Partida Rol por web

No había que decir más. La gente que se consideraba sofisticada y elaborada se buscaba rimbombantes códigos de mensaje, lenguas de espionaje ocultas y reservadas para unos pocos. ¿Pero de que te valía esa mierda cuando alguien desvelaba el secreto? Para haber perdido tiempo de tu vida desarrollando y aprendiendo esa cosa inútil.

Pero el lenguaje de Ambroos y Arjen era algo natural que se basaba en una única cosa: yo se que haces, tu sabes lo que hago y ambos sabemos que es lo único que nos puede interesar del otro. No era más que comprensión mutua sustituyendo lo que, a ojos de los hombres, era obvio. Un montón de palabras describiendo lo que para la gente sería una rehíla de palabras describiendo poco agradables (y legales) acciones de choque.

Y a Janssen siempre le interesaban los negocios de Wolfzahn.

- Estaré por aquí. Respondió al hombre, mientras Liria avanzaba hasta lo que sería el cuarto de juegos. No creía que hoy saliese a pasear después de la escapada movidita, que ya había sido bastante ejercicio por hoy, pero visto lo visto no le extrañaba acabar con whisky en el vaso mejor del que ponía en su local. Si no me vieses, dile a Liria que me llame y acudiré a tu silbidito.

Aunque Ambroos no lo sabe seguramente acabe ocupado y no quiere dejar a Arjen desatendido.

Fin de Escena.