-¡Nadia no!-Bianca se despertó sobresaltada nuevamente a tu lado, llevaba un par de semanas así y aunque habíais conseguido escapar de Natasha, ella seguía teniedo pesadillas recurrentes que la atacaban día si día no. Aún cojeada cuando caminaba, pero el viejo Vasili había estado en el intante preciso y en el momento justo.
Aquella madrugada de la fuga, cuando ya aparecían las primeras luces, llegásteis las dos a su casa, él salió al instante y te echó una mano con Bianca que yacía ya inconsciente. Escondísteis la moto y las milagrosas manos de Vasili consiguieron curar la hemorragia, su destreza y experiencia le había servido bien y Bianca se recuperó a los pocos días. Ahora no teníais donde huir, no teníais casa, ni dinero, ni pertenencias y el viejo Vasili os ofreció su hogar, no era una casa grande pero podíais vivir allí por el momento.
Tú conocías un par de sitios donde Ivan y tú habíais escondido un par de tesoros en caso de emergencia, pero solo os haría salir a las dos del paso y allí no os podíais quedar mucho tiempo, pues Natasha os perseguiría-¡Corre Nadia, huye!-dijo entre jadeos asustados y apagados, estaba empapada en sudor y lágrimas corrían por sus mejillas, te vió y se lanzó a tus brazos, lloraba aterrada-cariño, otra vez nos atrapaba, otra vez..-dijo entre leves sollozos que se calmaban poco a poco.
Las pesadillas de Bianca eran algo habitual. Cada noche se acostaba a mi lado, temerosa, sabiendo que por la mañana, no se despertaría feliz de estar a mi lado, por mucho que lo estuviese, sino con el miedo en el cuerpo de que precisamente, yo no estuviese y Natasha nos hubiera encontrado.
-Shhhhh, tranquila. Todo está bien y yo estoy contigo -le dije en voz baja, mientras le acariciaba una mejilla. Su rostro continuaba siendo el de siempre, pero nuestras almas habían sufrido una tortura inimaginable y ahora, pagábamos las consecuencias. Ignoraba si Natasha nos acabaría encontrando, pero el miedo parecía no estar dispuesto a desaparecer nunca.
Algunas veces pensaba que lo único que podíamos hacer era seguir huyendo. Otras... que debíamos volver para acabar con ella, o morir en el intento. Pero el miedo a perderla era demasiado fuerte, así que nunca decía nada. Simplemente, la abrazaba, besaba sus dulces labios, acariciaba su rostro y sonreía, disfrutando de cada momento, por breve que fuera, para convencerme de que la vida podía ser hermosa, al menos por un instante.
-Te quiero -le susurré. Siempre había pensado que aquellas palabras no significaban nada para mí, pero al conocer a Bianca y verla, y tenerla entre mis brazos, y sentir la calidez de su cuerpo junto al mío, de manera que pareciese que éramos uno solo, entendí la profundidad y realidad de su significado -. Te quiero más que a nada en este mundo y no dejaré que te suceda nada malo.
Una vez más, presioné sus labios con los míos y me dejé llevar por la esperanza, olvidándome de que en el mundo que vivíamos había miedo, sufrimiento y olvido. Si solo iba a tener ese día, quería que fuese especial. Si aquella iba a ser nuestra última mañana juntas, deseaba que supiese cuánto significaba para mí.
¿Locura?
Sí, pero de amor, y esperaba no curarme jamás.
Por otro lado, era consciente de la vida que llevábamos y a quién podíamos tener tras nosotras, por lo que me prometí algo a mí misma, aunque en silencio. Mi corazón no latiría más de un minuto después de que el de Bianca se hubiese detenido por completo. No pensaba volver a pasar por aquello. Si ella moría, yo también. Inconscientemente, toqué con mis dedos el frío filo del cuchillo que llevaba. Era todo lo que necesitaba.
Pero mientras tanto, volví a besar a Bianca y me permití el lujo de dejar que mis ojos atravesaran los suyos y se mezclasen en un mar infinito de paz y comprensión mutua. Eran los más hermosos del universo, y no por que fueran de un color determinado, sino porque en ellos me veía reflejada. Sabía que Bianca sentía por mí lo mismo que yo por ella y eso la convertía en la mujer más bella del mundo para mí.
La tierna de voz de Nadie era un verdadero balsamo que me aportaba una tranquilidad y paz que jamás había sentido con nadie y por eso al notar su cálida mano en mi mejilla sonreía relajada e incliné la cabeza ligeramente para notar un instante más aquella caricia mientras mis brazos seguían rodeando su cuerpo temiendo que todo aquello fuera un sueño, pero sabía que era solo el miedo que me atenazaba a que Natasha nos encontrase. Agradecíamos casi cada día a Vasili que nos hubiera escondido en su casa, pero los tres sabíamos que aquello debía ser temporal, él se había convertido en pocas jornadas casi como un padre, aquel que había perdido a su hijo, pero estábamos decididas a irnos de allí.
