Partida Rol por web

¿Quién soy yo?

Kate: Navidad

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02/10/2010, 23:21
Sarah Whish

-Está grabado en la... memoria 1 -barbotó la mujer, haciendo un gesto para que marcase.

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02/10/2010, 23:22
Dir.ª Pamela Lovejoy

Tan pronto como Kate pulsó el número 1, el tono no se hizo esperar. Dos. Tres. Y al fin, la voz de la directora Lovejoy. Venía riéndose por algún motivo, como si realmente hubiese algo por lo que mereciese la pena hacerlo. Luego Kate recordó que era Navidad y que, probablemente, la directora tuviese a alguien realmente querido junto a ella... que no se estuviese muriendo.

-¿Sarah? ¡Feliz Navidad! ¿Pasa algo?

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02/10/2010, 23:27
Kate Whish

La voz de la directora Lovejoy activó algún tipo de resorte en su cabeza, rememorando la conversación que habían tenido meses atrás. De algún modo siempre le había parecido una mujer entera y segura, y todavía recordaba con qué frialdad y eficacia se había hecho cargo de la situación de Ahsley.

Respiró profundamente para hablar. Salvo con su madre, su economía de palabras siempre había sido algo que le había causado más problemas que beneficios en clase con sus compañeros, pero sospechaba que ahora podía ser una gran ventaja.

- Soy Kate, directora. Tenemos problemas. Mi padre se ha presentado en casa esta mañana y yo he cambiado. Sarah está muy mal herida... - sintió que la voz se le rompía en ese momento. Era culpa suya, que su madre estuviera herida era culpa suya. - ayúdenos, por favor...

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02/10/2010, 23:33
Dir.ª Pamela Lovejoy

Kate escuchó un corto silencio, momento tras el cual el patrón de actuación de la directora se puso en marcha enseguida.

-No te muevas de ahí. Voy a enviar a Ismene. Ella llamará a la ambulancia y se hará cargo, ¿entendido?

Y tras aquello colgó, sin palabras de despedida de ninguna clase. Era lógico, necesitaría el teléfono para llamar a la mujer tuerta. Pero volvía a dejarla sola junto al cuerpo retorcido de su madre, y con la sombra de su padre planeando sobre su cabeza...

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02/10/2010, 23:36
Jonas

Jonas arrancó el teléfono de sus manos y lo arrojó al otro lado del salón.

-¿A quién llamabas? -preguntó, más burlón que realmente interesado.

La sujetó por las cadenas y tiró de ella, arrastrándola sobre los cristales y haciendo que su piel se rasguñara un poco más. La levantó y la miró a los ojos.

-Estas cadenas son de plata, para que no te transformes otra vez. No lo intentes, o te dolerá mucho. Ahora te voy a llevar a mi camioneta. Los vecinos están a lo suyo, y así deben seguir. Hace frío, pero va a ser sólo un ratito. He llevado un poco de ropa tuya y un par de mantas. Si te portas bien, te dejaré vestirte.

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02/10/2010, 23:47
Kate Whish

"Cómo si tuviera elección"- pensó Kate al notar la línea muerta. Sin embargo no le dio tiempo ni a volver a colgar y se asustó cuando de repente Jonás le arrancó el teléfono de las manos y la separó de un tirón de aquella cadena.

Cuando la miríada de cristales se paseó por su piel desnuda sintió como aquella rabia volvía a inundarla, pero no le dió tiempo a darle rienda suelta. Con el último tirón Jonás le advirtió de lo que iba a pasarle como lo intentara, y como todas aquellas otras verdades que había descubierto meses atrás supo que era verdad.

Respiró profundamente para intentar calmarse, mientras lo miraba. Tenía que hacer tiempo, la ayuda venía en camino... ¿pero cómo? No podía pelear de nuevo con él, no en estas condiciones. Podía intentar ofrecer resistencia, pasiva incluso, pero nada impedía a aquel escuálido pero fuerte hombre cargársela al hombro y se la llevara sin más... Y que para cuando Ismene llegara ni siquiera estuvieran ya allí...

