La ciudad

Septiembre de 2001, facciones cainitas de Buenos Aires y Área Metropolitana.

Población mortal: 11 millones aproximadamente.  

Población de condenados: Imposible saber, algunos estiman que al menos medio millar. Otros afirman que, si se incluyen a los Sangre débil, el número superaría el millar de condenados.

Todo esto producto en buena parte por la política de "Abrazo masivo" llevada a cabo por muchos líderes anarquistas durante la guerra contra el Sabbat, que resultó efectiva en su momento, pero ha dejado un gran problema de sobrepoblación que no hace más que empeorar noche tras noche.

Breve historia:

Buenos Aires siempre fue un baluarte fronterizo de la Camarilla. Hasta mediados del 1800, la ciudad y sus alrededores no eran un destino muy prometedor para ningún cainita que tuviera cierto nivel de ambición. Los príncipes solían ser simples burócratas, enviados desde el norte para administrar aquél lejano satélite por unos años, para luego volver a sus países de origen y perseguir una carrera de más peso político.

Hacia finales de ese siglo, la ciudad mortal vio una tremenda explosión demográfica a raíz del creciente flujo de inmigrantes europeos, entre los cuales llegaron muchos Condenados que huían de la milenaria pirámide de poder europea, en la cual había poco lugar para figuras jóvenes y con ideas renovadoras.

Pronto esas ideas comenzaron a expandirse entre la población de vampiros locales, que empezaron a presionar a los Príncipes de turno para obtener una mayor autonomía de la metrópoli del norte. Así, hacia finales del siglo XX, la Camarilla mantenía un delicado balance de poder en Buenos Aires y sus alrededores, a base de pactos con distintas figuras de peso que gozaban de gran influencia y dominaban territorios cada vez más extensos.

Aquél acuerdo cordial terminó por romperse con la Invasión Sabbat de principio de milenio. Los primeros informes de una horda de salvajes que bajaba desde el norte masacrando todo lo que encontraba en su camino, fueron suficientes para hacer entrar en pánico al Príncipe y los primogénitos. Juntos decidieron concentrar sus fuerzas en los barrios más opulentos de la ciudad, dejando a su suerte a sus antiguos socios.

Fue así que surgieron las Baronías Anarquistas, decenas de pequeños dominios al mando de cainitas independientes y con liderazgo fuerte. Fueron esos anarquistas los que pusieron el cuerpo para detener la invasión y expulsar finalmente al Sabbat de la zona. El costo en vida de mortales y vampiros fue alto. Durante la guerra, hubo conversiones masivas para rellenar las filas de los defensores.

Pasado ya el conflicto, se ha intentado regular un poco más la creación de nuevos Condenados, aunque cada baronía tiene sus propias leyes y capacidades distintas de imponerlas.

En las noches actuales, se vive en un ambiente de consolidación e incertidumbre. Muchas baronías menores han sido absorbidas por otras más grandes, por vía diplomática o por la fuerza. A su vez, el nuevo Príncipe de Buenos Aires, llegado hace semanas a la ciudad, proveniente de los Estados Unidos, ha declarado públicamente su intención de reincorporar los territorios rebeldes y restaurar el orden.

Por ahora, hay una especie de guerra fría entre anarquistas y Camarilla, entre anarquistas y otros anarquistas, y un gran temor también ante la posibilidad de una segunda invasión Sabbat. Algunos rumores hasta dicen que en realidad los salvajes nunca se fueron, y que muchos siguen infiltrados en la ciudad.

A eso hay que sumarle otro factor de poder, la Familia Giovanni, de gran influencia histórica en la región. Muchos consideran a los nigromantes como los mercenarios definitivos, ya que tienen pactos con barones y también con la Camarilla. A fin de cuentas, lo importante es la familia.

Actualizado el mapa con la ubicación e imagen del Elefante Blanco.