Partida Rol por web

Continuaste tu aventura por el mundo de Crown. Seguías avanzando y avanzando a través de los niveles. Cada vez te notabas más fuerte y ágil.

Ahora, debido a tu nivel. Decidiste adentrarte por lugares un poco más peligrosos. En concreto estabas ahora en un paisaje completamente sombrío a la vez que helado. No parecía haber monstruos por allí, al igual que tampoco otros jugadores

Te sorprendió al avanzar, como por tu camino encontrabas estatuas de hielo tremendamente realistas. No tardaste en concluir que igual eran otros jugadores (o NPCs) congelados. ¿Habría allí algún monstruo sobrenatural?

El lugar era escalofriante. La sensación que se respiraba allí era de peligro constante, con los pelos de la nuca erizados, como si una atención implacable se cerniera sobre mi cuerpo.

Al ver el destino de aquellos otros que, quizá como yo, osaran hollar aquellos parajes, no pude más que tragar saliva y empuñar mis armas con energía. Debía permanecer atento, pues lo que fuera que causara el congelamiento de aquellos desgraciados podría atacarme inesperadamente.

Cuando te percataste de que estabas siendo observado ya era demasiado tarde.

Un virote proveniente de un lugar desconocido fue en tu dirección ¡si no te movías rápido podrías ser impactado!

- ¡Maldición! - Exclamé turbado al ver el proyectil dirigiéndose directamente hacia mí.

El virote pasó rozando tu mejilla. Lo habías esquivado por milímetros.

Acto seguido una figura apareció desde las sombras y se dejó caer a unos 20 metros de ti.

- Vaya hombre, menuda mala suerte. Técnicamente debería haber acertado el tiro, igual debí haberme pedido otra arma - comentó aquello voz que tanto echabas de menos, pero no en el sentido poético desde luego.

- Te ha costado ir un lugar que no fuese seguro ¿eh? espero que te alegres de verme - sonrió dulcemente.

Mi mirada se endureció al ver allí a Naga y, además, sabiendo que había intentado matarme.

- Sí. No sabes cuánto me alegro.

Dicho esto, me propuse devolverle el favor. Así que le arrojé la daga de hierro mientras me abalanzaba contra ella desenvainando la daga de plata.

Me lancé en un ataque sin piedad. El destello de mi daga de plata hacía juego con el brillo de mis ojos al abalanzarme sobre ella.

En un movimiento estudiado, la hoja mortal cortó el aire directa al cuello de Naga. Demasiado directa. Seguramente la muchacha la esquivaría, pero si así lo hacía, por lo menos sabría que iba tan en serio como ella y no tendría compasión ni miramientos.

Naga abrió los ojos de par en par cuando supo que su muerte estuvo TAN cerca. Notó el tacto de la daga de plata, seguramente una sensación que no olvidará.

Logró retroceder unos pasos para mantener las distancias de nuevo a la vez que recargaba su ballesta

- ¡No te lo tomes tan a pecho! - gritó

- Esto es solo un juego, si en la vida personal soy todo un amor - comentó mientras disparaba de nuevo su ballesta contra ti.

Debido a la distancia, el virote salió disparado muy lejos de tu posición, ahora estaba prácticamente vendida ante lo que quisieras hacerle.

Sonreí con un punto de maldad al ver que estaba completamente vendida ante mí.

- Yo también soy un dechado de virtudes en la vida real, pero aquí soy un ladrón canalla que se toma a pecho las cosas.

Dije justo antes de lanzar dos ataques consecutivos contra Naga.

Naga intentó esquivar el doble ataque, pero solo le dio tiempo a evadir uno de ellos mientras que el segundo impactó en su torso, dejando una marca roja.

Pudiste observar que su vida había bajado, ahora le quedaban 2/3 de su barra total.

- No creía que fueses tan rápido - dijo con una mueca de inseguridad

- ¡Este sitio no me gusta! - tras decir aquello Naga salió corriendo, parecía que quería cambiar de lugar, el combate en esa misma posición no estaba siendo ventajoso para ella, con lo cual no dudó en salir corriendo a gran velocidad. 

Al verla salir corriendo, no me lo pensé dos veces y la perseguí con ansias de acabar el trabajo que había comenzado.

- ¡No huyas maldita comadreja!

Deseaba alcanzarla para que volviera a sentir el tacto de la hoja de mi daga.

La perseguiste con todas tus fuerzas hasta llegar a donde ella quería, al interior de una de esas cuevas glaciales tan extrañas. La visibilidad allí era peor, y la gran cantidad de estalactitas y estalagmitas convertían el movimiento en un problema, sin embargo eso no evitó que mientras ella parecía ponerse en posición, recibiese otra cuchillada.

- Agggh... no pretendía huir de ti estúpido, solo buscar un lugar más emocionante - comentó mientras su barra de vida se tornaba de un color rojizo parpadeante. Tan solo le quedaba 1/3 de su vida, su aspecto parecía deteriorado.

- Pero ahora... ahora comprobarás cual es mi poder real... tan solo necesitaba provocarte... - dicho aquello comprobaste como Naga empezó a adoptar un tono azulado. Un aura llameante se generó a su alrededor a la vez que su mirada cambiaba por completo a la de unos ojos azules oscuros como el océano.

En menos de 15 segundos, Naga ahora medía el triple. Comprobaste que su barra de vida pasó a triplicarse. Sentías como la magia fluía en ella ¿ese era su verdadero potencial? sentías un gran escalofrío, habías subestimado a Naga, parecía un rival fácil, pero siempre ocultó cual era su arma secreta.

Comprobaste como el sistema estaba haciendo chequeos por voluntad, no podías moverte... sentías que tenías que luchar ante el pánico de una derrota inminente.

Parecía mentira lo que había logrado la muchacha. Había crecido de tamaño de forma impensable, imponente, bestial. Quizá acabaría conmigo, contra todo pronóstico, pero vendería cara mi vida.

Mientras contemplabas como la figura de Naga se volvía más amenazadora por momento, te percataste (gracias a que no habías perdido el control de la situación debido a tu voluntad) de que su figura era inestable. Notabas como si fuese una imagen, una visión borrosa que parpadeaba. Fue entonces cuando pensaste ¿y si es una ilusión?

Centraste tu atención en los pequeños detalles, y uno de ellos fue el observar como elementos del entorno (como las estalactitas) traspasaban la imagen prominente de Naga, demostrándote que aquella apariencia no era más que un sueño.

Ella, de momento, no se había percatado de que habías descubierto su truco.

- Ya decía yo que esto era demasiado poderoso para el nivel que tendrá Naga aun. - Pensé al comprender que no estaba creciendo realmente en tamaño, fuerza y resistencia, si no que era una ilusión. Entonces miré al centro de la imagen, allí donde estaba Naga antes de comenzar a mutar. Visualicé donde debería encontrar su cuerpo real y ataqué en aquel mismo punto con todas mis fuerzas. - ¡Por el Gremio! - Grité al atacar.

Fue un golpe devastador, impulsado por la ira y el despecho.