Partida Rol por web

Macarena sintió un frío en el cuerpo extraño como si un viento se colara por la tienda de campaña. Salió al exterior y le pareció que la noche le hablaba, que los árboles le hablaban. Sentía una presencia oscura en el bosque que la llamaba pero no tenía miedo. 

Llegó a un claro y entonces vio una presencia espectral... parecía la de un lobo. Tembló ante un inmenso poder que acechaba y que entonces le habló: 

Macarena, el Infecto Jefe de los Lobos te ha elegido para formar parte de mi progenie. Una raza que existe antes que los hombres y que no perderá de nuevo la batalla por su supervivencia. Si aceptas, olvidarás tu anterior naturaleza, y serás una de los Lobos para luchar a su lado y reclamar nuestro lugar en la Madre Tierra. 

Macarena escuchó atentamente al infecto jefe de los lobos. Lo miró y sorprendentemente no sintió nada de miedo.
Sinceramente he estado a punto de aceptar su petición porque me gustan los lobos y muero de ganas porque os comáis a alguno de mis compañeros. Pero no. No me uno a vosotros. Quiero jugar al futbol y conocer a Beckham Así que aunque os deseo lo mejor, somos rivales y ganaremos nosotros o vosotros. 
Por si te sirve de consuelo, rezaré por cada lobo que muera. Adios. Auuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!

Ramón había sentido al exterior porque no se encontraba bien. Pese al frío de la noche en esos campos, se sentía acalorado y con cierto desasosiego. Esa sensación se incrementó al encontrarse fuera, como si la noche le hablara. Sentía una presencia oscura en el bosque que le llamaba pero no tenía miedo. 

Llegó a un claro y entonces vio una presencia espectral... parecía la de un lobo. Tembló ante un inmenso poder que acechaba y que entonces le habló: 

Ramón, el Infecto Jefe de los Lobos te ha elegido para formar parte de mi progenie. Una raza que existe antes que los hombres y que no perderá de nuevo la batalla por su supervivencia. Si aceptas, olvidarás tu anterior naturaleza, y serás uno de los Lobos para luchar a su lado y reclamar nuestro lugar en la Madre Tierra. 

Contemplo con ojos muy abiertos a la terrorífica criatura, la idea de unirme a los hombres lobos me repugna, pero como alternativa solo veo la muerte. El grupo de escauts nunca vencera a semjantes monstruos

-de acuerdo, me uniré a vosotros- digo mientras arrojo a un lado el viejo trabuco

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