Urbano VI |
El Cisma de Occidente (1378-1429) fue sin duda uno de los sucesos más lamentables de la historia del cristianismo, una crisis religiosa que salpicó a todos los países católicos que tuvieron que posicionarse sobre el problema.Se produce cuando a la muerte en el año 1378 de Gregorio XI -que había trasladado a Roma la sede papal desde Aviñón-, los cardenales romanos eligieron como sucesor al italiano Urbano VI. Un colegio de cardenales disidentes se opusieron al candidato romano y proclamaron a Clemente VII (el cardenal Roberto de Ginebra) que instaló su sede de nuevo en Aviñón, lo que originó la división en el seno de la Iglesia. Los dos papas electos se excomulgaron el uno al otro y el Cisma quedó abierto.
Clemente VII |
La oscuridad del problema estaba en que la clave de la legitimidad de uno u otro papa dependía de algo tan difícil de comprobar como la validez de la elección de Urbano VI. Se trataba, en suma, de dilucidar si la presión popular había influido en el ánimo de los cardenales hasta el extremo de privarles de libertad y hacer inválida, en consecuencia, la primera elección. Y todo dependía de una circunstancia imposible de establecer con certeza, como era la influencia que había tenido el miedo en el voto del Sacro Colegio. La confusión creada por el Cisma hizo que la cristiandad se escindiera y los reinos se adhiriesen a una u otra “obediencia”. Sucedió así hasta con los propios santos, y mientras Santa Catalina de Siena se mantuvo al lado de Urbano VI, San Vicente Ferrer militó en la “obediencia” al papa Clemente.
Benedicto XIII |
El sucesor de Urbano VI, fue Bonifacio IX, quien ocupó el cargo entre los años 1389 y 1404, y el de éste, Gregorio XII (1406-1415). El de Clemente VII, fue Pedro de Luna, que tomó el nombre de Benedicto XIII. Un grupo de cardenales romanos y otros aviñoneses resolvieron entonces celebrar un concilio para poner fin al Cisma. El concilio, reunido en Pisa en 1409, declaró depuestos a los dos pontífices reinantes y eligió un nuevo papa, Alejandro V. Pero esta elección, lejos de poner remedio, no hizo más que aportar un nuevo elemento de confusión: los papas de Roma y Aviñón rehusaron abdicar, con lo que la cristiandad quedó dividida no ya en dos, sino en tres obediencias. Se había llegado a una situación límite, y ante ella tomó cuerpo la idea de que tan sólo un concilio universal sería capaz de resolver la crisis de la Iglesia. Esta idea encontró un entusiasta valedor en el recién elegido emperador alemán Segismundo, que consiguió convocar el concilio ecuménico de Constanza.
Martín V |
Segismundo y Juan XXIII (sucesor de Alejandro V) protagonizaron una contienda que terminó con la huida del papa, que una vez capturado terminó en prisión el 29 de mayo de 1415. Gregorio XII renunció y se depuso a Benedicto XIII el 26 de julio de 1417 acusado de hereje, el último de los tres papas que continuaba en el mando. El desenlace definitivo se produjo el 11 de noviembre de 1417, cuando fue elegido como único papa Odo Colonna, a partir de entonces Martín V, quien se mantuvo como jefe supremo de la Iglesia hasta 1431.
Puertas: Hay nueve puertas para entrar en la ciudad de Barcelona: Drassanes (a), Trentaclaus (b), Boqueria (c), Portaferrissa (d), Orbs (e), Santa Anna (f), Jonqueres (g), Portal Nou (h) y Sant Daniel (i). Cada puerta está flanqueada por dos torres, en las que viven una docena de soldados al mando de un oficial. Su misión consiste en vigilar la puerta durante el día, cuando está abierta, y patrullar por su sector de muralla por la noche, cuando las puertas están cerradas. También están encargados de cobrar el impuesto por entrar en la ciudad, consistente en un croat de plata por persona y tres por montura o carro. Están exentos del impuesto de paso los nobles, los miembros del clero y los comerciantes en tiempo de feria, pero no sus acompañantes
Barri Real: Este sector de la ciudad recibe su nombre por albergar en su interior el palacio de los reyes de la Corona de Aragón. Tanto si el monarca se encuentra en la ciudad como si está ausente, esta zona es siempre un hervidero de cortesanos, guardias reales, criados, soldados, burócratas de la administración real y pajes. El acceso al recinto es restringido, pues solamente pueden residir en él altos dignatarios de la Corte (como el Veguer o el Lugarteniente Real) nobles cortesanos y burócratas de alto nivel.
