Partida Rol por web

La primera sensación que tuvo fue que o aquel tipo era muy frío o no le importaba nada lo que le había dicho, aunque luego llegó la explicación que aclaró todo. Era normal que esperaran aquel momento, un grupo como ellos si no estaba bajo la protección de algún barón estaba condenado a irse buscando la vida mientras los territorios iban cambiando de manos en las guerras de poder. En cualquier caso el Larva le caía medio bien en lo poco que lo había tratado y poco a poco fue recopilando más información: Luna, la chica perdida y Bocha, el calvo que lo había acompañado, intento memorizar los nombres antes de centrarse en el problema. Por supuesto a él no tenían que importarle los problemas del Larva y su grupo, todo el mundo tenía problemas y no por ello podía permitirles quedarse así, es más, pensaba que si lo hacían sus problemas solo aumentarían. Pero a decir verdad entre que el Larva no le había caído mal y lo que estaba pasando con su hermana no le parecía bien echarlos a patadas, o al menos intentarlo pues seguían siendo más numerosos. Se quedó pensando un instante si sería su hermana de verdad, aunque finalmente llegó a la conclusión que no importaba, el tipo se preocupaba por ella como si lo fuera y ese era un sentimiento que Pascual comprendía muy bien, de hecho se imaginaba la situación y le asqueaba, en su fuero interno sabía que no podía permitir algo así, ni siquiera aunque el Larva y sus hombres le cayeran mal. Sin embargo darles su merecido a unos tipos que secuestraban mujeres se le hacía mucho más atractivo para aquella noche, sobre todo si con ello contribuía a cumplir su misión, todos ganaban.

-Entiendo. -Dijo finalmente haciéndose cargo de la situación.- Si vais a marcharos y solo falta tu hermana... ¿Porqué no me decís que está pasando? Quizás pueda echaros una mano y sacarla de allí. ¿Qué clase de bar es ese que retiene a chicas?

Había cosas que no terminaban de cuadrarle, probablemente por lo escueto de la información. Veía poco probable que un bar "normal" retuviera a una chica y mucho menos si era una sangre débil, si a eso le añadíamos que su hermano era el Larva y tenía bajo su mando a unos cuantos sangre débil y al parecer los del bar lo sabían o eran muy temerarios o había algo que no encajaba. ¿Otros sangre débil rivales? ¿Vampiros? Le costaba creer que fueran unos simples humanos, de ellos podrían encargarse fácilmente.

-Y supongo que tenéis un plan para sacarla, a mi no me pueden relacionar con vosotros y eso es una ventaja, pero me gustaría saber porqué alguien retiene a tu hermana si sabe quien eres.

Pero quería saber los detalles antes, porque se le ocurrían varias maneras de enfocar aquello y no sabía cual sería la más adecuada. Con el Larva y los suyos la diplomacia estaba funcionando, pero a veces la violencia era efectiva, sobre todo si pillabas por sorpresa a tu enemigo.

El muchacho sonríe ampliamente al escucharte ofrecer ayuda en la peligrosa misión que tiene entre manos. Se apresura entonces a profundizar sobre el trasfondo de la situación.

—Los Giovanni son así. Siempre nos han tenido bronca a los más pendejos. Cada tanto uno de los nuestros desaparece, y lo más probable es que haya caído manos de esos hijos de puta. Se dice que practican rituales raros con la sangre crepuscular y la nigromancia que tanto dominan...

Sabés que el Sabbat prefirió evitar a los Giovanni durante la guerra. La zona que dominan es de clase alta, barrios cerrados con seguridad privada y cámaras de vigilancia por todos lados. Si Luna ya fue transportada allá, las posibilidades de rescatarla son nulas. La última esperanza del Larva es entonces rezar porque no sea demasiado tarde.

—El lugar que me confirmaron es el bar "Mundo 2150", lo administra Renzo Giovanni. Según el Bocha, ese tipo ya hace rato que nos tiene vigilados, nos tendríamos que haber ido de acá antes. Pero bueno, casi seguro que el bar es un centro de detención temporal, porque es sabido que las víctimas de los nigromantes terminan en algún lugar de Tigre, territorio que controlan desde siempre.

Tras decir eso, el chico le hace una seña con la cabeza a su colega pelado, y este procede de inmediato a sacar de uno de los bolsillos traseros de su pantalón una pequeña fotografía y te la ofrece. La misma muestra poco más que el rostro de un hombre de mediana edad, ojos saltones y cabello oscuro rizado.

—Ahí lo tenés —continua mientras mirás la foto—. Nuestro plan  era un golpe de fuerza bruta, urgente antes que se la lleven. El lugar no está bien vigilado, así que tendremos una ventana de 15 o 20 minutos para entrar a lo loco, antes que llegue la policía o más familiares de ese hijo de puta.

