Partida Rol por web

Aunque a Hwestadîn le gustaría verse reflejada en la figura de aquella elfa, quizá por que descansa en el bosque o quiza por estar soterrado cerca de una madriguera, o quizá por ser elfa simplemente. Pero según los textos que figuran en la pared, los cuales aunque deteriorados son perfectamente legibles para cualquier que entienda el elfo, enano y común, pues figuran en las tres lenguas; era una elfa de noble corazón y noble cuna. Murió, como otros tantos por la plaga que amenazaba una ciudad hace al parecer cerca de 400 años. Milandree, la supuesta elfa, murió en una expedición que se centraba en encontrar qué era lo que causaba esa repentina plaga. Sea como fuere el cadáver descansa ahí dentro y la tumba, según los textos, está protegida mágicamente. Aunque ciertamente habéis estado tocando la pared sin ningún tipo de efecto perjudicial hacia vosotros.

Nada más pone en la pared, excepto el mismo mensaje una y otra vez. Es deducible que aquella no era la única entrada.

Áraman leyó con atención las inscripciones. No podía evitar pensar en el paralelismo que podría haber entre la historia allí contada y  su situación. Miró con cara de preocupación a los otros dos, pero claro, tras el yelmo pocos podrían interpretar su expresión más que por su intensa mirada.

Hwestadîn no le gustaba que le miraran y menos si era un tipo disfrazado de hierro de pies a cabeza... Su mirada era tan pesada como aquella ropa y no pudo evitarlo ¿Qué? Deja de mirarme... dijo un tanto disgustada, mientras cruzaba los brazos y se ponía a la defensiva...

Estaba claro que no había nada más que se pudiera sacar de aquella pared y que mirandola fijamente no se iba a abrir. Así que a pesar del silencio del trasgo parecía que acabaríais entrando de alguna forma u otra en aquella sala. Aunque sólo fuera por curiosidad, pues es bien sabido que las paredes interiores de las tumbas élficas tienen muchas más inscripciones que las exteriores.

Dicho esto sólo quedaba una opción. Volver sobre vuestros pasos para buscar algún tipo de llave u entrada alternativa.

La elfa miró a Grasp. Lo escrutó con sus ojos... Su ambición es grande. Mercader dijo que era... Preparó su arco para posibles acontecimientos y le siguió. Se paró miró al guerrero con una mirada felina y añadió ¿Vienes o te quedarás ahí parado todo el día? Mientras Rauko había ido junto a Grasp. Su cara le lamió, cosa que no extrañó a la elfa. Come mierda de otros animales, ¿porque no a Grasp? pensaba mientras miraba la conmovedora escena.

-Volver y buscar otra entrada o la maldita llave- dijo Grasp volviéndose sobre
sus cortos pasos con la esperanza de que sus otros dos compañeros le siguiesen.

-¿No seguir a Grasp? Vamos patilargos, aquí nada quedar, nada hacer de provecho- echó a andar contoneándose con la siniestra cadencia de los trasgos en los pasos. La pequeña figura avanzó arengado por sus pensamientos más profundos, aquellos que ni él mismo comprendía.

Áraman no paraba de preguntarse qué demonios hacía allí metido con semejantes compañeros. Resopló de resignación al ver pasar al trasgo que los incitaba a continuar.

- ¿Dónde demonios se habrán metido los demás?-Dijo a modo de auxilio, más para sí mismo que para que le contestaran.- ¿Por qué tardan tanto?- Se preguntaba si les habría pasado algo. Quizás deberían volver a la superficie. El resto eran "personas" civilizadas, educadas y más sociables, pero de la elfa sólo podía esperar exabruptos y malas maneras y del trasgo...¡por Corellon Larethian! Realizó un rápido gesto para pedir la protección del dios élfico y caminó siguiendo el bamboleante caminar de Grasp. Aun así no se resignaba a que los demás llegaran y no les encontraran donde habían acordado, así que Áraman iba haciendo marcas en las paredes con el filo de sus armas. Así los compañeros podrían seguirles fácilmente el rastro, aunque con el peso de su armadura habría que ser muy zoquete para no poder seguirlo.

