Partida Rol por web

¡¡¡Demonios!!! Pobre Belén...

Yo...

Yo ya no se que pensar... esto es insufrible... esto es...

Paloma se despertó de su fantasmagórico sueño y cuando vio el río de sangre pegó un grito.

¡NOO! ¡Belén, campanas de... NOO! ¡Maldito demonio, las pagarás!

Al parecer, el infierno no había concluido y los fantasmas seguían teniendo voz en este entierro. Paloma lo veía normal porque sabía que no habían encontrado al demonio el día anterior.

¡Escuchen, lo confesaré! Yo soy inocente porque morí por la noche a manos del demonio en los primeros días. ¡No tengo por qué mentir! Soy la enterradora, pero solo trabajo de día cuando alguien muere en el linchamiento. Al parecer, incluso después de morir, también adoro enterrar a los linchados. ¡Es esa razón por la que sé a qué se dedicaban Fernando Navarro y Mariano Martínez!

Señaló a cada uno y expuso sus quehaceres:

¡Fernando Navarro es el Barón! Un esbirro, como ya anuncié ayer. Eso significa que hay tres forasteros. ¡Mariano Martínez es la Dama Escarlata! ¿Quién lo diría? ¡Nos hemos librado del resurgimiento del demonio! Pero ahora tenemos que vencer al verdadero para que esta pesadilla termine.

Alma Yin llegó con su testamento escrito en el bolsillo para ver como, al final, la muerta por parte del demonio no había sido ella, lo cual por un lado era un alivio pues podía seguir tratando de sacar dinero a los pocos supervivientes del lugar mientras que, por otro lado, era una pena... ¡Pues se indicaba que la enterraran con toda su fortuna!. Ella sí que se iba a ir para el otro barrio con todo bien asegurado.

-El fantasma de Paloma Hul-tado me gusta lo que dice. -Comentó asintiendo con la cabeza aquella mujer- Eso me quita de toda duda y aún pol encima ya no hablá que escuchal a Felnando Naval-lo ni a Mal-iano Mal-tinez hablal de cosas que no les incumbe.

Ahora la cuestión era saber qué es lo que ocurre con el resto de los presentes, un problema que Alma Yin no iba a ser capaz de resolver nada más levantarse luego de una larga noche escribiendo sus incontables posesiones, algunas más caras y valiosas que las baratijas que vendía a sus conciudadanos.

-Isabel Luiz... Eles inocente, señalaste a Mal-liano y a mi, incluso dijiste que desde el plimel día que sospechabas de nosotlos dos... Aunque no lecueldo que me pleguntalas nada, pelo bueno...

-Lobelto Alonso... Sugeliste votal pol Andles Guel-la en el telcel día, al igual que hablaste de Vicenta ya de aquella... y llevas con la cantinela desde entonces... No ayudaste a votal en contla ni de Felnando ni de Mal-iano.

-Vicenta Valbuena... Dijo sel la alcaldesa... Y ayudaste a votal en contla de Mal-iano.

Comentó los últimos tres que quedaban en todo esto, y aunque la respuesta parecía ser casi evidente, el "casi" era demasiado amplio como para discernir lo evidente, al menos para ella en estos momentos.

-Esto cieltamente es una debacle... está entle Lobelto Alonso y Vicenta Valbuena...

 - Vaya escena más... Mght... - ni siquiera Vicenta parecía tener estómago para procesar aquella "obra artística", dando vuelta a su copa de vino para tirar su contenido y luego dejarla en algún sitio que tuviese a mano.

 Era evidente que en ese punto estaban al borde de la vida o la muerte, y era en esos momentos dónde más información surgía, y más pesadas se volvían las decisiones...

 - Entonces todo cuadra un poco más: Yin tenía razón sobre el bando de esos dos...

 - Todo debe acabar hoy, o a este paso no habrá oportunidad para otra votación - deduciría teniendo en cuenta el número de bajas diarias. - Existen... Tres probabilidades.

 - Primero, votamos y damos con el demonio, y tres nos salvaremos.