Eso le hizo preguntarse dos cosas: cuánto podía llegar a tardar la mujer en llegar de donde quiera que estuviera hasta su casa y cómo diablos iba a poder ella con aquel hombre. La había visto poco, le parecía una mujer dura y fuerte... ¿Pero podría con él?

Tenía que hacer algo, lo que fuera, para permanecer dentro de la casa todo el tiempo posible. Y le miró a los ojos, decidida, llena de rabia contenida, con una idea en mente. Si sólo pudiera hacerle hablar...

- No voy a ir contigo, no así. Y tu no quieres esto, te gustaría que te siguiera de buen grado, que te aceptara como mi padre. - Dijo, empezando a hablar. Esperaba captar su atención, picar su más básico instinto paternal si realmente lo tenía. Miró a su madre de refilón. - Cuando supe que esto iba a pasar le pregunté a ella. Le dije que quería saber. Te lo pregunto a tí ahora: ¿Porqué? ¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué pasaste todos estos años sin venir a por mí? ¿Porqué nunca viniste a contarme qué soy? 

Se detuvo un segundo, tragando con fuerza, mirándole intensamente a los ojos, rezando a Dios, a los dioses e incluso dirigiéndoles un pensamiento a todos esos espíritus con los que se suponía que ella tendría que tratar que le echaran un maldito cable en ese instante. Era su única baza... y mal que le pesara era incluso sincera. Necesitaba saber.

- Necesito saber. Cuéntamelo, ahora, delante de mi madre, y te seguiré.

Cruzó mentalmente dos dedos. De todo lo que acababa de decir, las dos últimas palabras eran las únicas que eran mentira.

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03/10/2010, 00:21
Jonas

Jonas escupió un chorro de saliva entre los dientes e hizo crujir el cuello. De cerca, aquellas ropas no parecían tan sucias como las que llevaba antes de transformarse. Debía de haberse cambiado en la camioneta.

-Joder, por mí te habría tenido conmigo en Luisiana, como debe ser, pero esa zorra -dijo señalando a Sarah con una uña sucia- se te llevó. Y no supe que habías nacido hasta cinco años después. Eres la única de mis hijos que ha salido Garou. ¡Y estás aquí, perdiendo el tiempo! Te busqué, claro que te busqué, pero eras muy escurridiza. Y en Europa no os iba a encontrar. Por eso esperé. Y cuando me dijeron que os habíais asentado aquí, vine. Me dije: "Jonas, tu chiquilla debe de haber cumplido los dieciocho, estará como un bollo metido en el horno hace tres horas". Te ibas a quemar. Y entonces tu madre ya no iba a poder seguir negando que eres mía.

Tiró de las cadenas y le echó una ojeada de pies a cabeza. En su mirada no había lascivia, pero tampoco buenos sentimientos. Era como un carnicero inspeccionando una pieza antes de comprarla.

-Lo que sí tengo que admitir es que has salido y bien a tu madre.

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03/10/2010, 00:29
Kate Whish

"Te dije que te ibas a arrepentir"- Se dijo a sí misma, estupefacta, mientras escuchaba la historia. Tenía el presentimiento, cuando preguntó, de que iba a ser desagradable. Igual que le ocurriera cuando su madre le contara su versión, lo había sido más de lo esperado. Y ahora se sentía incluso más asqueada de aquel hombre que antes. 

Era definitivo: jamás le iba a aceptar. Antes muerta que llamar a aquel desgraciado engendro "padre".

El tirón que la había puesto de pie le había dolido, pero aguantaba. No iba a quejarse, no delante de él, no teniendo a su lado a su madre que se desangraba irremediablemente, herida por su culpa.

Pero había un detalle que le llamaba poderosamente la atención y le había hecho abrir los ojos.

- ¿Tengo hermanos? - Preguntó, con auténtica sorpresa. - ¿Cuántos? ¿Y porqué ellos no son garou y yo sí? 

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03/10/2010, 00:43
Jonas

-No sé cuantos. Entre diez y veinte, creo. Riego mi semilla allá donde puedo. Cuantos más hijos, más probabilidades. Con Parentela sólo he tenido tres, y de ellos, sólo tú eres Garou. Si lo son el resto... -Se encogió de hombros-. Todo es genética, o algo así. Me da lo mismo.

