Partida Rol por web

Tras mover el armario y comprobar por la ventana que no habáin seres de esos cerca, me giré más tranquilo para verf a la chica. Por unos instantes me quedé sin palabraas, pues era de una belleza inusual. No o bstante, su cara de pánico dejaba claro que no pasaba por su mejor momento.

- ¿Estas bien? ¿Que diantres ha pasado? Joder!!!... ¿Qué hacías ahí fuera? ¿Para que saliste? ¿Es que no viste lo que pasa afuera? - la miré por unos instantes, nopudiendo evitar mirarle el escote...

La tensión del momento me había echo hablar atropelladamente y aquella chica a la que no conocía no s elo merecía.

- Perdona!!! Los nervios me hicieron hablar como un gilipollas!!! Me llamo David. - le dije tendiéndole la mano. - Quieres agua? Es todo lo que tengo... Eso y un par de barritas de chocolate...

Tras que mi compañero cierre la puerta del taller trato de recobrar el aliento y mantenerme tan calmada como pueda. No obstante noto como las manos me tiemblan y el pánico me impide pensar con claridad. No termino de entender que está sucediendo, todo esto parece una pesadilla que me cuesta asimilar.

Contemplo a mi compañero ligeramente aturdida y trato de responder a sus preguntas.

-p...por favor, necesito ayuda, no entiendo que es lo que está pasando... iba a dirigirme a la comisaría de policía cuando... cuando vi a los vecinos de mi piso devorándose entre ellos. Me atacaron y....y.... Dios, ¿Sabes que es lo está sucediendo?.  

Observé a la chica temblar. Al parecer no se había dado cuenta de mi ataque de pánico cosa que agradecí.

- La verdad es que no... - dije pasándole una botella de agua. - Me escondí aquí nada más empezar todos esos ataques. De hecho me persiguieron algunos y me tuve que esconder aquí que es donde trabajo. Desde aquí he visto cosas parecidas a lo que dices. Esto es una puta locura!!! - dije paseándome nervioso por el taller. - Pero una cosa si que te puedo decir seguro. Aquí no nos podemos quedar. No hay comida y yo ya llevo un par de días con cuatro golosinas. Hay que buscar otro lugar y moverse. Igual hay más gente como nosotros!!

Comencé a mirar a mi alrededor.

- Aquí hay cosas que podemos usar como armas para defendernos. ¿Tú que dices? Por cierto... ¿cómo te llamas? 

-Me... me llamo Loreen. ¿seguro que este lugar es... seguro?

- Creo que si!! Por lo menos en los dos últimos días no ha pasado nada!! - le dije tendiéndole la mano. Luego añadí, - Pero tendremos que arriesgarnos a salir. Aquí no hay comida y el agua se está acabando. ¿Alguna idea de donde podríamos ir? A unas pocas calles está la comisaria de policía... A lo mejor allí nos pueden echar una mano!!

-Yo me encaminaba hacia allí precisamente. Lo último que pude escuchar por la radio es que era el lugar más seguro de la ciudad. Solo está a unos pasos de aquí, allí posiblemente nos dirán que está pasando. 

- Pues no se hable más... Cojamos lo justo y necesario y andando. - Tras aquello, llenaría una botella de agua y cogería un par de destornilladores así como un martillo para protegerme de aquellos seres en caso de ser necesario 

La puerta tiembla. Escucháis los gemidos hambrientos de los caníbales, intentando derribar lo único que os separa de ellos. La estantería que bloquea la puerta tiembla con cada embate.

Los golpes en la puerta nos sobresaltaron...

- Mierda!!! Nos han debido de ver!!! - grité observando como la estantería se movía con el envite de los muertos vivientes... Sus gritos se metían en la cabeza como una canción chirriante, - Esa barricada no aguantará. Vamos Loreen!!! Hay una salida trasera!!! Tenemos que salir por allí o la puerta cederá y...!!! - le grité sin acabar la frase dejando claro lo que pensaba. Luego salí corriendo en aquella dirección, esperando que ella me siguiera. 

Mientras corría solo esperaba que allí detrás nos encontráramos con otro grupo de aquellos seres o tendríamos que luchar. 

Antes de abrir la puerta trasera, David coge casi por instinto una palanca metálica. Abre con cuidado la puerta. El callejón está totalmente despejado. En la lejanía, puede escucharse los gemidos de los zombies que golpean la puerta.

- Vamos Looren!!! Esto parece despejado!!! - avancemos con cuidado y sin hacer demasiado rudo.

Cogí con fuerza la palanca metálica notando cierta tranquilidad ante el contacto de aquella arma tan primitiva. Aún así era mejor que nada. Tras orientarme comencé a avanzar por la calle trasera intentando no golpear nada