tampoco. - Pensé, algo estúpidamente, pues era como criticar a una máquina, pero me sirvió como desahogo. 

Salí de allí y, sin pensar demasiado, me di una vuelta por la ciudad mientras revisaba mis mensajes, por si tuviera noticias del Gremio o de quien fuera. Desde luego, saber que había sido solucionado el problema de los hackers era un alivio.