 - Segundo, votamos y nos equivocamos: el demonio matará a otro por la noche, y solo quedará su última víctima...

 - Tercero... Sacrificamos la vida de alguien está noche: Si no hay linchamiento hoy, el demonio solo podrá matar a 1 persona, y entonces al día siguiente, de no linchar a nadie, estoy segura que podré rescatar al restante y conseguir ayuda para expulsar al demonio - concluiría. - Claro que... Preferiría no tomar esta opción... En esencia porque mi vida no estará en riesgo como la del resto, aunque supongo que siempre existe la posibilidad de que nadie salga a protegerme por la noche, y en ese caso sería otra derrota para todos nosotros...

 - En caso de que escojamos votar, lo mejor será organizarnos abiertamente para que no haya errores: recordemos que los muertos tiene voz y voto, y sumado a los 2 de los esbirros, podrían conseguir un empate o, peor aún, un linchamiento a su favor.

 Finalmente, no ignoraría a Roberto y todo su asunto con ella, mucho menos cuando Yin dió sus conclusiones.

 - Ya explique mis argumentos sobre porque podrías estar equivocado, o mintiendo, pero supongo que son tan creíbles como tú señalamiento: por lo que, teniendo en cuenta que Yin parece ser buena, e Isabel no ha hecho nada que pueda ponerla en duda, la cosa está entre tu y yo, pequeño...

Cabizbajo se acerco al censo de los pocos que quedaban.

-Pero que tontos son los adultos... Alma y Emilio están limpios. La única que sigue siendo Diablo es Vicenta. Hacer caso al niño, mi madre siempre ha dicho que los borrachos y los niños no mienten ¡Y yo soy un niño! -Roberto no tenia grandes palabras como el resto, después de todo no tenia ni la mitad de calle que los viejos de su alrededor, pero si tenia la verdad por su parte, una parte que como siempre evitaban escuchar.

-A los muertos. Os repito. Ella es quien os a matado. -Señalaba a la maligna de Vicenta. -¿No queréis hacer nada al respecto?

-Ay Diablo, que suerte tienes que los adultos nunca escuchen a los niños.-Codeo la cadera de Vicenta, que era lo que tenia a la altura, era un niño no temía a la muerte, porque ni siquiera entendía lo que era y menos en ese pueblo donde los muertos se quedaban.

En cuanto a Alma Yin, esta se encontraba dudando bastante, a fin de cuentas cualquiera de las dos opciones eran viables en este caso; por lo que escoger cual de ellos dos era el verdadero inocente y cual de ellos era el causante de todo era algo que, como minimo, había que estudiar muy bien.

-Ambos me palecéis sospechosos... teniendo en cuenta que lo más plobable es que el Enemigo supiela quienes de nosotlos no estamos en el pueblo desde el plincipio, este podía hacelse pasal pol una función que nadie podía negal de buenas a plimelas.

La mujer jugueteó con una moneda de un euro entre sus dedos mientras meditaba sobre los sospechosos.

-Lobelto Alonso, no ayudaste a eliminal a Mal-iano Mal-tinez y te centlaste en acusal a Andlés Guel-la y a tlatal de dividil los votos en contla de Vicenta Valbuena, a pesal de que ya sabíamos que Mal-iano Mal-tinez no ela tligo limpio. ¿Y si estabas tlatando de que eliminalamos a Vicenta y así tú y tu esbil-lo pudielais sel mayolía?. - De todas folmas, es un compoltamiento entendible si eles inocente y sabes que ella es enemiga.

-Vicenta Valbuena, ayudaste a eliminal a Mal-iano Mal-tinez cuando la otla opción ela eliminalte a ti, pol lo que eso quizás no tuviela tanto valol... Pues iba a sel eliminado de todas folmas, o sel-lo tu, o en el dudoso caso empatal... Aunque eso ela poco plobable... Pol lo demás, no destacaste demasiado... Pelo tampoco impediste que se eliminal-lan a ninguno de los enemigos.