Jonas ladeó la cabeza en dirección a Sarah y una sonrisa se asomó a sus labios.

-La verdad es que ha cumplido bien. Y eh, no te creas. No fue ninguna violación. No sé qué te habrá contado, pero no es más que una embustera. Hay una cosa que nosotros podemos hacer. Los miras a los ojos y se vuelven locos por ti, y te follan allá donde sea. A tu madre le pareció genial que nos lo montáramos. Luego ella dirá que no, pero te lo aseguro... Fue una auténtica fiera. Y dime, hija, ¿hay algo más que quieras saber?

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03/10/2010, 00:52
Kate Whish

"¡Entre diez y veinte!"

Kate estaba segura de haberlo gritado, pero al parecer aquella afirmación sólo había rebotado en su mente. Sacudió la cabeza, estupefacta. ¿Cómo era posible que aquel desgraciado hubiera violado a entre 10 y 20 mujeres, o quizá incluso más, y la policía no le buscara como al cabrón más buscado de América?

De algún modo leyó su mente, por que lo siguiente que explicó la dejó estupefacta. Miró a su madre, instintivamente, buscando la negativa en los ojos de su madre, la firme negación de aquella mentira, pero lo que encontró fue el rubor de la cruda verdad, del pecado no reconocido, de la culpa arrastrada a lo largo de los años.

Su madre había accedido a tener sexo con aquel desgraciado voluntariamente, y con alevosía. Y supo que todos aquellos años había sido aquel hecho, aquel pequeño matiz el que la había consumido, atormentándola.

Kate se dejó caer, sentándose de nuevo en el suelo, recostada en la pared en la que había estado antes de que Jonás la levantara de un tirón. Respiraba profundamente, intentando calmarse, intentando encontrarle a todo aquello un sentido. Se di cuenta de un detalle, ínfimo pero vital: era algo que ellos podían hacer. Eso quería decir que no era culpa de su madre, que él lo había provocado, y por tanto, había forzado su voluntad de algún modo. Era una violación, lo pintara del color que lo pintara.

Pese a la revelación, boqueó un par de veces más, levantando en la medida de lo posible las manos, pidiendo tiempo.

- Un... un momento. - Tartamudeó, para su sorpresa de forma natural. Era demasiada información pese a su claridad de pensamiento, pero no era eso lo que necesitaba, sino tiempo. ¿Dónde diablos estaba Ismene?

Miró a su madre un instante, preocupada. La vió apartar los ojos, avegonzada, pero no era eso lo que buscaba, sino los signos evidentes de que cada vez estaba peor. Después volvió a fijarse en é, que esperaba alzado amenazadoramente sobre ellas, con expresión satisfecha. De él seguía emanado esa jodida sensación de que realmente creía que estaba en todo su derecho de hacer aquello.

Se cogió la cabeza, dramáticamente. ¿Cuánto tiempo había conseguido reunir? ¿Seis minutos? ¿Ocho minutos? ¿Sería suficiente?

- ¿Adónde vas a llevarme? - Preguntó. Procuró sonar derrotada. Realmente no le importaba, por que no iba a ir con él, y lo que realmente le preocupaba era qué iba a hacer con su madre... pero no quería llamar su atención hacia ella. - ¿Qué va a pasar a partir de ahora? 

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03/10/2010, 02:06
Ismene Lengua-venenosa

-No lo sé, la carretera es demasiado grande...

Jonas se encogió de hombros y tiró otra vez de Kate para llevarla a la camioneta, pero una figura vestida de negro se recortó en la puerta. Era rubia, con el pelo lacio y largo y encrespado por la carrera.

-¿Kate? ¿Qué coño...? -Enseñó los dientes y se tensó como la cuerda de un arco-. ¿Quién eres tú? ¿Plata? -preguntó mirando la cadena-. ¿Tú...?

Se llevó la mano a la trasera del pantalón y sacó de ella una daga bastante grande, como si fuese para una mano el doble de tamaño que la suya.

