Partida Rol por web

Ella se deja llevar curiosa de lo que él quería hacer, “vaya vaya... hemos pasado nuestra planta...” peso para si misma viendo que el ascensor para en la planta numero 15º, Yamato la lleva a una de las habitaciones y la abre, ella sonríe y entra tras el

Vaya vaya… así que tenías esto en mente... – dijo acercándose a la cama, la habitación es espaciosa, la ropa de cama es suave y de seda, en una mesa cerca la cama hay bombones y un teléfono para llamar al servicio de habitaciones, era muy lujosa pero romántica e incita a momentos románticos.

Aira se sienta en la cama y se cruza de piernas clavando la mirada en Yamato – así que deseas acostarte conmigo… podría hacerlo, al fin al cabo, en efectos prácticos ya no soy tu profesora, aunque en otra parte estoy encargada de cuidaros…

Ella se echa hacia atrás apoyando las manos al colchón cuando se cambia de cruce de piernas – pero la cuestión es ¿de verdad quieres hacerlo? – pregunta ella mirándole intensamente. - No me enfadare ni me ofenderé si me dices que no.

Yamato no se esperaba que la profesora entrara tan alegre y que se sentara tan tranquilamente en la cama, no parecía importarle para nada el acostarse con Yamato.

-Y…y…yo…tengo que tener la confianza, yo tengo que…-Yamato apretó ligeramente los puños.-P…profe…prof…profesora Bellow…y…yo..-Yamato quería contarle, tenía que decirle.

-P…profesora…-Lentamente se sentó en la cama al lado de ella.-M…me…me gusta una…una persona…y…yo quiero ser bueno para ella…p…pero tengo miedo de que me rechace y…-El muchacho bajó levemente la cabeza.-Soy...v…virgen y ella…ella…bueno…quería pedirle ayuda…-Declaró mirándola fijamente a los ojos.

Los ojos de Yamato eran dos pequeños ojitos, asustadizos y brillosos, como si estuvieran cargados de terror y pena.-Y…yo…p…por favor…profesora Bellow…ayúdeme.

Aira suspiro y se echó completamente hacia atrás tumbándose en la cama boca arriba, con las manos puesta en la nuca

Yamato, puedes llamarme solo Aira si te apetece, y bueno, e relación a la chica que te gusta... no sabría como podría ayudarte...

Menciona cuando le mira con una sonrisa débil y le agarra del hombro para que se tumbe con ella, en ocasiones las coses se dicen mejor tumbados y en plan relax que no sentados

Veamos que seas virgen o no, eso no importa, si de verdad le gustas, no le importará que seas virgen – gira el rostro para verle – pero, si deseas que te ayude con eso, me puedo acostar contigo – dice entre risillas indicando que era broma por la cara cómica pero, solo lo hacía para aliviar tensiones.

Entonces se pone de lado mirándole – lo siento por el beso de antes, aunque... tendrías que practicar eso de besar... eres demasiado casto... 

“Díselo idiota…dile la verdad…” Dijo una vocecita en el interior de Yamato, justo cuando la profesora Bellow se puso de lado, Yamato la miró fijamente.

-P…profes…Aira…y…yo…estoy enamorado…en…enamorado de…us…usted…¡estoy enamorado de usted!.-Gritó al fin mientras se ponía rojo como un tomate y la miraba fijamente.

-Y…y…yo…ll…llevo enamorado de usted desde que entre a la escuela…m….me parece una chica…a…atractiva, c…cariñosa…y…muy…buena.-Declaró apartando rápidamente la mirada.-N…no quería que usted me rech…rechazara…por…por ser como soy…-Se disculpó mientras notaba como sus lágrimas empezaban a asomar en sus ojos.

-S…soy demasiado casto…y inadaptado…y…y…tonto…-Declaró mientras se incorporaba y le daba la espalda a la profesora.

 Aira escucho lo que él quería decirle y se llevó una gran sorpresa, de verdad jamás se lo espero del tal confesión, jamás había detectado esa clase de sentimientos, ella le escucho atenta, tranquila, cuando entonces ella le ve que está llorando, cosa que le entristece.

Al ver que Yamato se reincorporaba ella también lo hizo y se le quedo mirando unos segundos – Yamato yo... – ella no supo cómo explicarse así que se puso en pie y camino de un lado hacia el otro de la habitación.

Suspira y se puso frente a frente con él y se agacho quedando arrodillada ante el – Yamato, me alagas mucho... pero, no se di debo corresponderte... soy algo más mayor que tú, además, no puedo hacer ciertas cosas con los alumnos en este viaje, temo que si alguien lo descubriese, pudiesen echarme... – dijo mientras llevaba la mano derecha a la mejilla del Chico y se la acaricio,  mirándole dulce a los ojos – pero, me encantaría salir contigo, eres un buen muchacho, y aunque tú no te lo creas eres un Chico muy interesante, pero, aunque me gustaría ahora mismo besarte y estar toda la noche contigo aunque sea hablando, mi cabeza piensa que deberías estar con una chica de tu edad...

Dijo cuándo se puso en pie y se sentó a su lado, entonces agarro el brazo de Yamato suavemente y empezó a apoyar la frente a su hombro.

Yamato balbuceo como si se tratara de un pez fuera del agua, no sabía que decir…la profesora le había rechazado por ser mayor…y porque la echarían del trabajo.

-En…entiendo…-Se disculpó el muchacho mientras delicadamente apartaba el brazo que agarraba Bellow y se ponía de pie.-Dis…discúlpeme, yo no…-El muchacho no sabía muy bien que decirle a la profesora, a fin de cuentas le habían rechazado…y tenía…tenía ganas de llorar.

Rápidamente y sin decir gran cosa se dirigió a la puerta que abrió de golpe y salió corriendo por el pasillo mientras notaba que sus ojos le empezaban a escocer más que nunca, antes de que se diera cuenta, llegó a las escaleras, quería ir a su habitación, encerrarse y no salir nunca de allí, mientras bajaba las escaleras el muchacho noto sus mejillas empapadas.

El muchacho no podía evitar acordarse de todas las conversaciones con la señorita Bellow, todas las veces que le pudo decir que la quería…cuando ella le quito su primer beso…cuando fueron a la habitación y cuando le rechazo, diciéndole que debería estar con una chica más joven…y que la echarían. Eso dolió profundamente a Yamato, el pensó que el beso era para darle fuerzas a confesarse…y la profesora no lo hizo para eso.