No te desconcentres guerrero. replica Áraman, deja que este le adelante y se pone la última cerrando la marcha. Estando Grasp y Rouko en primer orden seguidos por "El bravo".

No tardáis apenas nada en llegar a la presala que se bifurcaba en vuestra dirección y allí os encontráis con un grupo un tanto disperso. Odnan parece estar buscando señales de qué camino seguir para encontrarse con vosotros mientras mira las huellas que se adentran en la sala donde estaban los huevos. Mientras el resto pulula entre los diversos caminos sin hacer realmente nada. Parece que muchos tienen dudas de su propósito aquí.

La elfa mira a Áraman y muy altiva dice Ves... ya están aquí, guerrero!

Áraman sonríe debajo del yelmo, agradeciendo que la elfa no pueda ver que le había hecho gracia con su actitud prepotente.  Al ver a los demás respira aliviado.

- Sí que habéis tardado. Casi no lo contamos por esos túneles.- Se puede ver como Áraman camina con cierta dificultad y como su armadura aparece ligeramente mellada.- El trasgo casi se nos muere.- Probó un poco de la medicina que la elfa repartía a diestro y siniestro. Llevando la atención hacia Grasp podría obviar que aquellos túneles casi se convierten en la tumba de Áraman El Bravo.

Isil había guiado con éxito a los demás hasta las recamaras dentro de la cueva, de alguna manera habían dado con el camino correcto cuando llegaron a la bifurcación y nuevamente se habían reunido con los demás.

-La situación afuera también estaba muy mal, pero al contrario de vosotros, nosotros hemos perdido a un compañero... Nakai, nuestro amigo semi-lagarto, murió como un guerrero a manos de un Treant sumamante extraño... por poco se lleva la vida de Osfalth también... Pero gracias a los Dioses no hubo más pérdidas...-

El Elfo guardó silencio por unos segundos en señal de respeto por su compañero caído, fue sólo hasta ese momento que se percató que no todos lo habían seguido, parece que más de uno había decidido regresar al poblado, sin embargo sentía cierta tranquilidad al confirmar que sus demás compañeros estaban todos a salvo.

Sus suposiciones acerca del camino que habían tomado aquellos que se internaron primero en la caverna resultaron erradas, le alegro el repentino re-encuentro.
"La tardanza se debió a que el bosque no resulta estar tan muerto como aparentaba, fuimos atacados por unas 'ardillas' siniestras y ademas un árbol viviente que.." hizo una breve pausa y su voz cambió del tono jovial que solía usar a uno menos animado, "acabó con la vida de Nakai, le dimos un improvisado sepulcro y seguimos a Osfhalt e Isilöme hasta este punto, la verdad no teníamos ni idea que camino habíais seguido desde aquí".

Tras observarles con detenimiento comentó "Al parecer vosotros también habéis tenido vuestra ración de acción aquí".

Hwestadîn miró con cierto rubor a Isilöme, luego un humano que parecía querer ser el eco del elfo repitió lo mismo que con tanta pasión había descrito el gran guerrero elfo. Cállate! le reprochó la elfa a Odnan, le hubiese gustado añadir Si, sólo era un lagarto... Una vida de la naturaleza, pero un vil lagarto... pero prefirió callarse por respeto al dulce y conmovedor relato de Isilöme No ves que ya lo dijo Isilöme... añadió con una voz tan dulce como la miel, como si la vida de Nakai hubiese sido de relevancia. Bueno... debemos continuar. terminó diciendo tras unos segundo de sutil respeto.