-¡Quita tus zarpas de ella! ¡AHORA!

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03/10/2010, 14:39
Kate Whish

"¡Por fin!" - Pensó Kate, con un ramalazo de esperanza en el rostro.

Con todo su cuerpo pegó un tirón, hacia atrás. Esperaba poder hacerle perder el agarre de la cadena a Jonas y quitarse de en medio. Tenía que volver con su madre y protegerla.

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03/10/2010, 14:44
Ismene Lengua-venenosa

Kate pudo apartarse de Jonas sin problema, ya que el hombre se había girado para mirar a la recién llegada. De inmediato, un gruñido surgió de su garganta. Los ojos de ambos se quedaron fijos el uno en el otro. Los dos gruñían bajo y enseñaban los dientes, tensos y sin que nada los distrajera, ni siquiera las maniobras de Kate para deshacerse de las cadenas.

Por un momento, Ismene pareció recular, pero tras unos segundos especialmente intensos, Jonas apartó la mirada. Ismene sonrió y le dijo entre dientes;

-Largo.

Jonas le dirigió un último gruñido y salió por la puerta. Daba la sensación de que, de poseer un rabo, lo llevaría entre las piernas, con las orejas gachas.

La Furia Negra ayudó a Kate a despojarse de las cadenas.

-¿Ése era tu padre? Valiente cabrón, usando plata... -Las arrojó lejos e inspeccionó las muñecas y tobillos de la joven, ladeando la cabeza-. Saldrás de esta. ¿Y tu madre?

Sarah iba y venía en la consciencia. Ismene apretó los dientes al ver el estado de sus heridas, pero no hizo preguntas.

-Kate, vístete con algo de abrigo y ve a mi camioneta. Está al lado de la de tu padre, es muy vieja, roja y abollada. Asegúrate de que él se ha marchado, ¿de acuerdo? Vamos a llevarnos a tu madre al Túmulo. Alguien podrá curarla allí.

Se agachó y la tomó en brazos con sumo cuidado, aunque no pudo evitar que Sarah dejase escapar un quejido.

- Tiradas (6)
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03/10/2010, 15:04
Kate Whish

Kate corrió a su habitación y se vistió como una flecha, cogiendo la primera ropa adecuada que encontró. Como la varidad de su ropa nunca había sido algo a destacar, acabó con los pantalones afelpados, camiseta negra y un jersey azul. A ir a por sus botas no las encontró, y se preguntó dónde estaban.

Volvió rápidamente al salón a por ellas, pero todo lo que encontró fueron trozos de las mismas. ¿Las habría destrozado ella al cambiar? ¿Por eso estaba desnuda también? Sin perder un instante volvió a la habitación para rescatar de la mochila de clase las zapatillas deportivas. Era su último par de zapatos...

Después cogió su chaqueta y se la puso. De vuelta al salón vió como Ismene tomaba en brazos a la maltrecha Sarah, que cada vez tenía peor aspecto y buscó como loca una de las mantas, tendiéndosela por encima a su madre.

Sólo entonces salió corriendo afuera, a ver si aquel desgraciado se había marchado o no.

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03/10/2010, 15:14
Ismene Lengua-venenosa

Jonas había cogido su camioneta y se había largado, justo como Ismene le había ordenado. La Furia Negra salió y dejó a Sarah en el asiento delantero, poniéndole el cinturón de seguridad como pudo.

-Ese cabrón le ha hecho torniquetes. Qué simpático. Sube.

Ismene encendió el motor del coche y salió de allí de un volantazo. A decir verdad, conducía como si estuviese loca. Con su único ojo iba de la carretera a Kate y de Kate a la carretera.

-Por cosas como esta existe nuestra Tribu. ¡Que un padre haga eso a un hijo! -Golpeó el volante, rabiosa-. ¿Dónde se ha visto que una loba haga daño a su cachorro?

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03/10/2010, 17:38
Kate Whish

Kate se había encaramado tan rápido como había podido a la camioneta, y ahora vigilaba a su madre, temiéndose lo peor.

La mirada del único ojo de Ismene la ponía nerviosa, aunque más por el hecho de que perdiera de vista la carretera que por que la estuviera observando.

