Partida Rol por web

Con un último empujón clavo el gladius en el poderoso ser... pero de nuevo el número ha sido más poderoso que la fuerza.

Saco el arma de un tirón salpicándome de sangre, ladeé la cabeza tratando de evitarlo pero no pude. Con el puño me quité la sangre como pude.

Me levante y corrí raudo a donde estaba Dalila, por la cara de Alisse que no estaba tan mal como podía pensarse, entendí que no saldría de esta. Musité una rápida plegaria a Sokar por ella.

Después me agaché a su lado y me quedé atónito del poco tacto de Lerna, visiblemente molesto le dije no es momento de preguntas Lerna, déjala tranquila. Volveremos al campamento con el mensaje que nos indiques.

Lerna mostraba una actitud impasiva, sin parecer importarle el estado de la que había sido su maestra. Alisse intentó reincorporar suavemente a Dalila para que pudiera hablar. La sento apoyandola en ella en el suelo mientras con su mano derecha intentaba taponar la herida. Mostraba la frustracion y la dedicacion de un medico, el ver como no podia salvar una vida y se iba perdiendo entre sus manos. La germana hizo sus ultimos esfuerzos para dar una explicacion:

Lo siento chicos. Creo que he excedido mis fuerzas. Dijo mientras escupía sangre por la boca hacia el suelo. A veces debes sacrificar para proteger algo. Debeis encontrar una daga negra. Debeis encontrar a Lideus, un griego en Sparta, es un sabio. El os dirá todo lo que debeis saber.

Empezó a toser y escupir mas sangre por la boca, de forma incensante. Sus ojos se iban entrecerrando y le costaba miraros. Daba sintomas de derrota. Al hablar sobre la daga, Cain recordó lo que habia encontrado en el poblado.

Por mucho que intentara para la hemorragia, esta seguía su camino.

-No..No.. No.-.susurraba mientras sabía perfectamente el estado de Dalila. 

Me sentía apenada. Y muy muy dolida. No por la herida en mi espalda, si no por no haber hecho lo suficiente porque Dalila no llegara a este estado.

Soy débil...

Reincorporé a Dalila en una posición mas cómoda, pero en esos momento cualquier postura no la evitarían ni menos dolor, ni un destino tan malo.

- Dalila... No... aguanta- Sabía que moriría en uno u otro momento, pero aún así o quería creermelo. Miré a todos a los ojos hasta llegar a los de Aestus, y negue con mi cabeza, dando la mala noticia de que no se podía hacer mucho mas por su vida.

Una pequeña lagrima salio rodando por mis ojos hasta caer sobre la propia mejilla de Dalila, la cual recostada sobre mi pecho, decíalo que me temía eran sus últimas palabras.

La escena era emotiva, quizas yo era el más familiarizado con la muerte de un guerrero y por ello el menos afectado.
Envolví los hombros de Alisse, quien sentia aquello como algo personal, con mis brazos y le dedique unas palabras al oido.
Ha dado todo de si para hacer de este un sitio mejor, nuestro deber es continuar su legado bese su mejilla lavando su lágrima y segui sosteniendo la paranquensepa quennonesyaba sola en esto.
Lo haremos Dalila, buscaremos a ese hombre y diremos lo que ha ocurrido aquí

- Me parece que es todo lo contrario Assuan, puede que este haya sido el último momento para hacer las preguntas ... aunque tienes razón en cuanto a mi falta de tacto, supongo ... permiteme rezar por tu alma Dalila ... porque dios nuestro señor te abrira las puertas del cielo por ser una buena persona, por enfrentar valientemente el mal encarnado por este tipo ... Donde podría estar esa daga negra d ela que hablas Dalila - Dijo apasionada y fervientemente Lerna a su actual superior y a Assuan, porque a pesar de que acaba de conocer a esa mujer y tener poco tiempo de conocer al chico les ha comenzado a tomar estima, sin embargo eso del tacto y la sensibilidad no se le daba a la chica que había sido educada desde pequeña mas como un hombre militar que como una sensible mujer, así que sinceramente no le quedaba claro porque debía sentirse mal por lo que le decía el chico egipcio

Tras un esfuerzo intenso en decir esas palabras, Dalila poco a poco fue cerrando los ojos para entrar en un sueño profundo. Su expresión era de tranquilidad con una ligera sonrisa de felicidad. Su vida acabo entre los brazos de Alisse.

Tras el intercambio de palabras con la guerrera observo desde un segundo plano como Alisse intenta reanimarla, la sienta mientras intenta taponar la herida, observo la desolación de la tuerta muchacha mientras se escapa la vida de la germana entre sus ensangrentadas manos de curandera.