Grasp escuchaba el murmullo de sus compañeros mientras su negra y larga uña rascaba su barbilla en señal de dubitación. Su mirada se perdía en el interior de la cueva y sus pensamientos zigzagueaban entre la idea de una ciudad escondida y la piel del lagarto desperdiciada en medio del bosque. El trabajo se le acumulaba y la gruta se le hacía eterna.
Súbitamente se volvió hacia sus compañeros reencontrados.
-Araña venir, muchos huevos y una momia ¡Pum, zas, trasp!- comenzó a relatar haciendo aspavientos con sus brazos- Y todos morir, pero hacen daño, oh Grasp ver oscuridad en la oscuridad, luego compañía encuentran tumba noble picuda y puerta sin llave. Ahora todos buscar llave que abre puerta ¿Ah? Yerro que abre umbrales- finalizó su relato señalando con su negra uña el interior del otro camino.

La repentina orden de Hwestadîn le causó gracia, "así es ella, ¿que se le va a hacer? esa detestable prepotencia de los elfos...sumado a su fuerte carácter" sacudió la cabeza esbozó una sonrisa y replicó: "Si bien Isilöme ya lo había dicho en mis labios suena mucho mejor. Si alguno de vosotros lo precisa tengo conmigo un kit de curación."

A continuación prestó atención al alocado relato de Grasp, sin dirigirse a nadie en particular exclamó: "entonces solo queda por recorrer el camino que asciende..." extrajo la gema que recogió cerca del cadáver de Nakai y continuó "Hallé esto cerca al cuerpo de Nakai una de las 'ardillas' que nos atacó la portaba. Hay algo inusual en esta joya pero desconozco las artes mágicas así que no se si tendrá algo que ver con todo lo que está pasando".

Atentó a lo que cualquiera pudiera decir enfiló sus pasos hacia el único camino que no se había recorrido aún.

- Al igual que en los míos suena mejor que en los de Grasp.- Puntualizó Áramana las palabras del bardo y se dispuso a relatar lo que habían encontrado.- Nos internamos más en los pasadizos y llegamos a una cueva donde había unos asquerosos huevos.- Miró suspicazmente bajo el yelmo a la elfa y el trasgo, a los cuales les había dado un ataque de protección maternal para con los huevos. - Resultaron ser huevos de araña. Una abominación pues era una extraña y antinatural especie. Allí nos atacó una araña que casi acaba conmigo. Hablaba un extraño idioma y, por muy raro que parezca, controlaba el cuerpo muerto de un enano que supongo había estado explorando estos pasadizos, con poco éxito. La momia casi acaba con Grasp. Después llegamos a una sala cuya pared estaba recubierta de relieves.- El guerrero hizo una pausa para que los recién incorporados pudieran asimilar todos los datos.

- En la inscripción había un nombre élfico. En su conjunto parece describir la vida de una mujer elfa que fue enterrada en aquel lugar. Los textos estaban en idioma enano, elfo y común. Contaban la historia de una elfa de noble corazón y noble cuna. Murió, como otros tantos por la plaga que amenazaba una ciudad hace al parecer cerca de 400 años. Milandree, la supuesta elfa, murió en una expedición que se centraba en encontrar qué era lo que causaba esa repentina plaga. Sea como fuere el cadáver descansa ahí dentro y la tumba, según los textos, está protegida mágicamente. Había una cerradura pero no encontramos la llave. Estamos seguros de que tiene que haber otra forma de entrar.- El bravo se alegraba mucho del reencuentro. Ahora que el grupo era más numeroso la  hostilidad de la elfa se diluiría haciéndose más soportable. Sin embargo había perdido a un compañero, lo cual no era bueno.- Siento mucho lo que contáis y...me alegro de veros.- Áraman se acercó a Odnan para examinar la gema.-Déjame que le eche un vistazo.- Se quitó el yelmo para poder examinarla con atención.

La gema, la cual no podía tener otra forma que la de una disimulada bellota, es algún tipo de contenedor mágico. Bien pudiera utilizarse para almacenar almas o esencia de vida. Si las criaturas eran malignas seguro que tenían este fin, pero hasta donde sabes de ellas, pues no las has visto y tus compañeros no te han comentado demasiado de ellas no estás demasiado seguro de con qué finalidad se hacen.