-Yo también te quiero amor mío, sé que no lo permitirás igual que yo si algo malo nos acechase-murmuré elevando mi rostro para corresponder su tierno beso, terminando por dibujar una dulce sonrisa mientras posaba una de mis manos en su mejilla acariciándola como había hecho ella conmigo segundos antes, mirarla a los ojos era sentirse a salvo, feliz y con esperanza. De hecho con ese ánimo habíamos reunido las pocas pertenencias y objetos de valor que teníamos para irnos de allí, debíamos de trasladarnos a otro lugar, otra región más alejada, dejando a aquella hija de perra atrás de una vez por todas e inicar una nueva vida lejos de allí, también tendríamos nuestras penurias, correríamos más riesgos y nuestras vidas seguirían pendiendo de un hilo, pero lo haríamos juntas y es lo que realmente importaba.
Otro pequeño beso creció en nuestros labios y al fin mi rostros volvió a la normalidad, cargado de valentía y un pequeño grado de esperanza. No podíamos vivir una sin la otra y habíamos firmado un pacto de sangre, nos habíamos jurado que si corríamos un peligro realmente extremo en el que no hubiese escapatoria acabaríamos con nuestras vidas. Sonaba melodramático, pero así debería de ser-Levantémonos ya cariño, casi se puede ver el amanecer, mira-musité observando por una pequeña ventana como el sol dibujaba sus primeros trazos en el horizonte, era muy bello pero no tanto como Nadia a quien miré embelesada-Hoy es el día..-susurré. Aquella mañana nos marchábamos, habíamos escondido la moto durante días para poder utilizarlo como transporte el día de nuestra partida. Aunque eramos sigilosas Vasili ya nos estaba esperando con una tierna sonrisa y se despidió de nosotras con una triste pero cálida sonrisa-Tened cuidado pequeñas, estaré al tanto y si esos cabrones aparecer por aquí les mandaré en dirección contraria-dijo dandoos un cariñoso beso en la mejilla a cada una mientras se enjubaba un par de lágrimas que caían por su arrugada mejilla.
-Adios Vasili, nunca te estaremos suficientemente agradecidas, nos salvaste la vida-dije abrazándole con fuerzas con los ojos enrojecidos-Vamonos cariño-miré a Nadia apretando su mano con fuerza mientras nos montábamos en la moto. Nadia conducía y yo sería el paquete así que pude ver a Vasili por última vez, mientras el color rojizo bañaba todo lo que alcanzaba nuestra vista, sujeté a mi amada con fuerza de la cintura y pegué mi cabeza a su espalda respirando tranquila. No sabía lo que nos depararía el futuro, pero sí sabía una cosa, junto ella me sentía capaz de todo.
El leve brillo de unos prismáticos se vió de refilón en la lejanía pero Bianca le quitó importancia.
-¿Crees que son ellas?-masculló el forzudo-no lo sé amigo, pueden serlo, pero no estoy seguro...pero si las conseguimos ver más de cerca y son las dos zorras que busca...Natasha nos recompesará muy muy bien...-contestó el otro mostrando una sonrisa de dientes amarillos.
Y FIN!
Puedes postear si quieres por su puesto, dejando un final abierto como nos gusta jajajaja.
Bueno...¿opinión sincera de mi primer trabajo como máster? siento el final irregular con posteaos tan tardios descolgando el ritmo, pero he disfrutado muchísimo puteandote, ya sé por que te gusta tanto jajajaja
Has escrito un post final muy bueno, así que pienso que sería un sacrilegio escribir algo más. Y el siguiente, dejando el final abierto, simple pero efectivo, me ha encantado, así que me doy por satisfecha.
Ahora lo entiendes, eh jajajajajaja?
En primer lugar no te preocupes por el ritmo. Es evidente que estás puteado con el trabajo, así que nada que disculpar. El tiempo que hay es que tenemos, tranquilo.
En segundo lugar, me ha encantado la partida. Acción, personajes desarrollados y muy característicos, peligro, amor... Aunque haya sido una partida corta, me ha encantado y estoy segura de que cada vez lo harás mejor. Con la siguiente todavía te saldrá más redonda.
Y por supuesto, muchas gracias, porque al ser tu primera partida como director, me siento, de verdad, honrada de haberla jugado :)
Espero que no tardes mucho en preparar la siguiente :)
Muchas gracias Erica! La verdad es que he disfrutado muchísimo y he aprendido un montón contigo, no quería que se me fuera de las manos o me quedase sin ideas porque aunque llevaba más o menos un guión, he improvisado bastante jajajajaja
Yo buscaba eso, que lo pasaras bien, hacerlo entretenido y que no te aburrieses era mi mayor temor xD
Ya más adelante si me atrevo a hacer algo más largo, contaré contigo, ha sido un placer tenerte como jugadora para mí solo ;)
Bueno, la verdad es que también ahora tendrás la oportunidad de dirigir la que quieres de Austen. Puedes llevarla tú solo si tienes ganas.
No no, prefiero que tú seas la principal sino te importa y yo te echo mano en lo que haga falta sino te importa :)
Te apetece empezarla? ;)
Oki.
Sí, pero primero vamos a terminar a Marlowe, ¿no? Que aún tenemos a Bond también por ahí y se nos acumula el trabajo.
Sin ningún problema. Marlowe, Bond y luego OyP :D
jajajajaja
Que no es que no tenga ganas. Tengo, pero no debo :P
Jajajaja, lo sé son muchas partidas. Si quieres, seguimos con Marlowe. Cuando la acabemos Bond, como tú digas, que yo te sigo ;)
Sí, sí, vamos con Marlowe ahora y después ya veremos. XD
Perfecto, entonces a ver si cierro aquí y ya seguimos con el detective ;)