Ramón corrió por el pueblo, perdiendo de vista al resto, hasta que un anciano se asomó por la ventana y le dijo:
- Ramón, Ramón, por aquí
¿Cómo sabía aquel hombre su nombre? Ramón no tenia nada que perder y al llegar a la casa, el anciano le sorprendió aún más.
- Ramón, tu tatarabuelo fue el cazador de este pueblo y dejó guardado algo para ti en caso de que algún día algún descendiente volviera
Le tendió un trabuco de época, pequeño pero contundente.
- Guárdalo bien y úsalo llegado el momento en que no tengas nada que perder. Aunque no puedas evitar que pongan fin a tu vida, te llevarás a alguien contigo
Enhorabuena, eres el cazador.
Miro alucinado el pequeño trabuco, será fácil ocultarlo pero sigue pareciendo mortifero. La idea de matar a alguno de mis compañeros se me hace increible, sin embargo al contacto con el arma... algo parece cambiar, como si pudiera sentir la presencia de ese antepasado mio a mi lado
Miro al anciano y asiento sin decir palabra antes de salir corriendo hacia mis compañeros
ok, espero no tener que usar mi poder :p