Partida Rol por web

Os acercais de noche al edificio donde os han informado que Ash recibe mercancías. El edificio es un gran rascacielos que preside un extenso complejo industrial. La noche es de lo más inapacible. El cielo está encapotado con nubarrones de que reflejan la luz de la ciudad con tonalidades de un plomizo fluorescente y de vez en cuando dejan caer un chaparrón que arrastra elementos contaminantes y altamente abrasivos. Aprovecháis uno de los claros para aproximaros al edificio.

Los sistemas de seguridad no son nada del otro mundo y a Veigur An no le lleva demasiado tiempo acceder al sistema domótico y confundirlo con credenciales falsas para que os abra las puertas. Una vez dentro de las oficinas, accedéis a las cámaras de seguridad que os muestran las imágenes de un almacén lleno de contenedores de transporte pero en el que no se ve ninguna actividad. No veis personas, aliens ni droides de ningún tipo. Hackear los ordenadores tampoco os reporta ninguna información interesante y después de probar todo lo que se os ocurre, os dais por vencidos y abandonáis el edificio.

Es entonces cuando ante vosotros se planta una hoverfurgona y os deslumbra con sus focos hiper-halógenos mientras de sus flancos caen multitud de robots similares a los que enfrentasteis en el desguace. Los robots no hacen preguntas y comienzan a disparar. El combate es caótico y en varias ocasiones las venenosas nubes descargan chaparrones que os producen abrasiones tanto a vosotros como a los robots, dejando a varios de estos inutilizados. Finalmente acabáis con el último de ellos y se apaga el sonido de los blasters, aunque no el de los truenos y la lluvia.

La hoverfurgona que se ha mantenido al margen en todo momento, hace algunos movimientos erráticos antes de girarse definitivamente para alejarse del rascacielos. Todos llegáis a la conclusión de que probablemente vuelva de regreso a su cuartel y que allí podréis obtener información del paradero del pro-Syndic Ash. Afortunadamente, muy cerca vuestro acaba de aparcar un hovertaxi y el conductor ha aprovechado un claro para hacer una escapada a la máquina dispensadora de refrescos. Cosa que aprovecháis sin dudarlo para saltar al taxi y comenzar la caza de la hoverfurgona.

Tras una trepidante persecución, conseguís saltar a la hoverfurgona que se encuentra vacía y dirigida por un droide-conductor integrado en la estructura de la hoverfurgona. Cuando por fin detenéis el vehículo, una voz metálica surge de los altavoces del droide:

"Jamás traiccionaré a mi dueño... protocolo de autodestrucción de la memoria interna iniciado... bepbepbeeeee. El formateo de memoria se iniciará en 30 segundos.... 29 segundos "

Ahí es donde Veigur An hace alarde de sus edge de MacGuiver y consige desarmar el casco del droide en un tiempo record y rescatar la memoria de rutas antes de que sea borrado. Es así como finalmente averiguáis que el cuartel secreto del Pro-Syndic Ash se encuentra en una fábrica de montaje de hovercoches.

Finalmente conocéis el paradero de su guarida.

Veigur soltó aire. Habia estado cerca. El marcador de autodestruccion del droide marcaba 3 segundos, justo cuando habia conseguido parar el detonador con un boligrafo, un chicle y medio bollo que no se habia terminado antes de salir hacia el almacen. El bollo se habia empapado de liquido corrosivo durante la batalla en el almacen y habia permitido quemar la linea de cobre, puenteandola con el chicle empapado en tinta. Su padre tendria que haber estado alli. "Pierdes mucho tiempo viendo esos videos estupidos en DolThube" le decia "Consigue un trabajo". Pues mira, esto lo habia visto en uno de esos videos.

Al pensar en su padre acarició la llave inglesa de forma inconsciente, que tenia una muesca por culpa de la lluvia corrosiva. Desde luego, no pensaba volver a Wayland de vacaciones. No solo habia un tiempo de mierda... El trafico era una locura! Parecia que las leyes galacticas de conduccion no aplicaban en aquel planeta! Persiguiendo a la holofregoneta aquella casi se habian chocado 3 veces, evitandolo todo por los pelos. Y aquella familia de insectoid...

PING

El pitido del ordenador le devolvio al mundo real

La fabrica de montaje en el sector 2 - dijo apuntando el holo mapa que salia de la cabeza del robot. - Ahi esta el tipo que nos intentó matar, capitan. Quizas debamos hacerle una visita?

Durante la pelea con los droides Dagda logro utilizar, esta vez correctamente, el truco de animar los cables para atarlos. Lo que le puso de muy humor por primera vez desde que había llegado a este planeta. Incluso se permitió abrir los ojos algo más de lo normal.

- Esta claro que ese Ash confía demasiado en las herramientas y poco en las personas - comenta sin la más mínima señal de aprensión cuando Veigur desmonta el robot a solo 3 segundos de la explosión.

Al no encontrar nada en el edificio al que les habían indicado Ani se puso furiosa. Pues creía que les habían estafado.

Ese insecto nos la ha jugado. Pues se va a quedar sin que le lleven su paquete a destino. A ver si se rie entonces. Eso si no le doy una paliza antes.

Y mierda de mundo y su puñetera lluvia ácida.

En ese momento fue cuando llegó la hovefurgoneta y empezó a soltar robots. Robots armados y que empezaron a dispararles, como no iba a ser de otra manera.

Oh. Parece que al final sí que era el sitio. Bueno. Se libra de la paliza.

Ani saltó para cubrirse detrás de unas cajas, mientras lo ahcia desenfundó su pistola y empezó a disparar sin parar.
Los droides no eran mucho mejores que los anteriores. Al parecer tan sólo intimidaban por su número, pero un par de disparos en los sitios precisos y se desmontaban solos. Y ya cuando Dagda los enrrollaba como regalo no tenías ni que apuntar, tan sólo disparar al bulto.

Cuando estos cayeron la hoverfurgoneta empezó la huida.

Tenemos que seguirla, seguro que nos conduce a su guarida. Necesitamos un vehículo. Ya.

En eso llegó Veigur con un taxi. Después de haberlo visto recibir un disparo creía que se había refugiado, pero al parecer había ido a conseguir transporte.

Bien hecho. Ahí has estado habil.

Aunque cuando se sentaron todos dentro se fijó que era él quien conducia.

¿Pero qué narices? ¿Qué haces conduciendo tú? Nos vas a matar.

A pesar de sus quejas, y preocupaciones, el doltashir les logró llevar de una pieza.

Bueno. Dicen que cualquier aterrizaje en el sales por tu propio pie ha sido un buen aterrizaje.

MacHurto tiene razón. Cuando usaáis un benny para absorber el daño de un ataque y conseguís absorber todo el daño de dicho ataque, el benny se os devuelve automáticamente.

Además, al cambiar de acto recuperais una herida.