- Él no es mi padre. - Dijo, a la defensiva. Pensó que resultaba poco explicativo, así que intentó explicarse. - Es decir... sí lo es. Violó a mi madre como si tuviera todo el derecho del mundo a hacerlo y luego se marchó tan ancho. Yo siempre creí que estaba muerto, hasta hace unos meses no supe nada de todo esto... y hasta hoy no le vi. Y se presentó como si tuviera todo el derecho del mundo, después de tantos años, exigiendome que le siguiera... - Kate se encogió, recordándo lo que había pasado entonces. La pelea era un gran borrón confuso, pero tenía algunos puntos claros. - Hizo que cambiara... que me transofara en un monstruo... ¡yo no quería! Y me tiró encima de ella... le hice daño sin querer, sin darme cuenta... ¡y encima perdí! Quería... quería matarlo pero apenas logré darle un par de guantazos... - sorbió por la nariz. Estaba llorando. - Así que no es mi padre, y jamás lo será.

 

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03/10/2010, 17:46
Ismene Lengua-venenosa

-No llores, ¿quieres? No te ayudas llorando, ni ayudas a tu madre. Ayudas combatiendo. Ayudas partiéndole la cara la próxima vez que le veas, mordiéndole el cuello hasta que te suplique perdón. Eso es lo que tienes que hacer.

Ismene dio otro volantazo y salió a la autopista. Luego tomó una carretera secundaria y se perdió entre los árboles, por una carretera que había conocido tiempos mejores.

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03/10/2010, 17:53
Kate Whish

Kate asintió, en silencio, mientras intentaba contener las lágrimas. Lo que decía Ismene era precisamente lo que había querido hacer, pero no había sido capaz. ¡Se sentía tan frustrada!

Tomó con cuidado la mano de su madre, intentando darle ánimos. Esperaba que fueran donde fueran llegaran pronto.

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03/10/2010, 17:56
Director

Tras una media hora de camino, Ismene detuvo la camioneta a un lado de la carretera. Saltó afuera y abrió la otra puerta. Después de que Kate saliera, recogió a Sarah y la llevó en brazos como había hecho antes, caminando a grandes zancadas sobre la nieve. El sol ya se había ocultado del todo y empezaba la noche. Kate apenas podía ver, pero Ismene parecía saber a dónde se dirigían.

Poco después, llegaron al Clan. Ismene puso a Sarah bajo los cuidados de una mujer negra que la inspeccionó con ojo experto. Y, tras esto, tiró de la lobezna hacia la cabaña de los Ancianos.

En ella, Kate contó lo que había sucedido a Lysandra, la madre de Viviane, que la escuchó apretando la mandíbula con cada nuevo detalle. Y después, al acabar, Ismene fue la que tomó la palabra.

-De tu padre te viene el Linaje de los Caminantes, pero es un Linaje de violaciones y horror. ¿Eso es lo que quieres?

Lysandra abrió mucho los ojos.

-Es verdad. En nuestra Tribu encontrarás mujeres como tú, que han sufrido y que pelean para recuperar el respeto y castigar a los hombres malvados. ¿Vas a seguir el legado de tu padre y a unirte a los Caminantes Silenciosos? ¿O prefieres unirte a las Furias Negras?

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03/10/2010, 18:05
Kate Whish

Kate se sentía pequeña y diminuta delante de aquellas mujeres, pero cuando le preguntaron qué quería hacer, alzó la cabeza con una decisión y una seguridad que no estaba del todo segura de que fuera suya.

- Él no es mi padre. - Repitió, otra vez. Era como un credo, una frase que llevaba repitiéndose desde que su madre le revelara la verdad, una frase que había cobrado su pleno sentido en cuanto le vio. - Y por lo tanto su linaje no es el mío. Mi única familia es mi madre, la que me cuidó y protegió durante todos estos años, pese a su propio terror. Si entre vosotras puedo luchar por protegerla a ella y a otras como ella, entonces ese es mi sitio.

Notas de juego

Hora de irme a currar, vuelvo a la noche :)