Partida Rol por web

A pesar de resistirme, sabía que tenía la batalla perdida. Me quitaron las bragas como yo arrancaba los trozos de comida en mi boca, y vi como se bajaban los pantalones.

Sabía lo que me esperaba.

Pero eso no significaba que fuese a aceptarlo de buena gana.

-JAJAJAJAJAJAAJA -me reí, estruendosa y exageradamente, en cuanto aquel tío tuvo su miembro al aire -. Tío, si crees que con eso vas a enseñarme algo estás muy equivocado. He estado con tías que tenían el coño más grande que eso jajajajajaja

Entonces los miré muy seriamente.

-Además, no os confundáis. Follarme no es lo mismo que joderme. Hace falta mucho más que un pichacorta como tú para echarme por alto el día. Así que adelante, termina ya, que no tengo todo el tiempo del mundo y Natasha me está esperando. Ella sí que sabe hacer disfrutar.

Tus risas no alteraron en absoluto a los dos cabrones sino que más bien les excitaron-Vaya ¿con que esas tenemos eh? si te parece tan pequeña quizás tenga que coger tu rifle y meter su cañón caliente en tu rajita, quizás así notes algo más largo-masculló con su una mirada encendida mientras te habría las piernas y comenzaba a acomodarse entre ella-No te creas que te vas a salvar gatita, nos correremos dentro de tí, con suerte te dejaremos preñada y podrás disfrutar de las ventajas de ser una esclava de Natasha, le gustan las cosas raras...-continuó el cerdo que te sujetaba las muñecas.

Notaste de repente como el duro miembro del violador comenzaba a entrar con violecia en tu interior de un sólo empujón, el dolor fue lacerante, pero tras dos embestidas oíste una detonación potente que rebotó en las paredes del callejón y el cuerpo del violador cayó a plomo sobre tí, la mitad de su cabeza había desaparecido. El otro cabrón te soltó al instante y levantó las manos-ésto te costará caro...-dijo escupiendo al suelo, entonces miraste a aquella figura que se encontraba unos metros más allá y viste que era Nikolai-No más que a tí violador hijo de puta-el viejo apretó de nuevo el gatillo y un agujero del tamaño de un puño se abrió en el pecho del segundo secuaz sieNdo empujado contra la pared por el brutal impacto para caer en silencio al suelo como un fardo.

El viejo corrió hacia tí-Vamos, corre, vístete y huye por dónde te he dicho, yo esconderé los cuerpos, eso te dará algo de tiempo, pero no mucho, así que aprovéchalo-dijo con su ajada mirada acercándote el rifle de nuevo-corre maldita sea ¡vete!-exclamó mientras iba a por uno de los cuerpos para taparlo con unos cartones con presteza-Mucha suerte con tu caza y te deseo lo mejor-fue lo último que dijo antes de centrarse en el segundo cuerpo.

No mirar atrás. Jamás.

Recuerdo esas palabras como si hubiesen sido tatuadas en cada parte de mi cerebro, desde que tenía cinco años. Mis padres me lo repetían constantemente. Si ocurre algo, no mires atrás. Solo huye. Si me atrapan, corre. No vuelvas. No te preocupes....

Para mí no era un dogma, sino el reflejo de la época en la que vivíamos.

Así que tardé un segundo en subirme las bragas, otro en estar lista para correr y uno más en recuperar mi armamento.

Pero miré atrás.

Una mirada de comprensión, agradecimiento, desesperación y un profundo hastío de la vida, que ambos compartíamos, al igual que otros muchos.

No mires atrás. Solo huye.

Pero yo hacía mucho tiempo que miraba siempre, porque alguien que te ha salvado la vida merece ver, si es lo último en lo que sus ojos van a fijarse, un rostro agradecido. Me daba que no era la última vida de Nikolai, pero por si acaso, dejé que viese mi agradecimiento antes de echar a correr a toda velocidad.

Natasha, sé que sabes que voy a por ti. Pero eso no importará absolutamente nada cuando acabe contigo. Morirás sabiendo que pudiste evitarlo y no lo conseguiste. Morirás.