Se encoje de hombros entonces, como admitiendo que su plan inicial dista mucho de ser una operación especial de alto nivel. El personal del que  dispone tampoco parece ser demasiado competente como para intentar algo mucho más refinado. Salvo el Bocha, los demás parecen gente que a duras penas sobrevive noche a noche.

—Pero con tu ayuda, y como no te conocen de vista, podríamos hacer algo mejor. Podés ir vos primero un rato antes, y nosotros caemos después a hacer quilombo frente al bar, para distraer. Y ahí te mandás a buscar a Luna. El lugar no es grande, la deben tener en el sótano. No se, ¿qué opinás?

Frunció un poco el ceño al escuchar que se trataba de los Giovanni pues a pesar de que apenas había tratado con ellos las cosas que se decían no le gustaban mucho, sobre todo aquellos temas de magia, nigromancia y misticismo, eso en particular le daba mucho rechazo. Aquello explicaba porqué no les había importado secuestrar a la hermana del Larva, para casi cualquier vampiro sería alguien prescindible por su condición de sangre débil, pero para los Giovanni solo sería un conejillo de indias más por el que nadie iba a preocuparse, salvo el Larva y su banda que tampoco les preocupaban mucho.

-Los Giovanni son un asunto muy serio. -Respondió.- Si no la sacamos de ese bar... en su territorio será imposible. -Era su última oportunidad y pensaba que todos estaban de acuerdo, por eso iban a poner en práctica un plan bastante desesperado que probablemente terminaría con casi todos muertos, sin duda los estarían esperando. Sin embargo el plan que propuso el Larva después le gustó mucho más.- Creo que podría funcionar, si atraéis la atención eso me dejará más libre para encontrar a tu hermana. ¿Qué más me podéis contar del bar? ¿Tiene más salidas? -Esperaba que si, porque si no por mucha distracción que hicieran después tendrían que pasar a la fuerza por allí y sería difícil, aunque no imposible, o al menos eso esperaba, sin embargo si había salidas alternativas las cosas podrían ser mucho más sencillas. Y había otra cosa importante más.- Y necesito que me describáis a Luna.

Se preguntaba cuan lejos estaría Inco, otro par de ojos en los que poder confiar no le vendrían mal y el gato era muy bueno hallando escondrijos y entradas y salidas de los sitios, aunque esperaba que el Larva y los suyos tuvieran la información que necesitaban. Al menos de momento sabría donde buscar primero: en el sótano.

-Yo creo que tenemos un plan. -Faltaban quizás algunos detalles pero a groso modo si pasaba desapercibido y el Larva y sus chicos hacían bien su trabajo podría moverse con relativa libertad. Aunque dentro de aquel bar estaría en territorio enemigo así que no creía que de haber problemas la diplomacia fuera efectiva y tendría que abrirse paso peleando.

Asintió de inmediato ante tu comentario sobre los Giovanni y lo inexpugnable que eran sus dominios en el municipio de Tigre. Para fortuna tuya y de la banda, más de 30 kilómetros de jungla de asfalto los separaban de ahí, por lo que había esperanzas en poder dar un golpe rápido y escapar antes de que llegaran refuerzos.

—Según averigüé, el lugar está habilitado por Bomberos de la Ciudad, así que tendrá salida de emergencia en alguna parte —explicó sin titubear, era evidente que lo suyo era la investigación y no el esfuerzo físico, de ahí quizás el origen de su apodo—. Los clientes son unos chetos, hacen shows de jazz, blues y tango. Pero entre semana no tienen mucho movimiento, así que eso juega a nuestro favor.

Cuando solicitaste una descripción física de Luna, el chico volvió a abrir su portátil y empezó a rebuscar entre varias carpetas de archivos. Así estuvo casi un minuto, hasta que desistió con una gesto resignado y dijo:

—La verdad, no tengo fotos de ella. Nunca le gustaron las cámaras. Pero es una piba común y corriente, un poco más baja que yo, pelo castaño largo, pálida casi transparente...

Resueltas en buena parte todas las dudas, el joven te indica a vos y a los demás que lo sigan hacia la superficie. Seguramente para alivio de más de uno, evita usar el viejo ascensor y sube en cambio por las escaleras. Lleva en un morral negro de micro fibra el portátil, y nada más al parecer en cuanto a equipo para la misión. Mientras ascienden, pueden escuchar la llovizna intermitente que cae afuera, como barrida por el viento helado.