La mujero dejó de juguetear con la moneda, deteniéndola y finalmente lanzándola al aire.

-¿Cala o Cluz?. -Preguntó.- Lo plegunto pol culiosidad, cleo que votalé pol Vicenta Valbuena. Le dalé una opoltunidad al niño, así que si niño eles el malo... calgate a Isabel Luiz, aún me gustalia hacel más dinelo antes de palmal, he escuchado que Calonte es calo...

El escalofriante sonido de los graznidos de los cuervos resonó en la oscuridad de la noche. No sabía cómo había podido sobrevivir durante tanto tiempo, pero, finalmente, tras tantas noches de sufrimiento, le había llegado el momento a ella. Contempló los restos de su antiguo cuerpo con rabia. Lejos de dejarse llevar por la desesperación, su determinación por encontrar al responsable se había vuelto aún más fuerte.

—Paloma Hurtado… Lo que dices es absurdo, porque nadie puede seguir usando sus habilidades después de muerto. No entiendo lo que está pasando aquí. No obstante, si es cierto que hay un Barón, tendríamos un problema, porque entonces nuestra información no sería fiable.

Escuchó atentamente lo que decía Vicenta Valbuena, y asintió.

—Vicenta tiene razón. NO DEBEMOS EJECUTAR A NADIE HOY. Si lo hacemos y nos equivocamos, el Demonio matará a alguien más esta noche y habrá ganado. Además, si esperamos habrá un sospechoso menos. NO VOTÉIS A NADIE. Con los votos de los muertos más los inocentes que quedan vivos, podremos ganar la votación final.

»Yo soy la Criadora de Cuervos. Ahora que he muerto, puedo descubrir la identidad de uno de nosotros. Y la persona que he elegido es Vicenta Valbuena.

Dicho eso, los cuervos que estaban posados en el campanario emprendieron el vuelo, formando una bandada y volando en círculos alrededor de Vicenta Valbuena.

Con la respuesta del nuevo fantasma, Alma Yin dio un respingo, a fin de cuentas si este decía la verdad -y visto lo visto no tenía porque mentir- aquello eran buenas noticias pues finalmente podían descubrir la verdad de todo aquello; aunque a decir verdad todo era demasiado extraño.

-Oh, pues... Entonces me espelalé a que los cuelvos digan cosas. -Comentó- ¿Aunque si los cuelvos no han dicho nada hasta ahola, eso no quel-lá decil que eles una bol-lacha?. A fin de cuentas, si había un Balón, aún no hemos encontlado a los tles folastelos que debelía habel....

-De todas folmas me espelalé un poco a que los cuelvos hablen... o lo que sea.

—En realidad, si estoy Borracha, los cuervos me darán información falsa. Por eso es tan importante saber cuántos Forasteros hay. Puede haber uno o tres, pero no dos, por lo que si solo hay uno sabremos que mi información es cierta.

Aquello parecía ser un gran quebradero de cabeza, pero a pesar de ello, la situación en general parecía mejorar, aunque fuera un poco, a medida que los inocentes iban hablando, se podía descubrir nuevos elementos de los pocos que quedaban con vida. Quizás si todos hablaran podían descubrir lo que quedaba.

-No tiene sentido que te de infolamción falsa, simplemente no te da infolmación y ya... -Razonó la mujer- ¿No?. Sea como fuel-la, o te dice que ella es Demonio o te dice que ella es la Alcaldesa; cualquiel otla infolmación indicalía que eles una bol-lacha... y ya... volvemos a lo mismo.

Tras decir aquello, y dado que los números no cuadraban, Alma Yin preguntó a los espíritus por lo evidente.

-¿Quienes son los Folastelos que han ido muliendo?. Cleo que alguien había dicho que ela un Mayoldomo; pelo aún así nos faltalían dos más...

¡Pero Belén, cómo me dices eso! ¡Yo siempre di de comer a los cuervos en tu ausencia!

Paloma Hurtado estaba tan indignada que se fue volando con un grito aterrador. Después regresó cuando se le pasaron los humos. A su vuelta trajo los Estatutos que rigen la aldea de Musgoseco.