Aun así, escupiendo sangre, nuestra líder nos dice un último mensaje que escucho con atención. ¿Sparta? Había oído hablar de ella, el nombre de Lideus no me decía nada… pero sí la daga. Eché la mano al cinto donde llevaba el objeto encontrado… Alisse estaba muy dolida, llorando… moví mi mano alargando ligeramente el brazo pero Aestus ya estaba cuidando de ella así que volví a la inmovilidad. Él lo haría mejor.

Entonces intervino Lerna, quizá algo molesta por mi comentario aunque no lo parecía, y preguntó por el objeto. Tras comprobar que Alisse estaba algo más serena hablé yo también, yo… encontré, saco del cinto una daga negra, encontré esto en el poblado, puede que sea la daga de la que ella hablaba…, sacudo la cabeza y la vuelvo a guardar en el cinto, ya habrá tiempo para ello… en mi tierra es costumbre enterrarla bajo rocas pero no tenemos rocas aquí, quizá podamos darle sepultura en el cementerio de esta población…, bajo ligeramente el tono, no podemos llevarla de nuevo a su patria – respondo con gesto de tristeza.

- Debemos resar por el descanso eterno del alma de Dalila chicos, yo recomendaría enterrarla en tierra sacrosanta, ya sea un cementerio o una iglesia, tal vez después de llevarla con nuestro superior en la falange, quien nos la impuso como superiora en esta misión, claro, solo después de confirmar que la gente de este pueblo se encuentra liberada del influjo del tipo que acabamos de matar - Dijo la alta mujer guerrera mientras que se desacía de su capa para cubrir con ella el cadaver de la amazona germana, para después de eso incarse a su lado para resar un momento en voz alta en un latín vulgar:

- Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre ...

Observaba a lo lejos todos los intentos que hacian mis compañeros para intentar salvar a Dalila de la inevitable muerte que le estaba acechando. Si no hubiera sido por ella, seguramente no hubieramos ganado, mas este solo es el primer paso para descubrir verdaderamente el significado de lo que ha sucedido.

Alisse sin duda alguna esta muy afectada, pero no creo que sea momento para esto. Ella se merece un lugar digno para descansar, mas el Templo de Hades se ha convertido ahora en su tumba, debemos de enterrarla correctamente. — Assuan, ayudame a enterrarla. Ella nos ha dejado un objetivo, y no creo que podamos volver al campamento. Aunque no haya vuelto a su patria, sin duda alguna, lo ha dado todo. Que los Dioses la lleven a los Campos Eliseos... - Dije esperando que Lerna terminara sus oraciones, para darle su debido entierro y avanzar hacia el futuro incierto. 

- Muy bien Lucius y Assuan, yo también les ayudo con lo del entierro, mientras que encontramos tierra consagrada para enterrar la investiguemos como se encuentran los pobladores del lugar y pidamos le ayuda para saber donde podemos llevarla, me parecio ver una lápidas cerca, tal vez podríamos llevar allí a nuestra enigmática lider - Dijo Lerna a los chicos mientras que guardaba sus armas y se preparaba para cargar el cuerpo de Dalila con ellos

Cain se quedó a un lado. La verdad que no había congeniado mucho con Dalila. Había muerto. Siempre es una pena que muera alguien, o casi siempre. Pero para Cain, era solo uno más de los miles de cadáveres...

Al menos murió con honor, pensó.

Cargais con el cuerpo de Dalila hasta la aldea. Mientras bajais podeis ver a todos los pueblerinos que eran controlados muertos. Parecían simples maniquís en el suelo sin expresion alguna y con los ojos abiertos. Sin heridas aparentes tenian el cerebro achicharrado. Al descender de la montaña encontrais un pequeño cementerio con lapidas de madera colocadas en el suelo. Por los nombres tallados, eran de otros aldeanos que habian muerto, nadie importante. Tras encontrar una pala en la zona, cabais una tumba para la maestra y la enterrais. Luego Lerna crea una cruz con dos tablones y una cuerda y la pone a modo de lápida. Ella le dedica otra oracion y os volveis a la entrada a buscar al jabalí y el caballo que cargaba con armas.

Dudando inicialmente entre si volver a vuestro campamento para informar o no, tomais la decision de  seguir adelante. Así que con los animales empezais a atravesar la aldea por la calle principal en un silencio sepulcral y salis por el acceso opuesto. Siguiendo el camino, os vais alejando con el objetivo de cumplir la mision encomendada. Ello os abriria la puerta a un mundo totalmente nuevo, siendo unicamente la puntilla lo visto hasta ahora.

FINAL