Barri del Mercadal: Este es uno de los rincones más cosmopolitas de la ciudad, ya que corresponde a la zona de los mercados. En sus calles y plazas los comerciantes están autorizados a instalar sus mercancías y a bocear pregonando sus excelencias, con la esperanza de poder venderlas. Dichas mercancías suelen ser principalmente productos del campo, desde aves de corral hasta lana, pasando por buen aceite, harina, vino, productos de huerta, etc. Los productos manufacturados, como ya hemos visto, se venden en el barrio gremial, en el mismo lugar donde se fabrican.
Plaza del Blat: estaba considerada el centro comercial de Barcelona, pues en ella se celebraba semanalmente el día de mercado. Al crecer la ciudad el mercado se convirtió en una necesidad permanente
MANUSCRITO de un escudero de Guillem de Erill, primer Maestre de la Órden de Montesa
(leído en la Torre, San Mateo, por Charles de Lupo en vuestra presencia):
El manuscrito cuenta cómo en 1315 un caballero francés, Sebastien de Loynes, se puso en contacto con su señor, diciéndole que podía hacerle dueño no sólamente de las posesiones y bienes de la Órden del Temple en la Corona de Aragón, sino también los de la Órden Hospitalaria. A cambio pedía que a él y a veinte compañeros suyos se les permitiese entrar en la nueva Órden, y residir juntos en un monasterio previamente designado. El escudero que narra esto cuenta que, tentado por la codicia, Guillem se avino a ello. Y así fue. En Junio de 1317 el Papa Juan XXIII otorgó la bula autorizando la nueva órden, que se fundó el 22 de Julio de 1322.
El escudero narraba lo siguiente: "Pero Dios castiga a quienes se apartan de su senda. Guillem de Erill enfermó al poco de tomar posesió nde su cargo. Su delegado, Erimán de Eroles, y su sucesor en el cargo, Arnau Soler, miraron con desconfianza a este extraño grupo de monjes franceses, a los que consideraban antiguos templarios fugados, pero respetaron los acuerdos del malogrado Maestre: los veintiún francesos fueron elevados a la categoría de monjes de la Órden, y destinados al monasterio de Monreal, en la sierra de Bueg, comarca del Maestrazgo. "
PERGAMINO HALLADO EN LA TUMBA DE SEBASTIEN DE LYONES, caballero del Templo, 1281 - 1322 (de momento indescifrable):
Parte de la ciudad de Valencia.
La ciudad de Zamora
Zamora, "la bien cercada", como la llamó Fernando I de Castilla, se alzaba sobre unas grandes peñas que dominaban el Duero.
Murallas
Zamora cuenta con dos recintos amurallados además de su ciudadela o castillo: la Muralla Antigua, levantada por Fernando I en el siglo XII, y que rodea toda la ciudad vieja, y la muralla nueva, levantada siglos más tarde para defender los arrabales.
Puertas:
1. Olivares, enfrente del puente romano. Pasan viajeros que van o vienen de Salamanca, Toledo o Córdoba.
2. San Torcuato, situada al norte, conduce a las rutas de León, Burgos y ASturias.
3. Santa Columba, situada al oeste, comunica con Portugal y Galicia.
4. San Pablo, al este, por el que van y vienen viajeros hacia el Reino de Aragón
Barrios de la ciudad:
1. De la Ciudad Vieja, delimitada por la muralla antigua, donde buena parte de la nobleza de la ciudad se apiñan en torno a la Catedral, el Palacio Episcopal y el Castillo del Corregidor Real.También viven en la Calle Mayor y PUerta nueva comerciantes y mercaderes adinerados. Y también se hallan los princiaples centros gremiales.
2. El Arrabal de Intramuros, o ciudad nueva, corresponde a la ampliación posterior de la cudad. Jornaleros y trabajadores honrados ocupan este lugar; también se encuentra en él el peligroso barrio de la Horta, donde se hacinan malhechores y gentes de mal vivir.
3.A Extramuros también hay pequeños núcleos urbanos, habitados en su mayoría por campesinos (los mismo que querían entrar adentro por temor a la peste llegada de fuera). En las cercanías hay algúnos monasterios y a veces hay disputa de tierras entre ambos.
Edificios de Interés:
La Catedral (siglo XII), símbolo de la ciudad.
Iglesias como la de San Isidoro, San Pedro y San Ildefonso, de la Magdalena, de Santa María la Nueva, de San Cipriano, de Santiago del Burgo y de San Vicente.