A ver, ¿en qué apartado de estos Estatutos dice que el enterrador no puede enterrar una vez muerto? preguntó, también confusa por sus palabras. ¡No tengo por qué mentir si soy inocente!

Después se dirigió a la china.

Sí, ya sabíamos que Emilio Delgado era el mayordomo. ¿Eso qué significa? Que hay un Barón sí o sí. ¿Por qué? Porque Fernando Navarro reclamó ser el Recluso. Como dice Belén, puede haber 1 o 3 forasteros, no 2. Por otro lado, yo enterré a Fernando Navarro y vi que era un Barón. ¿Que yo puedo ser una Borracha? Sí, puedo, pero Fernando ya reclamó ser otro forastero. ¡Los dos no podemos ser borrachos! Y si resulta que yo vi que era esbirro porque él es realmente recluso, sigue habiendo 3 forasteros: Emilio, Fernando y 1 más. Y si yo soy borracha, ¡sigue habiendo 3 forasteros! Yo, Emilio y Fernando.

Paloma se quedó mirando a Belén con recelo, ya no miraría a sus cuervos de la misma manera.

Sin embargo, quedan 4 vivos. Si nadie vota, entonces el demonio y sus 2 esbirros pueden coordinarse para ejecutar a uno de los nuestros. Serían 3 votos en 1 individuo, conformando la mayoría. Debemos ordenar que los fantasmas no voten, y si lo hacen, ya sabremos quiénes eran los esbirros..., pero mañana quedarán 2 vivos: el demonio y el inocente.

-¿Y si el bol-lacho soy yo?. -Preguntó, más por diversión que otra cosa.- También puede ser una Bol-lacha la Alcaldesa y su plan nunca podel funcional. -Sugirió divertida- Sea quien sea el bol-lacho, una cosa está clala... Y es que... si nadie habla de lo que dice que es, nunca podlemos adivinal nada...

-¿Que otlos folastelos pueden habel?. -Preguntó la mujer- Y no, no cleo que Felnando Naval-lo fuela el Lecluso, si lo fuela no hubiela mentido diciendo sel un Aldeano, si no que dilectamente dilía eso... Y Andlés Guel-la no hubiera estado entle un Mayoldomo y un no-Mayoldomo pelo sí Folastelo igualmente. ¿O si?.

Aún con todo, esto dependería de lo que dijera la posible criadora de cuervos.

-Espelemos a que los cuelvos hablen, y a paltil de ahí podemos sabel cosas. Pelo es impoltante sabel que no eles una bol-lacha, polque al sel asesinada pol los malos, eles inocente sí o sí... al menos confilmada pol Paloma la enteladola.

—Hay una forma de evitar que nadie muera ejecutado hoy: escoged a un muerto y votad todos los vivos por él. Así el ejecutado será un muerto y no morirá nadie.

Me sentía como una espectadora a pie de pista en Roland Garrón, justo detrás de la silla del juez de línea, y en uno de esos puntos eternos... bola para allá... bola para acullá... izquierda... derecha... izquierda... derecha... y mi cuello diciendo basta. Cuanto diálogo.

No supe que decir que aportara nada a lo ya dicho, solo que mi información inicial había quedado demostrada.

Al parecer, a eso se reduce todo ya.

Si, Alma, yo sabía que o tú o Mariano erais la Dama Escarlata. No podía, o no me atrevía a decirlo abiertamente, por eso me iba por las ramas y dije que teníais algo que ocultar. Uno de los dos. Os pregunté a ambos el porqué de vuestros votos, tratando de extraer algo de vuestros razonamientos. Ninguno dijísteis nada, y desde ese primer momento me pareció más sospechoso Mariano Martínez que tú. Tú al menos, decías algo...

-¿Entonces puedes confilmal que él ela la "Dama Escal-lata"?. -Preguntó a Isabel Ruiz- Entonces ya sabemos que en efecto Paloma Hultado no es una bol-lacha y es en efecto una entel-ladola... ¿Qué otlas cosas viste como Entel-ladola?.