Le gustaba saber que al menos todos eran conscientes del peligro y de la necesidad de aprovechar esa última oportunidad, no tenía miedo de jugársela a una carta, cuando te conviertes en vampiro para ser soldado en una guerra cruenta ya estás acostumbrado a esas situaciones. Le gustaba saber que habría una salida de emergencia al menos, aunque hubiera preferido tener más datos, con suerte Inco llegaba a tiempo y si no pues improvisaría, tampoco sería un edificio tan grande como la confitería como para no encontrarlo.

-Entonces será por allí por donde saldremos, intentad entretenerlos en la puerta principal lo más posible, en cuanto estén centrados en vosotros buscaré a Luna y la sacaré de allí, si hay menos gente mejor que mejor.

Esperaba no tener que hacer uso de sus poderes, pero si había humanos tendría que tener cuidado para mantener la mascarada, claro que si todo salía bien sería una cosa sencilla: entraría fingiendo ser un cliente más, esperaría a que el Larva y los suyos llamaran la atención y entonces se colaría sin ser visto en busca de Luna y la sacaría de allí. Otra cosa que había aprendido durante la guerra era que los planes tenían la gran costumbre de irse a la mierda enseguida, así que tendría que estar preparado para improvisar. Miró a su interlocutor con cierta incredulidad después de la descripción y después se encogió de hombros.

-Supongo que no habrá más gente retenida y si no preguntaré por ella. Con esa descripción me servirá de todas formas.

Acompañó a sus nuevos aliados por las escaleras y creyó que no era el único que no echaba de menos aquel maldito ascensor y comenzó a concentrarse, era una costumbre que ya tenía de humano justo antes de las peleas y que seguía conservando.

El chico lidera al grupo de regreso hacia el primer nivel, el más destrozado del edificio. Ahí los recibe un salón nublado por el humo negro que emana como un volcán del barril que esos drogadictos estaban usando para quemar porquerías cuando entraste a la confitería. A diferencia de entonces, cuando sólo uno de ellos estaba totalmente ido sobre el piso mugriento, ahora sus tres colegas también están igual de tiesos, apiñados todos juntos contra un rincón.

Semejante escena genera un inmediato disgusto en el rostro del Larva, quien no tiene que decir nada para que el Bocha y sus muchachos pongan manos a la obra y comiencen el desalojo. Mientras el calvo vuelca el barril y pisotea los restos humeantes de basura, los demás levantan a los vagabundos como si fueran bolsas de papas y los sacan afuera, donde el repentino cambio de temperatura y la lluvia helada los comienzan a despabilar.

—Pasame tu número —dice en tanto sus hombres trabajan. Ves que tiene en sus manos un móvil de aspecto mucho más sofisticado que el tuyo, de carcasa brillante metálica, pantalla externa y seguramente otra docena de detalles que escapan a tu interés y percepción—. Así coordinamos mejor. Cuando estés dentro del bar, mandá un mensaje y en 15-20 minutos caigo yo con mi gente. ¿Alguna duda o ya estás para salir?

Ahora todos los relojes marcan las 22 horas. Afuera se sigue oyendo bastante tráfico sobre las calles mojadas, aunque ya no tanto como cuando llegaste. En cambio, el clima sigue igual de odioso que siempre.

La imagen del primer piso era aún más patética que al entrar con todos aquellos yonkis ya puestos hasta las cejas y Pascual no parecía ser el único que lo sentía si se podía fiar de la cara del Larva. A un gesto suyo sus hombres comienzan a despejar el edificio, señal de que piensan cumplir su palabra. Se quedó mirando con curiosidad el teléfono de Ezequiel, un pequeño lujo al que él había renunciado hacía tiempo.

-No tengo uno fijo, pero esta noche estoy usando este, ni siquiera se el número. -Sacó el modelo viejo que le había dado Dolores por si había problemas aunque no dio muchas más explicaciones. En su caso probablemente nadie le iba a llamar y seguramente si tenían que ponerse en contacto con él habrían anotado el número y él se sabía de memoria los teléfonos que tenía que marcar si había problemas.- Dime tu número y te dejo una perdida, así podrás llamarme y se quedará registrado, así podré mandarte el mensaje. Intentaré reunir algo de información mientras estoy adentro, quizás podamos usarla a nuestro favor. Después esperaré a que lleguéis vosotros para sacar a Luna.

Miró a su alrededor. ¿Seguiría Dolores por allí cerca? ¿Habría llegado Inco? Lo que proseguía era aquella lluvia, claro que desde que era vampiro la sentía diferente, ya no tenía que preocuparse por ponerse malo o resfriarse si se quedaba empapado, aunque en general la sensación de llevar ropa mojada era un poco más molesta que antes.

-Podemos ir hacia allí, será mejor que no perdamos el tiempo.

Ellos querrían recuperar a Luna lo antes posible y él terminar con aquello y poder dar su misión por concluida. Suponía que su jefe estaría satisfecho.