La respuesta de Isabel Riz tranquilizó un poco a Alma Yin, a fin de cuentas, las piezas empezaban a encajar; lo cual en sí era algo bastante positivo para empezar. Ahora tan solo quedaba ir descubriendo todo lo demás a partir de entonces y la mejor baza seguía siendo Paloma Hurtado y la buena disposición de los demás.

-Y yo dije de sobla el polqué lo sabía de esos dos. -Volvió a insistir, ya cansada de repetirse- Pelo cleo que no estamos hablando el mismo idioma o no me escuchas cuando te lo digo. Ellos desflolalon la votación dialia en mi contla, una pula y vilginal inocente, y no mulielon pol sus climenes.

Tras meditar un poco, Alma Yin cree haber llegado a una conclusión.

-En total hay siete pelsonas que dicen sel cosas: Vilgen, Entel-ladola, Bibliotecalio, Investigadola, Clia-cuelvos, Adivina y Alcalde. -Comentó señalando, uno a uno a todos los presentes, Alma Yin, Paloma Hurtado, Andrés Guerra, Isabel Ruiz, Belen Lopez, Roberto Alonso y Vicenta Valbuena- Uno de ellos es el diablo mintiendo, eso nos deja a 6, y polque "todos" somos inocentes ninguno tenía polqué estal mintiendo, pol lo que es evidente que alguien es un Bol-lacho aquí.

Con esto parecía haber cuatro roles confirmados como no-borrachos, pues se entrelazab entre sí bastante bien.

-El Bibliotecalio fue confilmado pol el Mayoldomo.

-La Investigadola fue confilmada pol la Vilgen y la Entel-ladola.

-La Vilgen fue confilmada pol la Entel-ladola.

-La Entel-ladola confilmó a los dos votados como Esbil-los, siendo confilmado por la Investigadola que uno de ellos ela la Dama Escal-lata.

Tras esto, solo quedaba lo evidente, los últimos tres presentes.

-Pol lo que solo nos quedalía confilmal a la Clia-Cuelvos, el Adivino y la Alcaldesa. Uno dice la veldad y es un aldeano, otlo clee que es un aldeano pelo está bol-lacha y otlo es el diablo. -Dijo finalmente- Dado que no podemos confilmal ni negal a la Clia-Cuelvos pues puede sel o no una bol-lacha... así que... a sabel.

-Ah, y pol descalte, Malía Luisa Benito sí o sí ela una folastela, o la Santa o la Leclusa...

-Yo, pobresito de mi, sólo puedo insistí en que soy/era en Bibliotecario, y que me fue revelado que uno de dos, o Emilio o Fernando era un Forastero, concretamente el Mayordomo. Sólo uno de los dos, y se reveló que era Emilio, con lo que estuvo claro que Mariano NO era forastero, no podía serlo porque se me reveló claramente que lo era sólo uno de los dos. Por eso voté a Mariano para ser eliminado cuando empecé a tener más sospechas por lo que ibais disiendo. Del resto, lo juro que saber, no sé naaaada.

Si eres virgen es porque nadie te soporta, pero explícame, pozo de sabiduría oriental ¿en qué momento la enterradora confirma que eres lo que dices ser cuando no has muerto ni una vez?

Eres el mal, y hasta que no te maten y paren los crímenes, no lo verán.

-¡Es polque me valolo mucho!. -Le replicó al fantasmita- Me confilma como Vilgen el hecho de que al votalme no habéis muelto y al molil fuisteis considelados como esbil-los del demonio. Confilmando mis acusaciones contla vosotlos dos.

Tras decir esto, la mujer se quedaria callada por unos instantes, a fin de cuentas no había mejor explicación que la dada con pocas palabras y muchas evidencias. Pero, a pesar de ello, había algo que la reconcomía desde dentro, algo que no pudo evitar sacar de su pecho, la curiosidad le podía.

-¿Como es que soy el mal?. -Inquirió un tanto confundida- Si yo no tengo alena ni pececillos...